El espacio en la obra de Alfredo Bryce Echenique Mª Pilar HURTADO PERALTA I S B N: 84--89727-64-3 Depósito Legal: S. 54-98 Servei de Publicacions Universitat de Lleida 1 ÍNDICE GENERAL I.- INTRODUCCIÓN II.-EL ESPACIO DE ALFREDO BRYCE ECHENIQUE 1.-APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA 2.-CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD NO ES MERA COINCIDENCIA III.-UNA APROXIMACIÓN AL ESPACIO 1.-EL ESPACIO 2.-SOBRE UN ESPACIO CONCRETO: EL DE ALFREDO BRYCE ECHENIQUE 3.EL ESPACIO PARA EL ESCRITOR IV.-EL ESPACIO EN LA OBRA DE ALFREDO BRYCE ECHENIQUE 1.-LOS ESPACIOS DE LA NIÑEZ 1.1.-El espacio físico / el espacio íntimo 2.-LOS ESPACIOS DE LA ADOLESCENCIA 2.1.-El espacio físico 2.1.1.-El colegio 2.1.2.-La calle 2.2.-El espacio íntimo 2.2.1-El amor: el enfrentamiento entre el amor idealizado y el deseo 2.2.2.-La amistad 2.2.3.-La valoración del Yo 2.2.3.1.-Los ídolos: 2.2.3.2.-Los antihéroes: 2.2.4.-El complejo de Edipo 3.-LOS ESPACIOS DE LA EDAD ADULTA 3.1.-El espacio físico 3.1.1-El espacio geográfico 3.1.1.1.-Francia: esto fue el deseo 3.1.1.2.-Francia: esto es lo que sucedió 3.1.1.3.-España 3.1.1.4.-Y otra vez París: El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz 3.1.1.5.-La última mudanza de Felipe Carrillo: Perú-París-Madrid-Perú- París 3.1.1.6.-París otra vez 3.1.1.7.-Perú 3.1.1.8.-El Perú de la nostalgia 3.1.1.9.- Y de nuevo España 3.1.1.10.-Otros lugares 3.1.2.-El espacio de la Historia 3.1.2.1.-Mayo del 68 3.1.3.-Los viajes: espacios a recorrer 3.1.4.- El entorno 3.1.4.1.-Los apartamentos 3.1.4.2.-Los bares 3.1.4.3.-Los bares anónimos 3.1.4.4.-Los otros bares 3.1.4.5.-Los restaurantes 3.1.4.6.-Las piscinas 3.1.4.7.-Los aeropuertos 3.1.4.8.-Las fiestas 3.1.4.9.-La calle 3.1.4.10.-Otros 3.1.5.-El espacio de la confinación 3.1.6.-Los objetos 3.1.6.1.-Malatesta 3.1.6.2.-El sillón Voltaire 3.1.6.3.-La hondonada 3.1.6.4.-El diván 3.1.7.-La recurrencia de ciertos objetos: 2 3.1.7.1.-Las fotografías 3.1.7.2.-Las corbatas 3.1.7.3.-Los perros 3.1.7.4.-Otros objetos 3.2.- el espacio íntimo: 3.2.1.- El hecho de la escritura: 3.2.1.1.-El recuerdo como materia novelable 3.2.3.-Las mujeres: 3.2.2.1.-Una relación marcada por la literatura 3.2.2.2.-Hay mujeres que no resisten el cambio 3.2.2.3.-Otras mujeres 3.2.2.4.-Y cuatro son las mujeres 3.2.2.5.-The second best 3.2.3.-La amistad 4.-EL ESPACIO FORMAL 4.1.-La oralidad 4.2.-El humor 4.2.1.-El humor en la obra de Bryce Echenique 4.3.-Otros recursos V.-UN MUNDO PARA JULIUS 1.-EL ESPACIO FÍSICO 1.1.-El espacio geográfico 1.1.1.-Chosica 1.2.-El entorno 1.2.1.-La casa 1.2.2.-El colegio 1.2.3.-El Country Club 1.2.4.-La casa de Cano 1.2.5.-El aeropuerto 1.2.6.-El baño 1.3.-Los Objetos 1.3.1.-Las corbatas 1.3.2.-Las fotografías 2.-EL ESPACIO ÍNTIMO 3.-EL ESPACIO EN LA EDAD ADULTA 3.1.-La casa: la relación con la servidumbre 3.2.-El golf 3.3.-Las fiestas 3.4.-Los toros 3.5.-Los personajes 4.-EL ESPACIO FORMAL 4.1.-Las descripciones 4.2.- Otros recursos VI.- IMPRONTA: NO ME ESPEREN EN ABRIL VII.-CONCLUSIONES VIII.-BIBLIOGRAFÍA 3 I.- INTRODUCCIÓN La elección del autor y del tema de este trabajo no tuvo una motivación concreta ni entusiasta. Pero si hoy tuviera que empezar, de nuevo, una tesis, volvería a elegir a Alfredo Bryce Echenique, porque entrar en la obra de este escritor supone, por lo pronto, dos cosas, una sorpresa, en el sentido más elemental del término (esa cajita que se abre con la ilusión de lo desconocido, y que se presenta cual resorte inesperado, haciéndote perder, por un momento la calma, y que se completa con el gesto burlón de sacar la lengua, dulcificado con el guiño de ojo); y al margen, o al unísono, la risa en todas sus manifestaciones: desde la sonrisa comprensiva e irónica a la carcajada rotunda. Y esto por lo que se refiere al encuentro con el escritor. El espacio es el término abarcador para todo el trabajo, y cubre, dándole forma, todos los campos posibles, desde el propio del escritor, peruano nacido en la burguesía limeña y predestinado a ser banquero, siguiendo con la tradición familiar, y con vocación precoz hacia la literatura, desviada por algún tiempo por las presiones familiares, de las que le quedó una carrera de abogacía casi