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Chile La Lucha De Un Pueblo Sin Armas PDF

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LA LUCHA DE UN PUEBLO SIN ARMAS (LOS TRES AÑOS DE GOBIERNO POPULAR) POR MARTA HARNECKER PRIMERA ELABORACIóN JUNIO DE 1974 REVISIóN PARA PUBLICAR EN ENCUENTRO XXI EN AGO 1995 Ojo Falta revisar notas. ‑HAY NOTA QUE DICE: FALTA, VER CHILE HOY n.5. íNDICE I. PRESENTACION 2 II. INTRODUCCION: DEL TRIUNFO ELECTORAL AL GOBIERNO 2 III. PRIMER PERIODO NOVIEMBRE 1970 A JUNIO 1971. 3 IV. SEGUNDO PERIODO JUNIO 1971 A ABRIL 1972 7 V. TERCER PERIODO ABRIL 1972 A JUNIO 1972 15 VI. CUARTO PERIODO JUNIO A NOVIEMBRE 1972 17 VII. QUINTO PERIODO DEL 2 DE NOVIEMBRE DEL 72 AL 4 DE MARZO DEL 73 25 DEL 73 25 VIII. SEXTO PERIODO: LA OFENSIVA FINAL DE LA DERECHA 30 PRESENTACION 1. Este trabajo busca tratar de dar cuenta de los principales acontecimientos ocurridos durante los tres años de gobierno de Salvador Allende en Chile. 2. Hacer un recuento histórico de hechos tan recientes de la forma más objetiva posible no es fácil. Siempre habrá algo de subjetivo en ello. Hemos tratado, sin embargo, de ofrecer al lector una periodización de estos años de acuerdo a la lucha de clases y la correlación de fuerzas que se fue dando, esforzándonos por incluir análisis de aquella época desde diferentes puntos de vista políticos. 3. Consideramos que este material podría servir de base para realizar más adelante una mesa redonda con las principales corrientes de pensamiento de la izquierda con el objetivo de hacer una balance más acabado de la experiencia de la Unidad Popular, que sigue siendo el punto de referencia obligado para todos los intentos de avanzar por el camino de la institucionalidad existente hacia una transformación social profunda en América Latina. 4. Mientras tanto recibimos toda sugerencia o crítica para perfeccionar este trabajo. INTRODUCCION: DEL TRIUNFO ELECTORAL AL GOBIERNO 5. El 4 de Septiembre de 1970 Salvador Allende triunfó por 30 mil votos sobre Jorge Alessandri, con un 36 por ciento de la votación popular: era la primera vez en la historia del mundo occidental que un candidato marxista llegaba legalmente a la presidencia de la república. 6. “Esta historia reforzó la Unidad Popular con la legitimidad del triunfo, y el resultado electoral ensanchó (...) la base política que sustentaba al presidente electo (....) La fuerza de la legalidad, usada hasta entonces sistemáticamente para combatir al movimiento popular, se puso, en ese momento, de parte del pueblo. La posibilidad teórica de atar las manos al enemigo sobre la base de acumular una fuerza potencial de tal magnitud que bastara su presencia y la evidencia pública de su decisión de lucha para ahogar la resistencia reaccionaria, se concretó en Chile”[1]. 7. El triunfo de Salvador Allende planteó a las fuerzas opositoras la siguiente alternativa: o se respetaba la simple mayoría, como tradicionalmente se había hecho en Chile, o se trataba de impedir, por cualquier medio, que el candidato marxista asumiera el gobierno. 8. Esta última fue la salida que trataron de poner en práctica las fuerzas más conservadoras. En un primer momento su esfuerzo se centró en conseguir que el Congreso eligiera al candidato de la segunda mayoría relativa, Jorge Alessandri. Para lograr este objetivo no escatimaron medios: corrida bancaria, salida de dólares, campaña del terror, abandono de empresas, etc.. 9. El sector freísta estuvo muy tentado por seguir este camino, sin embargo, sectores mayoritarios de la Democracia Cristiana se inclinaron por la salida de respeto a la primera mayoría relativa. Ellos vieron con gran lucidez que la quiebra de esta tradición llevaba al país al caos y a la guerra civil. Haber votado por Alessandri en el Congreso Pleno “era haberle dicho a un tercio de los chilenos que la vía democrática y la vía electoral estaba cerrada para ellos y que, más bien, deberían pensar en la violencia y en la ruta de la insurrección”..., “era haberle dado la razón a las tesis del MIR”[2]. Pero su