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Cantigas de amigo PDF

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ELEMENTOS POPULARIZANTES EN LAS CANTIGAS DE AM IGO1 Mercedes BREA Universidad de Santiago de Compostela Durante bastante tiempo se tendió a ver la lírica gallego-portuguesa como resultado de la confluencia de dos corrientes diferentes: una popular, autóctona, que tendría su manifestación más lograda en las cantigas de amigo, y otra culta, foránea (provenzalizante), expresada en las cantigas de amor. Ello provocaba, en cierta manera, una contraposición entre los dos géneros apoyada en la identificación de cada uno de ellos con una de esas dos vertientes; es decir: • Cantiga de amigo = popular = autóctona • Cantiga de amor = culta = foránea Por fortuna, a medida que se fue profundizando en el conocimiento del corpus2, se fue comprobando que ni la división entre los dos tipos de cantigas es tan tajante3 ni tampoco se 1 Hemos publicado una primera aproximación a este tema en «Das ‘popularisierende’ und das ‘aristokratisierende’ Register in den galego-portugiesischen cantigas de amigo», Frauenlieder, Cantigas de amigo. Internationale Kolloquien des Centro de Estados Humanísticos (Universidade do Minho), der Faculdade de Letras (Universidade do Porto) und des Fachbereichs Germanistik (Freie Universität Berlin). Berlin 6.11.1998, Apülia 28.-30.3.1999, herausgegeben von Th. Cramer, J. Greenfield, I. Kasten und E. Koller, S. Hirzel Verlag, Stuttgart, 2000, págs. 191-212. 2 El punto de inflexión lo marca probablemente la publicación de dos trabajos claves de G. Tavani (Repertorio metrico della lirica galego-portoghese, Edizioni dell’Ateneo, Roma, 1967; y La poesia lirica galego-portoghese, voi. u, t. I, fase. 6 —completado con La lyrique galicienne-portugaise (panie documentaire), vol. il, t. i, fase. 8— del Grundriss der romanischen Literaturen des Mittelalters, Carl Winter, Heidelberg, 1980), que inician una nueva etapa en la investigación sobre la lírica gallego-portuguesa, en cuanto que el primero de ellos ofrece esquematizada y estructurada toda la variedad métrica existente, y el segundo supuso, de modo particular, un estudio de conjunto que compendiaba de manera clara, completa y ordenada todas las aportaciones anteriores, completándolas con una abundante investigación propia. El Rm facilitó enormemente los estudios sobre recursos formales, y también, por ejemplo, sobre los llamados «géneros menores» (prantos, cantigas encomiásticas; o los caracterizados precisamente por su organización métrica, como el descordo), mientras que La poesia... (existe una traducción gallega en Editorial Galaxia, Vigo, 1986; y otra portuguesa, de Editorial Comunicaçâo, Lisboa, 1990) llegaría a ser una referencia obligada para aproximarse a los problemas de la tradición manuscrita, a los aspectos de conjunto y a las características particulares de cada uno de los géneros, a la cronología, ámbito cultural y espacial de esta lírica, etc. 3 Prueba de ello son, entre otras cosas, esas cantigas de amigo que funcionan como espejo de las de amor; véanse, por ej., Amigo, veestes-m'un di’aquí, de Johan Airas de Santiago, o Falou-m’oj'o meu amigo, de Don Denis, que parecen responder a sendas cantigas de amor de los mismos trovadores (Desej’ eu ben aver de mia senhor, en el primer caso, y Senhor, que beni parecedes!, en el segundo). MERCEDES BREA 450 pueden caracterizar, respectivamente, de forma global por medio de esos rasgos (considerados en exclusiva)4. Por una parte, el calificativo popular puede inducir a error, no sólo por la propia dificultad de definir ese concepto, sino también, y de manera particular, porque los textos transmitidos conjuntamente en los cancioneros no dejan de ser composiciones de autores5 (de los que, excepto para unos pocos, se conserva el nombre) ¡con conciencia de tales, y, por consiguiente, fruto de una intencionalidad literaria en la que; lai presencia del acervo «popular» podría ser cualquier cosa menos espontánea. Por este motivo —y ciñéndonos a la cantiga de amigo—, preferimos emplear la terminología aplicada porrP. Bec a la lírica galorrománica6 7 y hablar convencionalmente de vertientes: popularizantei- y. aristocratizante1 para intentar establecer la existencia de dos bloques bastante marcados déntro del corpus8; advirtiendo, sin embargo, que en buena parte de los