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Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben PDF

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REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 507 Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben1 BioPower and economic theology. Critical review of the Giorgio Agamben’s proposals Adán SALINASARAYA Universidad Complutense de Madrid Recibido: 28/04/2014 Aceptado: 07/09/2014 Resumen El artículo realiza una revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben, mostrando las tensiones entre el Homo sacer I y El reino y La glo- ria. En esta revisión se toma en especial consideración la forma en que una posible teología económica constituiría una proyección del análisis de Foucault sobre la biopolítica; o más bien una forma de continuidad de la teo- logía política schmittiana. Para esto se reconstruyen los argumentos principa- les de la propuesta agambeana y algunos de los debates de Schmitt con Benjamin y Peterson. En el primer caso, respecto al mesianismo, y en el segundo respecto a la imposibilidad de toda teología política. La teología eco- nómica de Agamben y la teología política de Schmitt compartirían un mismo status, ambas expresarían la convicción de que la teología es capaz de legiti- mar un discurso y un orden político. 1El artículo recoge parte de los resultados de la investigación doctoral Los discursos sobre el biopoder. Itinerario Crítico Conceptual, Discusiones y Propuestas, financiada por la Comisión Nacional de Investigación Científica y tecnológica (CONICYT) de la República de Chile. Anales del Seminario de Historia de la Filosofía 507 ISSN: 0211-2337 Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 http://dx.doi.org/10.5209/rev_ASHF.2014.v31.n2.47580 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 508 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben Palabras clave:Teología política, soberanía, teología económica, biopolíti- ca, secularización. Abstract The article make a critical review of the Giorgio Agamben’s proposals, sho- wing the tensions between Homo sacer I and The Kingdom and the Glory. In this review is taken in particular consideration how a possible economic theo- logy would constitute a projection of the Foucault’s biopolitical analysis; or rather, continuity of schmittians political theology. For this, the main argu- ments of the Agamben’s proposal and some of the Schmitt debates with Benjamin and Peterson are reconstructed. In the first case, regarding messia- nism, and the second, regarding the impossibility of political theology. The economic theology of Agamben and the political theology of Schmitt would share a same status, both necessarily express the conviction that theology is able to justify a speech and a political order. Keywords: Political theology, sovereignty, economic theology, biopolítics, secularization. 1. Introducción El Reino y la Gloriaes un libro altamente complejo y al mismo tiempo impli- ca un trabajo arduo, probablemente inaccesible sin un contacto previo con la teo- logía. El texto se propone como una continuación del discurso tanto del Homo Sacer, como de una genealogía del gobierno en la estela del trabajo de Foucault2. A pesar de ello, la argumentación agambeana cambia de foco, respecto de lo que había propuesto en textos anteriores. De este modo, podemos apreciar una suerte de tránsito desde el problema del biopoder y la soberanía, al del gobierno y la 2“Este estudio se propone investigar los modos y las razones por los que el poder ha ido adqui- riendo en Occidente la forma de una oikonomia, es decir, del gobierno de los hombres. Se sitúa, por tanto, en la estela de los trabajos de Michel Foucault sobre la genealogía de la gubernamen- talidad; pero trata, a la vez, de comprender las razones internas por las que aquellos no alcan- zaron su culminación. La sombra que la interrogación teórica del presente proyecta sobre el pasado alcanza aquí de hecho, mucho más allá de los límites cronológicos que Foucault asignó a su genealogía, a los primeros siglos de la teología cristiana, que contemplaron la primera e incierta elaboración de la doctrina trinitaria en la forma de una oikonomia”. AGAMBEN, Giorgio. El Reino y la Gloria. Por una genealogía teológica de la economía y el