apoyo a la Unidad Popular no podía ser gratuito, su precio fue el Estatuto de Garantías Constitucionales, que para ellos significaba “obligar al nuevo gobierno a amarrarse moralmente a la democracia chilena ante todo el país y en forma mucho más solemne y comprometedora que en las simples promesas electorales”[3]. Para la UP no significaba transar punto fundamental alguno del Programa, ya que éste planteaba avanzar dentro de los marcos institucionales existentes en el país. 10. Descartado así el camino constitucional para eliminar a Allende, un sector de la ultraderecha dedicó sus energías a preparar un complot, interesando a sectores de los diversos partidos políticos de la oposición, a elementos de las fuerzas armadas y del gobierno de la época, como lo demuestran los documentos de la ITT. Pero ocurrió entonces el asesinato del comandante en jefe del Ejército, el general René Schneider, lo que alertó a la UP y le permitió realizar una campaña nacional acerca del carácter constitucionalista de las fuerzas armadas, determinando en gran medida el fracaso de esta alternativa. 11. A pesar de todos los esfuerzos de la ultraderecha por evitarlo, Allende finalmente asume el mando con el apoyo de la Democracia Cristiana. Empieza así un nuevo período en la historia del país. PRIMER PERIODO NOVIEMBRE 1970 A JUNIO 1971. 12. Este período se caracteriza por la unidad y ofensiva de las fuerzas de la Unidad Popular y una desorientación y división de las fuerzas opositoras 13. El nuevo gobierno empieza en forma inmediata su ofensiva. Para realizar las transformaciones estructurales que plantea su programa cuenta con algunos instrumentos legales importantes. 14. La Ley de Reforma Agraria aprobada durante el gobierno de Frei, aunque tiene una serie de limitaciones, le permite avanzar rápidamente en la expropiación de grandes latifundios. Durante el año 1971 se plantea la expropiación de mil latifundios y se llega a mil cuatrocientos. 15. Por otra parte, se comienza la tramitación de la Reforma Constitucional para la nacionalización del cobre y otras riquezas básicas, lográndose en este terreno la aprobación del proyecto por la unanimidad del Congreso. 16. Se dan los primeros pasos en la constitución del área de la propiedad social, “usando procedimientos legales que sin cuestionar la juridicidad del sistema vigente, representaban una vía cortada” para evitar que la oposición mutilara el programa a través del Poder Legislativo. “El camino de soslayo al Congreso, elegido por la UP, fue posible gracias a que un Decreto Ley promulgado en agosto de 1932, durante la llamada República Socialista, se encontrara vigente”. El gobierno “pudo iniciar así los cambios en la estructura económica, sin necesidad legal de promover el debate parlamentario”[4]. 17. El 2 de diciembre se anuncia la expropiación de la primera industria, la fábrica textil Bellavista de Tomé. El 27 de enero del año siguiente, la de Lanera Austral. El 11 de marzo se expropia la industria FIAP‑Tomé, el 26 de marzo, Fabrilana. A fines de diciembre Allende anuncia en un discurso radiodifundido a todo el país que se ha abierto un poder comprador de acciones bancarias con un plazo determinado de venta. 18. Se pretende reestructurar el sistema judicial proponiéndose el proyecto de los tribunales vecinales, que provoca la primera gran reacción de la derecha. La UP decide retirarlo y éste queda archivado para siempre. 19. Se lanza también una ofensiva en política internacional restableciéndose relaciones con Cuba e iniciándose por primera vez las relaciones con China, Corea del Norte, Vietnam del Norte, Alemania Oriental, etc. 20. El nuevo gobierno logra muy rápidamente el respeto y la simpatía de la opinión internacional, situación que se mantiene durante todo el mandato de Allende. 21. La ofensiva del gobierno encuentra una oposición fraccionada, debilitada políticamente por su derrota electoral de septiembre y su frustrado intento golpista de octubre. Ya no le quedan sino dos caminos: intentar derrocarlo nuevamente o desgastarlo paulatinamente para llegar al 76 con un candidato propio triunfador. 