A finales de los años cuarenta, un grupo de entusiastas neoyorquinos, intelectuales urbanitas, se aventuran en las montañas de Nueva Inglaterra para crear una comuna a la que deciden bautizar muy apropiadamente como «Utopía». Sin embargo, pronto surgen la discordia y el cisma ideológico entre las dos facciones del grupo: los utópicos puristas y los realistas. Así, alternarán «periodos líricos» de paz pastoral con la concepción de ideas alocadas, como crear unos «Estados Unidos de Europa en el exilio», hasta desembocar en un desenlace previsiblemente desastroso. Más ácida que nunca, McCarthy se inspira en sus amantes, amigos y conocidos, grandes personalidades de la cultura americana, para plasmar una sátira descarnada y certera sobre los sueños y las decepciones de toda una generación.