gobierno. Homo sacer II, 2. Trad. Antonio Gimeno Cuspinera. Pre-textos, Valencia, 2008, p. 13. Anales del Seminario de Historia de la Filosofía 508 Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 509 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben economía. Lo que es coherente con el giro que el propio Foucault ha dado al pro- blema del biopoder en los últimos dos cursos sobre el tema3. Pero, al mismo tiempo, estos cursos aparecen sólo parcialmente en el análisis de Agamben. El nacimiento de la biopolítica directamente no se encuentra en la bibliografía, y en cuanto a Seguridad, Territorio, Población se nota una apropiación parcial. Agamben da algunos pasos que de hecho hacen que la famosa tesis del Homo sacer I según la cual El campo de concentración sería el paradigma biopolítico de la actualidadresulte insostenible; pues la biopolítica ya no sería extensión de la soberanía sino que sería necesario encontrar su arcano en el dogma trinitario. De hecho, gobierno, biopolítica y teología económica formarían un bloque; mientras que soberanía y teología política formarían otro bloque distinto. La for- mación del primer bloque, y el abandono del biologicismo –o del zoologismo en este caso-, son antecedentes que muestran cómo Seguridad, Territorio, Poblaciónha influenciado el trabajo de El Reino y la Gloria. Evidentemente, el hecho de que Agamben emprenda la búsqueda de una genealogía de la economía moderna, es el argumento más robusto en este sentido y es una forma de leer Seguridad, Territorio, Población. Aunque el rumbo teológico de la investiga- ción, la falta de desarrollo del problema de la seguridad y especialmente del pro- blema de la población, muestran que se trata de una apropiación parcial. Además si se revisan en detalle las páginas de Agamben, Seguridad, Territorio, Población aparece directamente en no más de seis o siete páginas de El Reino y la Gloria. Al mismo tiempo, la ausencia de El nacimiento de la biopolítica es muy clara, no sólo porque no aparece en la bibliografía; sino también, porque sus perspectivas de análisis y su léxico están ausentes4. Son importantes estos ante- cedentes, pues la deriva teológica de la economía en Agamben, choca abierta- 3Es decir Seguridad Territorio, Poblacióny El nacimiento de la Biopolítica. Esto es precisa- mente lo que ha planteado Edgardo Castro aunque brevemente. Ver CASTRO, Edgardo. «Biopolítica: De la Soberanía al Gobierno». En Revista Latinoamericana de Filosofía, Vol. XXXIV Nº 2, primavera 2008. En todo caso, la noción de ‘gobierno’ aquí implicada, me pare- ce que no se corresponde de manera directa con la de ‘gubernamentalidad’ presentada por Foucault, como se verá a continuación. 4Sería conveniente que Agamben hiciera explicita la transformación o los giros del discurso, por ejemplo, que aclarara en algún momento: ‘las ideas sobre el biopoder que he planteado en Homo sacer no pueden mantenerse intactas, sino que deben reentenderse, a partir de Seguridad Territorio Población, texto al que no tenía acceso durante la redacción de Homo sacer’; sin embargo este gesto está todavía pendiente, aunque no sólo en el caso de Agamben. Es muy difícil que Agamben pudiera adelantar lo que sucedería con el análisis del biopoder en El Nacimiento de la biopolítica, el giro foucaulteano es demasiado profundo. En cierto sentido esto excusa al Homo Sacer I; pero es complejo que El reino y la Gloriaomita a El Nacimiento de la biopolítica, pues el texto ya está disponible tres años antes (2004) de la publicación de El Reino y la Gloria(2007), y no es posible decir que sea un texto prescindible si se pretende continuar el trabajo de Foucault. Esta omisión pone en tela de juicio el proyecto completo del Homo Sacer, como opción hermenéutica válida de los discursos sobre el biopoder. 