TEMAS DE HOY CIUDADES EN GUERRA Belfast • Beirut • Kabul • Bagdad • Teheran DOSSIER SARTRE y EL ARTE Tintoretto • Giacometti • Calder • W ols • Masson LITERA TURA ABIERTA JEAN GENET «El taller de Alberto Giacometti» TEMA/DEBATE MARIO VARGAS LtOSA «La cultura de la libertad» Edicions AHons el Magnanim AJ.ANRYDtR .PHWPPE BERGER PHIUPPE BIJtGtR El Reino deNápoles Libro y lectura Libro y lectura en la época de en la Valencia en la Valencia Alfonso el Magnánimo del Renacimiento u> del Renacimiento <2> EOICIONS A•·.L FrO•,·N S EL MAG. NTA;NAvItM"; ElloDiSIICIIlI.lOaON ..S. ..U A.....::L:vF..NOAN DS E SETall lMlllA •G~TNIÁGNAOIMO Philippe Berger, LIBRO Y LECTURA EN LA VALENCIA DEL RENACIMIENTO. Alan Ryder, EL REINO DE NÁPOLES EN (2 vols.) Col. Estudios Universitarios, n.o 19 y 20. LA ÉPOCA DE ALFONSO EL MAGNÁ· NIMO. Col. Estudios Universitarios. n.o 18. MATWEU HERIARD DUBRIUIL MATHIEU HERIARD OOBRIUIL Valencia y el Gótico Valencia y el Gótico Estudios sobre Internacional u> Internacional <2> historia medieval EOICIONS ALFONS El MAGNÁNIM EOICIONS ALFONS El MAGNÁNIM EOICIONS ALFONS El MAGNÁNIM IN!lfi!UCI(l V~lfr1(1Ml ... Uf"-1U01111'1~f'11(,4CIO 1~5Ttii.ICIOVAl{til.lA'II•Ot ,1f.IO!Sitt,lf[~1tGA00 INSllfU(;IC)I'~. ..... DI$rUDIIIIJ<11CS1'1GAO() Mathieu Heriard Dubreuil, VALENCIA Y EL GÓTICO INTERNACIONAL. (2 vols.) Pierre Guichard, ESTUDIOS SOBRE HIS. Co[. Estudios Universitarios, n.o 21 y 22. TORIA MEDIEVAL. Col. Estudios Universi· tarios, n.o 23. La 11 República FERNANDA ROMEU ALFARO EULALIA VEGA La Agrupación Anarquistas llNA ESPERANZA FltUSTRAllA Guerrillera de y Sindicalistas Actas del congreso Valencle Capital de 1t1 Repübliea (Abril 1986) Levante 1931-1936 EDICIONS ALFONS El MAGNÁNIM EOICIONS ALFONS EL MAGNÁNIM EDICIONS ALFONS El MAGNÁNIM I~STIT\ICIOV.O.LENCI.lNA0'ESTU01511NVEST'IG.6.Ct0 INST!TUCIOVAlENCIANAOESTVDISIINVESTIGACIO I'ISTITUCIO>'AlENCIA>IADESTUDISII'IVISTIGAC>O LA 11 REPÚBLICA. UNA ESPERANZA Fernanda Alfare, LA AGRUPACIÓN GUE· Eulalia Vega, ANARQUISTAS Y SINDI· FRUSTRADA. Actas del Congreso Valen· RRILLERA DE LEVANTE. Col. Estudios CALISTAS. Col. Estudios Universitarios, cía Capital de la República. Col. Estudios Universitarios, n.o2 8. n.0 30. Universitarios, n.o 24. ------------SUMARIO ___________ 3 DOSSIER 37 TEMA/DEBATE 45 LITERATURA ABIERTA SARTRE Y EL ARTE. LA CULTURA EL TALLER DE ALBERTO ESTÉTICAS DE SARTRE. DE LA LIBERTAD. GIACOMETTI. Mario Vargas Llosa. JEAN GENET: 56 TEMAS DE HOY 99 QUIÉN ES ... CIUDADES EN GUERRA. CLAUDE LÉVI-STRAUS. Beirut • Belfast • London Derry • Fritz J. Raddatz. Kabul • Teherán • Bagdad • Managua • Líbano. DEBATS N.0 20 DIRECTOR Mario García Bonafé JEFE DE REDACCIÓN Enric Sanchis CONSEJO DE REDACCIÓN Salvador Almenar Teresa Carnero Gustau Munoz Jordi Palafox Josep Picó CONSEJO ASESOR Lluís Aguiló Joaquin Azagra Emèrit Bono Alfons Cucó Salvador Forner Enric Giménez Josep Iborra Vicent Llombart J. Martín Queralt Aurelio Martinez Francesc Mira Victor Navarro Xavier Paniagua Francisco Pérez Juan M. Ramirez Ramir Reig Clementina Ródenas Juan Romero ARCHIVO Y DOCUMENTACIÓN Manuel Lloris Lladosa SUSCRIPCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Elisa Pascual Crespo DISENO Y MAQUETACIÓN Victor Pompeo Devicienti EDITA Institució Alfons el Magnànim IVEI. Plaza Alfons el Magnànim, n.° 1 46003-València Tel. (96) 352 79 94 IMPRESIÓN Litografia Piera DISTRIBUCIÓN Siglo XXI Calle Plaza, número 5. Madrid Tel. 759 48 09 Les Punxes Escornalbou, 12. Barcelona Tel. 347 77 50 La Tierra Libros Pintor Gisbert, 7. Alacant Tel. 12 15 17 Gabriel Sendra Félix Rodríguez de la Fuente, 14 Tel. 366 45 85 Valencia vT IVEI v? Editions Gallimard. Data Arte, Mario Vargas Llosa (1985), Edition Le Balcon (1962), Autrement. ISSN 0212-0585 Depòsito legal: V. 978-1982 DOSSIER DEBATS N. o 20 3 DOSSIER La idea de modernidad es una idea DIALOGO DE JEAN-MARIE clave en la estetica sartreana. Sartre ha sido nuestro guia para acceder, en DROT CON MICHEL la postguerra, a la modernidad y a las vanguardias. SICARD A MODO Jean-Marie Drot.-No es casuali DE PREFACIO ... dad que hayamos empezado con Cal der: ese texto sobre Calder marca el principia de las relaciones de Sartre con el arte; a! final aparece Tintoret to. Tratemos de situar en el tiempo las relaciones de Sartre con el arte. Jean-Marie Drot.