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El Kitib al-udabí'de Ib,, al-Faradi PDF

21 Pages·2003·5.15 MB·Spanish
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AnaqueldeEstudiosArabes ISSN: 1130-3964 Vol. 13(2002): 109-129 ElKitib al-udabí’deIb,, al-Faradi LUIS MOLINA El biógrafo cordobés Abo l-Walrd Ibn al-FaradT (351-403¡962-1013)’, cuya obra más conocidaesel Ta‘rr/ ‘ulamá’ al-Andalus, esconsiderado el iniciador en al-Andalus si nodel género biográfico, sí de unamodalidad de dicho género: la de los elencos que se limitan a reseñar una serie de datos precisos (fechas, lugares, individuos), sin incluir historias, anécdotas ni otros relatos de cierta extensión. Esta fonna de componer los repertorios biográficos se impuso definitivamente en al-Andalus y fue la utilizada no sólo por los autores que continuaron sucesivamente laobra deIbn al-Faradt—IbnBa~kuwAl, Ibn al-Abbar, Ibn al-Zubayr-, sino también por otros que están al margen de lo que se podría denominar“la secuencia principal”, como al-Uumaydi y al-Qabbl. Frente a este estilo andalusí encontramos a una serie de autores norteafricanos -o de origen norteafricano-, pero que también dedicaron sus obras, bien de forma exclusiva, bien con una atención muy especial, a los ulemas andalusíes: desde el ifrTqí asentado enal-Andalus Ibn IjariLal-Ju~anT hastaelmarrakusí Ibn ‘Abdal-Malik, pasando por el ceutí ‘Iya~. En sus textos hallamos una multitud de relatos anecdóticos, en ocasiones de gran extensión, en los que se refleja de forma 2. Las aparentemente realista la vida cotidiana de los personajes biografiados enormes y nítidas diferencias entre el estilo andalusí y el norteafricano no impiden, sin embargo, que existan relaciones muy estrechas entre unos textos y otros, de forma que Ibn HarTL esuna de las fuentes más importantes de las que utilizó Ibn al-FaradT, que éste, a su vez, sea utilizado profusamente porel cadí o que el Qayl de Ibn ~Abdal-Malik se presente a sí mismo como un ML. Avila y M. Mann, “Le Ta’rfh ‘ula,ná, al-Andalus dlbn al-Fara4T: ¿tude et informatisation’, Cahiers dOnomastique Arabe, 1985-87, p.41-60 y H. al-Subayban¡,“Ma~adir al- hafizIbnal-FaradsITkitabi-hi Ta‘r~¡al-‘ulamo wa-l-ruwñ”,Ma9allat?ámratUmmal-QuráIi- ulam al-larVa wa-l-laga al- arabiyya wa-adabi-ha, 19 (consultada en su versión electrónica http://www.uqu.edu.sa/majalat/ shaniaramag/magi9¡MG-l0.htrn.Agradezco esta inronnación al Dr. JesúsZanón). ML. Avila, “El género biográfico enal-Andalus”, EOBA VIII (1997), 35-Sl, p. 48-49; M. Mann, “Dulces, vino y oposiciónpolítica: un estudio biográfico de época almohade”, ECHA VIII (1997), 93-114,p.94y’Riblaybiografiasdelbnal-Qallas(m. 337/948)”,HomenajealProfesorJosé Maria Fórneas Resteiro, Granada, 1995, 581-591, p. 588-590.El propio lbn al-Faradase~ala en su prólogo que su primera intención habia sido escribir un extenso libro que incluyera “noticias e historias”, pero que, finalmente, las circunstancias le obligaron a redactar una obra más concisa (TarTj,5-6). 109 LuisMolina ElKi¡ñbal-adaM‘deIbnal-Faradí eslabón más de la serie de obras que constituyen lo que acabamos de llamar “la 3. secuencía principal” Se podría decir, por tanto, que Ibn al-Faraa~r fue el primer y más destacado exponente de ese estilo conciso dentro del género biográfico andalusí, pero lo cierto es que esta afirmación es válida únicamente si la referimos a su Ta’rTj ‘ulamá’al-Andalus, la más importante de sus obrasy una de las dos que se nos han conservado4. Sin embargo, gracias al testimonio de Ibn Ijayyan en su Muqiabis, tenemosaccesoal conocimientode otrorepertoriobiográfico salidode laplumade Ibnal-Fara4Tque, como tendremosocasión de ver a