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El Despojo Paramilitar y su variación: Quiénes, cómo, por qué PDF

189 Pages·2016·2.019 MB·Spanish
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El despojo paramilitar y su variación: quiénes, cómo, por qué Resumen El despojo paramilitar y su variación: quiénes, cómo, por qué recoge los resultados de investigación del programa “Observatorio de restitución y regulación de derechos de propiedad agraria” financiado por Colciencias. Esta investigación analiza la variación regional del despojo de tierras activo paramilitar en Colombia, los mecanismos a través de los cuales tuvo lugar y las alianzas con elites agrarias que posibilitaron esta masiva transferencia de tierras de campesinos y de grupos étnicos hacia las arcas de los paramilitares, de actores poderosos en el mundo rural y de sus testaferros. Esta obra analiza las condiciones organizacionales e institucionales que lo posibilitaron, los mecanismos de legalización y sus beneficiarios y está dirigida a personas de diversos sectores académicos, estatales y sociales interesados en comprender más y mejor este repertorio de violencia que sin duda tiene implicaciones de política pública, no solo en los temas de restitución de tierras sino en la regulación de los derechos de propiedad rural en Colombia. Palabras clave: Tenencia de la tierra, desplazamiento forzado, víctimas de la violencia, conflicto armado, paramilitarismo, Colombia. (cid:315)e Paramilitary Dispossession and its Variation: Who, How, Why Abstract Dispossession and its Perpetrators: Who, How, Why presents results from the research program “Observatory on restitution and regulation of rights to agricultural property”, financed by Colciencias. This research analyzed regional practices and mechanisms of land dispossession by Colombian paramilitaries, and their alliances with agricultural elites that made it possible to transfer vast areas of land from campesinos and ethnic minorities to groups made up of powerful actors in the rural economy and their armed representatives. This work analyzes the organizational and institutional conditions that made this possible, the mechanisms by which transferred property was legalized, and the identities of the process’s beneficiaries. It is directed to people in various academic, State, and social sectors interested in more and better information about this repertory of violence with undeniable policy implications, not only for land restitution but for the regulation of rural property rights in Colombia. Keywords: Land tenure, forced displacement, victims of violence, armed conflict, paramilitary groups, Colombia. Para citar este libro Gutiérrez Sanín, Francisco & Vargas Reina, Jenniffer (eds.). (2016). El despojo paramilitar y su variación: quiénes, cómo, por qué. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario. DOI: dx.doi.org/10.12804/tj9789587387704 El despojo paramilitar y su variación: quiénes, cómo, por qué Francisco Gutiérrez Sanín Jenniffer Vargas Reina —Editores académicos— El despojo paramilitar y su variación: quiénes, cómo, por qué / Francisco Gutiérrez Sanín, Jenniffer Vargas Reina, editores académicos. - Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2016. xii, 258 páginas. — (Colección Textos de Jurisprudencia) Incluye referencias bibliográ(cid:320)cas. ISBN: 978-958-738-769-8 (impreso) ISBN: 978-958-738-770-4 (digital) DOI: dx.doi.org/10.12804/tj9789587387704 Tenencia de la tierra - Colombia / Desplazamiento forzado - Colombia / Víctimas de la violencia - Colombia / Con(cid:322)icto armado - Colombia / Paramilitarismo - Colombia / I. Gutiérrez Sanín, Francisco / II. Vargas Reina, Jenniffer / III. Universidad del Rosario. Facultad de Jurisprudencia. 303.6 SCDD 20 Catalogación en la fuente — Universidad del Rosario. Biblioteca jda Septiembre 5 de 2016 Hecho el depósito legal que marca el Decreto 460 de 1995 Colección Textos de Jurisprudencia © Editorial Universidad del Rosario © Universidad del Rosario, Facultad de Jurisprudencia © Varios autores Editorial Universidad del Rosario Carrera 7 Nº 12B-41, o(cid:320)cina 501 • Teléfono 297 02 00 editorial.urosario.edu.co Primera edición: Bogotá D.C., octubre de 2016 ISBN: 978-958-738-769-8 (rústica) ISBN: 978-958-738-770-4 (digital) DOI: dx.doi.org/10.12804/tj9789587387704 Coordinación editorial: Editorial Universidad del Rosario Corrección de estilo: Carolina Méndez Diseño de cubierta: Miguel Ramírez, Kilka DG. Diagramación: Martha Echeverry