por estrenar, y el deseo y la idea de que en el Perú, y en su medio, su vocación no progresaría. Cumpliendo con el deber filial entregó el título al padre y lo cambió por un billete de ida a Europa (de ida sin regreso, como sabemos por la perspectiva que nos ha dado el tiempo). Y de aquí nace toda su obra, del deseo primero, pero condicionado por la ruptura con el medio que, por lo menos le pertenecía y lo arraigaba, y el trueque de esa tranquilidad material por esa vocación aún incipiente y la dura vida de estudiante becado en París. Y de esta dualidad, de este desarraigo a que lleva toda ruptura drástica nacerá, en cierta manera, su obra. Y explicará, también, la elección del tema del trabajo: El espacio en la obra de Alfredo Bryce Echenique, ya que un cambio geográfico (espacial y social) fue la espoleta -un poco retardada es cierto- (llegó a París en 1964, y Huerto cerrado, su primer libro de cuentos fue publicado en 1968) que hizo estallar toda su obra. Y aún hay más, un gran parte de sus novelas tienen como tema, precisamente, las dificultades que cualquier sudamericano, estudiante y "sin dólares", tiene en un país extranjero, y concretamente -en el mismo periplo que Bryce Echenique- en Francia. Y de esta coincidencia temática, y de muchas otras anécdotas que se parecen "en detalle" a las del escritor, llegamos a otra parte del trabajo,cuyo título: "Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia" es harto elocuente, aunque el escritor lo niegue una y otra vez, ante la insistencia de la crítica, que no deja de notar todas esas coincidencias; recurriendo incluso, el escritor, a la boutade de mostrarse como personaje de sus novelas (me estoy refiriendo a La vida exagerada de Martín Romaña y El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz, donde el protagonista tiene los mayores rasgos de Bryce), enfrentado, además, en ideas y afecto al personaje protagonista. Después el estudio del espacio pasará a concretarse en los personajes protagonistas, y dentro de ellos, de su acontecer, en principio, dividiéndolos en etapas muy diferenciadas en procederes, como son la edad de la infancia, que nos llega fundamentalmente a través del recuerdo del personaje adolescente o adulto; la adolescencia, traída, también, a través del recuerdo, y directamente en el libro de cuentos Huerto cerrado; y por último los espacios de la edad adulta que suponen el bloque más extenso del trabajo, por ser así el material existente. Y dentro de esta primera clasificación, y en cada grupo, los espacios físicos y los espacios íntimos. Entre los primeros casi obvia decir que predominan el Perú -Lima y sus alrededores- y Francia, también concretándose en París gran parte de las anécdotas. Pero también otros muchos lugares y España, Italia...con especial intención. Además, dentro todavía del espacio físico, estarán los entornos, donde se desenvuelve la vida de los personajes; los habituales, como pueden ser la casa, la calle, o el colegio para los espacios de las primeras edades; otros que constituyen el entorno peculiar de algún personaje en concreto, como el espacio de la confinación para los personajes-narradores de "Pepi Monkey y la educación de su hermana" de La felicidad ja ja, o el que da título a otro libro de cuentos: Magdalena peruana y otros cuentos. Y muchos que son espacios dominantes en el conjunto de la obra, como pueden ser "los bares", con esas connotaciones que suponen los lugares y los personajes que los frecuentan: la afición a la bebida, unas veces por necesidad, otras por placer; aparte de ser lugares de búsqueda, de una búsqueda concreta en el caso del protagonista de Tantas veces Pedro, Pedro Balbuena, en el constante hallazgo de la Sophie perdida, o lo que es 4 lo mismo: del ideal imaginado. Pero también lugar de solitarios y de conversadores, y ámbito propiciado para desarrollar esa "oralidad" que es "el sello de cualidad" de la obra de Bryce Echenique. O "las piscinas", lugar que sólo se explicaría por "ciertos hábitos" del escritor. También he resaltado, por su importancia, los objetos -ciertos objetos- que son, a su vez, símbología de todo un comportamiento y una manera de sentir la vida, que en el caso del