B OLETIN de la Real Academia de Córdoba, de Ciencias Bellas Letras , y Nobles Artes JULIO-DICIEMBRE 1991 AÑO LXII NUMERO 121 BOLETIN de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes Ario LXI Julio-Diciembre 1991 (cid:9) Núm. 121 CÓRDOBA -= 1992 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE CÓRDOBA DE CIENCIAS, BELLAS LETRAS Y NOBLES ARTES N. 121 El Consejo de redacción de esta Revista está integrado por los siguientes Académicos: D. Manuel Peláez del Rosal (Director), D. José Ma Ocaña Vergara (Censor), D. Rafael Gracia Boix (Bibliotecario), D. Antonio Arjona Castro (Tesorero), D. Joaquín Criado Costa (Secretario a.i.) y D. José Cosano Moyano (Director de Publicaciones). Esta Revista sólo refleja actividades de la propia Academia, no tiene publicidad comercial, y su composición se cubre con subvenciones oficiales de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba, Junta de Andalucía y Ayunta- miento de Córdoba. © Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. Edita y distribuye: Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. Ambrosio de Morales, 9 14003 Córdoba (España) Depósito Legal: CO-27/1959 I.S.B.N.: 84-600-7166-9 (Obra completa) I.S.B.N.: 84-600-7856-6 I.S.S.N.: 0034-060X Imprime: ANDALUCIA GRAFICA, Polígono Industrial, s/n. Telf. 671 422 Fax 670 016 14850 Baena (Córdoba) PRESENTACION Dedicar un libro a una persona se suele hacer por sus merecimientos. En el caso presente la Real Academia ha acordado que el libro que presentamos se ofrezca a D. Baldomero Moreno Espino, y ello por varias razones. Concurren en nuestro homena- jeado diversas circunstancias. En el ario 1989 fue nombrado, "nemine discrepante", Académico de Honor, por su fidelidad a la Institución. Con anterioridad, en 1976, había sido distinguido con las Palmas Académicas, "por su constante y generoso me= cenazgo, su acendrado patriotismo y protección a numerosas empresas de Cultura". Pero desde mucho tiempo antes, siendo aún muy joven, D. Baldomero ya era un devoto de la actividad de la Academia. Sería bastante lo expresado para el ofrecimiento. Pero he aquí dos razones más. Una, D. Baldomero frisa los noventa y dos años. Es una anualidad tan emblemática - como ahora se dice- como conmemorativa. Otra, D. Baldomero es pura actividad. No entiende de jubilaciones administrativas, sigue laborando por sus empresas y por las de los demás. Trabaja por la cultura. Y es asiduo asistente a las secciones académicas. D. Baldomero es un hombre cabal, y por si fuera poco un académico de cuerpo entero, con una vitalidad envidiable, con una gana de luchar inasequible al desaliento, con una lealtad a principios y dogmas inconmovible. Pero sobre todo, es un hombre de fe y de creencias, recto, ecuánime, sabio y justo. Un cordobés ejemplar, un varón virtuoso. Un académico ilustre. Existen, por tanto, sobrados motivos para dedicar un libro producto de la colectivi= dad académica a D. Baldomero Moreno. El primero que la Academia dedica. Un libro de relación reciente, de Encuentros con la realidad provincial y capitalina. En Zuheros, sobre la historia, arte y cultura de una villa esencialmente paisajística de la comarca subbética. En La Rambla, sobre la artesanía popular de cientos de empresa- rios modestos e ilusionados, de industriales del sector, y artistas de renombre. Y en Córdoba, sobre los Patios, que es tanto como decir sobre la esencia cordobesa, la que movió a Romero de Torres a pintar Carmen, La musa gitana, La cantaora del Puente, La nieta de la Trini o La chiquita piconera: la mujer morena; o la que inspiró al compositor Rarnón Medina su Caminito de Santo Dorriingo o la Ofrenda a Nuestra Señora de Linares, o la que ilustró al maestro D. Eduardo Lucena, su Pavana. La esencia cordobesa desde Séneca al Duque de Rivas, desde Góngora a los poetas de Cántico, desde los califas a Manolete. Y también desde la Mezquita a la Catedral, desde el Puente al Alcázar, desde las Ermitas al Gran Río. Córdoba de la Sierra y del Campo de la Verdad, de San Agustín y la Corredera, de la Avenida y la Gran Vía Parque, de Medina Azahara y la Calahorra, del santuario de la Fuensanta y el Triunfo de San Rafael. Córdoba de filósofos, artistas, médicos y poetas. Córdoba culta. Córdoba entera. Sobraría toda referencia al contenido del libro, y quedaría más que justificada la presentación con las precedentes palabras de testimonio sincero y amistad acrisolada a nuestro homenajeado. Pero conviene hacer un breve apartado para reforzar nuestro testimonio. La Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes hace pro- fesión de fe y sanciona con esta huella su compromiso de entroncarse con los Ayunta- mientos, Instituciones y Entidades que depositen en ella su confianza, con el ánimo de abrir nuevas rutas que permitan alcanzar horizontes más lejanos y ambiciosos. Y todo ello para manifestar que la Academia, próxima a cumplir dos centurias, no es una corporación anclada en el ayer, sino enraizada y dinámica en la observación del presente, y expectante en combinar y conquistar el duende y la fascinación de la identidad de Córdoba y su provincia. Felicidades, D. Baldomero, en su próximo aniversario. Y gracias por su espolique, su adhesión, y su continua ayuda moral y material. Quien quiera que sea el que rija los destinos de la Academia, lo hará en pro de la ciencia y de la cultura, y seguirá trabajando por Córdoba, su alma y sus gentes. Decía Maquiavelo que "los que quieren lograr la gracia de un príncipe tienen la