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el consumo bruto de energía primaria en andalucía (1870-1930) PDF

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El consumo bruto de energía primaria en Andalucía (1870-1930) 493 EL CONSUMO BRUTO DE ENERGÍA PRIMARIA EN ANDALUCÍA (1870-1930)1 Mercedes Fernández-Paradas RESUMEN Este trabajo estudia el consumo bruto de energía primaria en Andalucía en el contexto español, para el periodo 1870-1930, incluyendo las energías tradicionales (fuerza humana y animal, hidráulica y leña) y las modernas (carbón mineral, hidroelectricidad y petróleo). El artículo se divide en cinco apartados. La introducción señala los objetivos del trabajo. El segundo apartado explica las fuentes y los métodos utilizados para calcular el consumo bruto de energía primaria andaluz y español. El tercero analiza la dotación energética de Andalucía. El cuarto presenta una estimación sobre el consumo bruto de energía andaluz y español en los años 1870, 1900 y 1930. Por último, las conclusiones destacan el moderado crecimiento del consumo energético en Andalucía y el predominio de las energías tradicionales. ABSTRACT This article studies the net consumption of primary energy in Andalusia within the context of Spain, for the period 1870-1930, including traditional forms of energy (energy produced physically by people and animals plus energy produced by water and by firewood) and modern forms of energy (coal, hydro-electricity and oil). The text is divided into five sections. The introduction, which outlines the goals of the article. The second section explains the sources and methods used to calculate the net consumption of primary energy in Andalusia and Spain. The third section analyses the energy resources of Andalusia. The fourth presents an estimate of the net consumption of primary energy in Andalusia and Spain in the years 1870, 1900 y 1930. Finally, the conclusions, which highlight a moderate growth in energy consumption in Andalusia and the predominance of traditional forms of energy. PALABRAS CLAVE: consumo, energías tradicionales y modernas, Andalucía kEy woRdS: consumption, traditional and modern forms of energy, Andalusia 1. Quiero agradecer a Antonio Parejo, Juan Francisco Zambrana y José Manuel Naredo sus valiosas sugerencias. A este último su orientación bibliográfica sobre los balances energéticos y el cálculo del consumo de energía de los animales de tiro. Quien escribe estas palabras es la única responsable de los errores en los que haya podido incurrir. © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) 494 MERCEdES FERNáNdEZ PARAdAS 1. INTRODUCCIÓN Hasta finales del siglo XVIII, la economía orgánica se basaba en la uti- lización de hombres y animales como los motores principales y el sol como fuente energética fundamental, generadora de leña, y determinante en la fuer- za del viento y la cantidad de agua. Este sistema energético presentaba graves inconvenientes que impedían el crecimiento económico. Por un lado, la fuerza humana y la animal únicamente podían generar una escasa potencia. Por otro, la utilización de los motores inanimados (barcos de vela y molinos de viento e hidráulicos) dependía de las condiciones climáticas y geográficas. En los inicios de la era industrial, cuando aún predominaba la base ener- gética orgánica, la industrialización de Andalucía se enfrentaba a importantes obstáculos ambientales, que reducían la disponibilidad de biomasa y las posi- bilidades de utilizar la energía hidráulica directa2: la elevada evapotranspira- ción, la irregularidad de las precipitaciones y el estiaje de los ríos3. El carbón mineral permitió superar las restricciones impuestas por las energías tradicionales, debido a su versatilidad (ferrocarril, producción de