-Un texto acer aborda el dominio de la estetica, algo ca de Calder: que se Iibera nos hace acceder a la Michel Sicard.-Sartre se encuen «En una palabra, aunque Calder obra de arte de modo distinto a! de la tra con Calder muy pronto, justo tras no haya querido imitar nada -por aprehension abstracta: se la puede to la guerra, en el momento en que viaja que no quiso sino crear gamas y acor car, gustar, desear compone o jugar a los Estados Unidos, donde tanto le des de movimientos desconocidos con ella. No hay duda que algunas impresiona el espacio americana. son a Ia vez invenciones liricas, com obras de arte han impresionado a Otro componente de su estetica es el binaciones tecnicas, casi matematicas Sartre mas que otras. Para hacer mas paisaje urbano, las arquitecturas y el simbolo sensible de Ia Natura sensible su clave emotiva, establece anonimas que lee como si se tratara leza, de esta gran Naturaleza vaga, tensiones en el corpus. AI comienzo, de obras. Descubre las metropolis que despilfarra el polen y produce planeaba abordar una totalidad; pero americanas, que son ciudades abier bruscamente el vuelo de mil maripo muy pronto se dio cuenta de que no tas: en el centro de un mundo hiper sas y de Ia que nunca se sabe si es el sofisticado y artificial, de hierro y de encadenamiento ciego de las causas y hormigon, la naturaleza, la Gran Na los efectos o el desarrollo timido, turaleza se infiltra y surge. El arte de retardado sin cesar, perturbado, Calder es similar. Da objetos mixtos, atravesado, de una Idea.» «a medio camino entre la materia y la Si jugaramos, Michel Sicard, a! vida», utilizando a la vez las propie juego de Ia adivinanza literaria, bus dades del artesanado, de la manufac cariamos a! autor del texto entre los tura muy contemporanea (Ia chatarra poetas y seguramente nunca pensa articulada, etcetera) y el movimiento riamos en Sartre. milenario de los elementos (el viento, Sin embargo, el texto es obra de el sol). Dos pulsiones, dos tensiones Sartre. que hacen fascinadores a estos obje tos. Sartre comenta de modo similar Michel Sicard.-Es chocante que el trabajo del escultor americana Da junto a los elementos de analisis apa vid Hare: sus objetos, que introducen rezca una aproximacion sensible a Ia a veces el movimiento real, son com obra. La propia frase se convierte en binaciones de instrumentalismo y de descripcion sinuosa y en recorrido. vitalismo -«integra el paisaje ala es La preocupacion esencial de Sartre tatua>>-, combinaciones hibridas en frente a! arte no era el analisis cienti tre el mundo de Ia construccion y el fista o historico de Ia obra, sino una movimiento natural. Esta vacilacion aproximacion y un dialogo. Y vemos es lo que interesa a Sartre. Nada de· que las palabras deben entrar en dis imagenes estables: se esfuerza pores cusion con ella, que la mirada sobre capar a las representaciones reifica el objeto de arte debe ser un inter das que llama en su filosofia «espi cambia, un descubrimiento, un tra ritu objetivo». Habria, pues, un yecto al interior o alrededor de las podria apreciar sino frutos especifi pldstico-objetivo, un pldstico-inerte, obras. cos, y su mirada se cristalizaria sobre podria decir para prolongar la con determinadas imagenes. De un con ceptualidad sartreana, que debemos Jean-Marie Drot.-Lo que hace junto opaco sabe destacar magnifica rehuir constantemente para aportar que, paradojicamente, Sartre se colo mente algunas obras. Veamos lades representaciones nuevas. que frente al arte en una situacion cripcion del San Marcos liberando a Sartre ha recopilado artistas plasti muy proxima a Ia de Malraux: del un esc/avo de Tintoretto, o de La cos cuyo arte ha evolucionado en esta lado del sentido. gran barrera que arde de Wols. De desgarradura, girado sobre esta falla. forma general son obras «hibridas», Asi, Andre Masson, al que encontro Michel Sicard.