protagonista del "díptico de navegación..." llegan al fetichismo desgarrado, por su variedad y por su valor simbólico. A los"espacios físicos" habrá que añadir los"espacios íntimos", en una división que he intentado pero que ha quedado, en muchas ocasiones, completamente confundida en los primeros, por ser aquéllos, en definitiva, los lugares donde la emotividad se manifiesta, y separarlos, a veces, supone una disección, además de fría, dolorosa. A pesar de todo, el intento estuvo; y algún espacio íntimo ha podido ser "novedad" en este apartado. Y en último lugar, el "espacio formal", y dentro de él dos rasgos que definen y aglutinan toda la obra de Bryce Echenique; la oralidad: un contar como si se estuviera entre amigos, teniendo siempre en cuenta la proximidad del "interlocutor". Y el humor como ingrediente que hace que, uno de las intenciones que lleva la obra de nuestro escritor, la crítica a cierta clase: la oligarquía peruana -con la que, en muchas ocasiones no está de acuerdo, de ahí la crítica-pero también de muchos otros estamentos, instituciones, posiciones o ideologías, sea " humorizada", que "comprende" a la par que "denuncia", y de la que, en el fondo,él mismo se involucra en materia criticable. Además, y sigo con el humor, haciendo que las anécdotas que son dramáticas "en cuanto a sentimiento" que llevarían a las lágrimas, se conviertan en risa, sonrisa y carcajada abierta. Cambiando, por tanto "el tono" del relato, mostrando implacable, pero deleitando. He dejado en último lugar, y en solitario, la primera novela de Bryce, Un mundo para Julius, por sus peculiaridades. Es la única novela larga que hablaba del Perú íntegramente y de una clase, para cuestionarla: la burguesía (Y digo hablaba porque hace unos meses -marzo del 95-ha sido publicada otra novela de esas características: No me esperen en abril, un poco la continuación de lo que allí quedó pendiente). Otra peculiaridad es que Un mundo... habla del espacio de la niñez en presente, aunque no como tema en sí, sino como medio a través del que se nos pone en contacto, de una forma edulcorada e inocente y "crítica" al mismo tiempo, con un mundo con el que la mayoría de los lectores no se siente identificado: la oligarquía criolla. Además es la novela de Bryce Echenique que más crítica ha movido, y, por tanto, ha sido estudiada con más detenimiento, lo que me ha permitido darle una mirada más abarcadora que exhaustiva (también es por esta razón por la que se desgaja del resto del trabajo); teniendo, también, una intención -querida o no- mucha más concreta que la del resto de la narrativa: la crítica, de la que ya hemos hablado. Particularidad que ha sido posible al alejamiento físico y ambiental de la materia del relato que ha dado la perspectiva necesaria, que sólo esa distancia la hace posible. Y he finalizado el trabajo, con la lectura rápida y muy superficial, por tanto, de la última obra de Bryce Echenique: No me esperen en abril, publicada cuando ya este trabajo estaba en las últimas etapas. En la bibliografía he reseñado únicamente los libros y artículos a los que he podido acceder (la dificultad del lugar de publicación de parte de la bibliografía -artículos en periódicos limeños, escasos en páginas que no en número- no me ha permitido abarcarlos). Para una bibliografía más extensa se puede consultar el libro de José Luis de la Fuente, Cómo leer a Alfredo Bryce Echenique. 5 II.-EL ESPACIO DE ALFREDO BRYCE ECHENIQUE 1.-APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA Alfredo Bryce Echenique nace en Lima (Perú) en 1939 en una familia burguesa. Una educación esmerada en colegios de élite americanos: el Inmaculado Corazón primero, el Santa María después y una carrera de Leyes en la Universidad de San Marcos intentaron hacer de él un digno sucesor de su padre (un prestigioso banquero), cuando a él, en realidad, lo que le gustaba era la literatura: A los 5 años estoy de regreso a Lima y creo que ya anda iniciándose mi vocación de escritor. Por más amigos que tengo en colegios de monjas americanas, primero, y de curas norteamericanos, después, a los que me envían mis padres para educarme muy privilegiadamente, vivo una soledad espantosa cuando regreso a