«Cada vez que los alemanes pierden una guerra, reimprimen mi libro El súbdito», observaba Heinrich Mann, siguiendo las vicisitudes no sólo de su novela, sino también de esa inveterada costumbre de sus compatriotas de analizar y analizarse tras cada catástrofe sufrida, pero rechazando toda toma de conciencia cuando el desastre se está preparando. Bertold Brecht consideraba a El súbdito como la primera gran novela satírico-política de la literatura alemana. En ella su autor intenta hacer pública y comprensible, por medio de la sátira y la parodia, la formación del súbdito ideal deseado por el poder totalitario, y la de denunciar su sistema, su origen, su funcionamiento, su reproductibilidad y sus consecuencias. La sociedad de la época de Bismarck y del Káiser Guillermo II, es analizada en toda su diversidad de clases, desde la aristocracia y la burguesía hasta el proletariado, que son examinados y juzgados implacablemente, casi siempre con una acerada ironía caricaturesca.