lo largode estas páginas,representatodo locontrario a su TarE ‘ulanúl’ al-Andalus,ya quede él desaparece esarígida sujeción aldato quecaracterizaba a éste para sersustituida por un no disimulado deleite en la narración de sabrosas anécdotas, historias moralizantes, maliciosos comentarios y piezas poéticas. El severo biógrafo de doctos ulemas se adapta, al parecer sin grave dificultad ni reparo alguno, a las características del grupo al que dedica estaobra: los poetas y literatos, un grupo sindudaalguna más idóneo paraprotagonizar este tipode biografias.5 Citasde Ibn al-Faraa~lien elMuqtabisdelbn ~ayylIn El fragmento del Muqtabis del quevamos aextraer lospasajesatraduciresel quinto de los publicados6. Disponíamos yade los dedicados a‘Abd al-Rabman11 y Mubammad (continuacióndirectadel que nos ocupa)7, a ‘Abd Allah8, a ‘Abd al-RabmAn ííí9 y a al~UakamiO. En éste último no se encuentraninguna cita de Ibn al-Faradi, mientras que son escasas las que podemos hallar en los tomos del emir ‘Abd Allah(tres) y del califa al-NA~ir(cuatro). En el otro,sin embargo, Ibn t3ayyan recurre con asiduidad al biógrafo cordobés, al igual que ocurre en el lbn ‘Abd al-Malik presenta su l2ayl como una continuación de laSilo de lbn Ba~kuwAl, aprovechando la“Introducción”asu obraparacriticar muyduramenteal otro autorque sepretende continuador de laSilo, Ibnal-Abbár, a quienacusa, entre otrospecados, demanifestar su desprecio hacia osnorteafricanos;y. A..M. Carballeira, “Laintroducción delbn ‘Abd al-Malikal-Marrakutta suAl-J2aylwa-l Takmila”,EOBAX(2000), 195-222. Laotraes elKitab al-Alqób, delquese conservaun resumen oextracto enun manuscrito que fue editado por M.Z.M. ‘Azab, Beirut, 1992; y. lareseI~a deM.Fierro enAI-Qantaro XIV(1993), 511-512. Aunque,justoesreconocerlo,si consideramoslashistoriasquesobrelos ulemasandalusiesnos hanconservadoautorescomolbnlara o lyád, las dificilesrelacionespersonales entrelossabios, las excentricidades de alguno de ellos, la personalidad peculiar de otros, suministran un caudal de divertidasnoticiasquenadatienenqueenvidiaralasquenosproporcionanlasvidasdelos poetas. 6 Ben Haián de Córdoba, Muqiabis II Anales de los Emires de Córdoba Alhaquém 1 y Abderramán .11,cd. facsímilalcuidadodeJ.Valívé, Madrid, 1999(M-li). Ed.MA. Makkl, Beirut, 1973(M2). Ed.M. MartinesAntuAa,Paris, 1937(M3). ‘Ed.P.Chalmeta,E,Corrientey M.Subb,Madrid-Rabat, 1979(MS). lOEd.AR. A.al-Haj5t,Beirut, 1965. AnaqueldeEstudiosArabes lío Vol. 13(2002): 109-129 LuisMolina ElKitñbat-udabñ deIbnal-Faradr fragmento que vamos a estudiar, fragmento que, recordémoslo, forma con el de ‘Abdal-Rahman II yMubammad unmismo volumen. lbn llayyan utiliza las dos obras de lbn al-Farad!, tanto el Ta‘r!j’ulamá’ al- Andalus como la que dedica a los poetas y literatos. Como la primera de ellasse nos ha conservado íntegray en unmanuscrito bastante correcto, no resulta dificil distinguir con claridad el origen de cada cita, labor favorecida también por la escrupulosidad deIbn ljayyan.que frecuentemente señalacondetalle lafuente en la que bebe, y por su fidelidad a su modelo, ya que lascopias que hace son casi totalmenteliterales. Para los cuatro fragmentos ya conocidos anteriormente, laidentificación de las citas de Ibn al-FaradT en el Muqiabis fue realizada por M.L. Ávila’’. No vamos, por tanto, a volver sobre este punto, pero sí es necesario que nos detengamos brevemente sobre un aspecto que interesa para la cuestión que estamos tratando: el título de la obra de Ibn al-Fara4T dedicada a los poetas y literatos. En las citas estudiadasporAvilaencontramostodas estasvariantes: KilñbAbTl-Walidibn al-Faracit1-mu allaffllabaqúi ahíal-dawla wa-l-adab bi-l-Andalus (“El libro que Abti l-WalTd ibn al-Faraft compuso sobre las 2 y literatosde al-Andalus”)(M2, 33). generaciones de servidores delEstado’ Wa-qaddakara ¡-qaejEAbñ 1-WalEd.1 fikílábi-hí 1-mu‘aIlaffi1-udaba’ wa- 1-‘u/ama’(”Mencionael cadíAbíl l-WalTd .1 en el libro quecompuso sobre los literatosylos ulemas”)(M2, 157). Wa-~akara 1-qñ4t AMiI-WalTd ibn al-Faraq’tfi kitclbi-hífi ¡-‘u/ama’ wa-l- udaba’(”MencionaelcadíAba l-Wal!d ibnal-Farad!en su libro sobrelos ulemas y los literatos”)(M2, 166). Kirab al-qaq’tAbtl-Walrdibn al-Fara4tl-muallaffl ¡-udaba’ (“El libro que el cadíAbtil-WalTd ibn al-Farad!compuso sobre los literatos”)(M2, 179). Kuabal-qadEAbr1-WalTd ibn al-Parao/E1-mu‘allaffi;abaqa¡al-udaba’ bi-l- Andalus (“El libro que el cadí Abíl l-WalTd ibn al-Farad! compuso sobre las generacionesde literatos de al-Andalus”)(M2, 253). ¡ “ObrasbiográficasenelMuqtabisdelbnIiayyán”, AI-QantaraX(1989), 463-483. ¡2 Esta alusión aAhí al-dawlapodria ser un errorde lbnHayyan, pero lo ciertoes que lbnal- Farad¡pareceprestarunaatención especial apersonajesque,aunque tambiéncultivaronlapoesía,en realidad son conocidos básicamente por su actuación politica. Son los casos de ‘Abd al-Kar¡m b. Muglto del propio ‘Abdal-Raljman al-Awsat. Al respecto son aclaradoras laspalabras con lasque introduce lbnal-FaradllasbiografiasdeTammamb. AmirySulaymanb. Wansús(M2, 179 y 189), 111 AnaqueldeEstudiosArabes Vol. 13(2002): 109-129 LuisMolina ElKiiñbal-udabc, deIbnal-Faradt Wa-qad 4akara l-qd4¡ Ibn al-Fara«f(.1 fi udaba’ al-muluk naln ahí al- Anda/vs kilñbi-hi 1-mu‘a/tajfi-him (“Menciona el cadí Ibn al-Farad! entre fi ... 3 (M3, los reyes literatos de al-Andalus en el libro que sobre ellos compuso”)’ 123). Wa-jt kuab aI-qa4r Abrí-Waltd íbn al-Parao/E l-musannaj u/ama’ al- fi Andalus (“En el libro que el cadí Abo l-WalTd ibn al-Fara~T compuso sobre los ulemas de al-Andalus”)’4(M5, 30). Dakara l-qa«EAba 1-WalEdíbnal-Parao/Efikitóbí-hifi1-udaba’ wa-1-~u‘ará’ bi-l-Andalus (“Mencionael cadí Abti l-WalTd ibn al-Farad!en su libro sobre los literatosypoetasde al-Andalus”)(M5, 44). Por su parte, en el fragmento del Muqtahis recientemente publicado lbn al- Farad! aparece mencionado como frente en veintitrés ocasiones; en nueve de ellaslaobrade laque seha servidolbn Hayyánes el Ta“-r/ ‘ulamá‘al-Anda/vs,’5 mientras que el resto, catorce, deben proceder de la “Historia de los literatos y poetas”, aunque no en todos los casos la menciona expresamente. Las citas son introducidas, en los casos en los que aparece alguna menciónexplícita del título, por las frases: Wa-qcila 1-qá4EAba 1-WalEdibn al-Fara4rfi ki,’abi-hi 1-mu‘al/alfi i’asm4yal al-udabá’ wa-1-~u‘ara’ bi-l-Andalus (“Diceel cadí Abo l-WalTd ibnal-Farad!en el libroque compusopara biografiar a los literatos y poetas de al-Andalus”) (M- II, 117v). Wa-qc7la l-qao/EAba 1-Waltdibn aI-Farag’rfikñabi-hi1-mu‘allaffi1-‘u/amñ’ wa-l-udaa’, (“Dice el cadí Aba l-WalTd ibn al-Fara~T en el libro que compuso sobrelos ulemasy los literatos”)(M-ll, l29~). ‘~ Véaselodichoenlanotaanterior. ‘~ A pcsar dc quc atribuycla citaa la obra deibn aL-Fara~isobre los ulemas, lo cieno esque comienzaconun largopárrafoqueno procededel Ta‘rrj ‘ulamó al-Andalus, delque, sinembargo,si ‘ procede todoelpasajesiguiente,introducido porlbnHayyáncon larrase “ElcadiAbol-Walidvuelve a mencionar también a este individuo en el.Kitñb Ta‘rr¡ al- ulamc3 lo cual demuestra que nos “‘, hallamosanteunerrordelbnljayyanenlaprimeradelasdoscitas. “ Los personajesbiografiados son siete,porque das de ellosaparecen dos veces.Susnombresy el númerodebiografiaenel Ta‘rfi ulamñ al-Andalus son: Yabyáb.Mu4ar(97’=IF, 1551) Sa’~a’ab.Sallam(119Fy 127’ lE,608) = al-Gazib.Qays(119’y 126’=IP, 1013) al-Fara 5. Kinana(l25’1F,1028) Ziyádb. ‘Abdal-Rahman=abtún(126’ lE,456) = ‘Abdal-RalmAn b. Dinar(126’ lE,774) ‘Abdal-Rahmánb. AbTllind(127’ lE,773) = AnaqueldeEstudiosArabes 112 Vol. 13(2002): 109-129 LuisMolina ElKitdbal-udabc2delbnal-Faradt Kitáb al-velaba’ li-l-qáo/I AbE 1-WalEd ibn al-ParaqT (“El libro sobre los literatos del cadíAbo l-WalTd ibnal-Fara~V’) (M-lI, 147’). Kitelb al-qao/T AM l-WalEd ibn al-Parao/II-mu ‘allaffilabaqál al-velaba’ bí- Qur/uba (“El libro que el cadí Abo l-Wal!d ibn al-Fara~i compuso sobre las generacionesde literatos deCórdoba) (M-II, 153v), KitábAM l-Wa/Edibn al-Farao/r1-mu‘al/affi1-udabá’ wa-l-gu‘arel’ mm ahí al-Anelalus (“El libroqueAbfil-WalTd ibn al-FarajTcompuso sobre los literatosy poetasandalusíes) (M-II, 157r). Como se puede comprobar, resulta imposible conocer el titulo exacto del texto perdido de Ibn al-FarajT, dadas las sensibles variaciones que hallamos en todas estas menciones. Esto no es de extrañar, porque a través de las citas que hace lbn Hayyan del Ta‘4/ ‘ulamá’al-Anelalus tampocopodríamos averíguar el título de la obra, a laque casi siempre se refiere como el Kitáb de Ibn al-Farad!, con las únicas excepciones de M2, 261 (biografia de BaqI b. Majíad), donde menciona un Kítelbfi 1-fuqahel’ (“Libro sobre los alfaquíes”) y de MS, 32 (biografia de Muhammad b. Masarra), lugaren elque hallamos el texto atribuido “-rí a un Kitdb Ta al-‘ulamá’ (“Libro de la Historia de los ulemas”). Tradicionalmente se ha conocido el texto que ahora nos ocupa con el título de A/bar.~u‘arel’ al-Andalus (“Noticias de los poetasde al-Andalus”), aceptando el 0 567, quien afirma que “compusoun libro muy que le da lbn Bagkuw~l, Sela, n detallado sobre las noticias de los poetas de al-Andalus” (Kitáb ¿iafilfi ajbelr ~u‘arel’ al-Anda/vs), dato en el que es seguido por al-Maqqarr, Najh, II, 129 (Kitc7bfia bar.~u‘arel’, al-Anelalus). Sin embargo, nieste título nininguno de los que da lbn ItayyAn pueden ser considerados el original y lo más probableesque la obra no tuviera ninguno digno de ese nombre, sino una mera declaración de contenidos. Portanto, faltos de untestimonio inequívoco y definitivo,nos hemos de limitar aproponer una denominación lo más asépticaposible y que reflejeen lo posible el contenido de laobra; teniendo en cuenta, por una parte, que en las numerosas citas de Ibn Ilayyan nunca encontramos los términos Ta‘r~ o A/bar, y, por otra, que los personajes que biografia son hombres de letras, pero en un sentido amplio queno se limita a los poetas, un título aceptable podría ser el de Kitelbal-udabel’, y así lodenominaremosa partirdeahora. ElKitib aI-udabi’en elMuqíahisde al-Ijakam1 y ‘Abd al-Ra~mfln II Como yahemos mencionado anteriormente, son catorce las ocasiones en las que Ibn l 1layyAn recurre al Kiláb al-udabel’, aunque los personajes para cuya biografia lo utiliza son trece, puesto que uno de ellos, lbn al-Samir, aparece en 113 AnaqueldeEstudiosArabes Vol. 13(2002): 109-129 LuisMolina ElKitabal-adaM‘deIbnal—Faradí dos lugares distintos. Entretodos ellos, únicamente tres, ‘Abbas b. Násib, Ibn al- Samir y Sa’!d al-Ra~a~, aparecen también en el Ta‘r~ ‘ulamel’ al-Audalus (IF, 879, 689 y 486), si bien los textosde unayotra obrason completamente distintos en el fondo yen laforma. Con los datos que nos proporcionan las citas que del Kitáb al-udabá’ hace Ibn Hayyan resultadificil conocerconprecisión cómo era la estructurade laobra de Ibn al-Farad!, pero al menos nos permiten hacemos una idea aproximada. Todo parece indicar, en efecto, que se trataba de una sucesión de biografias de personajes en mayoro menormedidarelacionadoscon la