Description:Gaston Durand llegó a Marsella hacia las ocho de la noche. Rodeó la ciudad, alcanzó el Promenade du Baltique, y buscó la callejuela más solitaria para aparcar la furgoneta. Había conducido a lo largo de mil doscientos kilómetros el pesado furgón «Citroen», pero Durand era un bretón alto, fornido y resistente, acostumbrado desde siempre a la carretera. Era, además, un individuo que sabía entender la vida. La palabra «escrúpulos» carecía de significado para él. Por el contrario, decir «francos» venía a significar algo muy bello y deseable, sobre todo si se anteponía a «francos» palabras tales como mil, cinco mil, diez mil…