gas…) y a un transporte más fácil que el de la leña. La industrialización tam- poco puede explicarse sin la maquina de vapor. El binomio carbón-máquina de vapor permitió la transformación de la manufactura y la revolución de los transportes4. Empero, estos elementos definidores de la I Revolución Industrial también presentaban limitaciones. Las dificultades para transportar el carbón determinaban la localización de las fábricas cerca de las zonas carboníferas. La máquina de vapor sólo era eficaz en potencias relativamente elevadas5. En el último tercio del siglo XIX, dos nuevas fuentes de energía, la elec- tricidad y el petróleo, rompieron algunas de estas rigideces. La II Revolu- ción Tecnológica se fundamentó sobre ellas y sobre el motor eléctrico y el de 2. Sobre las relaciones entre economía y uso de la energía, véase CARPINTERo, o.: El metabolismo de la economía española. Recursos naturales y huella ecológica (1955-2000), Madrid 2005. 3. Asimismo “la falta de soluciones constructivas para el aprovechamiento de grandes cantidades de agua restringía la actividad de molinos y batanes”. GoNZáLEZ dE MoLINA, M. y PAREJo, A.: “Introducción”, en GoNZáLEZ dE MoLINA, M. y PAREJo, A. (Eds.): La historia de Andalucía a debate. III. Industrialización y desindustrialización de Andalucía, Barcelona 2004, 18. 4. CIPoLLA, C.: The Economic History of World Population, Harmondsworth 192. 5. SUdRIÀ, C.: “La restricción energética al desarrollo económico de España”, Papeles de Economía Española 73, 1997, 174. . Sobre las ventajas de la electricidad y sus múltiples usos: SINTES, F. y VIdAL, F.: La industria eléctrica en España, Barcelona 1933, 642-84. En el siglo XIX el uso principal del petróleo fue para iluminación. En el XX su uso se amplió a múltiples empleos: combustible energético, pavimentación ToRTELLA, G: “Parte I. 1900-1947”, en ToRTELLA, G., © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) El consumo bruto de energía primaria en Andalucía (1870-1930) 495 combustión interna como motores dominantes. En los últimos treinta años, la historiografía española ha dado un salto cualitativo muy importante en nuestro conocimiento sobre el pasado industrial tanto a nivel nacional como regional7. Ese avance tan destacado de la historia industrial contrasta con la escasez de estudios dedicados al papel de las energías en el desarrollo económico re- gional, con algunas excepciones: la más importante corresponde a Cataluña8. Para España conocemos su consumo bruto de energía primaria. Las primeras aportaciones vieron la luz en 1987. En ese año, Coll y Sudrià publicaron una estimación acerca del consumo bruto de carbón mineral entre 181 y 1935, y este último también publicó las series correspondientes a la hidroelectricidad y el petróleo en el primer tercio del siglo XX. El Atlas de la industrialización de España… ha completado esta estimación para los años 1825-1935, inclu- yendo la hidráulica directa. El trabajo más completo es el de Rubio, pues ha incluido las energías orgánicas, hasta entonces no consideradas9. Para Andalu- BALLESTERo, A. y dÍEZ, J.L.: Del Monopolio al libre mercado. La historia de la industria petrolera española, Madrid 2003, 21. 7. Los balances historiográficos sobre la industrialización española y andaluza en PAREJO, A.: “Industrialización española en los siglos XIX y XX. Un balance historiográfico”, en dI VITToRIo, A., BARCIELA, C. y FoNTANA, G.L. (Eds.): Storiografia d’industria e d’impresa in Italia e Spagna in età moderna e contemporanea, Padova 2004; PAREJo, A. y SÁNCHEZ, A.: “La industrialización andaluza: un balance historiográfico de veinticinco años de investigación”, en PAREJo, A. y SáNCHEZ, A. (Eds.): Economía Andaluza e Historia Industrial. Estudios en homenaje a Jordi Nadal, Motril 1999; y