textos los; elementos configuradores.de esas vertientes se encuentran tan entremezclados que resulta muy difícil establecer cuáles prevalecen, porque esa es también una de las peculiaridades de este género poético:: ltograr una simbiosis armónica9 de formas y contenidos vinculados al1 acervo folklórico con; otros más específicos del «gran canto, cortés», sin que el resultado produzca sorpresa (y, mucho menos, rechazo)10. Por la otra, no es menos; cuestionable —y cuestionada— la identificación entre: lo popular y lo autóctono11 (frente a lo culto como foráneo);, no hay más que echar un vistazo, por ejemplo, al libro de Pilar Lorenzo; sobre la canción «fe mujer en la Edad Media12 para darse cuenta de cómo algunos de los- motivos considerados; más representativos del tipo «popularizante» de la 4 Teniendo enicuenta que pocos de los trabajos allí contenidos se centran en la lírica gallego-portuguesa o hacen referencia particularizada, a ella, puede resultar útil, para conocer el planteamiento que se hace en la actualidad de este tipo de problemas, la; consulta de Lírica popuíar / Lírica tradicional. Lecciones en homenaje a Don Emilio García Gómez, edit, por P.'.M, Pinero Ramírez, Universidad de Sevilla / Fundación Machado, Sevilla, 1998. 5 Incluso podríamos decir de grupos, atendiendo al carácter eminentemente social de la actividad trovadoresca, en la que no cabe pensar en un poeta que compone aislado para expresar sus sentimientos, sino en un colectivo que acepta un código.poético en el que cada uno puede moverse dentro de unos moldes a los que aporta algún que otro rasgo de originalidad, pero en el que resulta esencial esa especie de complicidad que se establece entre los autores, y también, en ocasiones, las competitividad «profesional». 6 Vid. P.. Bec, La lyrique française au Moyen Âge (xit-xtii siècles), Picard, Paris, 1977. 7 Pretendemos, pues, con ello dejar claro que no nos referimos directamente a la lírica popular (o a la «aristocrá­ tica»), sino a la intención consciente de autores cultos de componer «a la manera de», es decir, de imitar, reproducir o adaptar rasgos propios de un tipo determinado de canciones. 8 De todos modos, aquí no vamos a ocuparnos más que de la primera de estas vertientes, que se ha presentado en ocasiones como la más representativa dentro de las cantigas de amigo, cuando, en realidad, los textos que se pueden adscribir a ella presentan un porcentaje relativamente reducido del corpus. 9 Puede verse un buen ejemplo de esa simbiosis (de elementos populares y cultos, autóctonos y foráneos) en la cantiga de D. Denis Levantou-s’a velida, a la que hemos dedicado un comentario en este sentido en «Levantou-s’a velida, un exemplo de sincretismo harmónico», Estudos dedicados a Ricardo Carvalho Calero (edit, por J. L. Rodríguez), Parlamento de Galicia-Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, 2000, II, págs. 139-151. 10 «Y es que la cantiga de amigo se presenta con una poética particular, en la que se mezclan y se superponen elementos heterogéneos. Se trata de una cultura pluridimensional, en la que intervienen un fondo tradicional antiguo y común a los herederos de la civilización romana; la influencia de la estética cortés, que gozaba del prestigio de la auctoritas provenzal, y también hay que tener muy en cuenta la dinámica del propio ejercicio literario de trovadores y juglares, que introdujeron en muchas ocasiones elementos de gran originalidad en los textos» (P. Lorenzo Gradin, «El crisol poético de la tradición: la cantiga de amigo», Lírica popular / Lírica tradicional, págs. 73-98; pág. 94). 11 Vid., por ejemplo, el resumen de la cuestión que presenta M. Frenk, Las jarchas mozárabes y los comienzos de la lírica románica, El Colegio de México, México, 1975, págs. 64-65. 