La versión original y completa de esta obra debe consultarse en: https://ifc.dpz.es/publicaciones/ebooks/id/2608 Esta obra está sujeta a la licencia CC BY-NC-ND 4.0 Internacional de Creative Commons que determina lo siguiente: • BY (Reconocimiento): Debe reconocer adecuadamente la autoría, proporcionar un enlace a la licencia e indicar si se han realizado cambios. Puede hacerlo de cualquier manera razonable, pero no de una manera que sugiera que tiene el apoyo del licenciador o lo recibe por el uso que hace. • NC (No comercial): La explotación de la obra queda limitada a usos no comerciales. • ND (Sin obras derivadas): La autorización para explotar la obra no incluye la transformación para crear una obra derivada. Para ver una copia de esta licencia, visite https://creativecommons.org/licenses/by- nc-nd/4.0/deed.es. Arquitectura aragonesa del siglo XVI Propuestas de renovación en tiempos de Hernando de Aragón (1539-1575) Javier Ibáñez Fernández COLECCIÓN ESTUDIOS ARTE Arquitectura aragonesa del siglo XVI Propuestas de renovación en tiempos de Hernando de Aragón (1539-1575) Javier Ibáñez Fernández INSTITUCIÓN «FERNANDO EL CATÓLICO» (C.S.I.C.) Excma. Diputación de Zaragoza INSTITUTO DE ESTUDIOS TUROLENSES Zaragoza, 2005 PUBLICACIÓN NÚMERO 2.583 DELA INSTITUCIÓN«FERNANDOELCATÓLICO»(EXCMA. DIPUTACIÓNDEZARAGOZA) PLAZADEESPAÑA, 2 • 50071 ZARAGOZA(ESPAÑA) TFF. [34] 976 28 88 78/79 • FAX[34] 976 28 88 69 [email protected] http://ifc.dpz.es FICHA CATALOGRÁFICA IBÁÑEZ FERNÁNDEZ, JAVIER Arquitectura aragonesa del siglo XVI. Propuestas de renovación en tiempos de Hernando de Aragón (1539-1575). / Javier Ibáñez Fernández.—Institución «Fernando el Católico» e Instituto de Estudios Turolenses. Zaragoza, 2005. 772 p.: il.; 24 cm. ISBN: 84-7820-820-8 1. Arquitectura-Aragón-s.XVI. I. Institución «Fernando el Católico», ed. El autor ha solicitado los permisos correspondientes para la reproducción de imágenes. La procedencia de las imágenes queda reflejada en los pies de foto de las mismas. © Javier Ibáñez Fernández. © De la presente edición, Institución «Fernando el Católico» e Instituto de Estudios Turolenses. ISBN: 84-7820-820-8 Depósito Legal: Z-3.518/2005 Preimpresión: A+D, Arte Digital, S. L., Zaragoza. Impresión: Octavio y Félez, S. A., Zaragoza. IMPRESIÓN: *********. IMPRESO EN ESPAÑA-UNIÓN EUROPEA. PRESENTACIÓN El libro que presento es el resultado de una investigación mucho más amplia que fue presentada en su día en la Universidad de Zaragoza como tesis doctoral (julio de 2004) y a la que se le concedió la máxima calificación académica y el Premio Extraordinario de Doctorado, compitiendo en este caso con otros trabajos extraordinariamente meritorios (2004). Estos reconocimientos a una labor investigadora no nos sorprenden en absoluto a quienes seguimos de cerca el quehacer de Javier Ibáñez Fernández, por el que ha recibido otros muchos premios (Premio Extraordinario de Licenciatura de la Universidad de Zaragoza y Primer Premio Nacional Fin de Carrera de Educación Universitaria, 2000), galardones que –sin embargo– no precisa para demostrar su valía como investigador, pues sus aportaciones aparecen reflejadas en las muchas publicaciones que ha realizado a lo largo de los últimos cinco años (cinco libros, once capítulos de libro y veintiocho artículos). Se trata de un estudioso de la Historia del Arte verdaderamente vocacional, que une a una inhabitual capacidad de trabajo y sacrificio (condición que falta en muchos), un verdadero olfato inves- tigador (que es esencial para la búsqueda e interpretación de los datos). Son cuali- dades que ha aplicado a su estudio del arte aragonés del siglo XVI, un siglo «largo» (como lo denomina Fernando Marías) y complejo por la serie de influencias que en él confluyen (tradición gótica, nuevas formas renacentistas y mudéjar perviviente), por la variada forma como evoluciona y por las diversas soluciones de síntesis a que da lugar. Una investigación ésta, la del