literaturaylapoesía, de forma que, junto a destacados poetas como lbn al-~amir, al-Gazal o ‘Abbás b. Nasih, hallamos a astrólogos como al-Iabbi, kelhíbes comoMuhammad b. Yazid, cantores como Man~nr u hombres de Estado como ‘Abd al-KarTm b. MugTt. Es imposible saber si estas biografias estaban ordenadas con un criterio alfabético, cronológico, geográfico, etc., si el número de personajes incluido era amplio o reducido, si utilizó fuentes escritas u orales, pero lo quesí creemosdeducir de la lectura de estos fragmentos conservados en el Muqiabis es que lo puramente biográfico (fechas, lugares, datos concretos y cuantificables) tenía un papel muy marginal en esta obra y que tampoco era una antología poética que recogiera muestras de La producción de los biografiados. Muy al contrario, todo parece indicar que lo que persigue primordialmente lbn al-FarajT es la narración de historias y anécdotas, de forma que los biografiados no son tomados en consideración por su condición de literatoso poetas, sino comoprotagonistas de los acontecimientos,actores del drama, mientras quesus poesíasno son traídas a cuento por sus calidades literarias, sino como excusa para relatar las circunstancias en las que fueron compuestas o recitadas, los motivos que impulsaron a su elaboración o los resultados que se siguieron de su difusión. Es evidente que el Kitáb al-udabel’ no es, desde este punto dc vista, nada extraordinario o inusual, pero lo que llama la atención en este caso no es el contenido de la obra, sino la personalidad del autor: cuesta trabajo hacerse a la idea de que este rico anecdotario haya salido de la mismapluma que escribió el austerisimo Ta‘rU ‘ulamel’ al-Anelalus. En laspáginas quesiguen presentamos latraducción detodoslos~asdj¿s que en el volumen recientementepublicado del Muqiabís de Ibn ~ayyán, dedicado a los reinados de al-Ijakam 1y el comienzode ‘Abd al-Ral~mAnII, son atribuidos a Ibn al-Faradí, excepción hecha de los que proceden del TarE ‘ulamá’ al- Andalus. AnaqueldeEstudiosArabes 114 Vol. 13(2002): 109-129 LuisMolina ElKitdbal-udabadeIbnal-Earadr TRADUCCIÓN MuhammadIi. Yazid 90v 6 Yen el librodel cadíAbo l-Wal!d ibnal-Farad! se lee: Muhammadb.Yaz!d, Abo ‘Abd al-Malik,keltib del emiral-Uakamb. Hi~ám, eraun¡¿¿lib de talento yunpoetanato. AI-ljakam concibió sospechas de que apoyaba a su tío Sulaymán, hijo del emir ‘Abd al-Rabman, que se había alzado en rebeldiai?, y por ese motivo se irritó con él y lo recluyó en supropia casa. Falleció olvidado de todos durante el reinado del emir ‘Abd al-Rahman b. al-Hakam. Pero, tras su muerte, sus descendientes entraron al servicio del soberano, escalando en esos cargos hasta las másaltascimasíS tAbd al-Karim It Abd al-Wabid b.Mngit ll 7’i~~ En ellibroque compusoparabiografiaralosliteratosypoetasde al-Andalus, y almencionar altc4ib lbnMugT~ diceel cadíAbal-WalTdIbnal-Fara4T: Se tratade AboUaf~ ‘Abdal-K2a0r.TmSuba.b‘uAeblodaMl-uWgfállpeindtbró. MenugailL-Amnadwalluásdaentaels- Wdeall!adlble.g‘aAdbaddaell-Memaliirkb‘A.bMdarawl-aRnalpmán b. Mu’awiya y se quedó con el Balát Mugfl, en el occidente de Córdoba, llamado así por él21. Más tarde llegó un •~ lbn Sa’Td,al-Mugribftbulñl-Magrib,cd. 5. Dayf,El Cairo, 1953-55,1,71-72: Muhammadb. Urnayya, mawlñde Mu’áwiya b. Yazid b. ‘Abdal-Malik.lbn Said resume eltexto de lbnHayyAn, añadiendo únicamente que fue tambiénkaoib deHitám 1 y que su padre lo babia sido de ‘Abd al- Rabmán 1.Enefecto, supadreUmayyab. Vazid,quebabiaentradocon lastropasdeBalj, fue kñtib de ‘Abd al-Rahman 1, cargo que también babia desempeñado para Yúsufal-Fihri (C. Romero, “Andalusiesenell’t¿ibal-kuttdbdeIbnal-Abbár”,FORAIV(1990), 147-158;lbnal-Abbar,AI-Ijulla