GoNZáLEZ dE MoLINA, M. y PAREJo, A.: op. cit. 8. Para Cataluña, véanse: CARRERAS, A.: “El aprovechamiento de energía hidráulica en Cataluña: 1840-1920. Un ensayo de interpretación”, Revista de Historia Económica 2, 1983; MALUQUER, J.: “Cataluña y el País Vasco en la industria eléctrica española 1901- 1935”, en GoNZáLEZ, M., MALUQUER, J. y dE RIQUER, B. (Eds.): Industrialización y nacionalismo. Análisis comparativos, Barcelona 1985; y “Las técnicas hidráulicas y la gestión del agua en la especialización industrial de Cataluña. Su evolución a largo plazo”, en PÉREZ, M.T. y LEMEUNIER, G. (Eds.): Agua y modo de producción, Barcelona 1990; NAdAL, J. y MALUQUER, J.: “Catalunya, la fàbrica d’Espanya. Un segle d’industrialització catalana 1833-193”, Barcelona 1985, 45-58; NAdAL, J.: Moler, tejer y fundir. Estudios de historia industrial, 1992, 84-108; SUdRIÀ, C.: “L´energia: de l´alliberament hidroelèctrica a la dependencia petroliera”, en NAdAL, J. et alii: Història Econòmica de la Catalunya Contemporània, vol. 5: Població, Agricultura i Energia, Barcelona 1989, 209-93; y “El consum de petroli en la industrializació catalana (180-193)”, Recerques 23, 1991, 181- 200; y ALAyo, J.C.: L’electricitat a Catalunya. De 1875 a 1935, Lleida 2007. Para Castilla y León, AMIGo, P.: “Consumo de energía y desarrollo económico en Castilla y León, Cataluña y España (180-1930): un análisis comparativo”, en VI Congreso de la Asociación de Historia Económica, 1997. 9. CoLL, S. y SUdRIÀ, C.: El carbón en España, 1770-1961. Una historia económica, Madrid 1987. SUdRIÀ, C.: “Un factor determinante: la energía”, en ARANGo, J. et © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) 49 MERCEdES FERNáNdEZ PARAdAS cía únicamente disponemos de la serie de consumo bruto de petróleo, confec- cionada por Parejo, para 1880-193010. Un mejor conocimiento del consumo energético de un territorio puede darnos algunas de las claves que contribuyen a una mejor comprensión del proceso industrializador. En las siguientes páginas presento, por primera vez para una región española, una estimación acerca del consumo bruto de energía primaria en Andalucía, incluyendo las energías tradicionales, para los años 1870, 1900 y 1930, tres momentos representativos del desarrollo económico andaluz y español. Además, he incluido otra estimación para España, siguien- do la misma metodología, para tener un punto de referencia. El primero de estos momentos se sitúa justo antes de la irrupción de la Segunda Revolución Industrial en nuestro país. Por ello, permite evaluar el grado de incorporación del carbón mineral, la fuente de energía paradigmática de la I Revolución Industrial. El segundo posibilita conocer los modelos de consumo existentes en ambos territorios cuando la II Revolución Industrial ya había tenido una larga fase de implantación. También permite estimar la importancia que en Andalucía habían adquirido la hidroelectricidad y el pe- tróleo, vectores impulsores del desarrollo industrial de las grandes economías del momento. Además, la independencia de las últimas colonias (en 1898) provocó cambios importantes en nuestra economía, derivados de la pérdida de esos mercados. y la elección del año 1930 posibilita analizar el modelo de demanda existente, después de un largo periodo de relativa modernización económica y social. El trabajo se articula en cinco apartados. En la introducción he expuesto los objetivos de la investigación. En el segundo explico las fuentes y los mé- todos utilizados para calcular el consumo bruto de energía primaria andaluz y español. En el tercero analizo la dotación energética de Andalucía. En el cuar- to presento las citadas estimaciones, prestando mayor atención a la estructura del consumo energético y los usos en los que se empleaban cada una de las energías. Por último, las conclusiones completan el estudio. 