509 Anales del Seminario de Historia de la Filosofía Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 510 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben mente con lo que se puede extraer como proyecto de continuidad de El naci- miento de la biopolítica. Me parece que esta deriva no es un gesto distractor para ontologizar o alegorizar el problema biopolítico y alejarlo de una crítica a la eco- nomía política en el contexto del neoliberalismo -que sería una lectura suspicaz aunque posible del problema-; sino que en definitiva las apuestas teóricas cen- trales de Agamben ya estaban lanzadas y torcer el camino hacia El nacimiento de la biopolíticahubiese implicado desandar gran parte del camino. Por esta razón, en El Reino y la Gloria, Agamben toma opciones, que podrían parecer extrañas, a quien ha seguido el desarrollo del problema en Foucault; pero que se explican por las opciones previas del trabajo de Agamben. Pretendo a continuación hacer más nítidas algunas de esas opciones y también de las aporías que traen consigo. 2. El gobierno teológico El problema principal, en esta etapa del trabajo agambeano, es el del gobierno como economía. Para mirar esto Agamben propone una genealogía - usando sus propios términos- del problema teológico, este gesto sería un gesto ‘experimental’, se trataría de un ejercicio de laboratorio. Es decir, se trata de un gesto auxiliar, de una hipótesis presuntiva y de una exploración. Al menos estas son las pretensiones iniciales; para ser honestos, a lo largo de la investi- gación parece perderse de vista la vocación exploratoria del análisis y encau- zarse a afirmaciones fuertes. Pero las pretensiones iniciales están propuestas como una exploración. Situar el gobierno en su locus teológico en la economía trinitaria no signi- fica tratar de explicarlo por medio de una jerarquía de las causas, como si a la teología le correspondiera necesariamente un rango genético más origi- nario; significa, en cambio, mostrar que el dispositivo de la oikonomiatri- nitaria puede constituir un laboratorio privilegiado para observar el funcionamiento y la articulación –interna y externa a la vez de la máquina gubernamental. Porque en él; por decirlo así, aparecen en su forma para- digmática los elementos –o las polaridades- en que se articula la máquina5. Como se ve, las pretensiones deben ser modestas. Particularmente no debe otorgársele a las explicaciones teológicas una jerarquía mayor, aunque sí un lugar privilegiado, que se justifica porque funcionarían como ‘paradigma’. 5AGAMBEN, Giorgio. El Reino y la Gloria, Op. Cit., 13. Anales del Seminario de Historia de la Filosofía 510 Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 511 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben Hay que mantener cierta distancia con esta idea de paradigma como matriz explicativa. Me parece que asumiendo esta llamada a reconocer los propios límites resulta más valiosa esta genealogía de la oikonomia. Todavía queda por despejar en qué sentido habría una idea de gobierno en la teología trinitaria y si esa noción de gobierno en realidad autoriza, o no, a hacer los vínculos entre la idea moderna de economía –particularmente la de economía política que es la que ha preocupado a Foucault- y la idea especifica de gubernamentalidad que serían, el punto de llegada del análisis de Foucault. Quisiera tratar de recons- truir argumentalmente el análisis de Agamben, para así tener a la vista el pano- rama completo desde el principio. Me parece importante realizar esto porque es fácil perderse en las discusiones patrísticas y luego en los decorados de la tratadística medieval y dejar de mirar el conjunto, la dirección general del argumento y finalmente las opciones que se asumen, que son lo que verdadera- mente importa en esto. Me parece que el análisis de Agamben puede dividirse entre tres segmentos. El primero de estos tramos es el que propone que existen dos paradigmas, el de la teología política y el de la teología económica. Me parece que puede resumirse en los siguientes pasos. A) El problema del gobierno, en el occiden- te moderno, tiene un antecedente importante en los discursos sobre la oikono- mia de la patrística cristiana6. B) Estos discursos han sido profundamente malentendidos por la teología contemporánea que asigna al término oikonomia la significación exclusiva de un plan y una historia de la salvación7. C) El aná- lisis de las discusiones trinitarias y cristológicas entre el siglo II y hasta el siglo V, muestran que el significado originario del término remite más bien a la administración8. D) Este significado continúa la acepción doméstico-adminis- 6“Por razones que irán apareciendo en el curso del estudio, la historia de la teología econó- mica, que conoció un imponente desarrollo entre los siglos II y V de nuestra era, ha permane- cido en la sombra, no sólo entre los historiadores de las ideas sino hasta en los propios teólogos, hasta tal punto que incluso el significado preciso del término ha caído en el olvido”. Ibid. p. 17. 