12 Vid. P. Lorenzo Gradin, La canción de mujer en la lírica medieval, Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, 1990. Elementos popularizantes en las Cantigas de amigo 451 cantiga de amigo gallego-portuguesa (los elementos, simbólicos procedentes de la Naturaleza13, entre otros) se extienden por todo el Occidente europeo. Y, del mismo modo, tampoco se puede descartar la posibilidad de hallar elementos «autóctonos», específicos, en composiciones de corte «aristocratizante». Si pasamos una rápida revista a las distintas modalidades de las que se reviste el género14, apreciaremos cómo es posible que las cantigas de romería (o de santuario) y las maridas no tengan paralelo en las otras tradiciones románicas15 (al menos, en la produc­ ción conservada, lo que podría equivaler a decir' que o bien son modalidades propias del noroeste ibérico o, si existían motivos similares en otros lugares, no despertaron el interés de los autores cultos —y, en última instancia, de los-compiladores—), pero el cantar de malmariée de Don Denis (Quisera vosco fatar de grado) o isti chanson de toile de Estevan Coelho (Sedia la fremosa s eu sirgo torcendo) tienen claros referentes en la lírica occitànica16. En cualquier caso, es evidente que la canción de mujer es, en cierto sentido, la forma propia de la poesía tradicional17 18; pero también lo es qpe este tipo de canciones empieza a proliferar en el Occidente medieval a partir del siglo X48, aunque no siempre fue considerada digna de imitación o de adaptación por parte de los autores cultos (recordemos que, aparte de las, j archas y las cantigas de amigo, sólo cuenta con unai representación importante en la lírica francesa, siendo muy escasas las muestras que pueden localizarse en las producciones occitana e italiana), por lo que muy difícilmente podría sen considerada «autóctona» (aunque: sí pre- y paratrovadoresca)19. En cuanto a las condiciones de transmisión de esta vena folklórica, no puede decirse que exista ningún tipo de intromisión de la lírica1 tradicional en la culta, pues lo que se produce es un aprovechamiento consciente —por parte dte algunos, trovadores20— de ese filón: de raigambre popular, con un objetivo claro de renovari Ite poética a la que se adscriben. La cantiga de amigo ; es siempre lírica culta, lírica de autor, que toma de la vertiente popular el recurso de la voz/ femenina y, con él, otros elementos que fe son característicos, pero siempre efectuando con ellos 13 Et propio hecho de funcionar como símbolos puede llevar ya a plantearse cuál fue eli proceso (de carácter religioso, literario, sociológico:....)) que los consolidó como tales y que posibilitó que fueran asumidos muchas veces- por ese tipo dtel&ka «tradicional», que circula preferentemente por vía oral, de autoría anónima o colectiva, etc. 14 Véase el capítulo que, se Ies dedica en M. Brea y P. Lorenzo Gradin,. A cantiga de amigo, Xerais, Vigo, 1998, págs. 215-265. 15 No olvidemos queAífas undas que venez sus la mar, atribuida a Raimbaut de Vaqueiras, es un unicum en la lírica occitana. 16) No en menor gratto de lo que acontece en el registro aristocratizante con el reducido número de textos que pueden ser considerados (aunque sólo seai parcialmente) chansons de change o escondits, Y tampoco las pastorelas pueden ser entendidas sin tomar en consideración los representantes occitanos y, sobre todo,, oitánicos de esa modalidad. 17 «Lo que más ha llamado la atención de los estudiosos ha sido la presencia constante y sistemática de composiciones puestas en boca de mujeres: frente a lo que ocurre en la, lírica culta, el sujeto de la poesía tradicional es, en la mayoría de los casos, la mujer» (C. Alvar, «Poesía culta y lírica tradicional», Lírica popular / Lírica tradicional, págs. 99-111; pág. 1041). 18 Vid. C. Alvar;, ibidem; también P. Dronke, La lírica en la Edad Media, Seix Barrai, Barcelona, 1996 (2a ed.), y, de modo especial, P. Lorenzo Gradin, La canción de mujer... En cualquier caso, la insistencia de la Iglesia en condenar y prohibir las canciones populares desde bastantes siglos antes «revela el poco éxito que tenían las prohibiciones y la vitalidad de que gozaba el lirismo tradicional» (C. Alvar, «Poesía culta...», pág. 102). 19 Además del libro de P. Bec (La lyrique française...), que se ocupa con bastante amplitud de estos aspectos, vid., entre otros, M. Tyssens, «Cantigas d’amigo et chansons de femme», O Cantar dos Trobadores. Actas do Congreso celebrado en Santiago de Compostela entre os días 26 e 29 de Abril de 1993, Xunta de Galicia, Santiago, 1993, págs. 329-347. 