2. FUENTES Y MÉTODOS La construcción de este tipo de series aconseja expresar cada una de las energías en una misma unidad de medida. En este caso he elegido la To- alii: La economía española en el siglo XX. Una perspectiva histórica, Barcelona 1987. NAdAL, J. (dir.): Atlas.... RUBIo, M. M.: “Energía, economía y Co2: España 1850- 2000”, Información Comercial Española. Cuadernos Económicos 70, 2005. 10. PAREJo, A.: La producción industrial de Andalucía (1830-1935), Sevilla 1997, 133-4. © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) El consumo bruto de energía primaria en Andalucía (1870-1930) 497 nelada Equivalente de Petróleo (Tep.). Los factores de conversión utilizados provienen de Sudrià, los de las energías modernas, excepto el de la hidroelec- tricidad que he tomado de Rubio; de Carreras, el de la hidráulica; y de Bardini, el de la leña, calculado para Italia11. Equivalencias: 1 Tep. = 1,5 Tonelada equivalente de carbón (Tec.). 1 Tep. = 10.000.000 kcall. 1 T lignito = 0,5 Tec. 1 T hulla y antracita = 1 Tec. 1 Gwh = 3, Terajulios (TJ) = 129 Tec. 1 Hp. = 7 Tec. 1 kgr. leña = 3.500 kcal. Empezaré por las energías orgánicas. En el caso de la fuerza humana he considerado el consumo de alimentos como sinónimo de energía bruta uti- lizada, pues es la energía que nos permite mantenernos y trabajar. Cussó y Garrabou han estimado la ingesta calórica media por español y día para 1900 y 1930, estableciendo unos valores máximos y mínimos. He tomado la media resultante entre ambos valores extremos: 2.300 kilocalorías para 1900 y 2.30 kilocalorías para 1930. Para mediados del ochocientos he utilizado la cifra de ingesta calórica media que ofrecen para Italia en 181 (2.4 kilocalorías)12. En el caso de la fuerza animal he considerado los animales de tiro que, como convertidores de energía mecánica, se aplicaban a actividades económi- cas tales como la agricultura, el transporte, la minería y la industria. Al igual que con los humanos, su ingesta de alimentos es asimilable a la energía bruta consumida. Para cuantificar la población de estos animales he consultado los datos del Grupo de Estudios de Historia Rural (GEHR), correspondientes a los años 185, 1905 y 192913. de los bueyes y vacas únicamente he conside- rado el 40%, debido a que la cabaña bovina también se destinaba para carne14. diversos autores coinciden al establecer la ingesta calórica media diaria de estos animales en 25.000 kilocalorías para los caballos, mulos y bovinos, y en 11. SUdRIÀ, C.: “Un factor…, 35. RUBIo, M. M.: art. cit. CARRERAS, A.: “El aprovechamiento…, 47. BARdINI, C.: “L´economia energetica italiana (183-1913): una prospettiva inconsueta per lo studio del processo di industrializzazione”, Revista di Storia Economica 8, 112. 12. CUSSÓ, X. y GARRABOU, R.: “La transición nutricional en la España contemporánea: las variaciones en el consumo del pan, patatas y legumbres (1850-2000)”, Investigaciones de Historia Económica 7, 2007. 13. GEHR: Estadísticas históricas de la producción agraria española, 1859-1935, Madrid 1991. 14. RUBIo M.M.: art. cit., 57-8. © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) 498 MERCEdES FERNáNdEZ PARAdAS 15.000 para los asnos15. Las cifras de consumo de leña han resultado de sumar la producción, las importaciones netas, obtenidas de la Estadística de Comer- cio Exterior de España, y las entradas netas, deducidas de la Estadística del Comercio de Cabotaje entre puertos de la Península e Islas Baleares. La pro- ducción la he calculado a partir de dos variables: la superficie y la producción de leña. He supuesto que la producción del total de los montes era similar a la de los Montes de Utilidad Pública (MUP). El GEHR ofrece la extensión