Description:Hugh Mitchell observó al jinete que se acercaba hacia el desfiladero y una torva sonrisa arrugó su rostro patibulario. —Ahí lo tenemos, Jim. El llamado Jim tenía el sombrero sobre la cara y dormitaba apoyando las espaldas contra una roca de gran tamaño. Abrió los ojos y su mano aprisionó el rifle que estaba al lado. Se enderezó con un gruñido y fue adonde se hallaba apostado su compañero. —Ya sabía que no tardaría en venir —dijo. Hugh le dirigió una mirada furibunda. —Claro, para ti, las veinticuatro horas que nos hemos pasado aquí no cuentan. Has estado todo el tiempo echado a la bartola. —¡Sólo he dado unas cabezaditas, Hugh!