22. Mientras la derecha se debate en torno a diferentes estrategias, la fuerza manifestada por el gobierno en este período y una política de acentuada redistribución de ingresos, y de reactivación de la economía, logran aumentar el apoyo popular al gobierno en un grado considerable. Las elecciones de abril de 1971[5] así lo demuestran. En sólo cinco meses se logra pasar del 36 al 49 por ciento de la votación. Mirado retrospectivamente éste era, sin duda, el momento más propicio para llamar a un plebiscito que abriera paso a la creación de una nueva constitución. 23. El abrumador triunfo electoral de las fuerzas populares, el descenso de casi un 15 por ciento del electorado que apoyó a Alessandri y de un uno por ciento del que apoyó a Tomic, alertan a la oposición, la que empieza a buscar una fórmula unitaria para las elecciones de Valparaíso. 24. El 29 de mayo el PN llama a la “unión de las fuerzas de oposición para los próximos comicios, pues hay que demostrar al mundo que las fuerzas democráticas de Chile son más que las marxistas”. Un llamado similar había sido planteado antes de las elecciones municipales, pero había sido desoído, porque primaban en ese momento en la DC posiciones que estaban a favor del gobierno popular. 25. Este llamado coincide con sucesivas advertencias de la DC acerca de un progresivo deterioro del orden público y otros problemas como la emisión inorgánica, el agotamiento de stocks, etc. 26. Diez días después, el 8 de junio, tiene lugar el asesinato de Pérez Zujovic[6], ex ministro del Interior del gobierno de Frei y hombre influyente en el partido. Este hecho es la gota de agua que rebasa el vaso y permite al sector freísta de la DC recuperar su liderazgo dentro del partido. 27. Haciendo un balance de este período, podemos decir que, a pesar de los avances considerables realizados por el gobierno, los sectores populares aparecen como meros espectadores del proceso. Los Comités de Unidad Popular, que habían tenido un extraordinario auge durante el período electoral, desaparecen en su mayoría después de que Allende asume como presidente de la República 28. Los partidos dedican todos sus cuadros a las nuevas tareas de gobierno, abandonando en forma significativa su trabajo en el movimiento popular. Las únicas movilizaciones importantes en este período son las que se producen en las zonas mapuches, especialmente en Cautín y Valdivia: las llamadas “corridas de cerco” para recuperar tierras que les fueron expropiadas en épocas pasadas. El MIR encabeza esta movilización. Este grupo desplaza a un número importante de militantes a trabajar en dicha zona y elige ese sector campesino por su mayor grado de explosividad y por estar, en gran medida, todavía virgen a la penetración política de los partidos tradicionales de la izquierda, quienes, junto con la DC, tenían una fuerte influencia en el sector ya sindicalizado del proletariado agrícola de los grandes latifundios. 29. Esta movilización de los sectores más pobres del campesinado había sido impulsada ya durante la campaña electoral. Tanto la DC como la izquierda propiciaba tomas de tierra como una forma de ganarse al electorado. Pero, la decisión del gobierno popular de no usar la represión contra los trabajadores, anunciada públicamente, estimula aún más este tipo de acciones. 30. Ellas afectan principalmente a sectores de pequeños y medianos campesinos y, de hecho, rompen con la estrategia agraria de la UP, que pretendía atacar en un primer momento sólo a los grandes latifundistas usando la legalidad vigente. 31. La ultraderecha magnifica estas acciones y las aprovecha para iniciar su campaña de ilegitimidad del gobierno y para volcar a importantes sectores de las capas medias, no sólo del campo, sino también de la ciudad, contra el gobierno de la UP, presentándolo como destructor de toda propiedad privada. 