siglo XVI, que –por la amplitud de sus manifestaciones– permite (y precisa) del trabajo de diferentes investigadores (varios de los cuales lo hacemos tratando distintos campos desde el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza) a la vez que requiere afrontar con exhaustividad la consulta de los archivos, realizar con exacta pulcritud la transcrip- ción de los documentos (no siempre bien leídos en el pasado), estudiar con igual dedicación in situ las obras conservadas (viéndolas de nuevo sin ningún tipo de idea preconcebida) y analizar e interpretar correctamente todo este cúmulo de informaciones, valoradas desde el conjunto completo del arte aragonés y español del siglo XVI. De este modo ha acometido Javier Ibáñez la investigación que aparece recogida en este libro, algo que conozco muy bien por haber sido directora de sus trabajos académicos. Trata en esta ocasión de la arquitectura aragonesa del Quinientos, cen- trándose sobre todo en el segundo tercio del siglo –época que viene a correspon- der con los años en que fue arzobispo de Zaragoza Hernando de Aragón (1539- 1575), figura clave en la orientación artística de algunas obras– y en la labor de los tres arquitectos más destacados del período, Charles de Mendibe, Martín de Miteza y Pierres Vedel, que –dado el ámbito geográfico por el que se movieron y los encargos artísticos que resolvieron– permiten abordar la evolución constructiva y las [ 5] PRESENTACIÓN principales obras levantadas en este período en el valle medio del Ebro y tierras de Teruel. Este planteamiento de trabajo inicial requirió que llevara a cabo una exten- sa y metódica consulta de numerosos archivos (especialmente importante la de los fondos del Archivo Diocesano, del Archivo de La Seo y del Archivo de Protocolos Notariales de Zaragoza, junto con la de los Archivos de Protocolos Notariales de Teruel y de Huesca, además de otros en las citadas ciudades, en Pamplona y en Madrid), así como un profundo estudio bibliográfico (actual y de fuentes) y un no menos costoso trabajo de campo de revisión directa de las obras, con particular atención a todos los testimonios constructivos expresivos de la evolución de la arquitectura (por ejemplo, los de las bóvedas). Sin embargo, como el discurrir arquitectónico aragonés del siglo XVI no puede entenderse ciñéndose únicamente a la etapa cronológica citada, ha llevado su investigación mucho más allá, trazando una visión completa de la arquitectura aragonesa del Quinientos, que analiza en su conjunto y en relación con el resto de la arquitectura peninsular, y que no es una simple síntesis sino una visión de gran madurez, hecha desde un conocimiento pro- fundo, bien sistematizada y en la que se evidencia el papel clave que jugaron las soluciones desarrolladas en el período estudiado. A partir de aquí profundiza (y constituye su segunda aportación) en las diferentes propuestas de renovación arqui- tectónica planteadas desde la tradición constructiva local, por artistas italianizados o italianos y por aquellos otros, que siendo buenos conocedores del oficio, lo enri- quecieron con el uso de la tratadística arquitectónica clásica y renacentista, dando nueva forma a alguna de las obras que levantaron, que, como la de los templos cubiertos con crucería estrellada, modificaron su sistema de construcción y se adap- taron a la idea del espacio clásico, aspectos que asimismo analiza. Pero, si impor- tantes son las dos partes antes citadas, no menos valiosas resultan las impecables monografías que traza de Charles de Mendibe, Martín de Miteza y Pierres Vedel, los tres artistas más importantes del segundo tercio de siglo, en las que analiza exhaus- tivamente desde sus orígenes y formación, a cada una de sus principales obras y su aportación a la arquitectura aragonesa. En suma, nos encontramos ante un trabajo modélico, que, por la rigurosa meto- dología de investigación aplicada y la madura reflexión que le ha precedido, servi- rá