-Si, esta del lado como dice a proposito de Calder: muy pronto en el circulo de Leiris, de lo sensible, de la sensacion, de la algo en elias vacila para hacernos en que residio en los Estados Unidos du emocion, y, para decirlo en terminos trever nuevos horizontes. Aparece un rante la Guerra y del que Sartre ha mas modernos, del deseo. En la fila juego con el tiempo: se produce el re blara ulteriormente. Masson abando sofia de Sartre vemos un aspecto vo chazo de cierto pasado para abrirse na Ia imagineria surrealista -esta luntarista, moralista: es el filosofo de a Ia modernidad y la metamorfosis se excluido del grupo desde 1929 y rom Ia intencionalidad ... Pero cuando se opera ante nuestros ojos. pe definitivamente con Breton en 4 DEBATS N.0 20 DOSSIER 1943- para inventar formas flexi ciones con los surrealistas, pero su nos ilustres» tampoco es del todo bles, en el origen del Action painting. rrealistas disidentes como Masson o, cierto. Si Lapoujade, que se encami Ya no se confina en imágenes enig entre los escritores, Queneau, que nó enseguida hacia el cine, no cono máticas ambiguas -formas por in formó parte de la primera redacción ció gran notoriedad, al descubrir a vertir, por elaborar- sino que centra de Les Temps Modernes. Aquí se Wols, Sartre tuvo una intuición ge ,en adelante su interés en el trazo, del opera la transición del surrealismo nial. Fue el primero en reconocer su .que Sartre explica estupendamente hacia la abstracción internacional de importancia en el desarrollo del arte, .que se hace «vector» que obliga al los años 60. Sartre está en contacto en ayudarle, permitirle vivir, seguir ojo a trayectos incesantes dentro dé! directo con el movimiento de ideas y paso a paso la evolución de sus goua dibujo, que nos muestra desde enton de prácticas de su tiempo: acompaña ches. Adivinaba en éstos el movi ces como un cuerpo estallado. Mas y precede incluso a la evolución de las miento que le interesaba, el paso del son dice adiós a las mitologías tradi vanguardias. legado de l.a pintura construida de cionales del fondo pictórico que van Podría haberse creído que la teoría Klee a una pintura zen, al tao, al su desde los surrealistas hasta Picasso o del compromiso, del mensaje, del jeto que estalla y nos hace abrazar la Max Ernst ... para alcanzar una ésta sentido, defendida en ¿Qué es la lite vitalidad del mundo. ,sis plástica distinta donde tomar el ratura? lo situaría muy cerca de los .chorro de tinta en sí mismo, donde la surrealistas, y especialmente de los Jean-Marie Drot.-Al escucharle, materia se con vierte en la única base militantes comunistas; pues bien, la Michel Sicard, recuerdo aquel volu sobre la que se alza la imagináción. sorpresa es que no fue así en absolu men de la revista Obliques: «Sartre y No hay que partir entonces de la ima to. No nos dice «¡Bravo, Picasso!» las artes.» Al leerlo atentamente me gen establecida, sino del propio ma porque su concepción le parece anti ha sorprendido ver que hay una acti terial. cuada. Picasso pinta la guerra o la tud de Sartre ante el arte, como hay .paz con buenos sentimientos ... ¡Pero una actitud de Sartre ante la música, Jean-Marie Drot.-Ahora bien, la buena pintura no se hace con bue y luego hoy, diríamos, una emoción y para atenernos a la cronología, en nos sentimientos! Los significados de Sartre ante el cuadro o ante tal o los Estados Unidos, durante la gue cual pieza musical. Hay una discu rra, se produce el encuentro de Cal sión general que va, como usted dice, der y de David Hare, del que quizás hacia lo conceptual, porque al fin y al convenga recordar que se había casa cabo se trata de un filósofo, pero me do con la primera mujer de Breton, y sorprende que el Sartre que se coloca de Masson ... En estos encuentros hay frente al cuadro adopte, por el con de hecho una especie de afinidad con trario, una especie de humildad sen el surrealismo, o al menos con las sible. gentes del surrealismo. ¿Cuáles han sido precisamente las relaciones de Michel Sicard.-Existe efectiva Sartre ante el arte, frente a la posi mente esa manera de retraerse ante el ción de los surrealistas? cuadro, de considerarlo, en la medi da en que nos resulta exterior, como Michel Sicard.