total de los montes españoles y andaluces en 180 y 19311. Amablemente Zambrana Pineda me ha proporcionado la cifra correspondiente al año 1910, que puede asimilarse a la de 1900. Para los MUP contamos con los datos proporcionados por Zapata para los años 1910 y 192 en España y Andalucía occidental. A partir de esta información he calculado el porcentaje que los MUP españoles y andaluces representaban en la superficie de montes, pudien- do concluir que a comienzos del novecientos aquellos ocupaban el 1,9 y el 8,3%, respectivamente; a comienzos de los años treinta los porcentajes eran del 19 y el 9,9%. Además, también contamos con las cifras de producción de leña de los MUP, ofrecidas por Zapata y GEHR, para los años 1903 y 193217. desgraciadamente no disponemos de esa información para 1870, por lo que he supuesto que el nivel de producción de los montes andaluces y españoles de ese año era similar al de principios del siglo XX (recuérdese que conoce- mos la superficie total de montes en 1860). A la producción de principios del novecientos he sumado las importaciones y las entradas netas de 187018. Como es sabido, los datos de producción y consumo de hidráulica directa coinciden. Para Andalucía he seguido la metodología de Nadal y Maluquer. Estos autores consideran las siguientes variables: el caudal de agua -expresa- do en litros por segundo-, que queda reducido en torno al 85%, al descontarse las pérdidas por evaporación y filtración; la altura del salto; y el rendimiento 15. CAMPoS, F. y NAREdo, J.M.: “Los balances energéticos de la agricultura española”, Agricultura y Sociedad 15, 1980. CUSSÓ, X., GARRABOU, R. y TELLO, E.: “Social metabolism in a agrarian region of Catalonia (Spain) in 180-1870: Flows, energy balance and land use”, Ecological Economics 58, 200. CARPINTERo, o. y NAREdo, J.M.: “Sobre la evolución de los balances energéticos de la agricultura española, 1950-2000”, Historia Agraria 40, 200, hacen un exhaustivo recorrido por los estudios y las fuentes que permiten la elaboración de balances energéticos de la agricultura española. 1. GEHR: “Más allá de la propiedad perfecta. El proceso de privatización de los montes públicos en España (1859-192)”, Noticiario de Historia Agraria 8, 1994, 139-40. 17. ZAPATA, S.: La producción agraria de Extremadura y Andalucía occidental, 1875-1935, Madrid 198. GEHR: Estadísticas…. 18. Malanima ha calculado el consumo de leña en la Italia de la segunda mitad del ochocientos, considerando un consumo medio de 1 kg. de leña por persona y día. Este dato en RUBIo, Mª. M.: art. cit., 58. © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) El consumo bruto de energía primaria en Andalucía (1870-1930) 499 de las turbinas que sitúan en torno al 80%. He elaborado los datos de la hidráu- lica andaluza basándome en la información proporcionada por las estadísticas publicadas por el Ministerio de Fomento, dirección General de obras Públi- cas: Memorias sobre las Obras Públicas, Estadísticas de las Obras Públicas y Aforos. Para los datos españoles he seguido a Nadal19. En cuanto a las energías modernas, empezaré por el carbón mineral. Las cifras de consumo bruto de Andalucía han resultado de sumar la producción, las importaciones netas y las entradas netas, obtenidas ambas de las ya citadas estadísticas de Comercio Exterior y de Cabotaje. Para la producción carbo- nífera he utilizado los datos de Parejo. No he aplicado esta metodología para Andalucía en 1930. En este caso, he considerado que en 1932 el consumo de carbones de la región representaba el 12,8% del consumo nacional, porcentaje proporcionado por Coll y Sudrià. Estos autores ofrecen los datos de consumo bruto de hulla en España para el periodo aquí considerado20. La producción y el consumo bruto de hidroelectricidad