20 C. Alvar recuerda que «resulta significativo que sea siempre al final de los períodos llamados «clásicos» cuando aparecen los cruces de tradiciones» («Poesía culta...», pág. 106). MERCEDES BREA 452 una reelaboración que busca, en no pocas ocasiones, provocar un efecto de sencillez, de ingenuidad, que, sin embargo, encierra en sí misma un complicado proceso de composición21. De todos modos, como señala M. Tyssens, «si les textes apparaissent souvent contaminés par les genres courtois et aristocratiques, ils conservent aussi —du moins veut-on le croire— quelque chose d’une lyrique plus ancienne»22, por lo que vamos a intentar enumerar los rasgos que consideramos relacionados con esa «lyrique plus ancienne», entendida a la vez como de corte tradicional23, détectables en las cantigas de amigo24. 1. Elementos formales Entre los rasgos de tipo formal que suelen ponerse de relieve como próximos a las canciones populares25 podemos destacar los siguientes: 21 Por lo que no es de extrañar que, en muchas ocasiones, no sea posible adscribir en su totalidad una cantiga de amigo al registro «popularizante», puesto que resuelta frecuente —como ya hemos señalado— que los trovadores introduzcan elementos representativos - de esa vertiente en combinación con otros que podrían ser considerados «aristocratizantes». 22 Cfr. M. Tyssens, «Reflexions sur la chanson de femme», Actas del Vili Congreso Internacional de la Asocia­ ción Hispánica de Literatura Medieval (Santander, 22-26 de septiembre de 1999), edit por M. Freixas y S. Iriso, Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria —Año Jubilar Lebaniego— Asociación Hispánica de Literatura Medieval, Santander, 2000, I, págs. 95-114, pág. 97. 23 No podemos pretender, con todo, agotar en este panorama la totalidad de los elementos popularizantes presentes en las cantigas de amigo, pues siempre será posible encontrar alguno en particular que no hayamos mencio­ nado, del tipo de ese tópico del «viajero enamorado» que estudia J. M. Pedrosa en una cantiga —de amor, en este caso— de Joan Airas de Santiago («Poesía trovadoresca de inspiración popular en el siglo XIII: Joan Airas de Santiago, Cielo d’Alcamo y el tópico folclórico románico de El viajero enamorado», Medioevo y literatura. Actas del V Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval (Granada, 27 de septiembre-1 de octubre de 1993), ed. de J. Paredes, Universidad de Granada, Granada, 1995, IV, págs. 17-27). Intentaremos tan sólo prestar atención a los que parecen más significativos y mejor representados en este género poético. 24 No haremos, pues, referencia a otro tipo de rasgos (elocución oral, uso de proverbios, preferencia por el habla vulgar, etc.) localizables en las cantigas de escarnio y en otros lugares del corpus gallego-portugués en general (incluidas las Cantigas de Santa María), de los que se ocupa J. Filgueira Vaiverde, «Rasgos popularizantes en los «Cancioneros» galaico-portugueses», Actas del l Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval (Santia­ go de Compostela, 2 al 6 de diciembre de 1985), ed. de V. Beltrán, PPU, Barcelona, 1988, págs. 73-85. 25 V. Beltrán analiza una parte de estos elementos en su introducción a Canción de mujer, cantiga de amigo, PPU, Barcelona, 1987 (que puede complementarse, entre otras cosas, con la introducción a su completa antología de lírica castellana de esta corriente, La canción tradicional de la Edad de Oro, Planeta, Barcelona, 1990), en el que recoge un total de cuarenta y tres composiciones de este tipo, que son las que «conservan el lenguaje, los temas y las formas del género originario, pero lo hacen con tal fidelidad y con tal calidad literaria como sólo esporádicamente podríamos encontrarla en otras áreas de la Romania» (pág. 11). Entre ellas incluye, de todos modos, tres cantigas de amor (las que llevan los números 10, 13 y 43), por considerar que presentan una clara interferencia de rasgos propios del registro de amigo popularizante: en la n° 13 (Quand’eu vejo las ondas, de Roi Fernandiz de Santiago), efectivamente, está presente el mar y se utilizan los sinónimos velida —fremosa— ben feita, para referirse a la dama; en la 43 (Faz-m’agora por ssy morrer, de Vidal, judeu d’Elvas), los elementos aristocratizantes se combinan con otros popularizantes, como eos bem talhado-fremosinha, y la aparición en la primera estrofa de las cervas y el cervo lançado', por el contrario, en la 10 (E já, senhor, aque-vos min aqui, de Johan Mendiz de Briteiros), que es una cantiga de mestria totalmente aristocratizante, el único vínculo que podemos hallar con el resto del grupo es el último verso de la fúnda («como vai cervo lançad’z fugir»). La antología se completa con un anexo que ofrece seis textos procedentes de otras tradiciones