-Durante sus años un absoluto que la conceptualidad, la de formación ha nadado en el surrea conceptualización, no alcanza nunca lismo, ha visto cuadros surrealistas ... a agotar. La mirada que ponemos so Además, ¿acaso no conservó algo de bre la obra es algo inacabado. El mo surrealismo en su comportamiento, vimiento del ojo está mediatizado en esa especie de improvisación que por el estilo de Sartre: en varios de le caracterizaba, en esa manera de no sus estudios ha tratado de rivalizar instalarse en la vida, de trabajar so con esas obras de múltiples trayectos, bre la espontaneidad, sobre la apa creando frases inmensas, descripcio riencia? De todos modos, enseguida nes muy largas. Un tono inolvidable aparecen oposiciones fundamentales es la marca de su empresa: la ironía. a las ideologías estéticas vehiculadas El cuadro se nos ofrece y queremos por Breton; el mundo del sueño, tal apropiárnoslo, lo tratamos con con como lo concibe Breton, esas imáge deben nacer de la práctica, de ella fianza, escarbamos en él, tratamos de nes que se encadenan en una suerte viene todo movimiento. En suma, introducirnos en su interior, pero se de intelectualidad «pura», en un Sartre constata que la pintura abs resiste. Son escenas fácilmente ironi mundo oculto, no interesan a Sartre tracta es más propicia a tal efecto que zables ... , el observador fracasa ante en absoluto. Lo que para él cuenta es las figuras mitológicas, herencia de la la obra, pues la obra no puede redu el cañonazo de la fenomenología: so pintura del pasado. Lo que implica cirse al conjunto de trayectorias efec mos arrojados al mundo y debemos cierta ceguera, porque Picasso, Ma tuadas a su alrededor; el movimiento <<estallar en el mundo». Todo está en tisse, etcétera, son artistas considera de Sartre resulta un movimiento de el exterior. La pintura no debe ser bles, con una plástica constituida y senfrenado, una danza, un giro circu una lenta digestión de imágenes, sino de una gran riqueza. Sartre lo sabe, lar alrededor de esas telas que a la una revulsión. La ruptura de Sartre pero desde el punto de vista del movi postre se ocultan en el silencio. La con el universo surrealista se ha con miento del arte tiene la audacia de ironía mordiente se dirige tanto a las sumado. Al rechazar las imágenes y mostrar que en adelante el interés se obras -ampliamente dotadas de las imaginerías surrealistas, se acercó ha de fijar en pintores menos ilustres, contradicciones, de fealdades, de a una pintura que insiste sobre el ma desde luego, pero que nos llevan ha deformidades- como a sí mismo, en terial. Desde luego mantuvo las rela- cia algo distinto. Cuando digo «me- la posición grotesca en que se encuen- DEBATS N.0 20 5 DOSSIER tra frente a tales obras inalcanzables. mentos, de ingredientes que se com veremos una atracción por los títu binan y se irradian mutuamente. Ha los: en los «Veintidós dibujos sobre Jean-Marie Drot.-Como en la pa brá que ser cada vez más fuerte, más el tema del deseo», los dibujos reco rábola de la bailarina de Husserl, astuto, para componer conjuntos de gidos han sido titulados por Masson: puede decirse que le retiramos un la mayor complejidad posible a la mi a la vez descriptivos y mitológicos, velo, dos velos, diez velos, pero que rada: pero esta recomposición siem los títulos son el punto de partida de nunca está desnuda. El cuadro tam pre termina en un estadio y regresa los análisis de Sartre, e incluso se les poco estará nunca desnudo ... mos seguidamente a una dispersión. cita antes de iniciar el comentario. La A continuación deberemos intentar denominación de la figura es muy Michel Sicard.-El cuadro es un otras composiciones. La idea de se importante y Sartre retoma el lengua perpetuo deshojamiento bajo la mi rial le hace buscar la totalización, je de sus artistas. Por otra parte, rada de la crítica. Y, sin embargo, pero no la encuentra. Por contra, en Masson ha escrito mucho sobre su Sartre trata de encaminarse hacia la cuentra el método para una verdade práctica y sobre el arte en general: desnudez: esto es lo que hace que su ra libertad en la toma de contacto Les Temps Modernes, que le publica iniciativa sea penetrante. No se trata con las obras. desde el número 4 al inicio de 1946, en absoluto del velo surrealista, de la dio en 1949 no sólo la lista de los títu «erótica-velada» de que hablaba Bre Jean-Marie Drot.