casa. Mis actividades predilectas son dos. La primera, yacer sobre mi cama inventando para mis adentros historias y aventuras en las que mis compañeros de clase son los héroes y antihéroes1. Después de terminar secundaria, hay un intento serio, por parte de Bryce, de dedicarse a la literatura, y fue la preparación, que después fue aceptación, para entrar en Cambridge a estudiar Letras. Razones de "peso" y una buena disposición natural le llevaron, no a cambiar de intención sino a postergar el proyecto para mejor ocasión: Septiembre llegó y yo miré a mi padre como diciéndole "bueno, ¿y cuándo me sacas el billete a Inglaterra?". Él me respondió con una de esas bofetadas cariñosas que solía emplear para no hacerles daño a sus hijos, me probó en seguida que económicamente y en todo dependía de él, y me dijo que a San Marcos había entrado para quedarme hasta que me graduara..."2 Puestas así las cosas compagina la abogacía con la literatura y se gradúa en ambas. Su primera novela será una larga tesis sobre "La compensación en el Código Civil peruano", que no alcanzó la lista de los libros más leídos del año, por razones literales de "peso pesado". Conseguido el título de Derecho y tras algún fracaso presentido, Bryce Echenique rompe amarras y pone rumbo hacia el mítico París, lugar de encuentro de tantos escritores sudamericanos para los que, precisamente, París no fue una fiesta. Abandona Perú con una beca del Gobierno francés para estudiar Literatura en la Sorbona. Tiene 25 años y un pasado que le condicionará durante toda la vida. Será tachado de extravagente y reaccionario por los de su clase, y de oligarca podrido por la otra y, él "que siempre le había gustado jugar media parte del partido con un equipo y la otra media con el otro", se ve obligado a sentarse en el banquillo mientras que los demás deciden por él. Esto por lo que respecta a su ideología que no a su vocación de escritor. Bryce ha tenido siempre claro que su exilio voluntario en París fue definitorio: Fue mi venida a Europa lo que determinó mi trabajo literario, porque yo en el Perú no habría escrito nunca nada. Escribir significó un distanciamiento del mundo material en el que había vivido. Una ruptura con mis estudios de abogado, con una tradición en la cual uno ha sido encausado porque pertenece a una clase social...3 Y también fue ese exilio el que le hizo recobrar y valorar su peruanidad, en esa distancia que permite que las cosas tomen su justa medida: "París es una ciudad que no sirve para otra cosa más que para mostrarle a uno hasta qué punto es extranjero, hasta qué punto es peruano..."4 Se le acaba la beca y no se la renuevan. Vende su billete de vuelta al Perú y se marcha a Italia, a Peruggia concretamente, en donde escribe su primer libro de cuentos: El camino es así. En su viaje de regreso a París le roban el manuscrito del libro. Vuelve a estar a cero. Pacientemente vuelve a rehacer el "camino" que 1 Alfredo Bryce Echenique, "Algo sobre mi vida", Jano, 11 de marzo de 1988, p.123. 2 Alfredo Bryce Echenique, Permiso para vivir (Antimemorias). Barcelona, editorial: Anagrama, 1993, p.299. 3 Alfredo Bryce Echenique, "Cómo me hice escritor", Cuadernos para el diálogo, 30 de abril de 1977, p.59. 4 Alfredo Bryce Echenique, "Confesiones sobre el arte de vivir y escribir novelas", Cuadernos hispanoamericanos, Marzo de 1985, p69. 6 pasará a convertirse en Huerto Cerrado, a sugerencia de Julio Ramón Ribeyro. Huerto Cerrado fue enviado al Concurso de la Casa de las Américas, donde recibió, por un error administrativo jamás aclarado, el primer premio y una mención honrosa. Un día, en una librería de París, La Joie de lire, Bryce encuentra siete ejemplares de un tal Huerto Cerrado, cuyo autor Bryce Echenique coincidía con él mismo. Gratamente sorprendido, se lleva los siete volúmenes a casa. No es ésta su primera publicación, Con Jimmy en Paracas, uno de los relatos que componen la serie de Huerto Cerrado, había sido publicado en Ruedo Ibérico. Fue un cuento escrito a "su manera" después de haber leído a Cortázar. En él empieza a perfilarse lo que será después "el estilo Bryce". Mientras tanto malvive gracias a la literatura, pero no como escritor sino como profesor