Bobby Fischer, leyenda viva del ajedrez Si hay algún personaje en la historia que en vida alcanzó la categoría de mito, éste es sin duda Robert Fischer. No sólo su extraordinaria habilidad en el ajedrez (para muchos el norteamericano sigue siendo el más grande jugador de todos los tiempos), sino que otros muchos factores han contribuido a forjar su leyenda. De la mano de Fischer el ajedrez se puso de moda: su campeonato frente a Spassky fue todo un hito en el mundo del tablero y despertó en todos los países un interés hasta entonces desconocido. Por primera vez todos los medios de comunicación, hasta aquellos diarios parcos en información sobre ajedrez, tuvieron que volcarse ante la creciente demanda de los lectores. Desde hace más de cien años ha habido campeones mundiales, pero ninguno de ellos ha logrado conmocionar con tanto fervor el interés del gran público. Su retirada en la cúspide de su carrera contribuyó a formar una aureola de misterio, pero sin duda alguna privó al ajedrez de auténticos mo- mentos de esplendor. Fischer ha sido el único campeón mundial de Occidente en más de cuarenta años de incesante dominio soviético, pero al margen de este privilegio también cuenta con el de ser el mejor de todos, honor que sólo el actual Garry Kasparov puede discutirle. Su historia merece un capítulo destacado en la historia del ajedrez. El prodigio Fischer Club de ajedrez de Manhattan, Nueva York; un niño que aún viste pantalones cortos se acerca a un famoso maestro internacional norteamericano y le solicita permiso para tomar parte en una competición social del club. Incluyen al joven desconocido en un grupo de tercera categoría. Allí consigue Fischer su primer triunfo. Nació en Chicago el 9 de marzo de 1943. Los padres se separaron dos años después de su nacimiento y Bobby se quedó a vivir con su madre, Regina Wender, de origen suizo, y su hermana Joan, cinco años mayor que él. Los dos hermanos aprendieron a jugar por sí solos al ajedrez gracias a las instrucciones que hallaron en un paquete de pasteles. Contaba Bobby con seis años de edad. Después de su primer contacto con el ajedrez de competición, Fischer empezó a jugar diversos torneos con desiguales resultados, pero lo importante es que disputaba innumerables partidas y sus progresos se acentuaban día a día. En 1956 se preparó para tomar parte en la prueba más difícil de su vida. El Trofeo Lessing J. Rosenwald estaba reservado a los mejores jugadores de Estados Unidos y en realidad era un campeonato norteamericano oficioso. La puntuación sólo le permitió compartir la octava plaza, pero el juego de Fischer, por aquel entonces un niño de trece años, impresionó a todos los especialistas. Su partida ante el experimentado maestro Donald Byrne fue considerada por todos la más brillante del torneo, y a fe que es una partida increíble en un muchacho de tan corta edad. D. Byrne-R. Fischer Estados Unidos, 1956 1. Cf3,Cf6 2. c4, g6 3. Cc3,Ag7 4. d4, 0-0 5. Af4, d5 6. Db3, dxc4 7. Dxc4, c6 8. e4, Cbd7 Apartándose del camino más conocido, que es 8. ..., b5 9. Db3, Da5. Sin embargo, contiene una idea muy aguda. No deben proseguir las blancas con 9. e5, Cd5! 10. Cxd5, cxd5 11. Dxd5, Cxe5!! 12. Dxd8, Cxf3+ con importante ventaja de las negras. 9. Tdl, Cb6 11. Ag5?, ... 10. Dc5, Ag4 Esta imprecisión la castigará Fischer con una combinación al estilo Capablanca 11. ..., Ca4!! Una sorpresa difícil de prever. Contra 12. Cxa4 seguiría 12. ..., Cxe4 13. Db4, Cxg5 14. Cxg5, Axd1 15. Rxd1, Axd4 con abrumadora ventaja. Byrne comprendió esta variante, pero no lo que se avecinaba. 12. Da3, Cxc3 13. bxc3, Cxe4! Segundo susto 14. Axe7, Db6! 