7“Tanto Hipólito como Tertuliano se ven confrontados a adversarios (Noeto, Práxeas), llama- dos por ello monarquianos, que se atienen a un monoteísmo riguroso y ven en la distinción personal entre el Padre y el Verbo el peligro de una recaída en el politeísmo. El concepto de oikonomia es el operador estratégico que, antes de la elaboración de un vocabulario filosófi- co apropiado, que sólo tendrá lugar durante los siglos IV y V, permite una conciliación provi- sional entre la trinidad y la unidad divina. La primera articulación del problema trinitario se produce, pues, en términos ‘económicos’ y no metafísico-teológicos, y por esta razón, cuando la dogmática nicenoconstantinopolitana alcance su forma definitiva, la oikonomia desapare- cerá progresivamente del vocabulario trinitario para conservarse sólo en el de la historia de la salvación”. Ibid., p. 51. 8“La oikonomia se presenta aquí como una organización funcional, una actividad de gestión que no está vinculada a otras reglas que no sean el ordenado funcionamiento de la casa (o de la empresa en cuestión). Es este paradigma “de gestión” el que define la esfera semántica del 511 Anales del Seminario de Historia de la Filosofía Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 512 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben trativa que el término tenía en la propuesta de Aristóteles9. E) Esto debe llevar a refutar la idea de plan salvífico, mal atribuida a las cartas paulinas, por la tra- dición teológica más contemporánea10. F) Lo anterior elimina la idea de un misterio de la economía, manteniendo la de una economía del misterio, vale decir, un sentido administrativo o de gobierno, y no un sentido metafísico como historia de la salvación11. G) Esto muestra cómo el problema del gobier- no mantiene una determinación teológica, aunque esta determinación no sería la de una teología política (la monarquía del dios único); sino la de una econo- mía teológica (la acción, el orden o el gobierno de las relaciones trinitarias)12. H) Estas dos posibilidades conformarían en realidad dos paradigmas teológi- término oikonomia (como la del verbo oikonomein y el sustantivo oikonomos y determina su progresiva ampliación analógica más allá de los límites originales. Ya en el Corpus Hippocraticum (Epid., 6, 2, 24), hē perí noseonta oikonomiē designa así el conjunto de las prácticas y de los dispositivos que el médico debe poner en acto con el enfermo(….) Aquí oikonomia, según una inflexión semántica que ya se convertirá en inseparable del término, designa una praxis y un saber no-epistémicos, que, aunque en sí mismos puedan parecer no conformes al bien, deben juzgarse solamente en el contexto de las finalidades que persiguen. Ésta es la base sobre la que, en la época cristiana, el término oikonomia se trasladó al ámbi- to teológico”. Ibid., pp. 34-36 9“Oikonomia significa “administración de la casa”. En el tratado aristotélico (o seudoaris- totélico) sobre la economía, se lee así que la technē oikonomikē se distingue de la política, como la casa (oikia) se distingue de la ciudad (polis). La diferencia se subraya en la Política, donde el político y el rey, que pertenecen a la esfera de la polis, se contraponen cualitativamente al oikonomos y el despotēs, que se refieren a la esfera de la casa y de la familia. Hasta en Jenofonte (un autor en que la oposición entre casa y ciudad es ciertamente menos pronunciada que en Aristóteles), el ergon de la economía es la ‘buena administración de la casa’…”.Ibid., p. 33. 10“Entre los ejemplos significativos se encuentran el uso de oikos en 1 Tm 1,3-15, en que la comuni- dad se define como “casa” [y no “ciudad”) de Dios” (oikos theou) y el de oikodomē y oikodomeo (términos, que se refieren a la construcción de la casa) en el sentido “edificante” de construcción de la comunidad (Ef 4,16; Rm 14,19; Ca 12, 19). El que la comunidad mesiánica sea representada desde el principio en los términos de una oikonomia y no en los de una política es un hecho cuyas implica- ciones para la política occidental están todavía por examinar”. Ibid., p. 41. 