líricas románicas (el occitano Altas undas que venez suz la mar, el oitánico Main se leva la bien faite Aelis, los catalanes No puch dormir soleta, no e Si-m levi de bon matí, y los castellanos Cerbatica, que no me la buelbas y ¡Ay! un galán de esta Villa), que prueban la existencia en la Edad Media de esa tendencia popularizante con una serie de rasgos comunes no sólo a toda la Península Ibérica, sino también, por lo menos, a toda la Europa románica, como puede muy bien advertirse en el extenso corpus analizado pormenorizadamente en el libro ya citado de P. Lorenzo Gradin. Elementos popularizantes en las Cantigas de amigo 453 Io) El uso del refrán26, que se encuentra en todas las tradiciones líricas vinculado de algún modo al registro popularizante27, aunque no baste por sí sólo para definir éste28, pues, si así fuese, casi todas las cantigas de amigo serían adscribibles a esta modalidad29. 2°) La preferencia por las estrofas compuestas por dísticos monorrimos (en versos cortos o largos), con un refrán de un solo verso, el cual, además, puede ser de pocas sílabas, y con predominio del esquema rimático aaB30: O meu amigo, que mi dizia que nunca mais migo viveria, par Deus, donas, aqui é ja! Que muito m’el avia jurado que me non visse mais, a Deus grado!, par Deus, donas, aqui é ja! O que jurava que me non visse, por non seer todo quant’el disse, par Deus, donas, aqui é ja! Melhor o fezo ca o non disse: par Deus, donas, aqui é ja! (Pai Soarez de Taveirós, 115,8)31 26 Queda claro que utilizamos refrán en el sentido que adopta habitualmente en la lírica gallego-portuguesa, que coincide con el primero de los tres que puede presentar en la producción francesa de la Edad Media (vid. al respecto el resumen que ofrece M. Tyssens, «Reflexions...», págs. 106-107), aunque las otras dos modalidades están presentes también (en mucha menor medida, especialmente el último) en los trovadores gallego-portugueses. 27 Piénsese en el uso que se hace de él, por ejemplo, en la lírica gallego-portuguesa y francesa, frente, sobre todo, a la tradición —mucho más. apegada al registro aristocratizante— occitana, en la que I. Frank (Répertoire métrique de la poésie des troubadours, Honoré Champion, Paris, 1966, II, pág. 58) registra tan sólo 63 composiciones (de las cuales 15 son anónimas) que contienen refrán, entre las que se encuentran preferentemente albas, baladas y danças. 28 Ni tampoco sea exclusivo, en nuestro caso, de las cantigas de amigo, puesto que se encuentra en todos los géneros poéticos gallego-portugueses. De todos modos, no deja de ser significativo que, mientras que en las cantigas de amor el porcentaje aproximado de cantigas de refrán se mueve en torno al 55% y en las de escarnio no llega al 33%, en las cantigas de amigo los números se invierten completamente, puesto que las construidas con la técnica de mestria rondan solamente el 7% del total (vid. Infra nota 29). 29 Tengamos en cuenta que, de los 501 textos etiquetados en la base de datos MedDB (elaborada y mantenida por el Centro-Ramón Piñeiro, accesible en la dirección electrónica www.cirp.es) como «cantigas de amigo», 426 utilizan esta técnica compositiva, frente a sólo 34 que se construyen como cantigas de mestria (de las restantes, 26 se adscriben a la variante del refrán intercalar, que se corresponde, al menos parcialmente, con la segunda acepción de refrain que registra M. Tyssens —vid. supra—, y las otras 15 han sido transmitidas en su mayor parte de manera fragmentaria, pues sólo disponemos de una estrofa o, en algún caso, también de los primeros versos de la segunda, por lo que carecemos de criterio para clasificarlas como de refrán o de mestria). 30 Como variante de los dísticos, pueden ser empleados trísticos, o estrofas de mayor extensión; y el refrán puede tener una longitud variable, hasta llegar a ser, en algunos casos excepcionales, más largo que la propia estrofa.Véase, por ejemplo, Madre, passou por aqui un cavaleiro, de Fernán Rodriguez de Calheiros (el trovador que abre la sección de las cantigas de amigo en B y V), compuesta por tres estrofas singulares de dísticos endecasílabos (rima femenina, y asonante en la segunda estrofa) más un refrán monorrimo (con rima masculina) de cinco versos de diferentes medidas (9, 4, 4, 5, 9, respectivamente), que parece un cantar popular. O Pela ribeyra do rio salido, de Johan Zorro, que contiene dos estrofas singulares, también de dísticos monorrimos (en este caso, el primer verso es decasílabo y el segundo eneasílabo), seguidos de un refrán de cuatro versos tetrasílabos de rima alternante. 