15. Ac4, ... Si 15. Axf8, Axf8 16. Db3, Cxc3!! 17. Dxb6, axb6 18. Tal, Tfe8+ 19. Rd2, Ce4+ 20. Rc2, Cxf2 21. Tgl, Af5 + y las blancas están para abandonar. Pero aquí no se acaban las sorpresas. 15. ..., Cxc3!! Tras 16. D x c3, Tae8 17. Da3, Af6 recuperando la pieza 16. Ac5, Tfe8+ 17. Rf1, Ae6!! Esta jugada es en sí misma un prodigio de belleza, pero preverla en el marasmo de una combinación con tan solo trece años únicamente puede significar el estigma de un genio. No faltó quien comparara esta partida con la famosa «Inmortal». 18. Axb6, Axc4+ 19. Rgl, Ce2+ 22. Dc3, Cxf3! 18. Axe6, Db5+ 20. Rf1, Cxd4+ 23. Dxc4, Te1++ 19. Rg1, Ce2+ 21. Rgl, Ce2+ 22. Rfl, Cc3+ 20. Rfl, Cg3+ Otra combinación surgía 23. Rg1, axb6 21. Rgl, Dfl+!! con 21. Td3, axb6! 24. Db4, Ta4! 22. Txfl, Ce2 + + Gracias a esta espléndida jugada las negras han conseguido una torre, dos alfiles y un peón. Ni siquiera pueden tomar el caballo con 25. Dd6, Cxdl 26. Dxdl, Txa2, y la amenaza Tal gana la dama. 25. Dxb6, Cxd1 30. Cxe1, Ad5 26. h3, Txa2 31. Cf3, Ce4 27. Rh2, Cxf2 32. Db8, b5 28. Te1, Txe1 33. h4, h5 29. Dd8+, Af8 Byrne podía haber abandonado, pero se resistía a hacerlo ante un principiante. Lo que sigue no hace sino humillar aún más la causa blanca. 34. Ce5, Rg7 35. Rgl, Ac5+ 36. Rfl, Cg3+ 37. Rel, Ab4+ 38. Rdl, Ab3+ 39. Rcl, Ce2+ 40. Rbl, Cc3+ 41.Rcl,Tc2++ Después de este torneo revalidó su título de campeón junior de Estados Unidos. Pronto quedó claro que la categoría juvenil se le estaba quedando pequeña a pesar de que él era más joven que la mayoría de sus competidores. En 1957 empezó a obtener sus resultados más importantes. Atrás quedaban unos años de actuaciones irregulares. A partir de mediados de este año Fischer iba a ganar todas las competiciones en las que participaba dentro de su país (excepción hecha de la Copa Piatigorsky, celebrada en Santa Mónica en 1966, que como ya dijimos en la unidad anterior fue ganada por Spassky). El eterno campeón americano En diciembre de 1957 comenzó Fischer su primer campeonato absoluto de Estados Unidos, que además estaba considerado el Torneo Zonal de la FIDE, clasificatorio, por tanto, para el Torneo Interzonal. El favorito indiscutible de los catorce participantes era el celebérrimo gran maestro Samuel Reshevsky. Lo que se consideraba a Fischer era una posible sorpresa de cara a obtener una clasificación aceptable, y eso para los más optimistas. Bobby sacó un punto entero al segundo clasificado y no perdió una sola partida con los mejores maestros del ajedrez. Aún no había cumplido los quince años y ya era campeón de los Estados Unidos. Medio año después Fischer acudió a Portoroz para defender su suerte en el Torneo Interzonal. La hazaña de Bobby había sido comentada en Europa, pero en realidad fue más visto como una rareza que como una amenaza. Parecía inverosímil que un muchacho tan inexperto pudiera desenvolverse bien entre la élite mundial, y ciertamente en las primeras partidas Fischer pagó su bisoñez. Su flojo inicio le postergó a la segunda mitad de la tabla, pero todo empezó a cambiar tras su partida de la octava ronda ante Larsen, el que años más tarde habría de ser su gran rival. R. Fischer-B. Larsen Interzonal de Portoroz, 1958 1. e4, c5 4. Cxd4, Cf6 7. f3, 0-0 2. Cf3, d6 5. Cc3, g6 8. Dd2, Cc6 3. d4, cxd4 6. Ae3, Ag7 9. Ac4, ... La variante de Rauzer, adoptada por Fischer, es una de las líneas de juego más agudas contra el sistema del Dragón de la defensa Siciliana. La partida ha de decidirse casi siempre al mejor de un ataque por flancos opuestos. 9. ..., Cxd4 13. Rb1, b4 10. Axd4, Ae6 14. Cd5, Axd5 11. Ab3, Da5 15. Axd5, ... 