al-siyarñ’, ed. II. Mu’nis, El Cairo, 1963, II, 373).Según elpropio Jbn Hayyan(M2, 31), Umayya falleció en elaño 154/770 y Muhammad, enel226/840, aunque enotro pasaje (M-l1, 126’), sitúasu fallecimiento en el 196/811. Ambas fechasson sospechosas: laprimera porel enorme intervaloque hayentre lamuerte desupadrey lasuya, setentaaños,mientrasquelasegundaestáencontradicción conel dato,proporcionadoporel mismolbn Hayyán, dequemurióen elreinadode‘Abd al-Rahmán ti,quecomenzó enel206/822. ‘~ La rebelión de Sulaymán contrasu sobrino se prolongó hasta elaño 184/800, enel que fue definitivamentederrotadoyajusticiado. “ Un hijo de nuestro personaje, llamado ‘Abd AlIáh, desempetió diversos cargosdurante el reinado de ‘Abd al-Rahmán LI (M2, 31; Hulla, II, 373). Para otros miembros de esta importante familiade kñtibes, la nota lOO deMakki aesaedicióndel Muqtabis; M. Mann, “Origenes delas y. familiasdeal-Andalusenlaépocaomeya segúnlaobradelbnal-Abbaral-Hullaal-siyara”, Ibnal- Abbcir. Polític i escriptor¿rab valenclá (1199-1260), Valencia, 1990, 237-247, p. 243 yM. Fierro, “FamiliasenelFa‘rfjIftitahal-AndalusdeIbnal-Qútiyya”,EOliAIV(1990),41-70,p.55-56. ‘~Sobreel bdflib‘Abdal-KarTmb. MugflvéaselaextensanotadeM.A.Makkrensuedicióndel Muqtabis(M2, p. 444. n.82),acompletar con los datoscontenidos enlabiografiaquelededicalbn l—layyánenestenuevorragmento. 117’-118’. 20Elcalifaomeya al-WaITdreinóentrelosaños86/705y96/715. ‘~ Mugil,conocidoporaI-RQmT, fueunode losmás destacadosparticipantesenlaconquistade 115 AnaqueldeEstudiosArabes Vol. 13(2002): 109-129 LuisMolina ElKitúbal-udabó‘delbnal-Farad! descendiente de supatrono llamado ljabrbb. ‘Abd al-Malik b. ‘Umar b. al-WalTd 22 y tomó posesión de una propiedad cercana a la de MugTL b. ‘Abd al-Malik mawld del bisiabuelo de éste. Con el tiempo los descendientes de Mugit comenzaron a pretender que sus orígenes se remontaban a los árabes gassanies que habían entrado en territorio bizantino (aré! al-Ram) cuando apareció eí Islam23 y que, habiendo caído cautivosu antepasado MugTt, al-WalTd b. ‘Abd al- Malik le otorgó lagracia, araíz de lo cual quedó vinculado a él por unarelación de clientelaporbeneficíencía.24 Su nieto, este‘Abd al-Karrm, conoció cuatrogobiernos de califasmarwanies, si bien en el primero de ellos, el del fundador, ‘Abd al-Rabman b. Mu’awiya, no desempeñó cargo alguno,pues no fue hastael reinado de su hijo, Hi~Am, cuando comenzó su carrera al ser puesto al frente de la caballería el año 179 L7~5i. para pasar luego, ya con su hijo el emir al-Hakam, a desempeñar el cargo de háVib, siendo la única persona que ocupó tal puesto durante ese reinado; fallecido al- Hakam, su hijo, el emir ‘Abd al-Rahman, lo confirmó como bgvib, pero no permaneció en él mucho tiempo, pues murió dos añosmás tarde,o algo menos25. Este dato es confirmado por el hecho de que el alfaquí ‘Isá b.DTnar26, muerto en el 212 828, asistió a su entierro e hizo su panegírico: se cuenta sobre él que cuando se detuvo ante la tumba de ‘Abd al-KarTm, una vez que había sido enterrado y tras haberle dado el último adiós, dijo dirigiéndose a él: ¡‘Abd al- Karrm!, tú que aveces dabasrecompensasa lagente, ¡ojalá pudierayo sabercuál es laquetúhas conseguidoanteDios!.27 al-Andalus, sibien su intervenciónvariamuchode una versión aotra. Parececlaro quesetratabade un cautivo apresado en territorio bizantino de ahí su nombre al-ROm¡) y que, como señala lbn ljayyan, lagenealogiaque leatribuyen algunos, Mugflb. al-H~ritb. al-IIuwayrat aL-Gassanr, esuna invención de sus descendientescon elobjetivo de ennoblecersus origenes (al-Maqqarl, No/Iial-lib, cd.!.