31 Citamos las composiciones por los códigos numéricos (que reproducen, con ligeras variaciones, los estableci­ dos por G. Tavani, Repertorio metrico...) empleados en la edición global del corpus trovadoresco gallego-portugués {Lírica profana galega-portuguesa. Corpus 'compietti das cantigas medievals, con estudio biográfico, análise retórica e 454 MERCEDES BREA 3o) La presencia del paralelismo en cualquiera de sus variantes constituye, en palabras de E. Asensio32, «una de las más antiguas estrategias descubiertas y desarrolladas por los cantores- poetas en los lejanos tiempos cuando la poesía guardaba íntimos contactos con la música, la danza y la magia» (p. 70)33. Su base es, naturalmente, la repetición, pero una repetición simétrica que responde a unas reglas fijas, aunque se puedan establecer distintos tipos de paralelismo, que —siempre siguiendo a Asensio34— se pueden reducir a tres: a) paralelismo verbal, que afecta a las palabras (normalmente se repite el verso inicial cambiando sólo la palabra final por un sinónimo), como en: Ay ondas, que eu vin veer, se me saberedes dizer porque tarda meu amigo sen min? Ay ondas, que eu vin mirar, se me saberedes contar porque tarda meu amigo sen min? (Martin Codax, 91,2) b) paralelismo estructural, que corresponde a la estructurà sintáctica y rítmica y es proba­ blemente el menos utilizado en las cantigas de amigo, en las que, frecuentemente, aparece combinado con el paralelismo verbal o el semántico: Anda [mui] triste [o] meu amigo, mia madr\ e á de mi gram despeito, por que non pode falar comigo e non por al, e faz gram de reito d’ andar [mui] triste o meu amigo, por que non pode falar [co]migo bibliografia específica. Traballo realizado por F. Magán Abelleira, I, Rodino Caramés, Ma C. Rodríguez Castaño, X. X. Ron Fernández, co apoio de A. Fernández Guiadanes e Ma C. Vázquez Pacho, coordinados por M. Brea, Xunta de Galicia (Centro de Investigacions Lingüísticas e Literarias «Ramón Piñeiro»), Santiago de Compostela, 1996). También los nombres de los trovadores son reproducidos con la forma gráfica allí utilizada, y los textos remiten a las ediciones reproducidas en ese corpus. 32 Vid. E. Asensio, Poética y realidad en el cancionero peninsular de la Edad Media, Gredos, Madrid, 1970, 2a ed., págs. 69-119; así como algunos otros trabajos ya clásicos sobre este procedimiento: D. N. Atkinson, «Parallelism in the Medieval Portuguese Lyric», Modern Language Notes, 50, 1955, págs. 281-2B7; G. Tavani, «Parallelismo e iterazione. Appunti in margine al criterio di pertinenza», Cultura Neolatina, 33, 1973, págs. 9-32. Vid. también, entre otras revisiones recientes del recurso, V. Beltrán, A cantiga de amor, Xerais, Vigo, 1995, págs. 128-149; y M. Brea - P. Lorenzo Gradin, A cantiga de amigo, págs. 186-196. 33 A pesar de ello, no deja de poner de manifiesto su sospecha de que «la fusión del provenzalismo y el casticismo y, por tanto, la creación del paralelismo semántico se cumplió primero en la cantiga de amor palaciana» (E. Asensio, Poética..., pág. 100). 34 Cfr. E. Asensio, Poética..., pág. 72. Más adelante (págs. 99-105) resume las diferencias existentes entre paralelismo semántico y literal o verbal. Elementos popularizantes en las Cantigas de amigo 455 Anda [mui] trist[e] o meu amigo, mia madr’, e tenho que seja morto, por que non pode falar comigo e non por al, e non faz gram torto d’ andar [mui] trist[e] o meu amigo, por que non pode falar [co]migo Anda [mui] tristfe] o meu amigo, mia madr’, e anda por en coitado, por que non pode falar comigo e non por al, efaz mui guisado d’ andar [mui] trist[e] o meu amigo, por que non pode falar [co]migo (Estevan Reimondo, 35,2) c) paralelismo semántico, que supone la repetición de significados o conceptos, permitien­ do una mayor variedad estilística que los anteriores, pues la primera estrofa proporciona la clave temática de la cantiga y ésta se desarrolla en las posteriores con un movimiento circular que expresa una sustancia de contenido limitada: Oje quer’ eu meu amigo veer; por que mi diz que o non ousarei veer mia madre, de pram vee-lo-ei e quero tod’ en ventura meter, e des i saia per u Deus quiser. Por en