12. 0-0-0, b5 Fischer estima que su alfil de diagonales blancas quedaba encerra- do tras 15. exd5. Sin embargo esta posibilidad era interesante, dado que abría la co- lumna «e». 15. ..., Tac8? 17. h4, Db5 18. h5, Tfc8 Un error grave. Era necesario 15. ..., Cxd5 con 19. hxg6, hxg6 juego igualado, puesto que ahora el alfil se 20. g4!, a5 convierte en una pieza fundamental 16. Ab3!, Tc7 21. g5, Ch5 Empieza a estar claro que el ataque blanco se desarrolla con mayor rapidez. Contra 21. ..., Ce8 hubiera seguido 22. Axg7, Cxg7 23. Th6, para doblar torres en la columna «h». 22. Txh5!!, gxh5 23. g6, e5 24. gxf7+, Rf8 25. Ae3,… Amenaza con la dama d6. Pero también prepara la entrada Ah6. 25. ..., d5! 26. exd5!, Txf7 27. d6, Tf6 De retirar la torre por la segunda fila, se habría continuado 28. d7 y 29. Dd6+. La jugada del texto entraña un retorno de la calidad, pero ese era uno de los males menores. 28. Ag5!, Db7 29. Axf6, Axf6 30. d7, Td8 31. Dd6+, ... Las negras se rindieron. SI 31. ..., Ae7 32. Dh6++, mientras que 31. ..., Rg7 32. Tgl + es también definitivo. Tras este encuentro una serie de resultados positivos le colocaron en la zona de ascenso. Un empate en la ronda final ante Gligoric, segundo de la prueba, le otorgó acceso a su primer Torneo de Candidatos a la corona mundial y, automáticamente, le valió el título de gran maestro, ¡con tan solo quince años de edad! De vuelta en Estados Unidos, el triunfal Fischer participó en el campeonato nacional y defendió con éxito su título. En 1959 tomó parte en cuatro pruebas internacionales (un error, sin duda, puesto que afrontó su compromiso del Torneo de Candidatos pasado de forma), pero no jugó en su país hasta el nuevo torneo nacional, que, por supuesto volvió a ganar, como lo hizo todos los años hasta 1966. Ahora esto ya no era noticia. Cada vez que Fischer disputaba el campeonato de Estados Unidos la incógnita era saber cuántos puntos iba a sacar de ventaja al segundo clasificado y comprobar si alguien podía batirle aunque fuera en una sola partida. Especialmente memorable fue su actuación del año 1963: Bobby ganó una tras otra las once partidas que disputó, y quedó a 3,5 puntos de Evans, quien ocupó la segunda plaza. Su encuentro frente a Robert Byrne ocupa un lugar destacado en cualquier antología de partidas. R. Byrne-R. Fischer Campeonato de EE.UU, 1963 1. d4, Cf6 5. cxd5, cxd5 2. c4, g6 6. Cc3, Ag7 3. g3, c6 7. e3, ... 4. Ag2, d5 La continuación elegida por Byrne es una de las más sólidas contra la defensa Grunfeld, pero esta última jugada es ya demasiado pasiva. Más acorde con la posición era continuar con 7. Cf3 y eventual- mente Ce5. 7. ..., 0-0 10. b3, Aa6 8. Cge2, Cc6 11. Aa3, Te8! 9. 0-0, b6 12. Dd2, e5! Para apoderarse de la iniciativa con las piezas negras, es necesario tomar riesgos; en ese sentido a Fischer no le importa quedar con el peón aislado si con ello procura excelentes colocaciones para sus piezas. La personalidad de Fischer en el tablero Cuando sólo con 15 años Fischer se convirtió en uno de los can- didatos al título mundial (hito único en la historia del ajedrez), el juego del norteamericano, si bien impresionante, no había al- canzado su plena madurez. La serie de torneos de alto nivel que disputó en el viejo continente asentaron su fuerza. En la táctica su capacidad para analizar variantes no tenía nada que envidiar a cualquier gran maestro del mundo. Pero a la vez estaba desa- rrollando un fino sentido posicional con la naturalidad que se presume a un jugador veterano. Pero, aparte de estas cualidades necesarias para ser una gran