‘Abbas,Beirut, t968, III, 12-14). SobreelBalatMugw Arjona,UrbanismodelaCórdobacalifal,Córdoba, 1997, 73-77. y A. 22 E. Terés, “Dos familias marwanies de al-Andalus”, Al-Andaluz XXXV (1970), 67-86; A. Urquiza,“Lafamiliaomeyaenal-Andalus”, EOBAV(1992),373-432, n04l5. 25 1-osgassániesestaban establecidos enSiriadesde finales delsiglo V,sehabían cristianizadoy convertidoen federadosdel Imperio Bizantino. A la llegada del Islam, algunosse convirtieron a la nueva fe, pero otros emigraron aterritorio bizantino. No es imposihle, por tanto —aunque lo más probable, segúnsehacomentadoantes, esqueseaunapatraña-,que Mugil fuerade origengassániy quehubiera sido capturadoenalgúncombatecon las tropasbizantinas. 1. .Shahid, Ryzanliumanddic Arabsin theF¡fthCentury,Washington, 1989. 24 M. Fierro, “Los mawñli dc Abd al-Rahn,án 1”, AI-Qan!aro XX (1999), 65-97, nota 52, siguiendo a Lévi-Provenqal, considera esta expresión equivalente a la clientela por manumisión, interpretaciónquepareceseravaladaporestepasaje. EnotropasajedelMuqíabis(M2,77)sefechasufallecimientoenelaño209/824. AlfaquinacidoyfallecidoenToledo,aunquedesarrollósuactividadenCórdoba.lbn lubiba lo 26 llamaba “el alfaquide al-Andalus”. M. Mann, “Nóminade sabiosde al-Andalus(93-350/71l-961)”, POBA 1(1988),23-182,n’993. 22 Esta historiaesreferidaenparecidostérminosporlbn Hirit.A/Mral-fuqahó’ vía-l-muhaddittn cd. ML. AvilayL. Molina,Madrid, 1992,272. Latraducciónquepresentamosesconjetural. AnaqueldeEstudiosArabes 116 Vol, 13(2002): 109-129 Luis Molina ElXitabol-udabódeIbnal-Faradt Continúadiciendo: ‘Abd al-Karrm era kmib de talento, de lengua y pluma elocuentes, de esos cuya producción epistolar es magnífica, sus escritos, excelentes, y su poesía, descollante. Cuentan algunos que sedetuvo ante Mubammadb. Umayya b. ~uhayd, a la 2t, para darle el pésame y le dijo: “¡Que Dios te muerte de su padre Umayya conforte ysantifique tu morada! No ha muerto realmenteaquél del que eres hijo ni desaparecido aquél cuyo heredero tú eres, pero tienes que recurrira algo que, aunque no te vaya a servir de ningún provecho, es insoslayable: la hermosa paciencia,con laqueDios tesostendrá”. ‘Abd al-Karim era de comportamiento intachable, extremadamente humilde, dado a rectificarcuando larazónno estaba de su lado y mantenedorde lajusticia aun en contra de sus propios intereses, a pesar de lo elevado de su posición. Algunos de los que lo trataron refieren que, en laépoca en que desempeñaba el cargo de tg9ib, regresaba todas las tardes del Alcázar en una espléndida cabalgadura y cuando en ocasiones pasaba ante las casas de HabTb29, sus patronos, y éstos se hallaban sentados en sus zaguanes, al aproximarse desmontaba y se llegaba hasta ellos a pie, los saludaba y se interesaba por su estado; acontinuación continuabasu caminoandandohastaque, cuando estabaya fuera de su vista, volvíaa subir a su montura, quehabía sido llevada hasta ese lugar. Esto lo haciacomo muestrade respeto hacia ellosy en consideración a sus derechos. Ua9$’~Ñal-Magih 118v13o Y en el librodel cadí Abil l-Wal!d Ibn al-Farad!se lee: Este UaÑÑA9 al-MagTIT,kelhib corrector, desempeñó ese cargo para el emiral- Iakam al lado del keltib mayor, el visir Futaysb. ‘1sá31, de Jafláb b.Zayd32 y de otros.Alcanzóelreinadodel visir sic ‘Abdal-Rahmánb. al-Hakam. ~Podriatratarsededosmiembrospococonocidosdelaramíliadelos Bano~uhayd,hijoynieto de~uhaydb. ‘Isá(M2,n. 86),llegadoaal-Andalusenépocade‘AbdaI-Ral~mAn1 (m. 172/788),pero nos ,nclinasnosapensarqueenrealidadsonUmayyab. Yazldy suhijoMubammad,elprimerodelos personajesquehemosestudiadoeneste trabajo. 29PareceevidentequehayqueleerlosBanatjabib,porelcontextodelafrase. 30 Marín,“Nómina”, n’378y M2, n. 199. Fallecióenel 198/814oen210/825,ambasfechasde acuerdoconlbnl—layyan(M-Il, l26’yM2,77). 