costumbre de presentarle las cosas que se reputan como que le son más agradables, o en cuya posesión se sabe que él se complace más. Le ofrecen en su consecuencia: los unos, caballos; los otros, armas; cuales, telas de oro; varios, piedras preciosas u otros objetos igualmente dignos de su grandeza". Nosotros los académicos, que intervinimos en los Encuentros cuyas investigacio- nes aquí se recogen y publican, ahora por escrito, le ofrecemos un modesto libro sin más verdad e importancia que la que cada uno ha considerado propia, pero, eso sí, un libro apretado de ideas y asuntos. El "presente más precioso" que Vuestra Magnifi- cencia sabrá valorar y acoger con la misma benignidad que desde hace mucho tiempo nos dispensais a cambio de nada. Manuel PELÁEZ DEL ROSAL Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes Fundado en el año 1922 (cid:9) (cid:9) AÑO LXII JULIO-DICIEMBRE 1991 Núm. 121 GALERÍA DE ACADÉMICOS ILMO. SR. D. BALDOMERO MORENO ESPINO (Córdoba, 1901). Académico de Honor. Empresario autodidacta. Cursó estudios primarios en el Colegio de los Salesianos, y artísticos en la Escuela de Artes y Oficios de la capital, incorporándose tempranamente al mundo laboral, a los 12 años, edad en la que comenzó a prestar sus servicios en la prestigiosa firma Carbonen y Morand, en la que permaneció desde 1914 a 1935, primero como auxiliar de escritorio y después como encargado de los almacenes generales, hasta que decidió establecerse por cuenta propia en 1935, precisamente cuando fue distinguido como socio de honor del Montepio de Emplea- dos Mercantiles. Con la ayuda de dos queridos e inolvidables amigos, don Rafael Luque Carmona y don José Rodríguez Jiménez, fundó su primera empresa dedicada al comercio de maderas al por mayor y menor. Finalizada la guerra civil amplia su actividad al comercio del aceite de oliva e instala una refinería y una fábrica de jabones poco tiempo después, en 1944, funda la fábrica de mahonesa y otras salsas comestibles amparadas con la marca Musa, en recuerdo de Julio Romero de Torres. En 1949 crea, bajo la rúbrica Moreno S.A., una compañía mercantil para comercializar el negocio del aceite y sus derivados, con cuyo producto había concurrido al certamen organizado por el sindicato del olivo y en el que obtuvo la medalla de oro, al tiempo que abría fábricas de aceite y extracción de orujo en Montilla y Fuente Palmera y se convertía en exportador de la cotizada grasa vegetal por los cinco continentes, en cuya actividad obtiene reiterados galardones como el Enrique Fontana en cuatro ocasiones, creado este por el Instituto de Propaganda Exterior de Productos del Olivar. De 1950 data el establecimiento de otra fábrica de salsas de tomate (catsup) como complemento de las ya existentes en el mercado, en el cuatrilenio 1950/54, adquiere a la firma González Byass las célebres bodegas Benavides, citas en Aguilar de la Frontera al tiempo que consolida, perfecciona y moderniza las ya existentes. A partir de la década de los sesenta funda numerosas sociedades: Tamsa, de tableros, e Hispanoliva y decide instalarse en el extranjero. Colonia en Alemania, Baltimore en EE.UU. Río de Janeiro en Brasil y Roma en Italia son varias de las capitales elegidas para asentar naves de almacenamiento y envasado de aceite de oliva. También se extiende la actividad comercial e industrial a otros productos como la uva, con la novedad del mosto sin alcohol y el tomate frito. Simultáneamente a esta eficaz gestión empresarial e industrial despliega una no menos obra social; con la creación de comedores para obreros y personas necesitadas, economatos subvencionados, y establecimientos para sus obreros, asistencia médica y farmacéutica junto a estímulos salariales, como pionero en las conquistas laborales, legalmente reconocidas muchos años después. Numerosas actividades recreativas y filántropicas resurgen gracia a su actividad y entusiasmo, como las romerías de Santo Domingo y Ntra. Sra. de Linares, promocionando los conciertos líricos y musicales y el festejo nacional, pero destacando sobre todo por su alta resonancia la fundación de la Asociación Benéfica la Sagrada Familia, constructora de cinco mil viviendas, cines, círculos, grupos escolares, campos de futbol y otros centros de esta naturaleza, en los barrios Cañero y Fray Albino, merced al entusiasmo del gran obispo cordobés el dominico Menéndez Reigada del que fue buen amigo y máximo colaborador. Desde la década de los 20 el nuevo Académico de Honor a quien se le había concedido las Palmas Académicas en 1978, por su constante y generoso mecenazgo, su acendrado patriotismo y protección a numerosas empresas de cultura, ha venido desarrollando una callada labor en pro de la Real Academia de Córdoba, palentizada en su adhesión a numerosos actos y su dedicado empeño en favor de la proyección social y nacional de la mas importante institución cultural cordobesa. Numerosas ayudas para la edición del Boletín, publicación de monografías instalación y provisión de medios instrumentales de organización y funcionamiento, son algunos de los proyectos que se han hecho realidad gracias a su generoso ánimo protector amén del siempre apoyo moral con que se ha sabido ganar la simpatía y devoción del cuerpo académico que le votó por unanimidad "nemine discrepante", como académico de honor y a propuesta de la Junta Directiva, dirigida por Manuel Peláez del Rosal, el pasado 7 de diciembre de 1989.
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