universitario. Primero en la Sorbona y más adelante en Nanterre, la Universidad donde se gestó "mayo del 68". Así Bryce vivió de cerca la frustrada revolución estudiantil y sus opiniones, bastante críticas, han quedado reflejadas en algún artículo y sobre todo en La vida exagerada de Martín Romaña, en donde Martín es protagonista "forzado" de los acontecimientos franceses, instigado por Inés, aquella chica peruana, de origen español, que fue a París a casarse con Martín por la Iglesia " y con todo boato", y pasó de la noche a la mañana, de un catolicismo acérrimo a un marxismo beligerante. Y Martín, por amor, fue capaz de soportar El capital como libro de mesilla y llegó más lejos: a escribir todo un libro para "la revolución" sobre "los sindicatos pesqueros", de los que desconocía casi todo. De Nanterre a Vincennes. Una Universidad tolerante e igualitaria en el trato profesor-alumno, fruto casi único de "la revolución estudiantil". De aquí a Montpellier, su último destino. Han pasado 20 años desde su inicio como profesor y Bryce Echenique ha compaginado la labor docente con la vocación de escritor. El viaje a Europa había merecido la pena. Después de Huerto cerrado,"un libro de principiantes" lo considera Bryce, escribe Un mundo para Julius5, que fue concebido como cuento y llegó a ser una novela de seiscientas páginas, es una novela "clásica" si la comparamos con Tantas veces Pedro o con La vida exagerada de Martín Romaña. El personaje principal, Julius, un niño al que conocemos a la edad de dos años y cuando termina la historia tiene once, y su medio -la alta burguesía limeña- sirven de soporte al autor para presentarnos una clase social a la que él también pertenece, desde una visión crítico-humorística. Para Bryce la escritura de Un mundo supuso: "un goce de escritura (...) enorme. La escribí a lo largo de dos años de mucho trabajo cotidiano, con un horario muy estricto, y era una época muy hermosa pues todavía no había visto publicado Huerto Cerrado: me consideraba plenamente inédito y escribía todavía con el placer de haber salido del mundo opresivo del Perú y estar dedicado a la literatura".6 Un mundo para Julius fue publicado en España por la editorial Seix-Barral en 1970, sin una intención beligerante concreta por parte del autor. Y sin embargo fue tomada, en un momento dado: la llegada al poder del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, como un libro de apoyo al régimen. Una obra antioligárquica y revolucionaria como la que anunciaba el general Juan Velasco Alvarado. Hay otras anécdotas personales que guardan relación con Un Mundo... Fue lo último que le dejó su mujer, Maggie, el libro pasado a limpio, antes de abandonarle. La felicidad ja, ja7, título cogido de una canción de moda de aquellos años, es un libro escrito cuando "no podía escribir nada más". Le faltaba por lo menos uno de "sus afectos privados", el amor, que junto con la amistad y la literatura, conforman los espacios íntimos e imprescindibles del escritor. En La felicidad ja, já Bryce hablará "con mayor valentía" sobre temas que le habían preocupado siempre: 5 Alfredo Bryce Echenique, Un mundo para Julius( Barcelona, editorial: Barral, 1970) 6 Leonardo Padura Fuentes, "Retrato y voz de Alfredo Bryce Echenique", Plural, Mayo de 1990, p.38. 7 Alfredo Bryce Echenique, La felicidad já,já( Barcelona, editorial: Barral, 1974) 7 La profunda decadencia de una clase social, el mundo absolutamente absurdo en el que yo siempre había vivido, un mundo totalmente anacrónico que se encarnaba en un colegio llamado San Pablo en los primeros cuatro años (...) Y en La felicidad já,já abordé los temas que más me habían aterrado, el de la locura, la debilidad física, el alcoholismo, el de la destrucción de una clase social a lo largo de una serie de cuentos.8 Tantas veces Pedro, diminutivo cariñoso (no cabía en portada) que sus editores dieron al libro concebido como La pasión según San Pedro Balbuena que fue tantas veces Pedro y nunca pudo negar a nadie, supuso una ruptura temática con el "Mundo de Julius" y el de casi todos sus relatos, el del Perú. Ahora el protagonista sigue siendo peruano y su aventura y desventura es ser extranjero y "sin dólares", por