CARACTERIZACIÓN SOCIODEMOGRÁFICA DE LOS VENDEDORES AMBULANTES DE LA ZONA CÉNTRICA DE SANTIAGO DE CALI POR: ANDRÉS ROBLEDO ACOSTA ANDRÉS FELIPE SOLARTE ÁLVAREZ DIANA ECHEVERRY GÓMEZ MARILUZ CRUZ RENDÓN LUIS ALFREDO GÓMEZ GUERRERO OMAR ANDRÉS TIRADO LAMOS SANDRA CAICEDO ATEHORTUA TUTORA: LINA MARÍA MARTÍNEZ QUINTERO Santiago de Cali, junio de 2015 MAESTRÍA EN GOBIERNO UNIVERSIDAD ICESI SANTIAGO DE CALI – VALLE DEL CAUCA – COLOMBIA 1 Tabla de contenido: 1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 3 1. METODOLOGÍA DEL TRABAJO ........................................................................ 4 2. MARCO TEÓRICO .............................................................................................. 5 3. CARACTERIZACIÓN SOCIOECONÓMICA DE LOS VENDEDORES AMBULANTES DE LA ZONA CÉNTRICA DE SANTIAGO DE CALI ....................... 15 4.1 Salud ............................................................................................................... 18 4.3. Origen, etnia y conflicto armado .................................................................... 21 3.3. Vivienda ....................................................................................................... 24 3.4. Educación .................................................................................................... 25 4. GRUPO ESPECÍFICO ....................................................................................... 27 5. GEORREFERENCIACIÓN ................................................................................ 32 6. ENTREVISTAS ................................................................................................. 37 7. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE POLÍTICA PÚBLICA ............. 39 8. BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................. 44 9. ANEXOS ........................................................................................................... 46 9.1 Cuestionario .................................................................................................... 46 9.2 Anexo N° 2: Mapa de delimitación del trabajo de campo ................................ 48 9.3 Anexo gráfico N° 1: Distribución de los vendedores ambulantes según rango de edades y género .............................................................................................. 49 9.4 Anexo tabla N° 1: Vendedores ambulantes cabeza de hogar por género ..... 49 9.5 Anexo N° 3: Instrumento de observación ........................................................ 50 9.4 Anexo N° 4 Zonas de Georreferenciación ...................................................... 51 9.4.1 Anexo N° 5 tipo de instalación – Georreferenciación .............................. 53 9.5 Anexo N° 4: Estrategia cualitativa entrevistas ................................................. 56 2 1. INTRODUCCIÓN A partir de lo anterior, se pretende aportar, a través de un análisis cuantitativo, datos e información relevantes que permitan visibilizar la situación actual en Cali de los vendedores ambulantes, para poder diseñar políticas públicas más acertadas. En la elaboración de políticas públicas es fundamental, caracterizar la población objetivo. Es por ello que, bajo la coordinación y colaboración del Observatorio de Políticas Públicas POLIS de la Universidad Icesi, se ha elaborado un análisis basado en la encuesta “Caracterización de vendedores ambulantes Cali” (2014), para identificar las condiciones socioeconómicas de los vendedores ambulantes del centro de Cali. Este documento consta de seis secciones, siendo la primera esta introducción. En la segunda sección se describe la metodología de verificación de la encuesta llevada a cabo por el equipo de trabajo. La tercera sección presenta la caracterización socioeconómica en primer lugar de los vendedores ambulantes y después de su grupo familiar. Además, se hace un análisis separado de un grupo poblacional: madres cabezas de hogar. La cuarta parte corresponde a la georreferenciación de los sitios de Cali donde trabajan los vendedores encuestados. Finalmente, con base en todo el análisis de las secciones anteriores, se presentan algunas conclusiones y recomendaciones de política pública. 