32. Por otra parte, al ponerse en práctica la primera iniciativa importante para incorporar a sectores del pueblo a participar en el proceso: la creación de los Consejos Comunales Campesinos, aprobada en diciembre de 1970, surgen las primeras divergencias serias dentro de la UP. Un sector concebía estos Consejos como la organización campesina a nivel territorial que agrupara a las diversas organizaciones campesinas existentes: los sindicatos, las cooperativas y los asentamientos. Pero este planteamiento tenía algunos inconvenientes: dejaba al margen de la organización a los pequeños propietarios independientes y al resto de los sectores todavía no organizados del campo, y daba la supremacía en ellos a la DC, debido a que este partido controlaba dos de las tres federaciones sindicales campesinas y la federación de asentamientos. La izquierda, especialmente el PC, controlaba una federación sindical y la federación de asentamientos. 33. Otro sector, en coincidencia con el MIR, insistía en la formación de los Consejos Comunales por la base, lo que permitiría, en principio, incorporar a todo el campesinado, aún el no organizado, y quebrar la dominación DC en las organizaciones campesinas. Los inconvenientes de este planteamiento eran: primero, la dificultad para hacer una elección verdaderamente democrática por la base sin que ella fuera manipulada políticamente por los partidos y, segundo, lo más serio, la división del campesinado al marginar de hecho a los sectores no UP. 34. Después de varios meses de discusión se llega a un acuerdo a nivel de la dirección de la UP, pero, en la práctica, el carácter que tomaron dichos Consejos depende de la orientación que cada partido le da en su sector de influencia. 35. Esto contribuye a dividir al campesinado más proletarizado, lo que junto a la pérdida de apoyo de un sector importante de pequeños y medianos propietarios, impide a la UP lograr en forma masiva el apoyo del campesinado al proceso. El aliado principal de la clase obrera no es ganado en la magnitud que estaba prevista, a pesar de los notables avances que se hacen en ese terreno. 36. Por otra parte, durante este período de ofensiva de las fuerzas revolucionarias aparecen en forma muy clara los límites del estado burgués chileno y de su legalidad. El exceso de centralismo impide tomar iniciativas y decisiones a nivel regional. Sin recursos económicos, todas las iniciativas locales quedan en el papel. El aparato burocrático y los distintos organismos del estado cuentan con un cuerpo de funcionarios que, en su mayor parte, no participa de los nuevos objetivos que se plantea el gobierno, quien sólo puede colocar a sus propios cuadros en los niveles superiores. 37. La Contraloría rechaza el primer intento de crear centros de poder más allá de esta estructura, devolviendo el decreto que creaba los Consejos Comunales Campesinos. Sólo aprueba un proyecto que reduce su papel a organismos meramente asesores de los organismos del agro. Esto mismo vuelve a ocurrir más adelante con el decreto sobre las Juntas de Abastecimiento y Precios, creadas para luchar contra el mercado negro y la inflación. 38. En la UP existía una clara conciencia de la necesidad de crear una nueva institucionalidad; sin embargo, nunca existió una estrategia clara para conseguir este objetivo. Muy a la ligera se habló de un referéndum nacional como el camino más expedito para hacerlo. Una de las razones por las que se descartó esta idea fue el no haber obtenido mayoría absoluta en las elecciones de abril, considerándose que si eso no se lograba se podía correr el peligro de hipotecar para siempre el proceso chileno. 39. A estos límites propios del estado burgués se agregó el problema de cuoteo político: cada partido disponía una cierta cantidad de cargos en la administración pública para sus militantes. 