repetir el mito de Hemingway, en París, esa ciudad Luz, que en palabras de Pedro "parecía que se le hubieran quemado los plomos". La acción ocurre, fundamentalmente, en Francia con alguna escapada a Estados Unidos e Italia, a Peruggia, aquel lugar "que le hizo escritor factual", y que será en la novela el lugar donde Pedro Balbuena se vengue de sus amores contrariados, "matando caballitos". Para Bryce Echenique Tantas veces Pedro es su "novela más novelesca, por decirlo de alguna manera, porque no sé de donde ha salido realmente: fui a un sitio a escribir una novela y terminé escribiendo algo que nunca imaginé. Y eso parte de la imagen de un hombre que vi paseando por la isla de Menorca, un alcohólico que caminaba con un libro que le colgaba de los dedos, y yo lo imaginé escritor, y escribí la novela haciéndolo más joven. Y un día con increíble pánico descubrí que era en realidad un escritor en un estado de impotencia para escribir (...)"9 Y como de espacio estamos tratando y esta parte en concreto del espacio de Bryce Echenique, mencionaré que Tantas veces Pedro fue escrito en un verano-descanso en Menorca, rodeado de estudiantes de la Universidad de Vincennes a quienes había ofrecido la casa, en el caso de que no tuvieran otro lugar a donde ir. El mes de julio transcurre tranquillo y Bryce se ha convertido en un escritor "serio" que, precisamente por serlo, está disfrutando de una beca de la Fundación Guggenheim: Escribo junto a una ventana que da a la calle y siento que soy un hombre tan pero tan serio, un escritor tan comprometido con su vocación de artista antes que nada, que la misma Fundación Guggenheim ha decidido apoyar, otorgándole un premio en la lotería babilónica de sus becas anuales. Soy, pues, un elegido del arte, y tarde tras tarde, mientras Pedro Balbuena va haciendo de las suyas en la novela, logro sentirme hasta el elegido.10 Llega agosto y se le inunda la casa de "estudiantes mochileros y hasta sesentayochistas. Ellos que a mí me enseñaron lo que era la libertad, la independencia y la vida en comunidad con amor libre y todas esas cosas, se pelean ahora por camas y habitaciones, y acuden nada menos que a mí en busca de una solución(...) De pronto me convertí en una especie de padre de familia lleno de hijos insoportables, a los cuales les importa un verdadero repepino la vida y pasión de mi ya tantas veces Pedro Balbuena"11. No obstante, abandona la isla en octubre, llevando en su equipaje Tantas veces Pedro. La vida exagerada de Martín Romaña 12y El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz 13forman el díptico "Cuadernos de navegación en un sillón Voltaire", y hace alusión a las vicisitudes de ese duro navegar que ha sido su vida hasta entonces. Martín Romaña, el protagonista-escritor dedica los cuadernos de navegación, un azul y otro rojo, a Inés, su mujer por la que fue abandonado, y el segundo a Octavia de Cádiz quien le devolvió la alegría de vivir y de sufrir también. 8 Alfredo Bryce Echenique, "Confesiones sobre el arte de vivir y escribir novelas", op. cit., p.68. 9 Julio Ortega, "Entrevista: Alfredo Bryce Echenique: La vida es literatura", Quimera, número 56 (1987), p.19. 10 Alfredo Bryce Echenique, Permiso para vivir (Antimemorias), op. cit., p.23. 11 Ibídem, p.124. 12 Alfredo Bryce Echenique, La vida exagerada de Martín Romaña( Barcelona, editorial: Argos Vergara, 1981). 13 Alfredo Bryce Echenique, El hombre que hablaba de Octavio de Cádiz( Barcelona, editorial: Plaza&Janés, 1985). 8 En esta novela Bryce insiste en esa idea que ya se había planteado en Tantas veces..., que es lo duro que puede resultar "la peruanidad" lejos de casa, y el esfuerzo por mantenerla a pesar de sus inconvenientes: "lo único que habíamos aprendido en París después de tantos años de vida en Francia, es hasta qué punto éramos peruanos y nada más. De lo demás no habíamos aprendido nada"14. La vida exagerada... fue gestada y terminada en Montpellier en unas circunstancias un tanto especiales -muy en tono Bryce-, "en Montpellier cómo lo iba a saber entonces, terminaría escribiendo una novela sobre Sylvie en una clínica llamada Rech. Fueron siete meses de hospitalización, en total, por un insomnio incurable(...) Terminé