-Volvamos a la los de los «Veintidós dibujos» sino ton: ese velo de principio que nos de relación de Sartre con el arte y sus ar también una docena de páginas de signa la cosa, sino que la aborda por tistas. Sartre es, con Calder, un poeta «Divagaciones sobre el espacio». medio de subterfugios, y vuelve más que se enfrenta a una forma que se Cuando Sartre, diez años más tarde, interesante -en tanto que más per mueve. En el caso de Wols, se trata escribe su ensayo, debe atravesar una verso- al disfrute de la idea que el de una relación más personal -y serie notable de reflexiones estéticas. de la cosa misma. Sartre quiere la generosa- entre un escritor filósofo En el caso de Giacometti, .Sartre tam desnudez al comienzo. Pero está ve y un pintor maldito. .. Pero, ¿cuál fue bién utiliza fragmentos de correspon lada, terriblemente velada, y es preci la actitud de Sartre frente a Masson dencia (carta a Pierre Matisse) al so desvestir la obra, desnudarla per comienzo de su estudio sobre las petuamente, levantar siempre las pinturas. El entorno de palabras es pieles que la protegen. Pero nunca de una importancia extraordinaria, llegamos a la carne: un relámpago porque el arte no se constituye en una quema la piel y reaparece un fondo «bestialidad» total. Los textos que sin fin, el fondo de materialidad por rodean a la obra son variados: de no el que tanto se interesó Sartre en sus minación poética, confidencias sobre ensayos, especialmente a propósito la vida y el tiempo ... Sartre está muy de Tintoretto. El misterio de la mate atento al aspecto de «lo vivido», así ria es ofrecer perpetuamente su cuer como al debate histórico del artista po de verdad, y que este deseo sea con las preocupaciones y las teorías literalmente infinito: nunca hay del presente. Sartre recoge sus ele posesión completa. Esta forma de mentos de cualquier parte, hace su leer las obras es una metáfora de la miel de todas las flores que existen al escritura, del trabajo del escritor en rededor de la pintura: sus ensayos en tanto que artista. Nunca hay satisfac globan a su vez totalizaciones de len ción del deseo, porque nunca puede guaje ya existentes. Pero puede irse derivarse satisfacción del concepto más lejos: le interesan las propias cerrado de obra. La obra es algo in concepciones de los artistas. Es pro acabado: tensión hacia la posesión, bable que las teorías de Sartre a pro que ni siquiera conoce como algo di pósito de la mirada nazcan de discu ferido. Ello implica en gran medida siones en el taller de Giacometti. La la idea del tiempo, en el centro de la idea de que la mirada oculta la vi estética sartreana. Tiempo de géne sión, de que es una confrontación en sis, pero también de trayecto entre tre los seres, que los personajes apa los personajes, de distancias entre los recen como vistos, en una cierta elementos, tiempo que se toma el ob distancia, a treinta pasos, de tal ma servador para realizar trayectos en el y Giacometti, dos grandes conversa nera o en tal actitud, que la mirada se interior de la obra. A este tiempo dores de arte? pasea sobre los objetos y las perso constitutivo se añade la mirada críti nas, puede leerse como continuación ca, la mirada histórica, que en sí mis Michel Sicard.-Se interesó por ar y ejemplo de intuiciones existenciales ma no es sino un paso, un instante en tistas de naturaleza locuaz. Aquí comunes al pensador y al artista. una sucesión siempre por recompo también podemos incluir a Wols: Pero sucede que Sartre interpreta de ner. La aprehensión reconstructiva Sartre toma prestadas máximas y ci masiado algunas frases de Giacomet de la tela supone un tiempo que agita tas de sus notas y las incorpora al en ti: un pasaje del final de Las palabras una cadena de imágenes, volviendo a sayo «Dedos y no dedos», título que relativo a un incidente del que Giaco unir entre sí los imaginarios en una por cierto procede de un aforismo metti fue víctima veinte años antes, a serie, concepto clave en la estética recogido por Wols. Sartre se interesa su pretendida mansedumbre, y que sartreana. El cuadro ya no se concibe por artistas de palabra particular en boca de Sartre se convierte en un como un espacio· de inmovilidad, mente viva en pintura y en escultura. elogio de la contingencia, al provocar