3 1. METODOLOGÍA DEL TRABAJO Para la caracterización de los vendedores ambulantes en el centro de Cali, se diseñó un cuestionario que permitió identificar las condiciones socioeconómicas, la satisfacción con la vida, los ingresos, y el estado actual de los negocios de 527 vendedores ambulantes. La encuesta diseñada con la colaboración del Observatorio de Políticas Públicas POLIS de la Universidad Icesi y su directora, Lina Martínez, fue probada inicialmente con 25 vendedores ambulantes de otras zonas de la ciudad. Producto de esta prueba se hicieron algunas modificaciones a la encuesta, cuya versión final se presenta en el anexo 1. Una vez ajustada y aprobada la encuesta, se elaboró un mapa de delimitación del trabajo de campo en un radio de ocho cuadrantes comprendidos desde la carrera 4ª. hasta la carrera 8ª. entre calles 13 y 15, que comprenden los barrios San Pedro y El Calvario, dada la alta afluencia de vendedores informales en este sector (Ver anexo 2). Paralelamente, se aplicó un instrumento de observación en la zona delimitada, para recopilar información sobre género, ubicación de los vendedores, tipo de mobiliario y artículos en venta. Uno de los aspectos más relevantes de este instrumento es que permite obtener una aproximación al número de vendedores presentes en la zona y facilita así la estimación de la muestra sobre la cual se debe trabajar. De igual manera, se implementó un instrumento de observación para visibilizar ciertas características de la zona como ubicación y horario de trabajo de las personas que se iban a encuestar (ver anexo 3). Para el trabajo de campo se contó con seis coordinadores de área y tres encuestadores que aplicaron la encuesta por tres semanas, en los días del 1 al 20 de diciembre de 2014, con ciclos de trabajo de 8:30 a.m. a 4:30 p.m. en jornada continua. Para todo el equipo de trabajo se ofreció una capacitación en la que participaron investigadores del POLIS como asesores. El resultado del trabajo de campo arrojó 527 encuestas aplicadas como muestra la Tabla 1 4 Tabla 1 Tabla de control de aplicación de encuestas Lugar de realización Encuestador Total encuestas 1 26 San Pedro cuadrante 1 2 20 3 20 1 30 San Pedro cuadrante 2 2 25 3 19 1 35 San Pedro cuadrante 3 2 23 3 33 1 27 San Pedro cuadrante 4 2 35 3 35 1 33 El Calvario cuadrante 1 2 30 3 36 1 35 El Calvario cuadrante 2 2 30 3 35 Total 527 Fuente: Datos y elaboración propia (Grupo Capstone Maestría en Gobierno I) Fuente: Datos de la Caracterización sociodemográfica de los vNeontdae: dLoosre csu a indfroarnmteasle sse d ideel cnetinfitcroa nd een C eal lAi nCexaos pXtXo:n Dee –liMmaiteasctiróían edne Glao zboinearn.o Este trabajo fue complementado con una estrategia cualitativa, comprendida por entrevistas a agentes involucrados (vendedores ambulantes, comerciantes formales y funcionarios de la administración municipal) para conocer su postura frente al trabajo formal e informal (ver resultados anexo 5). 2. MARCO TEÓRICO El término “sector informal” fue introducido en 1971 por el antropólogo británico Keith Hart en su estudio sobre actividades de bajos ingresos entre personas sin formación, que emigraban del norte de Ghana a la capital, Accra, y no encontraban empleo asalariado (Hart, 1973). A su vez, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) organizó una serie de grandes “misiones de empleo” multidisciplinarias a varios 5 países en desarrollo, incluido Kenia en 1972. La misión mostró que el sector tradicional en Kenia, al cual llamaron “el sector informal”, incluía empresas rentables y eficientes, así como actividades marginales (OIT 1972). Esta misión, además, subrayó el potencial del sector informal para crear empleo y reducir la pobreza. Según Tokamn (1984), la crisis económica originada por la caída de los precios del petróleo en la década de los años 80, puso en evidencia otra característica del sector informal, sobre todo en los países de América Latina, y era que, en los períodos de crisis económica, aumentaba el empleo en el sector informal. Esta posibilidad de emplearse como informal era especialmente cierta en estos países en donde la mayoría de las personas no pueden permitirse estar desempleadas por la ausencia de indemnizaciones o seguros de desempleo. En la década de los noventa la informalidad laboral se ve incrementada por la globalización, la cual, a pesar de que genera nuevos empleos y expande mercados, hace que las nuevas oportunidades laborales que surgen no sean, por lo general, buenas y los nuevos mercados resultan siendo nichos inalcanzables para los pequeños productores. Según Rodrik (1997) esto sucede porque, para responder a los nuevos retos de la competencia global, las empresas formalmente constituidas mantienen solo a un grupo de trabajadores permanentes y al resto los subcontratan con otras empresas o países. Así mismo, este autor afirma que las empresas informales a menudo no tienen las habilidades y conocimientos requeridos para competir con otras empresas por los mercados de exportación. Según Bustamante (2011), para 2011 Colombia, mantenía “niveles de empleo informal