figura, lo que distinguía a Fischer era una voluntad arrolladora de ganar todas y cada una de las partidas independientemente de la trascendencia del punto que había en juego. Tal era la confianza en su juego que la palabra «tablas» parecía desterrada de su diccionario. Sólo así se explican resultados como el del campeonato de EE UU de 1963 y posteriormente encuentros en el Torneo de Candidatos. Cuando un maestro tiene casi ganado un torneo, un empate oportuno para no poner en peligro el triunfo suele ser una consigna general, pero para Fischer este tipo de arreglos no existía: unas tablas significaban perder medio punto. Esta era la faceta de la personalidad de Fischer que cautivaba a los aficionados y lo hacía temible para sus adversarios. Esto es muy propio del valiente estilo del genial norteamericano. 13. dxe5, Cxe5 14. Tfdl, ... Una jugada imprecisa que descuida el punto f2. Pero la posición negra ya era mejor 14. ...,Cd3! 15. Dc2, ... La alternativa 15. Cf4, para expulsar el caballo, tampoco habría tenido éxito en su propósito. La continuación 15. Cf4, Ce4! 16. Cxe4, dxe4! 17. Tabl, Tc8 18. Cxd3, Ac3!, seguido de exd3, habría dejado a Byrne en muy difí- cil tesitura. 15. ..., Cxf2!! 16. Rxf2, Cg4+ 17. Rgl, Cxe3 18. Dd2, Cxg2!! Una decisión que causó bastante sorpresa. Con 18. ..., Cxdl las negras habrían conseguido una posición excelente. Pero, en lugar de decantarse por una lucha tensa, Fischer escoge el camino creativo. 19. Rxg2, d4! 20. Cxd4, Ab7+ 21. Rfl, ... También había previsto Fischer una victoria contra otras respues- tas: 21. Rgl, Axd4+ 22. Dxd4, Tel+! 23. Rf2, Dxd4+ 24. Txd4, Txal. O bien 21. Rf2, Dd7!! 22. Tacl, Dh3 23. Cf3, Ah6 24. Dd3, Ae3+, con inmediato triunfo de las negras. 22. ..., Dd7 El legado de Fischer Ataque y defensa Bobby Fischer se retiró del mundo del ajedrez cuando había alcanzado lo máximo a lo que podía llegar en el mundo del tablero, y cuando Partida jugada en Buenos Aires, había demostrado que, al 1960 menos en este tiempo, su Blancas. Osvaldo Bazán ajedrez no tenía rival. Negras: Bobby Fischer Algunos otros deportistas tomaron la misma decisión, y por muy estrictamente lógico Después de su relativo 9. Ae2, g5 que pueda parecer el hecho contratiempo en el Torneo 10. Ag3,Ce4 de irse cuando ya se ha de Candidatos de logrado todo, no consiguieron consolar la decepción de Yugoslavia 1959, el juego de esos miles de aficionados Fischer no decayó lo más que se frotaban las manos mínimo. pensando ser testigos históricos del más grande genio del siglo. Privar al Bobby era aún un mundo del ajedrez de la be- muchacho en continuo y lleza de asombrosas partidas vertiginoso ascenso y la es la eterna queja cuyo eco aún resuena hoy día. fuerza de su juego se Pero hay otras muchas cosas asentaba día a día. Su pri- que se deben agradecer al mer gran triunfo en una excéntrico ajedrecista de prueba internacional se Chicago. Ante todo, el mérito de haber conseguido elevar produjo en el Torneo de Fischer ha adoptado una el ajedrez al plano de noticia Mar del Plata 1960. Allí línea poco frecuente del de primera página. El haber pasó por delante del astro despertado el interés de gambito de Dama, cuyo soviético pujante Boris millones de personas de todo propósito primero es el mundo, muchas de las Spassky, y de un flamante obstaculizar el desarrollo cuales ni siquiera habían ex subcampeón del mundo, aprendido a mover las normal del blanco, aun a David Bronstein. piezas. Ha quedado esta- costa de crear ciertas dísticamente demostrado que debilidades en el campo después del «match del El triunfo se produjo en propio. La idea es