qual coita mi mia madre ten que o non veja, no meu coraçon ei oj’ eu posto, se Deus mi perdón, que o veja e que lhi faça ben, e des i saia per u Deus quiser. Pero mi-o eia non quer outorgar, i-lo-ei veer ali u m’ el mandou e por quanta coita por mi levou farei-lh’ eu est’ e quanto m’ al rogar, e des i saia per u Deus quiser. Ca diz o vervo ca non semeou milho quen passarinhas receou. (Johan Soarez Coelho, 79,41) 4o) El recurso al leixaprénì5, con la consiguiente distribución de la composición en un número par de estrofas (en dísticos monorrimos) que se entrelazan en cobras alternas35 36, se 35 «La conjunción de paralelismo y leixaprén marca con un sello personal las más bellas cantigas de amigo de los cancioneros, destinadas evidentemente a la danza coral» (E. Asensio, Poética..., pág. 91). 36 Son en total 43 las cantigas de amigo que presentan esta estructura (aunque el número coincida, no son exactamente las mismas que recoge V. Beltrán en Canción de mujer, cantiga de amigo). MERCEDES BREA 456 combina con el paralelismo literal y presenta un encadenamiento interestrófico consistente en que el segundo verso de la primera estrofa se repite como primero de la tercera, el segundo de la segunda como primero de la cuarta, y así sucesivamente37: Ondas do mar de Vigo, se vistes meu amigo? e ay Deus, se verrà cedo! Ondas do mar levado, se vistes meu amado? e ay Deus, se verrà cedo! Se vistes meu amigo, o por que eu sospiro? e ay Deus, se verrà cedo! Se vistes meu amado, por que ey gran coydado? e ay Deus, se verrà cedo! (Martin Codax, 91,6) 5o) El empleo de rimas asonantes, que no estaba contemplado en el registro aristocratizante: O anel do meu amigo perdi-o so lo verde pino e chor’ eu, bela! O anel do meu amado perdi-o so lo verde ramo e chor’ eu, bela! Perdi-o so lo verde pino; por en chor’ eu, dona-virgo, e chor’ eu, bela! Perdi-o so lo verde ramo; por en chor’ eu, dona d’ algo, e chor’ eu, bela! _____________ (Pero Gonçalves de Portocarreiro, 128,3)38 37 Es evidente que utilizamos leixaprén en una acepción restringida, que es la que goza de mayor tradición en la lírica gallego-portuguesa, porque cabe aplicarlo a recursos ligeramente diferentes de encadenamiento interestrófico, sobre todo si tenemos en cuenta las rúbricas y la terminología métrica utilizadas en el Cancionero de Baena; vid. al respecto V. Beltrán, «Leixa-pren», en G. Lanciani-G. Tavani (eds.), Dicionário da Literatura Medieval Galega e Portuguesa, Caminho, Lisboa, 1993, págs. 386-387. 38 Éste es, de todos modos, un caso extremo en el empleo de la rima asonante, presente en todas las estrofas, pues lo más frecuente es que este tipo de rima se limite a una (a lo sumo, dos) estrofa, como puede verse en el ejemplo anterior de Martin Codax, donde sólo se detecta en la tercera estrofa. De hecho, J. M. d’Heur (Recherches internes sur la lyrique amoureuse des troubadours galiciens-portugais (XlIe-XIVe siècles). Contribution à l’étude du «Corpus des troubadours», S.I., 1975, págs. 231-247, recoge sólo cinco cantigas de amigo que extienden la asonancia a toda la composición. Elementos popularizantes en las Cantigas de amigo 457 6o) La aparición de ciertas irregularidades métricas, que pueden dar lugar a casos de hipometría o hipermetría que quizás se corregirían con ayuda de la música39, como puede apreciarse en el siguiente texto, en el que las dos primeras estrofas se componen de versos decasílabos de rima masculina, mientras que la tercera contiene versos eneasílabos de rima femenina: Por mui fremosa, que sanhuda estou a meu amigo, que me demandou que o foss’ eu veer a la font’ ú os cervos van bever. Non faç’ eu torto de mi Ih’ assanhar por s’ atrever el de me demandar que o foss’ eu veer a la font’ ú os cervos van bever. Afeito me ten ja por sandía, que el non ven, mas envía que o foss’ eu veer a la font’ ú os cervos van bever. (Pero Meogo, 134,7) 7°) La inclusion de arcaísmos léxicos o soluciones fonéticas arcaizantes, como ha sido puesto de relieve repetidas veces40 a propósito de formas como irmana, louçana, salido, velida, treydes, etc.; o el controvertido 1er o lez41: Mia irmana fremosa, treydes comigo a la igreja de Vig’, u é o mar salido: e miraremos las ondas! Mia irmana fremosa, treydes de grado a la igreja de Vig’, u é o mar levado: e miraremos las ondas! A la igreja de Vig’, u é o mar salido, e verrà i mia madr’ e o meu amigo: e miraremos las ondas! 