40. En cada ministerio, en cada organismo del estado, se pretendió reproducir la representación de todos los partidos de la UP, con el sano objetivo de lograr una dirección integrada en cada organismo. Sin embargo, para que esto funcionara bien era necesaria la existencia de una dirección única del proceso. Y como sólo existía acuerdo en las líneas más gruesas del programa, a medida de que este se fue afinando y fueron surgiendo contradicciones cada vez más marcadas entre los distintos partidos, cada partido hacía su política dentro del organismo en que estaba representado. La ineficiencia del estado burgués se ve así acentuada por la subdivisión que se produce en cada ministerio, en cada organismo, donde cada partido aplica una política diferente. 41. Por otra parte, los partidos, para llenar su cuota a veces nombran a personas no preparadas, ineficientes, oportunistas, que ingresaban a los partidos para lograr escalar, mientras se marginaba de sus cargos a una serie de personas independientes, pero eficientes y con experiencia. 42. Las deficiencias del aparato de estado y sus límites repercuten sin duda en la capacidad de movilización de masas del gobierno. 43. La imposibilidad de que se implementen iniciativas y decisiones a nivel local, porque se carece de poder y recursos para hacerlo, da a la movilización de masas un carácter de mera presión frente a los organismo centrales del estado, contribuyendo a acentuar más aún la tendencia inherente del pueblo chileno a esperar que todas las decisiones provengan desde arriba. 44. A ello hay que agregar que militantes de los propios partidos, formados bajo métodos incorrectos de dirección, en algunos casos en organizaciones demasiados centralistas, en otros, demasiados anarquistas, tenían en común la incapacidad para implementar tareas concretas con la gente a nivel local. 45. Otro aspecto que nos parece importante señalar aquí es que la estrategia política de la UP en relación a los sectores populares estuvo centrada fundamentalmente en el proletariado de los grandes centros industriales y mineros y del campo, es decir, en un sector que, en cierta medida, era privilegiado por su nivel de organización y de conquistas sociales alcanzadas, en relación al resto de los trabajadores de las pequeñas industrias y fundos y a de todo ese inmenso sector de pequeños trabajadores por cuenta propia, sectores verdaderamente marginales de la ciudad y del campo. 46. Veamos algunos datos que apoyan esta afirmación: la gran preocupación por el mejoramiento de la organización sindical, sin una preocupación similar por la organización de los sectores poblacionales. La preocupación por echar a andar los comités de producción en las grandes industrias y la no-implementación de los comités de vigilancia en las medianas y pequeñas industrias. La política de redistribución basada en el salario, que no alcanzaba a los sectores no asalariados de las poblaciones suburbanas, etc..En este sentido, hay que reconocer que la DC tuvo una política mucho más inteligente en este terreno, preocupándose especialmente de la organización de estos “sectores marginales”. 47. Por último, a pesar de insistir en la importancia de la incorporación de las masas al proceso en cada documento de la UP, no se solían plantear tareas concretas en cada frente de masas, en las cuales pudieran participar todas las personas pertenecientes a dicho frente, ampliando así la base de apoyo del gobierno. Las tareas tendían a ser realizadas dentro de las estructuras de los partidos. 48. Por otra parte, la estrategia económica del gobierno popular se cumple ampliamente durante este período. Se logra una redistribución considerable del ingreso. Se comienza una importante reactivación de la economía con el consiguiente aumento de la producción y del empleo. La cesantía que había alcanzado niveles alarmantes disminuye a un nivel inferior al logrado por los gobiernos anteriores. En el terreno financiero es donde se avanza menos: allí se cuenta con la resistencia de los empleados bancarios controlados por la DC que dificultan la creación de la banca única. 49. Durante este período la iniciativa económica la tiene el Ministerio de Economía en relación directa con Allende; no existe un Comité Económico con representación de los partidos que decida una política de conjunto.

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