como la captación de una sola figura: Las palabras son la primera aproxi en exceso el «radicalismo» del artista se convierte en un conjunto de ele- mación. En Masson, por ejemplo, significaría el comienzo de sus des- 6 DEBATS N.0 20 DOSSIER avenencias. El cambio es profundo y nidad de un pintor del Cinquecento, esta tela no se separaría por propia duradero; los hechos pueden dar lu su completa actualidad, su vanguar voluntad; pertenecía a «SU» último gar a interpretaciones con considera dismo. Sartre da aquí al lenguaje un pintor, algo que resumía un poco de bles consecuencias para el discurso fi magnífico «papirotazo», y si el Tin todos los demás. Sí, le gustaba tener losófico. Esta forma de pensar a toretto no se expresa como corres a su disposición cierto número de partir de lo que es periférico en la ponde a su tiempo, le hace decir su obras en carne y hueso ... Lo que da. obra da fe de una gran clarividencia. tiempo de una forma que nos resulta prueba de su familiaridad con ellas: Sartre es un muy buen maestro para maravillosa. no se contentaba con admirarlas en hacernos penetrar el universo de los los libros sino que iba a verlas donde artistas, no solamente en el resulta Jean-Marie Drot.-Ya volveremos estuvieran. Su tratamiento de Tinto do, sino también en el conjunto de a Tintoretto ... Pero ahora veamos retto es el resultado dé largas estan sus comportamientos, su forma de una cuestión distinta: ¿hay un Sartre cias en Venecia durante las cuales se hablar, su lenguaje original, sus con coleccionista? Su relación con el arte, enfrentó realmente a las telas. Senti cepciones íntimas de la obra, al ser el ¿pasa por la posesión del arte? mos que las ha visto, que ha girado arte inseparable de la vida del artista. veinte veces alrededor de ellas ... Por Michel Sicard.-Si hablamos en la noche se encerraba en su habita Jean-Marie Drot.-Sartre mira propiedad no es un coleccionista, ca ción para escribir, pero durante el día pues, si podemos decirlo así, con sen rece en absoluto de esa voluntad de había visitado una y otra vez los Tin sibilidad. Pero es también un hombre retención de cierto número de obras. torettos ... ¡Y Dios sabe que están que escucha ... A Sartre no le gustaba poseer las co diseminados a través de la ciudad, sas: ni las suyas, ni, a jortiori, las prácticamente en todas las iglesias! Michel Sicard.-¡Un hombre que de los demás. Sin embargo, al haber Esto representa largos periplos, un sabe escuchar maravillosamente, se movido cerca de los artistas y ha recorrido de combatiente por el inte para el cual nada de lo que es impor ber escrito sobre ellos, éstos le entre rior de la ciudad y de sus canales para tante se pierde! Se pone en el lugar garon obras de las que se benefició ir de un Tintoretto a otro, contorsio del otro con una facultad de adapta nes bajo algunas telas -«El juicio ción muy grande y penetra en su dis final», por ejemplo-, una prueba de curso. Aquí es, en mi opinión, donde fuerza ... Es un sentimiento de pose la aventura crítica invade progresiva sión singular: así como le gustaban mente el primer plano de la escena en las habitaciones del hotel porque se la empresa sartreana. La parte litera estaba más deprisa en el exterior -lo ria, que parecía haber sido desecha que quería decir sin duda que su ver da cuando dejó de escribir novelas, dadero ámbito era la calle-, igual renace en la forma en que habita el mente la posesión de un objeto no se lenguaje interior, el monólogo inte reduce a su apropiación privada, por rior de los artistas que toma en consi satisfactoria que ésta sea. Por la ma deración. Sabe reencontrar de modo nera de aproximarse a ellos, de visi maravilloso las frases pronunciadas, tarlos regularmente, los Tintoretto recrearlas en su especificidad. En este también eran suyos. Lo que explica sentido la empresa es completa, es verosímilmente su relación muy pro plural; es un teatro, también un funda y permanente con Italia, a la cine ... Vemos a la gente moverse de que vuelve todos los veranos. Sartre un sitio a otro, a los pintores evolu se detiene en Roma y hace viajes muy cionar hacia el caballete o hacia la numerosos a Venecia, por Tintoretto tela; los oímos hablar, reflexionar ... y por la ciudad misma. Estas ciuda Sartre restituye estas escenas con su des se convierten en polos de su mito talento literario. Pero hace algo me logía: las posee, se las mete en el bol jor todavía; no sólo trata de escu sillo con una facilidad absolutamente char, de traducir los sentimientos destacable, les es fiel como si fueran más o menos confusos, sino que mujeres ... cuando faltan las palabras le presta Aquí aparece como heredero de un lenguaje al artista. Así sucede con colocándolas en su despacho, por Flaubert, de su mitología y de su geo Tintoretto: al que podemos ver y es ejemplo •.. Más tarde se las regaló a grafía del viaje: Flaubert en Oriente, cuchar gracias a un tour de force: nos sus íntimos, especialmente mujeres, en Cartago, en Italia, también en la lleva a su presencia, a su taller, nos que poseen así algunos moldes en tierra de los celtas, moviliza todas las muestra cómo se sirve insidiosamente yeso o estampas de Giacometti, algu direcciones de la escritura como tra de la escultura, cómo emplea astu nos cuadros. En su despacho hubo zo, vestigio, monumento ... Y Sartre, cias, reflexiona en relación con el un Léger durante cierta época. Tam como buen escritor, reencuentra los cliente, medita de modo irónico, des bién lo regaló, o puede que lo vendie principales modelos de Flaubert. engañado o cínico ... ¡Le presta, cu ra a causa de dificultades financie Pero Italia por sí sola puede recoger riosamente, el lenguaje moderno que ras ... Pero al final de su vida estaba numerosos lugares neurálgicos de la un boxeador podría. haber empleado contento de tener a su disposición al historia de la civilización y de la escri con su adversario! Y en este anacro gunas obras, bien es verdadd que es tura. Italia puede resumir toda la his nismo brota un rayo de luz: dos mo casas. Sobre su diván lucía notable toria de la humanidad. Esencialmen mentos, dos épocas diferentes se van mente un soberbio Rebeyrolle, del te tres ciudades: Venecia la nórdica, a corresponder imaginariamente para período de la «Coexistencia», bajo el Nápoles ya oriental, y en el centro mostrarnos la deslumbrante moder- cual le gustaba sentarse. Creo que de Roma, la ciudad de las fundaciones. DEBATS N.0 20 7 DOSSIER A través de sus visitas a museos, Sar doafindequenoregrereaund~o~ riales, de matriz, arrojados sobre la tre reencuentra toda la mitología de den completo, a lo insensato. Sartre tela, algo que no pasa a través del los viajes en el universo de los signos, encuentra la solución en un tercer ca sentido. La pregunta de Sartre se cen en la literatura. mino que llama, a propósito de Re tra sobre estos problemas de la co beyrolle, coexistencia, designando así existencia del material y del sentido; Jean-Marie Drot.-El final de Sar ese modo que "tienen los materiales de el compromiso es residual por com tre es el final de un hombre que se yuxtaponerse, de coordinarse en sus pleto, no puede venir sino después, se queda ciego ... ¿Le comunicó a usted, obras haciendo nacer un sentido in deduce de una situación plástica ... estando ciego o a punto de estarlo, su mediato, primitivo, primario. Desde En esto va más lejos, porque com pena por no poder contemplar ya el esta perspectiva la elección de los co porta el elemento de libertad que ne arte? lores depositados sobre la tela tiene cesita. El compromiso no puede ja un significado muy fuerte. El rojo es más transformarse en máxima política Michel Sicard.-Sobre todo la la sangre: así se puede entonces asig -contrariamente a los pensamientos mentaba no poder escribir y leer las nar inmediatamente sentidos a las de Mao que son fenómenos de masa, palabras. Lo que le resultaba absolu obras ... Sartre vuelve a poner en pie guijarros-. Pero más allá de los gui tamente negro era la página de un li la dialéctica plástica: no se parte de la jarros, la intervención del pintor re bro, ya no podía descifrar los signos significación que se le quiere dar a la crea una especie de vuelo que hace ir de la escritura ... Por lo que concierne obra, del proyecto; el proyecto sólo acompañados y que dinamiza a cier a la pintura el problema es distinto. viene después. Es cierto que hay un tos materiales. Así