coinciden. El de hidroelectricidad lo he estimado basándome en la información proporcionada por Núñez Romero-Balmas, acerca de la estructura de la industria eléctrica según el tipo de centrales, en Andalucía para el año 1905, y a partir del dato de producción de electricidad en 1900, ofrecido por Parejo21. En el caso de 1930, contamos con la cifra de producción eléctrica andaluza de Parejo para 1931. El cálculo del porcentaje de hidroelectricidad sobre el total de la producción eléctrica regional, en ese momento, lo he hecho recurriendo a las Estadísticas de la Industria Eléctrica de cuatro provincias andaluzas -Sevilla, Jaén, Cádiz y Granada-, elaboradas por la dirección General de Industria. Para España, las cifras de producción de hidroelectricidad de Bartolomé22. 19. MINISTERIo dE FoMENTo. dIRECCIÓN GENERAL dE oBRAS PÚBLICAS: Memorias sobre las Obras Públicas en España, Madrid 1859-1892; Aforos practicados en las cuencas de los ríos Ebro, Duero, Guadiana, Guadalquivir y Tajo, Madrid 1881; Estadísticas de Obras Públicas en España, Madrid 1893-1907; Estadística de las Obras Públicas en España. Obras hidráulicas y marítimas. Situación en 1 de enero de 1917. Datos correspondientes a los años 1909, 1910, 1911, 1912, 1913, 1914, 1915 y 1916, Madrid; Aforos. Régimen de los principales ríos de España en el año 1930, Madrid. NAdAL, J. y MALUQUER, J.: op. cit., 57-8. NAdAL, J.: Atlas… 20. PAREJo, A.: La producción…, 50. CoLL, S. y SUdRIÀ, C.: op. cit., 373. 21. NÚÑEZ, G.: “origen e integración de la industria eléctrica en Andalucía y Badajoz”, en ARANGo, J. et alii: op. cit., 138. PAREJo, A.: La producción…, 50. 22. dIRECCIÓN GENERAL dE INdUSTRIA: Estadística de la Industria Eléctrica. Censo de centrales generadoras, líneas de transporte y subestaciones de la provincia de Sevilla en 31 de diciembre de 1934 y de Cádiz en 31 de diciembre de 1931, Madrid 1935; Estadística de la Industria Eléctrica. Censo de centrales generadoras, líneas de transporte y subestaciones de la provincia de Granada en 15 de febrero de 1935, Madrid 1935; Estadística de la Industria Eléctrica. Censo de centrales generadoras, líneas de transporte y subestaciones © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) 500 MERCEdES FERNáNdEZ PARAdAS En lo concerniente al consumo bruto de petróleo en la región, el dato de 1870 lo he estimado basándome en las citadas Estadísticas de Comercio. Para 1900, he recogido la cifra ofrecida por Parejo. En 1930, lo he estimado considerando que en ese momento representaba el ,2% del nacional (si bien, para ese año no conocemos con exactitud este porcentaje, he aplicado el co- rrespondiente a 1935, calculado en base a las cifras de consumo de petróleo de Andalucía y España, publicadas por Nadal). Para el consumo de petróleo en España también he recurrido a Nadal23. 3. LA DOTACIÓN ENERGÉTICA DE ANDALUCÍA (1870-1930) Empezaré por la disponibilidad de leña e hidráulica24. Al compararla con la del conjunto del país, especialmente con la de las regiones norteñas, resulta apreciablemente menor. Para la leña podemos utilizar como un buen indicador la superficie de montes existente en el periodo estudiado: en torno al 16% del total español25, un porcentaje inferior al del territorio ocupado por la región (el 17,3%). Pero el problema también era de calidad. debido a las menciona- das restricciones medioambientales (elevada evapotranspiración y escasez e irregularidad de las precipitaciones) la disponibilidad de biomasa del territorio andaluz era menos abundante. Una situación que empeoraba en la Andalucía oriental2. Estas restricciones también incidían en la menor disponibilidad de agua para generar energía hidráulica. La comercialización de la leña (y el carbón vegetal)27 se enfrentaba a un encarecimiento del transporte conforme aumentaba la distancia desde el lugar de extracción. Por esta razón, el destino de esta energía era principalmente la población rural próxima a dicha lugar28. de la provincia de Jaén en 22 de abril de 1936, Madrid 193. BARToLoMÉ, I.: “La industria eléctrica española antes de la guerra civil: reconstrucción cuantitativa”, Revista de Historia Industrial 15, 1999, 155. PAREJo, A.: Estadísticas…, 189. 