Desarrollo ePub: Lápiz Blanco S.A.S. Hecho en Colombia Made in Colombia La investigación que derivó la presente obra contó con el apoyo de Colciencias, convocatoria 343 de 2011, código del programa: 550054332240, (cid:320)nanciada con recursos del patrimonio autónomo del Fondo Nacional de Financiamiento para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, Francisco José de Caldas. Los conceptos y opiniones de esta obra son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no comprometen a la universidad ni sus políticas institucionales. Fecha de evaluación: 01 de junio de 2016 Fecha de aceptación: 22 de julio de 2016 Todos los derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo por escrito de la Editorial Universidad del Rosario. Siglas y acrónimos ACC Autodefensas Campesinas del Casanare ACDEGAM Asociación Campesina de Ganaderos y Agricultores del Magdalena Medio ACORE Asociación Colombiana de O(cid:320)ciales en Retiro de las Fuerzas Armadas ACMM Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio ACCU Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá ACPB Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá ANUC Asociación Nacional de Usuarios Campesinos AUC Autodefensas Unidas de Colombia BACRIM Bandas Criminales BEC Bloque Elmer Cárdenas BN Bloque Norte BT Bloque Tolima CORANTIOQUIA Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia CORPAMAG Corporación Autónoma Regional del Magdalena CTI Cuerpo Técnico de Investigación DAS Departamento Administrativo de Seguridad DIAN Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia DNP Departamento Nacional de Planeación ECOPETROL Empresa Colombiana de Petróleo ELN Ejército de Liberación Nacional EOT Esquema de Ordenamiento Territorial EPL Ejército Popular de Liberación DIAN Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales EOT Esquema de Ordenamiento Territorial FARC Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FEDEGAN Federación Colombiana de Ganaderos FFAA Fuerzas Armadas FUNPAZCOR Fundación para la Paz de Córdoba GMH Grupo de Memoria Histórica ha Hectárea(s) ICA Instituto Colombiano de Agricultura IGAC Instituto Geográ(cid:320)co Agustín Codazzi INCODER Instituto Colombiano de Desarrollo Rural INCORA Instituto Colombiano de Reforma Agraria INDERENA Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente M19 Movimiento 19 de Abril MAS Muerte a Secuestradores MINERCOL Empresa Nacional Minera Limitada MORENA Movimiento de Restauración Nacional MOVICE Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado MRL Movimiento Revolucionario Liberal ORRDPA Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria PASO Programa de Alternatividad Social PC Partido Comunista PC-ML Partido Comunista-Marxista Leninista POT Plan de Ordenamiento Territorial RUPTA Registro Único de Predios y Territorios Abandonados RUV Registro Único de Víctimas SAT Sistema de Alerta Temprana UAEGRTD Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas (en el documento se simpli(cid:320)có como Unidad de Restitución de Tierras) UAF Unidad Agrícola Familiar UARIV Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas UNYJP Unidad Nacional para la Justicia y la Paz UP Unión Patriótica ZRC Zonas de Reserva Campesina ZRFA Zona de Reserva Forestal de la Amazonía Introducción* Francisco Gutiérrez Sanín** Jenniffer Vargas Reina*** *Este texto presenta resultados de investigación del Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria (cid:320)nanciado por Colciencias. Este libro se ha bene(cid:320)ciado de los cuidadosos y certeros comentarios críticos de Ana María Arjona, de valiosas evaluaciones de pares anónimos y de insumos de todo el equipo de investigación del Observatorio. **Docente e investigador del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia y del Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria (http://www.observatoriodetierras.org/? doing_wp_cron=1458945548.2336521148681640625000). ***Docente de cátedra de la Universidad Nacional de Colombia y de la Ponti(cid:320)cia Universidad Javeriana. Investigadora de la Universidad del Rosario y miembro del Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria (http://www.observatoriodetierras.org/?doing_wp_cron=1458945548.2336521148681640625000). 