siglo» el número de toda la regla. Tan solo fue federados aumentó bastante confusa, pero derrotado una vez, y en espectacularmente en todos nadie puede negar la los rincones de la Tierra y el trece ocasiones doblegó a su habilidad del ajedrez ha conseguido un oponente. La presente es norteamericano para prestigio que hasta 1972 no una de las partidas que tenía. sacarle el máximo partido. mejor ilustran la capacidad Hay algo todavía que se debe elogiar a la figura de Bobby del norteamericano para 11. Tcl, Da5 Fischer, y esto es combinar con eficacia 12. 0-0!?,... precisamente lo que sus mortal el ataque y la de- coetáneos tan ácidamente le Sacrificando un peón por fensa. criticaron en su tiempo: el desarrollo Bobby era acusado de 12. ..., Axc3 1. Cf3, Cf6 13. bxc3, Cxc3 2. c4, e6 14. De1, Ce2+ 3. Cc3, d5 15. Dxe2, c4 4. d4, Ab4 16. e4!,... 5. cxd5, exd5 6. Ag5, h6 7. Ah4, c5 8. e3, Cc6 Nos encontramos así a Fis- con peón de ventaja y buena cher en una situación poco posición blanca. habitual, la de tener que defenderse. Bobby 21. Txc4, Dxe4 demostrará también sus 22. Cxe4, Ce2+ facultades en este campo 23. Rhl, Ad7 con una combinación magistral de defensa y El único cuadro a salvo de los ataque. dobles de caballo. Pero aún no ha pasado el peligro, porque el vedettismo cuando aprovecha- 16. ..., Ae6 caballo negro permanece ba su fama para exigir condi- 17. Ac7!?, Dxc7!! atrapado. ciones de juego más dignas, cambios en las estructuras de la Federación y mejores retri- ¿Merece dos signos de 24. Tel, Rf8 buciones económicas. Lo que admiración una jugada tan 25. Cf6, ... los censores injustos no men- obvia? Sin duda alguna sí, 25. Txe2, A b5! cionan es que muchas de las cosas que el norteamericano porque para realizarla las 25. ..., Ab5 denunciaba fueron reconocidas negras tenían que haber 26. Tb4, Aa6 más tarde, y algunos de los previsto con todo detalle la 27. Cd7+!, ... cambios propuestos se adop- taron tras su ida. Tampoco continuación de la partida. debe ignorarse que las exigen- Si 17. ..., b6 18. Ce5, Cxe5 Un excelente recurso han en- cias de Fischer no eran reali- 19. Dxe5 las negras contrado las blancas, puesto zadas exclusivamente para lu- atraviesan dificultades que el rey negro se ve empu- cro personal, sino que de ellas podía beneficiarse la familia insalvables. jado hacia la columna central ajedrecística en conjunto. Así (27. .., Rg7?? 28. Txg4+, Rh7 pues se dieron casos en los 18. e x d5, g4! 29. Cf6++). que Fischer reclamaba más di- 19. Cd2, Cxd4 nero par el fondo de los pre- 20. De4, Df4!! 27. ..., Re7 m ios, y no para sus propios ho- norarios. Caso claro de esto 28. Cc5, The8!! fueron sus reclamaciones para el Campeonato Mundial. No cabe duda de que los gran- des maestros de hoy en día se Ignorando la presencia del han beneficiado de los logros monarca. La descubierta en la de Fischer y de sus intentos columna «e» sentencia la par- por hacer del ajedrez una acti- vidad más digna. A él deberán tida. agradecérselo como los grandes pianistas agradecen el 29. Cxa6, Rd6!! divismo de Liszt, ya que antes 30. Txb7, Cg3+ d el genial húngaro los músicos pasaban por las salas de 31. hxg3, Txel+ conciertos sin el papel 32. Rh2, Tc8+ preminente que ahora tienen. 33. Txf7, Tccl En este espléndido Las blancas se rindieron. Una movimiento agresivo basaba partida impecable que deja Fischer toda su defensa. bien claro el dominio de Fis- Recuperar la pieza dejaría a cher de todas las facetas del las blancas en posición juego. difícil. P. e.: 21. Dxf4, Ce2+ 22. Rhl, Cxf4 23. dxe6, b5 (o 23. ..., Cxe6)
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