39 Vid. las indicaciones de M. P. Ferreira (O som de Martim Codax. Sobre a dimensáo musical da lírica galego- portuguesa (sécalos XII-XIV), UNISYS / Imprensa Nacional-Casa da Moeda, Lisboa, 1986) a propósito de las irregula­ ridades métricas que presentan tres de las siete cantigas de Martin Codax. Vid. también A. Fernández Guiadanes y otros, Cantigas do mar de Vigo. Edición crítica das cantigas de Meendinho, Johan de Cangas e Martin Codax, Centro Ramón Piñeiro para a Investigación en Humanidades, Santiago de Compostela, 1998, págs. 246-247. 40 Vid., especialmente, M. Rodrigues Lapa, «O texto das cantigas de amigo», Miscelánea de Lingua e Literatura Portuguesa Medieval, Coimbra Editora, Coimbra, 1982, págs. 141-195 (concretamente págs. 143-155); y C. Cunha, Cancioneiros dos Trovadores do Mar (ed. preparada por E. Gonçalves), Imprensa Nacional-Casa da Moeda, Lisboa, 1999, págs. 214-217. 41 Sobre este término, vid. G. Tavani, «Entre 1er e lez», Ensaios portugueses. Filologia e Lingüística, Imprensa Naciona-Casa da Moeda, Lisboa, 1988, págs. 361-376. MERCEDES BREA 458 A la igreja de Vig’, u é o mar levado, e verrà i mia madr’ e o meu amado: e miraremos las ondas! (Martin Codax, 91,5) 8o) La introducción directa (narratio drammatica) del diálogo que entabla la amiga con su enamorado, con la madre o con algunas confidentes42 (incluso con elementos de la naturaleza, aunque, en este caso, puede tratarse de meras invocaciones, sin respuesta explícita de los interlocutores43). Ese dialogo puede estar distribuido de diversas maneras: cada interlocutor puede ocupar una estrofa cntera (o más de una),, o bien pueden alternarse ambos entre el cuerpo de la estrofa y el refrán, repartirse el interior de una estrofa, o incluso ocupar cada uno un verso (la última variante •.es la que proporciona a la cantiga un ritano más dinámico). Y, de todos modos, es posible que debamos restringir la caracterización como popularizante al diálogo que tiene lugar entre la amiga y la madre, porque en los que sostiene con su enamorado, y en buena medida también con sus confidentes, aparecen a menudo elementos conceptuales propios del registro aristocratizante: — Dizede-m’ ora, filha, por Santa Maria: qual é o voss’ amigo que mi vos pedia? — Madr’, eu amostrar-vo-lo-ei. — Quai é o voss’ amigo que mi vos pedia? se mi-o vós mostrassedes, gracir-vo-lo-ia — Madr’, eu amostrar-vo-lo-ei. — Se mi-o vós amostrardes, gracir-vo-lo-ia e direi-vo-1’ eu logo en que s’ atrevia. — Madr’, eu amostrar-vo-lo-ei. (Nuno Fernandez, 106,8). 9o) La utilización de sinónimos poéticos en alternancia en las estructuras paralelísticas ((amigo-amado, velida-louçana, salido-levado, frolido-granado, etc.), de los que pueden verse varios ejemplos en algunas de las cantigas reproducidas arriba44. 10°) Uso, aunque bastante limitado45, de términos específicos para referirse a la protagonista femenina46: pastor, moga, meninha, pequeña, lougana, velida, delgada, talhada, etc.: Ai Deus, que doo que eu de mi ei, por que se foi meu amigu’ e fiquei ____________ pequeña e d’ el namorada. 42 Esta tercera modalidad aparece normalmente en trovadores más recientes que las otras dos. 43 Esa respuesta, sin embargo, puede existir, aunque sea con carácter excepcional: recordemos, sin ir más lejos, aquella cantiga en la que Don Denis muestra a una amiga dirigiéndose en las cuatro primeras estrofas a las flores del verde pino (Ai flores, ai flores do verde pino, 25,2), y a estas tranquilizándola con las noticias esperanzadoras que le dan en las cuatro restantes. 44 Vid. al respecto E. Fidalgo, «Corpo velido, corpo delgado: a descrición física da amiga», en Día dasLletras Galegas 1998: Martín Codas, Mendiño, Johán de Cangas, ed. de X. L. Couceiro Pérez y L. Fontoira, Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, 1998, págs. 97-112. 45 Excepto para louçana, velida y (ben / de corpo) talhada (/o), rara vez llegan a tres los textos en los que puede apreciarse la presencia de estos términos. 46 Vid. al respecto el libro de E. Corral Díaz, As mulleres ñas cantigas medievais, Edicións do Castro, Sada, 1996.

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(Martin Codax, 91,6). 5o) El empleo de rimas asonantes, que no estaba contemplado en el registro aristocratizante: O anel do meu amigo perdi-o so
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