El hombre que hablaba... en la clínica Rech, pabellón de los locos..."15 Efectivamente, La vida exagerada... está dedicada a "Sylvie Lafaye" y tiene una intención concreta: "que lo quieran más". Sylvie será en la novela la Octavia de Cádiz que hará olvidar a Martín el gran amor que sentía por su esposa Inés. Montpellier fue el último reducto de la vida de Bryce Echenique en Francia y también de sus clases de profesor universitario "a tiempo completo". Esta ciudad francesa fue un lugar feliz para el escritor: (...) En Montpellier, seguía viviendo ese estado de gracia, y los nubarrones que, de vez en cuando, veía por ahí, me eran totalmente indiferentes. No tardaba en premiarme la vida. No sé con qué, ni por qué, pero la vida no tardaba en invitarme a compartir su festín. Aunque no lo fueran, los días eran siempre muy alegres y La vida exagerada de Martín Romaña seguí llenándose de páginas...16 El hombre que hablaba... sigue contando las desventuras de Martín, siempre desde el recuerdo, pero ha ampliado el punto de mira. En La vida exagerada... hemos visto al protagonista relacionarse con los de su "clase": sudamericanos o extranjeros como él. Su relación con el oriundo (porteros, propietarios, vecinos...) - poco agradable por otra parte- ha sido la imprescindible y cotidiana17. Las relaciones las mantiene fundamentalmente con Inés, la mujer que vino del Perú para casarse con Martín; con los del "Grupo" marxista que querían cambiar el mundo y conservaban "sospechosamente" sus mocasines; o con sus amigos "del rincón cerca del cielo". En El hombre que hablaba... se ve a Martín tratando de "conquistar" la sociedad francesa. En este segundo volumen que conforma "el díptico", a Bryce le interesa seguir con ese enorme fresco de tantos años en París, recoger nuevamente el personaje de Martín Romaña, e introducirlo ya de frente en la realidad francesa, ya integrado totalmente a la realidad francesa, donde será descubierto por la aristocracia francesa, por la nobleza francesa, puesto que lo ha convencido que no es mas que un oligarca podrido, pero ahora será tachado de peligroso izquierdista, de tercermundista, de individuo activista y guerrillero...18 El fracaso de esta nueva aventura, aunque Martín consiga el amor de una aristócrata francesa -bien es verdad que siempre compartido-, lleva al protagonista al suicidio -muy sui generis como todo en Martín-, lo cual no le impide ir al cielo y seguir siendo protagonista por unas páginas más en ese espacio en que la única diferencia es que "los años se cuenta en santidades y sentimentalidades, pero sin transcurso de tiempo (...) No existe tampoco diferencia social..."19. En fin un paraíso... Bryce Echenique cambia de lugar de residencia coincidiendo con el final de El hombre que hablaba..., pero afortunadamente él parte para España. Ha vivido en Montpellier cuatro años -de 1980 a 1984- y han transcurrido veinte desde su llegada a Francia. Vuelve a romper "amarras". Abandona dieciséis años de enseñanza universitaria y una situación económicamente holgada, para dedicarse por completo a la literatura: 14 Alfredo Bryce Echenique, "Confesiones sobre el arte de vivir y escribir novelas", op. cit., p.72. 15 Alfredo Bryce Echenique, Permiso para vivir... op. cit., p.264. 16 Alfredo Bryce Echenique, "Estado de ánimo Montpellier-81", Blanco y Negro, 23 de Septiembre de 1990, p.6. 17 Esta aseveración daría lugar a muchas matizaciones que más adelante precisaré, porque la relación de Martín con "Madame Labru(ja)", su vecina y arrendataria, es cualquier cosa menos cotidiana. 18 Alfredo Bryce Echenique, Confesiones sobre el arte de escribir y vivir novelas, op. cit., p.72. 19 Alfredo Bryce Echenique, La vida exagerada de Martín Romaña( Barcelona, editorial: Plaza&Janés, 1990 (2ª edición)), p.193.Esta será la edición que utilizaré en adelante al citar esta obra. La cita irá acompañada por el número de página. 