La existencia de María Sabina, una curandera que habita en el pequeño pueblo mexicano de Huautla, se ve trastocada cuando la experiencia espiritual que ofrece a un turista norteamericano la liga con algunas de las figuras esenciales de la generación beat.
De Homero Aridjis, autor de Ciudad de zombis y Los perros del fin del mundo.
La historia de la generación beat, y de cómo su búsqueda de inspiración, espiritualidad y placer condujo a algunos de sus integrantes a la sierra mazateca, los alucinógenos y a la curandera María Sabina.
Carne de Dios es una confluencia imaginaria de personajes reales y ficticios que se encuentran en Huautla de Jiménez, Ciudad de México, San Francisco y Nueva York. Estos personajes, así como diferentes hechos, convergen y se acomodan en el año elástico de 1957. La figura central, histórica y verídica, alrededor de la cual giran personajes y hechos es María Sabina, la sacerdotisa de los teonanácatl o "carne de Dios", los hongos alucinantes que le permiten sanar tanto cuerpos como almas a través del encuentro espiritual. Huautla de Jiménez, su pueblo natal, se convierte así en el ombligo del territorio de la anécdota y la fantasía, y de la búsqueda de lo sagrado.
Antropólogos y etnobotánicos y otros testigos de las veladas en torno del hongo mágico se cruzan en Huautla con los buscadores de lo beatífico y de la Nueva Conciencia. Aparecen algunos protagonistas de la contracultura de ese tiempo como John Lennon y los beatniks Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William S. Burroughs y Philip Lamantia. Este último se topa con el escritor Juan Rulfo, entonces agente viajero de la Goodrich Euzkadi. Por esos días se encontraban en México los revolucionarios Fidel Castro y Che Guevara. Juntos conforman un fresco narrativo de esa época lleno de poesía, drama y humor negro.