cercanos al 52%”, una tasa similar con la de otros países de características similares en América Latina. La informalidad laboral desde una mirada positivista puede brindar la perspectiva de una economía alternativa que permite desarrollar niveles de comercialización altos y generar empleo a colombianos. Sin embargo, el trasfondo de la informalidad laboral “es un reflejo de la calidad del empleo en el país pues se caracteriza por: bajos niveles de cobertura en seguridad social, bajos niveles de educación, e ingresos menores que los del empleo formal.” (Bustamante, 2011 p. 4) 6 Definir economía informal sugiere ya una complejidad por la ausencia de documentos pertinentes enfocados a su conceptualización. Esta ausencia de investigaciones académicas ocurre por la propia característica de la economía informal; cada una se adapta y es definida según donde se desarrolle, como lo sugiere el autor: “La caracterización de la economía informal es una labor ardua ya que las definiciones, conceptos y mediciones cambian de un país a otro. La falta de un concepto de economía informal comúnmente aceptado hace que existan diferentes definiciones con una variedad de metodologías de medición de las actividades informales. Parte del problema en crear una sola visión de la economía informal tiene que ver con las diferentes perspectivas respecto a los orígenes y causas de la informalidad, al igual que sus vínculos con el sector formal de la economía. La característica multifacética de la informalidad se ve reflejada, principalmente, desde el punto de vista de los trabajadores y de las unidades productivas” (Bustamante, 2011 p. 4) De acuerdo con lo anterior, es importante aclarar la necesidad de definir “sector informal” a partir de las investigaciones realizadas, las cuales han intentado, como la presente investigación, definir y caracterizar la economía informal desde la perspectiva de empresa (producción) o trabajador. Según Bustamante (2011, p.4) en la 15ª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo en 1993, se definió estadísticamente “sector informal”, así: “Unidades dedicadas a la producción de bienes o la prestación de servicios con la finalidad primordial de crear empleos y generar ingresos para las personas que participan en esa actividad. Estas unidades funcionan típicamente en pequeña escala, con una organización rudimentaria, en la que hay muy poca o ninguna distinción entre el trabajo y el capital como factores de producción. Las relaciones de empleo -en los casos en que existan - se basan más bien en el empleo ocasional, el parentesco o las relaciones personales y sociales, y no en acuerdos contractuales que supongan garantías formales”. En este caso, las unidades de producción forman parte del sector de los hogares como empresas de hogares y no están constituidas en sociedad. Así, el sector informal se refiere a la forma como se desarrollan 7 las actividades productivas: son intensivas en trabajo, no están reguladas, son empresas familiares, pequeñas y de baja productividad.” La anterior definición propone entonces, que al “sector informal” corresponden aquellas personas (empleadores y empleados) que laboran en empresas pequeñas no registradas; así mismo, los trabajadores independientes quienes tienen sus propias empresas. A pesar de esto, la crítica que hace Becker (citado por Bacchetta, Ernst y Bustamante, 2009) sobre esta definición es que no especifica “el umbral de magnitud por debajo del cual una empresa se clasifica como informal y deja a criterio de cada país la determinación de incluir o no el sector agrícola y los trabajadores domésticos”. Para el grupo internacional de expertos en estadísticas del sector formal “Grupo Delhi”, en 1997 presentó la siguiente definición sobre “sector informal” incluyendo: “Las empresas privadas no constituidas en sociedad (o cuasi-sociedades), que producen por lo menos algunos de sus bienes y servicios para la venta o el trueque, tienen menos de cinco empleados remunerados, no están registradas y se dedican a actividades no agrícolas”. Como se mencionó al principio, el “sector informal” también puede definirse desde la perspectiva del trabajador. Así entonces: “Son trabajadores informales los que no se benefician de ninguna forma de seguridad social o laboral, por ejemplo reglamentaciones sobre la contratación y el despido, salario mínimo, protección contra el despido arbitrario y seguros médicos y sociales. El empleo informal puede incluir varias categorías de trabajadores: a) trabajadores autónomos, es decir, los que trabajan por cuenta propia, los jefes de empresas familiares y los trabajadores familiares no remunerados; b) trabajadores asalariados, es decir, los empleados de empresas informales, los trabajadores ocasionales sin un empleador fijo, los trabajadores en el hogar, los trabajadores domésticos remunerados, los trabajadores temporales o en jornada parcial y los trabajadores no registrados; y c) empleadores, es decir, propietarios y explotadores de empresas informales (…).” 