31SetrataenrealidaddeFutaysb. Sulayman(Marín, “Orígenes”,p. 244y M2,n. ¡86), fallecido enel 196/812,197/8130en207/822(M2, 76y M-Il, 126’).Curiosamente,tambiénlbn‘ldárIlollama enunaocasiónFutays b. ‘Isá(al-Rayón al-mugrib,cd. OS.ColinyE.Lévi-Provenqal,Leiden, 1948- 1941,11,61),aligualqueel.Qikrbiládal-Andalus(cd. L.Molina,Madrid, 1983,1,119yII, 127). 32SegúnelpropioIbnljayynn,Jattábdesempeñóelcargodekatibconlostresprimerosomeyasy fallecióenelaño 193/808(M-l1, 126’). 117 AnaqueldeEstudiosArabes Vol. 13(2002): 109-129 LuisMolina ElKitabal-adaM’delbnal-Faradr 33, excelso poeta, incomparable y hábil. Su nombre Era de talento y nato quedó proverbialmente unido a la pesadez en la redacción34 cuando de él dijo Mtisáb. Sa’1d35: welfir Semejantesa él sonal-’Ak’ak36 en los significadosy, porsu pesadez, Ha99á9 al-MagilT. ‘Abblsb. Nasih 1129v37 Dice el cadi Abfi l-Walid Ibn al-Earadr en el libro que compuso sobre los ulemasylos literatos: ‘Abbás b. Násihal-Yazari, de kunyaAba l-’AIA’, era sabioy poetay gozó de granpredicamento antelos califas, queunasveces recurrían asu consejodesde su localidad, mientras queotras él acudía a su presencia a Córdoba; allí era honrado de manera especial y los literatos de la ciudad acudían a él para aprendery transmitirsu poesía. CuentaYAbirb.Gayt, el gramático35: Uno de esos días en los que ANt l-’Ála’ ‘Abbas b. Násib al-YazTrT había acudido a Córdoba a presencia del emir al-Ivlakam, se estaban leyendo en su presencia libros de lexicografiayse dictaban suspoesías39. Enun momento dado serecitó sucasida en mim queempieza lawEli: ~tndudablementehayqueleer“eraunlo2tibdetalento ~ AI-inilól, que podria traducirse por“dictado”, pero creemos más adecuado el sentido que le hemos dado, sobre todo si tenemos encuenta quedificilmente Mumin b. Said, conocido por su espíritu mordaz, iba a dedicar una poesiaa elogiar a alguien.Con ese significado encontramos cl término empleadoen esa especiede“Manual del /sñtib”quees el Subbal-a?tñdeal-Qalqatandi: “el katib,enocasiones,pretendiendodemostrarsu dominiodel lenguajey sumanejode losresortesde la dialéctica, lo único que consigue es resultar pesado (al-infiel) y agobiante (al-idfñr), con lo quc provocaelfastidio (VI,268). ...‘ “ Es más que probable que se trate en realidad del poeta satirico Mumio b. San, al que volveremosaencontrarmásadelante. 36Ignoramos quién puedaseresteal-’Ak’ak. Porotraparte,lamétricadelversoobligaacorregir estapalabra,quenoseadaptaalmetro vójir.Unaposibilidadesquese refieraalpoetabagdadi‘Alrb. Yabala al-Akawwak (160/776-213/828), aunque no es fácil, dado que es prácticamente contemporáneodeal-MaglílydeMu’min,que fueraconocidoenal-Andalusenaquelmomento. ~E. Terés, “‘Abbas b. Násih, poeta y qadi de Algeciras”, Eradas dOrientalismedédiées & la ‘némoire deLévi-Proven~al, Paris, 1962,1, 339-358; otrasreferencias en Marín, “Nómina”, n’671, Este fragmentodel Muqiabisproporcionainteresante información sobreelorigendelafamilia. 38Poetaygramáticoque fuepreceptor deloshijosdelvisirHá~imb. Abdal-Azar; fallecióenel año299/911. Marín,“Nómina”,n0342y M2,n. 329. ~ Un lector lee ante un grupo de alumnos y en presencia del maestro una obra escrita o transmitidaporéste, queintervieneúnicamenteparacorregirerroresdelecturaodetransmísion. AnaqueldeEstudiosArabes 118 V,l. 13(2002): 109-129

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obra más conocida es el Ta 'rr/ 'ulamá' al-Andalus, es considerado el .. imposible saber si estas biografias estaban ordenadas con un criterio alfabético, .. término empleado en esa especie de “Manual del /sñtib” que es el Subb
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