11“Ahora es posible aprehender con más precisión el significado decisivo de la inversión de la expresión paulina “economía del misterio” en “misterio de la economía”. Lo misterioso no es, como en Pablo, el plan divino de la redención, que requiere una actividad de actuación y de revelación –una oikonomia, precisamente- en sí misma clara. Lo misterioso es ahora la propia economía, la propia praxis a través de la cual Dios dispone a la vez la vida divina, arti- culándola en una trinidad, y el mundo de las criaturas, confiriendo a cada acontecimiento un significado oculto. Pero este significado oculto no es sólo, según el modelo de la interpreta- ción tipológica, alegoresis y profecía de otros acontecimientos salvíficos, que se disponen así a constituir una historia; sino que coincide con la “economía misteriosa”, con la dispensa- ción misma de la vida divina y de su gobierno providencial del mundo”.Ibid., p. 66. 12“Entre el unitarismo inarticulado de los monarquianos y del judaísmo y la proliferación gnóstica de las hipóstasis divinas, entre el extrañamiento del mundo del Dios gnóstico y epicúreo y la idea estoica de un deus actuosus que ejerce su providencia sobre el mundo, la oikonomia hace posible una conciliación en la que el Dios trascendente, uno y trino a la vez, puede –sin dejar de ser trascendente- asumir sobre sí el cuidado del mundo y fundar una praxis inmanente de gobierno cuyo misterio supramundano coincide con la historia de la humanidad”. Ibid., p. 66. Anales del Seminario de Historia de la Filosofía 512 Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 513 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben cos completamente diferentes, uno identificable con la teología política y otro con una teología económica. El segundo momento busca establecer cómo la discusión anterior transmite su núcleo de sentido a una segunda problemática teológica. Me refiero a las discusiones sobre la providencia. Me parece que los pasos serían los siguien- tes. A) Los principios anteriores se continúan en la diferencia entre Reino (teo- logía política) y Gobierno (teología económica)13. B) No obstante, del reino político y del gobierno económico la teoría de la providencia hace surgir el gobierno providencial, que reconoce al mismo tiempo el principio de poder absoluto y el gobierno a partir de las causas segundas14. D) Este gobierno pro- videncial es trascendente en cuanto apela al principio soberano e inmanente en cuanto está en relación con el orden natural y económico15. E) Tal idea de pro- videncia en cuanto expresa un orden del mundo concebido como gobierno del mismo, se pone en contacto con la idea de gobierno contenida en la economía moderna16, pues ésta nace con la idea de orden natural sostenida por los fisió- cratas y desde aquí con la idea de gobierno presentada por Foucault como administración económica17. 13“Por nuestra parte, hemos puesto de manifiesto, por el contrario, que el primer germen de la división entre reino y gobierno está en la oikonomia trinitaria, que introduce en la divinidad misma una escisión entre ser y praxis. La noción de ordo en el pensamiento medieval-y singu- larmente en Santo Tomás de Aquino- no consigue suturar tal escisión si no es reproduciéndola en su interior como fractura entre un orden trascendente y un orden inmanente (y entre ordi- natio y executio)”. Ibid., p. 127. 14“Dios gobierna el mundo como causa primera (‘ad modum primi agentis’: ibid., 1, q. 105, a. 5, ad. L) y confiere a las cosas creadas su forma y naturaleza propias y las conserva en el ser; pero esto no impide que su operación implique también la de las causas segundas (‘nihil prohibet quin una et eadem actio procedat a primo et secundo agente’: ibid., 1, q. 105, a. 5, ad. 2). El gobierno del mundo resulta así de la articulación de una jerarquía de causas y órde- nes, de Reino y gobiernos particulares”. Ibid., p. 111. 15“Si Reino y Gobierno están separados en Dios por una distinción tajante, ningún gobierno del mundo será, en realidad, posible: tendremos, por una parte, una soberanía impotente y, por otra, la serie infinita y caótica de actos (violentos) de providencia particular. El gobierno sólo es posible si Reino y Gobierno están correlacionados en una máquina bipolar: éste es, en rigor, el resultado de la coordinación y articulación de la providencia general y de la providencia especial; o, en palabras de Foucault, del omnes y del singulatim”. Ibid., p. 130. 