9 No creo haber preparado nunca nada tanto en mi vida como mi partida de Francia. Quería que fuera exactamente veinte años después de mi llegada a París y tenía realmente la sensación de que, como dice el tango, veinte años no son absolutamente nada en la vida de un hombre,...20 Y España era para Bryce aquel lugar donde siempre había querido ir, movido por sus afectos privados: "desde que entré por primera vez en España, apenas cruzar la frontera ya habían desaparecido las ronchas que me habían salido en ambas muñecas (...) por haberme aguantado casi nueve meses escribiendo en el techo de un edificio detestable de París. Miré la piel sana de mis venteritas y recordé a Stendhal y la forma como inventó ese territorio de su pasión que bautizó Italia, por culpa de Francia, y decidí hacer lo propio (...), y así fue el principio y ése es el principio de por qué regreso a España.21 Pero esta vez su regreso, que él quería "definitivo", no fue empezado con buen pie. En el tren de llegada le robaron el equipaje, y en él está de nuevo el esfuerzo de muchos días de trabajo. Era el original de un libro de cuentos (muy probablemente Magdalena peruana y otros cuentos). Se repite la historia de Francia con Huerto cerrado, y esa coincidencia no le hace presagiar nada bueno: ¿Veinte años no eran nada? Eran lo suficiente, en todo caso, para que una simple coincidencia adquiriera el valor de un aviso terrible: ¿de dónde iba a sacar fuerzas ahora para seguir adelante? Además, ¿valía la pena seguir adelante? Y, además, ¿qué diablos quiere decir seguir adelante?¿Y qué quiere decir seguir adelante? (...) Había amado demasiado a España pero tal vez había prolongado demasiado mi decisión de instalarme en España.22 Le rescata de ese estado su ex-esposa Maggie de viaje en Madrid, y con la ayuda de los amigos, "esos afectos" que casi nunca le decepcionan, le hacen instalarse en Barcelona. Suponemos que vuelve a re-escribir sus cuentos que podrán ser publicados en 1986 con el título de Magdalena peruana y otros cuentos23, con clara referencia proustiana tomada con humor, si nos atenemos al relato del que toma el título el libro. Bryce Echenique creció "influenciado" por la pasión que su madre tenía por el escritor francés, quien le dio a conocer su obra y para quien la mayor alegría hubiera sido tener "un nuevo Proust" en casa. Fue la única en el Perú, aparte de algún profesor del colegio, que creyó en Alfredo como escritor. En Magdalena peruana... vuelve a recobrar el espacio del Perú, y continúa la crítica que quedó interrumpida en La felicidad ja24. En este volumen hay relatos que se enmarcan en el Perú, en Francia y en España. Tres lugares habituales en las novelas de Bryce, y que lo serán también de sus incursiones personales. Tres espacios que se aunarán en La última mudanza de Felipe Carrillo25, título que sigue a Magdalena peruana... Allí, el protagonista, un peruano afincado en París, tiene una relación "tumultuosa" y complicada con una periodista que vive en Madrid. Lugar en el que Felipe Carrillo, nunca "Felipe" a secas, intentará afincarse, sin éxito. "La última mudanza" será a Piura y su playa de Colán, lugar de la costa peruana en donde la felicidad parece asegurada, o por lo menos así lo recuerda el protagonista desde la nostalgia: "No tarda en llegar el verano en Lima, en Piura, en Colán (...)y es ahí donde tenemos que ir. Colán es nuestra última esperanza."26 En cuanto al hecho de la escritura, esta vez el espacio es doble, "por aquello de la mitad del partido en un equipo...", Estados Unidos y Cuba. Y siempre una mujer al lado; esta vez Trini, la camarada revolucionaria del régimen de Castro: "Y Trini, que con toda su modestia era una excelente crítica literaria, me ayudó en mi empeño de lograr escribir mi primera novela de corta extensión"27 20 Alfredo Bryce Echenique, Permiso para vivir. .. op. cit., p.193. 21 Alfredo Bryce Echenique, "¿Por qué siempre regreso a España?", Jano, 15 de Enero de 1988, p.74. 22 Alfredo Bryce Echenique, Permiso para vivir... op. cit., p.194 23 Alfredo Bryce Echenique, Magdalena peruana y otros cuentos( Barcelona, editorial: Plaza&Janés, 1986) 24 Me refiero a la crítica de la sociedad limeña. 25 Alfredo Bryce Echenique, La última mudanza de Felipe Carrillo( Barcelona, editorial: Plaza & Janés, 1988). 26 Alfredo Bryce Echenique, La última mudanza de Felipe Carrillo. Ibídem, p.136. 27 Alfredo Bryce Echenique, Permiso para vivir, op. cit., p.420 10
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