23. PAREJo, A.: La producción…, 134. NAdAL, J.: Atlas…, 98. 24. En este apartado no me detendré en la dotación energética de la fuerza humana y animal, pues, como he explicado, el factor determinante es el número de habitantes y de animales de tiro. 25. GEHR (1994). 2. JIMÉNEZ BLANCo, J.I.: La producción agraria de Andalucía Oriental, 1874-1914, Madrid 198, 397. 27. Este estudio no comprende el carbón vegetal porque es una fuente de energía secundaria. 28. Sobre las circunstancias en las que podía aumentar su producción, SALA, P.: “Estructura y coyuntura de los precios forestales (maderas, corchos y combustibles en la Cataluña del nordeste, 1850-1930”, en SEBASTIáN, J.A. y URIARTE, R. (Eds.): Historia y economía del bosque en la Europa del sur (siglos XVIII-XX), Zaragoza 2003, 274-5 y 278, nota 30. © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) El consumo bruto de energía primaria en Andalucía (1870-1930) 501 En lo concerniente al carbón mineral, los recursos españoles no eran pe- queños. Según una estimación de 1913, España contaba con unas reservas por habitante (440 tm.) medianas en el contexto europeo, similares a las de Fran- cia, inferiores a las de Alemania, Gran Bretaña o Bélgica, y muy superiores a las de Italia29. En Andalucía, los principales yacimientos se localizaban en las provincias de Sevilla (cuenca de Villanueva del Río) y Córdoba (cuenca del Guadiato -Espiel y Bélmez-). Las cuencas españolas tenían reservas de hulla, lignito y antracita. Andalucía carecía de lignito. Su producción carbo- nífera estuvo compuesta durante casi todo el ochocientos por hulla, a la que se sumó desde finales del siglo la extracción de antracita en la provincia de Córdoba30. A semejanza del español, el andaluz presentaba serios inconvenientes para su explotación: mala calidad, inadecuada localización y características de los yacimientos, empleo de tecnología poco adecuada, y dificultades de transporte31. También condicionó el relativo mal comportamiento de nuestros carbones, el modelo de demanda dominado por los sectores con menor consu- mo de combustible fósil. La confluencia de todos estos condicionantes explica la menor competitividad del carbón español, y más aún del andaluz, en com- paración con el británico32. En cuanto al petróleo, las prospecciones realizadas en tierras andaluzas durante el periodo estudiado dieron resultados negativos. Estas iniciativas se centraron en las provincias de Cádiz y Sevilla33. En definitiva, la dotación de recursos energéticos de Andalucía puede ca- lificarse de poco adecuada. Por un lado, la disponibilidad de energías tradicio- nales era escasa, si la comparamos con otros regiones españolas y territorios 29. CoLL, S. y SUdRIÀ, C.: op. cit., 95. Para Italia: BARdINI, C.: Senza carbone nell´età del vapore: gli inizi dell´industrializzazione italiana, Milano 1998. 30. PAREJo, A.: La producción..., 3. Sobre la minería andaluza, GARCÍA GARCÍA, L.: “Propiedad minera y compañías en la cuenca del río Guadiato”, en Actas del Primer Congreso de Historia de Andalucía. Andalucía Contemporánea. tomo I, Córdoba 1978; y ToMáS GARCÍA, J.L.: La minería sevillana del carbón, Sevilla 1991. 