saltan las separa Sé, por haberlo escuchado de labios proyecto de partida, pero el elemento ciones distributivas tradicionales de de Rebeyrolle, que Sartre, aunque concreto, la materia, el material, al las artes plásticas. Las telas de Re ciego, había visitado unas exposicio ponerse de través, vivirá una aventu beyrolle ya no están habitadas por los nes en compañía de Simone de Beau ra donde sus trayectos resultarán materiales habituales de la pintura: voir, que le describía y comentaba contrariados. De esta contradicción ahora tenemos arena, plumas, cha fielmente las telas. Accedía pues a la activa nª~t:! realmente el sentido. Los tarra, objetos enmohecidos, tierra. pintura por medio del lenguaje ... Es Salimos del universo plano, de dos necesario precisar en cualquier caso dimensiones, para encontrar la pro que su ceguera no era completa: veía fundidad, el mundo ... Estos mismos formas vagas y colores. Volvemos a problemas son analizados por Sartre encontrarnos aquí con la situación de en su estudio sobre Tintoretto. algunos artistas que, aunque priva dos de su sentido capital, quedan dis Jean-Marie Drot.-En esta exposi ponibles para su arte: Beethoven al ción, este museó imaginario de Sar quedarse sordo, Monet que pierde la tre, vamos a mostrar multitud de fo vista pero pinta Las ninfas ... Es muy tografías y reencontrar a través de probable que, en su ceguera, Sartre ellas una presencia física de Sartre. se haya encontrado de igual a igual Incluso he pedido a Gallimard una si con la abstracción internacional que lueta de Sartre de tamaño natural... había descubierto, cantado y confor Sin embargo, donde mejor se recupe tado desde el punto de vista teórico. ra la presencia física, yo diría casi cá A despecho del inmenso pesar que le lida, del Sartre que envejece es en la causaba el no poder leer las telas en obra de un artista. Estoy pensando su detalles minúsculos, en su in en Ruth Francken. fraesctructura, Sartre accedía toda vía con energía a este tipo de obras. Michel Sicard.-La forma en que Sartre ha sido retratado es caracterís Jean-Marie Drot.-Hemos dicho tica del interés de varios artistas por que al principio estaba Calder, al fi su rostro. Y ante todos Giacometti. nal Rebeyrolle, y por encima Tinto Por lo que yo sé, hay cuatro retratos retto ... Hablemos ahora de Re bey de Sartre firmados por Giacometti: rolle: creo que es un momento todos tienen esa técnica particular importante de la relación de Sartre guerrilleros no se nos muestran de que introduce las mejillas, los labios, con el arte de su tiempo. modo realista: a Sartre no le interesa las gafas en contornos clave en los un arte al modo de Fougeron ... Son que el lápiz marca aristas neurál Michel Sicard.-Rebeyrolle apare guerrilleros porque ahí está la tierra, gicas. A estos retratos de los años ce para Sartre en la época del 68: se la arena en la que se mueven, porque 1945-1946, de un Sartre relativamen plantea entonces, naturalmente, el vemos esa sangre, esas plumas ... Los te joven y al comienzo de su celebri problema del compromiso. Es nece significados surgen inestables, se de dad, sirven de contrapunto, al final de sario comprometerse, y no dar a la ducen simplemente del choque de los su vida, los retratos de Ruth Franc obra un sentido puro y abstracto al materiales. Sartre busca la pintura ken. Estos se realizaron con la com modo de Breton, no hacer «arte por violenta: violenta por la confronta plicidad de Sartre, que aceptó posar el arte». El problema que hay que re ción con la materia cruda... En este especialmente para las fotos comple solver es de importancia: conservar punto coincide ligeramente con Du tamente de frente y completamente por un lado las adquisiciones -el ob bufet y el arte bruto: hay brutalidad, de perfil. Los retratos son múltiples, jeto en carne y hueso, el descubri choque, acontecimiento para el es pues Ruth Francken trabaja siempre miento de la materia- y reivindicar pectador que percibe y designa de in en polípticos. Mirrorical return es un por otro lado para el cuadro un senti- mediato, por ciertos emblemas mate- tríptico. Lo esencial, en su trabajo, es DEBATS N. 0 20 8
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