16“A partir de ahora debería quedar claro en qué sentido se puede decir que el dispositivo providencial (que no es el mismo más que una reformulación y un desarrollo de la oikonomia teológica) contiene algo similar a un paradigma epistemológico del gobierno moderno. Es conocido que, en la historia del derecho tardó en formarse una doctrina del gobierno y de la administración pública (por no hablar del derecho administrativo que como tal, es una crea- ción específicamente moderna). Pero mucho antes de que Ios juristas empezaran a desarrollar los primeros elementos de aquélla, los filósofos y los teólogos habían elaborado ya su canon en la doctrina de la gubernatio providencial del mundo”. Ibid., p. 158. 17 “El haber pasado por alto esta precaución metodológica es lo que no sólo impidió a Foucault desarrollar hasta el final de una manera convincente su genealogía de la guberna- mentalidad, sino también lo que ha comprometido las valiosas investigaciones de Michel 513 Anales del Seminario de Historia de la Filosofía Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 514 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben El tercer momento de la argumentación general va a intentar despejar una nueva vía a partir de la propuesta asignada a Peterson18de que el modelo teoló- gico para interpretar la política no estaría en la soberanía, sino en la liturgia. Los pasos me parece que son los siguientes. A) La liturgia como asamblea (eklessia) terrena y celestial muestra la importancia de los ángeles19 (asamblea celestial) que en su función ministerial-administrativa20, develan la verdadera condición de la gubernamentalidad21. B) De este modo, el problema teológico clave en torno al gobierno no se relaciona con dios, sino con los ángeles, no con el rey, sino con los ministros y funcionarios22. C) La gloria expresada en la liturgia con sus salmodias, himnos y doxologías, es así un elemento central de la función política23. D) Esta función gloriosa es fundamental en los regímenes Senellart sobre Arts de gouverner. Du «régimen» médiéval au concept du gouvernement. El concepto moderno de gobierno no continúa la historia del régimen medieval, que representa, por decirlo así, una especie de vía muerta en la historia del pensamiento occidental, sino la de la tratadística sobre la providencia, mucho más amplia y articulada por lo demás, que, a su vez, tiene su origen en la oikonomia trinitaria.”Ibid., p. 128. 18“En 1935, en el mismo año en que, en su monografía sobre el Monoteísmo como problema político, había negado resueltamente la posibilidad de una teología política cristiana, Peterson afirmaba el carácter “político” y “público” tanto de la ciudad celestial como –a través de su participación litúr- gica en ésta de la Iglesia. Y lo hizo, inesperadamente, en forma de un breve tratado sobre los ángeles (Das Buch van den Engeln. Stellung und Bedeutung der heiligen Engel im Kultus, de 1935), que ha permanecido apartado de la bibliografía del teólogo, pero que debe ser leído junto a su libro más conocido, del que constituye, en algún modo, un complemento esencial”. Ibid., p. 161. 19“y si la politicidad y la verdad de la ekklēsia se definen por su participación en los ángeles, entonces también los hombres sólo pueden alcanzar su plena ciudadanía celestial imitando a los ángeles y participando con ellos en el canto de alabanza y de glorificación. La vocación política del hombre es una vocación angélica y la vocación angélica es una vocación al canto de gloria”. Ibid., p. 164. 20“Una vez establecido el carácter central de las nociones de jerarquía, ángeles y burócratas, exactamente como en el universo kafkiano, tienden a confundirse: no sólo los mensajeros celestiales se disponen según oficios y ministerios, sino que incluso los funcionarios terrenales adquieren a su vez características angélicas y, como los ángeles, llegan a alcanzar la capaci- dad de purificar, iluminar y perfeccionar. Y, según una ambigüedad que caracteriza de modo profundo la historia de la relación entre el poder espiritual y el poder secular, la relación paradigmática entre angelología y burocracia oscila de un lado a otro”.Ibid., p. 174. 