1. La pregunta Este libro trata sobre el despojo paramilitar, es decir, sobre el robo de tierras a través del uso de diferentes grados de coerción por parte de un importante actor del con(cid:322)icto armado colombiano. Vale la pena recordar la importancia y la enorme magnitud de este fenómeno durante nuestra guerra. De acuerdo con la principal base de datos de daños a la población civil, el Registro Único de Víctimas —RUV—, a primero de mayo de 2016 había en Colombia más de 7 millones 200 mil desplazados. De manera sintomática, el estado colombiano jamás ha hecho un conteo de los despojados. Pero las evidencias que tenemos a mano, tanto cualitativas (Grupo de Memoria Histórica, 2010) como las cuantitativas (Garay, 2011) sugieren que el número podría ser muy grande. Por ejemplo, según los cálculos de Garay y su equipo más del 40% de los desplazados fueron despojados (es decir, tuvieron que huir de su lugar de origen y perdieron sus tierras). Esto signi(cid:320)caría que el número de los despojados en Colombia se debe contar por los millones o, al menos, por los cientos de miles. Este es un número enorme, como lo es también su impacto sobre la sociedad colombiana, no sólo por sus efectos, sino por los síntomas que podría revelar. En particular, intentamos contestar a una pregunta de investigación que surgió mientras estudiábamos los patrones de despojo paramilitar: ¿a qué se debe la gran variedad en punto a frecuencias y técnicas del despojo que se observa tanto longitudinalmente (por periodo de tiempo) como territorialmente (por región y por unidad paramilitar)? En principio, la pregunta podría tener respuestas relativamente simples y/o cubiertas por teorías existentes. Por ejemplo, se podría pensar que entre más destructiva fuera la unidad paramilitar, más despojadora sería. Esta intuición corresponde a lo que nos sugiere buena parte de las teorías acerca de la violencia contra los civiles en el curso de las guerras, en las que se plantea que determinados factores militares o estratégicos generan niveles de violencia más o menos altos. Por ejemplo, la del control territorial de Kalyvas (2006) o la del acceso diferencial a los recursos de Weinstein (2006) establecen que “todas las cosas malas vienen juntas”: una vez se ha (cid:320)jado una situación estratégica, la frecuencia y gravedad de los ataques de los actores serán las mismas.1 Pero la cantidad de contra-ejemplos es lo su(cid:320)cientemente grande como para desvirtuar esta línea de exploración. Por ejemplo, algunas de las unidades paramilitares más altamente homicidas y masacradoras estuvieron profundamente involucradas en el despojo de tierras, mientras que otras no (Frente Fronteras, ver por ejemplo Uribe, 2014; Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá, Bloque Metro). Con el tiempo, algunas desarrollaron formas de gobernanza relativamente estables, y de éstas hubo quienes robaran tierras de manera persistente como el Bloque Bananero y el Bloque Elmer Cárdenas, y otras que no lo hicieron como las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio bajo el mando de alias Botalón. Otra conjetura posible es que la variación en punto al despojo sea simplemente probabilística. Todos los grupos armados ilegales atacan a la población civil, algunos lo harán con más encono, por características como la personalidad de los comandantes o la situación de coyuntura, u otra semejante, que caen por debajo del radar del analista. No se debe descartar de plano esta intuición porque parte de la variación podría tener este origen. Eso signi(cid:320)caría que un estudio cuantitativo no encontraría ninguna variación sistemática entre las unidades paramilitares, dependiente de sus características observables. En el análisis que hacemos en este libro encontramos, por el contrario, claras líneas divisorias que sugieren que sí hay una variación sistemática, que separa las unidades despojadoras de aquellas que no lo fueron. En tercer lugar, el despojo podría estar mostrando que nuestra guerra ha sido producto de la voluntad de acumulación. Son ya célebres las teorías acerca de las insurgencias que plantean que las guerras se hacen para capturar rentas y tener acceso a recursos; en la formulación de Collier y Hoeffler (2004), las guerras son producto de la codicia y no de con(cid:322)ictos sociales. La versión colombiana aplicada al paramilitarismo sería a(cid:320)rmar que éste no se armó para combatir a la subversión sino para enriquecer a sus comandantes. En varias de las explicaciones o(cid:320)ciosas acerca de la existencia del paramilitarismo, escuchamos que su actividad criminal se asocia al narcotrá(cid:320)co. Parte del sentido común colombiano sobre el con(cid:322)icto se apoya en que la coca constituye “el combustible de la guerra” (Pizarro, 2004). Sería plausible entonces pensar que los máximos agentes depredadores serían los narcotra(cid:320)cantes. Una vez más, el planteamiento contiene más de un grano de verdad. Pero aparte de los numerosos problemas que tiene la explicación codiciosa de la guerra (para críticas ver Cramer y Richards, 2011; Ross, 2004; Gutiérrez, 2004), nos encontramos con que algunos narcos se involucraron en prácticas despojadoras sólo en condiciones muy especiales; muchos de ellos no lo hicieron. Y, como se verá más adelante, podemos explicar con alguna precisión porque nos encontramos con ese desenlace. En cuarto lugar, se podría asociar el despojo a las políticas neoliberales y al desarrollo de macro- proyectos en diferentes territorios (Ballvé, 2011; Lombana, 2012). En efecto, dichas políticas y tales proyectos generan transformaciones en gran escala que involucran, entre otras cosas, grandes transferencias de activos de unas manos a otras. Pero no todas esas transferencias pueden ser cali(cid:320)cadas de despojo, por lo que se necesita una de(cid:320)nición clara de este concepto para hacer el análisis. En los casos que consideramos aquí, vemos que el despojo puede asociarse a macro-proyectos y a dinámicas de economías de exportación, pero también a otras muy atrasadas, que poco o nada tienen que ver con la expansión global de las políticas neoliberales, como la ganadería extensiva. Por último, la variación podría ser endógena a la guerra misma, es decir, podría estar dictada por consideraciones de carácter estratégico-militar. Este es el supuesto estrella de la teoría de control territorial de Kalyvas (2006). Como veremos en los casos tratados aquí, hay instancias en las cuales el control sobre las tierras —y sobre algunas (cid:320)ncas especí(cid:320)cas— aumentó la probabilidad de establecer el control sobre el territorio. Dos ejemplos canónicos son la hacienda Las Tangas por parte de Fidel Castaño para apoyar la expansión paramilitar en el Urabá, y el caso de las tierras de la vereda La Pola, apropiadas por Jorge 40 en el Magdalena, pero esta no fue la regla general. Adicionalmente, entre los problemas que tiene la teoría de Kalyvas está el de no tener criterios claros para codi(cid:320)car si un territorio es “seguro” o no, y por tanto para decidir si el actor armado ilegal tiene incentivos para atacar a la población civil (lo cual es clave en las predicciones básicas de Kalyvas, 2006, p. 204). Por la manera en que los paramilitares distribuyeron su presencia en el territorio, estuvieron permanentemente expuestos a con(cid:322)ictos internos (Gutiérrez, 2014a). No es fácil dirimir cuáles dominios paramilitares eran competidos y cuáles no lo eran, en vista de la frecuencia de los brutales enfrentamientos intra-fuerza. La literatura sobre los recursos y el control territorial que explica la variación de los repertorios de violencia de un grupo armado no ha tenido en cuenta las estructuras organizativas del despojador que deberían tener un papel central en la explicación de los patrones de violencia contra los civiles. Por ejemplo, los grupos con bajos niveles de disciplina y organizados como redes deberían ser más proclives a permitir, o incluso a estimular, diferentes modalidades de violencia oportunista, esto es, violencia contra los civiles ejercida por parte de un miembro de un grupo armado ilegal para satisfacer sus propios objetivos y no los objetivos estratégicos del grupo (Wood, 2009). Como veremos a lo largo de los casos considerados aquí, esta violencia oportunista fue central en el despojo de tierras en Colombia. La conclusión es que no se puede tratar al perpetrador como un actor unitario: las motivaciones para el ejercicio de la violencia pueden provenir de la cúpula remota de la fuerza, o de la cúpula inmediata (la de la unidad asentada directamente en el territorio), o de miembros de esa unidad, o incluso de personal externo altamente in(cid:322)uyente. Aún hay otra diferenciación que establecemos aquí, más radical, con respecto de muchas de las teorías establecidas: la guerra no tiene lugar en un vacío institucional (Gutiérrez, 2014a) ni social (Staniland, 2012; (cid:315)omson, 2011). Delitos como el del despojo se cometen a través de redes de poder ya establecidas (Salinas y Zarama, 2012), y tienen que ver con actores, reglas de juego, rutinas y formas de proceder, que estuvieron en acción antes, durante y después de la guerra (ORRDPA, 2014; Arjona, 2014). Por lo