31. NAdAL, J.: Atlas…, 78-9. La inadecuada localización del carbón español hizo necesaria la construcción de líneas de ferrocarril que uniesen las minas con los centros consumidores. A diferencia de otros territorios europeos, tanto en Andalucía como en España la opción de la navegación interior era imposible. GÓMEZ, A.: “Los obstáculos físicos al desarrollo de la industria española en el siglo XIX”, en GÓMEZ, A. y PAREJO, A. (Eds.): De Economía e Historia. Estudios en homenaje a José Antonio Muñoz Rojas, Málaga 1998, 83. 32. CoLL, S. y SUdRIÀ, C.: op. cit., 421-2. NAdAL, J.: Atlas..., 83. SUdRIÀ, C.: “Un bosquejo histórico de la energía en la industrialización de España”, en GARCÍA dELGAdo, J.L. y JIMÉNEZ, J.C. (dirs.): Energía: del monopolio al mercado: CNE, diez años en perspectiva, Cizur Menor (Navarra) 200. 33. Gaceta Industrial, 1882, 95. © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España) 502 MERCEdES FERNáNdEZ PARAdAS europeos, especialmente los situados más al norte. Por otro, las reservas de carbón mineral eran importantes. Pero éste presentaba serios problemas. y por último, la región carecía de petróleo. 4. LA TARDÍA IMPLANTACIÓN DE LAS ENERGÍAS MODERNAS EN ANDALUCÍA El Cuadro 1 muestra la evolución experimentada por el consumo bruto de energía en Andalucía durante el periodo considerado: 1.288.923, tep. en el año 1870, 1.372.273,9 en 1900 y 2.14.51,3 en 1930. Un moderado creci- miento, pues el consumo existente en 1870 sólo se había multiplicado por 1,7 en 1930, un aumento inferior al nacional. El consumo por habitante tuvo un comportamiento menos positivo, al pasar de 0,4345 tep./hab. en 1870 a 0,495 en 1930, un aumento del 8%. El nivel de consumo por habitante siempre fue mucho menor que el español, una distancia que se amplió a lo largo del periodo estudiado: a principios de los años treinta era un 3% inferior. El modelo de consumo energético en la región se caracterizaba por el predominio de las energías orgánicas: en 1870 el 91,% del consumo34, a co- mienzos del siglo XX el 59% y en 1930 el 61,2%. Y es que el avance de las energías modernas fue relativamente lento, sustentándose principalmente en la progresión experimentada por el carbón mineral. En relación al modelo español, el andaluz presentaba una mayor dependencia de las energías tradi- cionales (Gráficos 1 y 2). Como he comentado, en 1870 la hegemonía de las energías tradicionales en Andalucía era absoluta. de ellas, las más importantes eran la fuerza hu- mana y la animal, al sumar casi el 84% del consumo energético35. Es preciso 34. Una estimación acerca de la energía consumida en varios países europeos en la Edad Contemporánea en: MALAMINA, P.: “The Energy Basic for early modern growth, 150- 1820”, en PRAT, M. (Ed.): Early Modern Capitalism. Economic and social change in Europe, 1400-1800, London 2001; MALANIMA, P.: Energy Consumption in Italy in the 19th and 20th Centuries, Napoli 200. GALES, B., kANdER, A., MALANIMA, P. y RUBIo, M.: “North versus South. Energy Transition and intensity in Europe over 200 years”, en XIV International Economic Congress, Helsinki 200; UNGER, R.w.: “Changing Energy Regimen and Early Modern Economic Growth”, en XIV International...; y wARdE, P. y LINdMARk, M.: “Traditional energy carriers and growth”, en XIV International... Para Portugal: MAdUREIRA, N.L. y TEIVES, S.: “os ciclos de de desenvolvimento”, en MAdUREIRA, N.L. (Coord.): A História da Energia. Portugal 1890-1980, Lisboa 2005, 15-45. 35. Lo mismo ocurría en España e Italia. GALES, B., kANdER, A., MALANIMA, P. y RUBIo, M.: art.cit. © Baetica. Estudios de Arte, Geografía e Historia, 31, 2009, 493-511. ISSN: 0212-5099 Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España)

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This article studies the net consumption of primary energy in Andalusia of Spain, for the period 1870-1930, including traditional forms of energy
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