21“El que la angelología coincida inmediatamente con una teoría del poder, el que el ángel sea la figura por excelencia del gobierno del mundo se manifiesta ya en el simple hecho de que los nombres de los ángeles se identifican con los de los poderes de la tierra: arkai, exousiai, kyriotētes (en la traducción latina principatus, potestates, dominationes). Esto es ya evidente en Pablo, en cuyas cartas no es siempre fácil distinguir entre los nombres de los ángeles y los de las autoridades mundanas”. Ibid., p. 182. 22“Lo que nuestra investigación ha puesto de relieve es, en efecto, que el verdadero problema, el arcano central de la política, no es la soberanía sino el gobierno, no es Dios sino el ángel, no es el rey sino el ministro, no es la ley sino la policía; en definitiva, la máquina gubernamental que todos ellos forman y mantienen en movimiento”. Ibid., p. 298. 23“Hemos tratado de mostrar, además, que esto se produce porque la doxología y las aclama- ciones constituyen, de alguna manera, un umbral de indiferencia entre la Política y la teolo- gía. Y del mismo modo que las doxologías litúrgicas producen y refuerzan la gloria de Dios, Anales del Seminario de Historia de la Filosofía 514 Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 515 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben fascistas y la experiencia totalitaria contemporánea24. E) Las democracias actuales, también pueden ser interpretadas a partir de esta función gloriosa.25 Esto es lo que habría notado también Debord26, al mostrar la importancia y la función del espectáculo, forma secularizada de la liturgia. F) El análisis de la Gloria, muestra que es necesario reconsiderar no la praxis; pues no es la acción divina, el asunto principal de una Teología de la Gloria; sino su reposo, su inacción (inoperositá)27, que es precisamente la característica de la vida eterna y ésta es la vida (zoé y no bíos28) que debe ser explorada para la rearticulación del gobierno económico del porvenir29. las aclamaciones profanas no son un simple ornamento del poder político, sino que lo fundan y justifican”. Ibid., p. 250. 24“Entre los siglos XlII y XVI, el uso de las alabanzas en la liturgia y en las ceremonias de coronación comenzó a decaer en todas partes. Pero conoció una resurrección inesperada en el curso de los años veinte del siglo pasado, de la mano de teólogos y musicólogos, precisa- mente en el momento en que, ‘por una de esas ironías que la historia parece amar’ (Kantorowicz 2, p. 184), la escena política europea estaba dominada por la aparición de regí- menes totalitarios”.Ibid., p. 211. 25“Más que la singular anexión (presente ya en el ensayo de 1927) a la tradición genuinamen- te democrática de un elemento, la aclamación, que parece pertenecer más bien a la tradición del autoritarismo, nos interesa aquí la indicación según la cual la esfera de la gloria –de la que hemos tratado de reconstruir el significado y la arqueología- no desaparece de las demo- cracias modernas, sino que sencillamente se desplaza a otro ámbito, el de la opinión pública. Si esto es cierto, el problema tan debatido hoy de la función política de los media en las socie- dades contemporáneas adquiere un nuevo significado y una nueva urgencia”. Ibid., p. 275. 26“En 1967, con un diagnóstico cuya corrección damos hoy por descontada, Guy Debord constataba la transformación a escala planetaria de la política y de la economía capitalistas en “una inmensa acumulación de espectáculos”, en que las mercancías y el propio capital asumen la forma mediática de la imagen. Si conjugamos el análisis de Debord con la tesis de Schmitt sobre la opinión pública como forma moderna de la aclamación, todo el problema del actual dominio espectacular de los media sobre cualquier aspecto de la vida social aparece en una dimensión nueva. Lo que se halla en cuestión es nada menos que una nueva e inaudita concentración, multiplicación y diseminación de la función de la gloria como centro del sistema político”. Ibid., p. 275. 27“En el inicio y en el final del poder más alto está, según la teología cristiana, no una figura de la acción y del gobierno, sino de la inacción. El misterio inenarrable que la gloria, con su luz resplandeciente, debe ocultar a la mirada de los scrutatores maiestatis es el del reposo divino, de aquello que Dios hace antes de crear el mundo y después de que el gobierno provi- dencial del mundo se haya consumado”. Ibid., p. 272. 