8 Por otra parte, según Baccheta et al., (Pp. 59) sobre la actual definición de “sector informal”, afirma: “Más recientemente, algunos dirigentes políticos, activistas e investigadores han adoptado una definición más amplia y comprensiva de la informalidad. El informe de la OIT titulado “El trabajo decente y la economía informal” (Organización Internacional del Trabajo, 2002), preparado para la 90ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, amplió la definición estadística de 1993 del sector informal mediante la inclusión de hogares y trabajadores informales empleados en el sector formal. Según esta definición, el sector informal -llamado actualmente economía informal - se compone de: (Oficina Internacional del Trabajo, 2002): - Empleo informal en empresas informales (pequeñas, no registradas o no constituidas en sociedad), incluidos empleadores, empleados, explotadores por cuenta propia y trabajadores familiares no remunerados; - Empleo informal fuera de empresas informales, es decir, en empresas formales, en hogares o sin empleador fijo; este tipo de empleo incluye los trabajadores domésticos, los trabajadores ocasionales o jornaleros, los trabajadores temporales o en jornada parcial, los trabajadores industriales que trabajan fuera de los locales de la empresa (incluidos los que trabajan en el hogar) y los trabajadores no registrados o no declarados. Con arreglo a esta definición, se entiende que el “empleo informal” incluye todos los trabajos remunerados, autónomos o asalariados, que no se reconocen, reglamentan o protegen en virtud de los marcos jurídicos o reglamentarios existentes y los trabajos no remunerados emprendidos en empresas que producen ingresos.” Según Flodman Becker (citado por Baccheta et al., 2009), la economía informal se define como “la porción no reglamentada no formal de la economía de mercado que produce bienes y servicios para la venta o para obtener otras formas de remuneración”. Complementando, según el informe “Hombres y mujeres en la economía de la OIT (citado por Baccheta et al., Pp. 59) la economía informal no es: “En primer lugar, la economía informal se define por oposición a la economía formal. En segundo lugar, la economía informal no debe confundirse con la 9 economía delictiva. Los arreglos de producción y empleo en la economía informal pueden ser semilegales o ilegales, pero la economía informal produce o distribuye bienes y servicios legales. En tercer lugar, la economía de la reproducción o los cuidados no forma parte de la economía informal porque no forma parte de la economía de mercado.” A partir de lo expuesto anteriormente sobre el contexto histórico del sector informal y sus características, la conceptualización teórica de la informalidad, desde la ciencia económica, es un campo muy heterogéneo que da como resultado cuatro escuelas de pensamiento dominantes, según Alter Chen (2012), en su artículo “La economía informal: sus definiciones, teorías y políticas”. Cada una sustenta una teoría causal diferente sobre lo que lleva a la economía informal: “Escuela estructuralista: relaciona la informalidad laboral con marginalidad, pobreza, baja productividad, baja calificación de los individuos y restricciones al acceso al capital (Moser 1978; Castells y Portes 1989). Escuela institucionalista o legalista: la economía informal está formada por microempresarios que eligen trabajar de manera informal a fin de evitar los costos, el tiempo y el esfuerzo del registro formal, y quienes necesitan derechos de propiedad para hacer que sus activos sean legalmente reconocidos (de Soto 1989, 2000). Escuela dualista: el sector informal de la economía comprende actividades marginales –distintas del sector formal y no relacionadas con él– que proporcionan ingresos a los pobres y una red de seguridad en tiempos de crisis. Sus teóricos recomiendan que los gobiernos creen empleos y otorguen créditos y servicios de desarrollo empresarial a los negocios informales, así como infraestructura básica y servicios sociales a sus familias (Hart 1973; ILO 1972; Sethuraman 1976; Tokman 1978).” En resumen, el interés por la economía informal, surgido desde principios de la década del setenta, ha resultado muy útil para investigadores y diseñadores de 10
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