Description:El «Rolls» se detuvo frente a la entrada de la lujosa residencia, situada en un barrio aristocrático de la capital británica. Prestamente, el conductor saltó de su asiento y corrió a abrir la portezuela, al mismo tiempo que se descubría cortésmente. Un hombre se apeó del vehículo. Tenía unos cincuenta años y era fuerte y macizo, de rostro sanguíneo y ojos penetrantes. Walter Armaddon era aficionado a la buena vida y, ciertamente, su fortuna podía proporcionarle cuántos caprichos deseara.