28“Vivir en el mesías significa precisamente revocar y privar de eficacia en todo instante y en todos los aspectos la vida que vivimos, hacer aparecer en ella la vida para la que vivimos, que Pablo llama la “vida de Jesús” (zōē tou Iesou, ¡zōē, no bios!)”.Ibid., p. 268. 29“En la majestad del trono vacío el dispositivo de la gloria alcanza su cifra perfecta. Su obje- tivo es apresar en el interior de la máquina gubernamental –para hacer el motor secreto de ésta- esa impensable inoperatividad que constituye el misterio último de la divinidad. Y la glo- ria es tanto gloria objetiva, que exhibe la quietud divina, como glorificación, en la que tam- bién el descanso humano celebra su sábado eterno. El dispositivo teológico de la gloria coincide con el dispositivo profano, y según la intención que ha orientado nuestra investiga- ción, podemos servirnos de él como del paradigma epistemológico que nos permitirá penetrar el arcano central del poder”. Ibid., p. 265. 515 Anales del Seminario de Historia de la Filosofía Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542 REVISTA ANALES_Vol31_N2_Anales_Seminario_Historia_Filosofia 09/02/2015 19:10 Page 516 Adán Salinas Araya Biopoder y teología económica. Revisión crítica de las propuestas de Giorgio Agamben He presentado estos argumentos en resumen, para que se vea la dirección de cada uno de estos tramos. En realidad hay muchos momentos del argumento que darían lugar a discusiones interesantes, pero que distraerían del curso general que me he propuesto. Mucho de lo expuesto tiene valor teológico y teórico en general, aunque ahora importan dos cosas. Primero, cómo se cumple la hipótesis propuesta por Agamben, es decir, que lo anterior funciona como genealogía de la gubernamentalidad biopolítica moderna y actual. Lo segundo radica en si acaso es viable que un análisis del biopoder derive legítimamente en una interpretación teológica del poder político, en este caso una ‘teología económica’. La hipótesis general me parece que no puede darse por asentada, por dos razones de peso. La primera es que existe un problema metodológico general que explica la gran cantidad de saltos argumentales. Se trata de un pro- cedimiento que en cierto sentido ya estaba presente en Homo Sacer I, pero que en El Reino y la Gloria es particularmente abusivo. Puede describirse en tres pasos: vinculación léxica de un concepto actual con uno teológico, alegoresis que permite establecer coincidencias entre los fenómenos descritos y final- mente homologación de estos conceptos dando por demostrado su vínculo. La segunda razón es que toda la propuesta requiere tomar partido entre un uso fuerte o accesorio de la teología. Me parece que a la base de esta situación con- fusa hay una indefinición importante sobre el problema de la secularización, que es en definitiva el problema principal de Schmitt. Ya se verá que mantengo una posición bastante contrapuesta a la de Agamben, con todo, no quiero dedi- carme a intentar una refutación, menos aún, una refutación argumento por argumento; creo que el resumen que he ofrecido es suficiente como para ver el entramado general. Quisiera a continuación hacerme algunas preguntas sobre el rol y el status de esta particular investigación que es El reino y la Gloria, en el contexto teórico político más general. 3. Teología política y teología económica La clave del problema que nos ocupa es la diferencia propuesta por Agamben entre ‘teología política’ y ‘teología económica’. De lo primero ya había dado cuenta Schmitt; pero la teología económica después de siglos de olvido sería retomada precisamente en esta investigación de Agamben. Se trata de dos modalidades –dos paradigmas -en lenguaje agambeano- del poder. Una de las tesis que trataré de demostrar es que de la teología cristiana derivan dos paradigmas políticos en sentido amplio, antinómicos pero Anales del Seminario de Historia de la Filosofía 516 Vol. 31 Núm. 2 (2014): 507-542

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Foucault sobre la biopolítica; o más bien una forma de continuidad de la teo- nómica de Agamben y la teología política de Schmitt compartirían un
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