tanto, nuestro análisis del despojo tiene en cuenta las siguientes dimensiones: a. Trata a las unidades paramilitares no como actores unitarios sino como a unidades que hacen parte de una compleja red que evoluciona. b. Incluye en el análisis a las estructuras organizacionales del paramilitarismo. c. Incluye en el análisis a los grupos sociales asociados a los diversos paramilitarismos que observamos, esto es, las coaliciones que se articularon alrededor de él y que a veces jugaron un papel directivo. d. Incluye el papel de las agencias del estado. e. Incluye en el análisis los diseños institucionales que permitieron que el despojo tuviera lugar. El tener en cuenta tales dimensiones nos permitió llegar a una conclusión simple pero importante: allí donde las élites rurales legales estuvieron articuladas orgánicamente a la unidad paramilitar —a través de la participación en el personal directivo de ella y/o de pactos explícitos entre el grupo armado y líderes de los gremios productivos— aumentó sustancialmente la probabilidad de que se presentara despojo signi(cid:320)cativo. La presencia de narcos también parece haber incrementado la probabilidad de que se produjera despojo, siempre y cuando se dieran condiciones organizativas e institucionales favorables. Más aún, mostramos cómo estas variables sociales interactúan con dinámicas endógenas a la guerra, como el control territorial por parte de diversos grupos armados. Pero antes de entrar a discutir nuestra proposición central tenemos que hacer una breve revisión de algunas de las principales características del proyecto paramilitar en Colombia. 2. El contexto En efecto, si como lo reconoce la literatura internacional, las “organizaciones cuentan” (Wood, 2009, 2012; Blattman y Miguel, 2010), es importante entender algunos rasgos relevantes del paramilitarismo colombiano. Lo primero que debería llamar la atención es su carácter proteico y gran diversidad. En la categoría entran desde escuadrones de la muerte livianos en personal y totalmente carentes tanto de poder de fuego para enfrentar a la guerrilla como de intelectuales para construir una justificación pública, hasta aparatos relativamente sofisticados, con publicaciones, políticos y cuadros universitarios, y una profunda capacidad de penetrar la sociedad civil. Es decir, las unidades paramilitares se diferenciaron por la existencia de una estructura organizacional, la forma de insertarse en la sociedad regional en la que actuaron y la articulación con el estado. Pero no todo es variación. Los distintos paramilitarismos también compartieron algunos rasgos y formas de proceder. Primero, su orientación anti-guerrillera. Esto es básico para entender al paramilitarismo de las últimas décadas, y diferenciarlo de otros fenómenos (anteriores, como los pájaros, y posteriores). Los distintos paramilitarismos se crearon y (cid:320)nanciaron para aplastar a la guerrilla en territorios especí(cid:320)cos. Segundo, su interacción permanente con actores intra-sistémicos, lo que les garantizó altísimos grados de impunidad. La composición de actores intra-sistémicos que se vincularon al proyecto paramilitar cambió de región a región y de periodo a periodo, pero la “protección invisible” de la que gozaron los paramilitares se mantuvo relativamente estable (Gutiérrez, 2014b). Tercero, su carácter punitivo: todas las unidades incorporaron a su discurso, así como a su accionar, el principio de que se le debería quitar el agua al pez, y que por tanto era necesario castigar a aquellas personas o sectores sociales que apoyaran a la guerrilla. Este castigo podía involucrar formas extremas de violencia, como grandes masacres, homicidios, descuartizamientos, etc. Cuarto, su estructura organizativa de red: el paramilitarismo nunca fue un proyecto contra-insurgente uni(cid:320)cado. Después de muchos esfuerzos los hermanos Castaño lograron conformar una laxa federación nacional, las Autodefensas Unidas de Colombia —AUC—, dentro de la cual cada unidad tenía un grado de autonomía muy grande. Hubo unidades que nunca ingresaron a la federación, como las Autodefensas Campesinas del Casanare, y en algunos casos las AUC “invadieron” territorios de jefes locales (como en el caso de los enfrentamientos entre Hernán Giraldo y Jorge 40, o entre Arroyave y Martín Llanos), lo que fue motivo de enfrentamientos entre paramilitares. Incluso dentro de cada grupo local la unidad de mando podía estar en duda.2

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