sin duda de referencia y será cita obligada en el futuro a la hora de abordar el panorama completo de la arquitectura española del siglo XVI. Zaragoza, 11 de noviembre de 2005 María Isabel Álvaro Zamora Catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza [ 6] PREÁMBULO El presente libro constituye la publicación revisada de mi tesis doctoral titulada La arquitectura aragonesa del Quinientos. Tradición y modernidad en tiempos de Hernando de Aragón (1539-1575), defendida en la Universidad de Zaragoza el 2 de julio de 2004 ante un tribunal integrado por los doctores Gonzalo M. Borrás Gualis –presidente– y Alfredo J. Morales Martínez, Agustín Bustamante García, José Manuel Latorre Ciria y Jesús Criado Mainar –vocales–, que le otorgaron la califica- ción de Sobresaliente cum laude. Vaya para ellos, desde el principio, mi más pro- fundo reconocimiento. El origen de esta tesis doctoral ha de situarse en el trabajo de investigación rea- lizado para la elaboración de mi memoria de licenciatura, consagrada al estudio de la labor de promoción artística desarrollada en la archidiócesis cesaraugustana durante los años de gobierno eclesiástico de Hernando de Aragón (1539-1575), ana- lizada en relación con la desplegada durante los de sus predecesores inmediatos –los prelados zaragozanos de la Casa Real– y apoyada, en buena medida, en las referencias exhumadas en el Registro de Actos Comunes, una fuente apenas explo- rada a partir de la que, de manera combinada con las visitas pastorales, se han podido fechar con cierta precisión la mayor parte de las actuaciones de carácter artístico llevadas a cabo en todo el arzobispado de Zaragoza, una extensa demar- cación eclesiástica que, hasta 1577, estuvo conformada por la práctica totalidad de las actuales provincias de Zaragoza y de Teruel, así como por algunas localidades de nuestras comunidades limítrofes. Inmediatamente después, se entendió que la tesis doctoral debía centrarse en el estudio de una manifestación artística concreta y se optó por la arquitectura en tiempos de Hernando de Aragón por varias razones pero, sobre todo, porque resul- taba evidente que el número y la importancia de las noticias recogidas ofrecían un campo de investigación tan novedoso como atractivo. La consecución de este objetivo nos ha obligado a elaborar, en primer lugar, una sistematización de la arquitectura aragonesa del siglo XVI, para la que se ha seguido la organización en tres fases –renovación e indefinición estilísticas, la con- tinuidad cuestionada de mediados de siglo y hacia el clasicismo pleno– utilizada en los modélicos trabajos consagrados en los últimos años al estudio de la arquitectu- ra española del Quinientos. Sólo desde esta visión de conjunto se ha podido abor- dar el estudio de la arquitectura aragonesa del segundo tercio de la centuria, un lapso de tiempo dominado en todos los sentidos por la figura de Hernando de Aragón en el que se asiste a una eclosión de propuestas arquitectónicas de carác- ter renovador, todas ellas muy ricas e interesantes, diferentes entre sí y con res- pecto a las articuladas en otras regiones peninsulares, como las que se plantean desde la tradición arquitectónica aragonesa por maestros como Charles de Mendibe [ 7] JAVIER IBÁÑEZ FERNÁNDEZ o Martín de Miteza; las de los artistas italianos o italianizados que tratan de intro- ducir una novedosa concepción de la arquitectura basada en la preeminencia del disegno que, de momento, no encuentra un eco suficiente en estas tierras; o las que llegan de la mano de profesionales como Pierres Vedel, sustentadas tanto en la práctica constructiva como en el conocimiento de la tratadística arquitectónica. Desde el punto de vista metodológico, el trabajo se ha construido sobre un pro- fundo estudio bibliográfico, una intensa labor de archivo y un entretenido trabajo de campo. En el primero, se ha partido de lo particular –la arquitectura y otras manifestaciones artísticas del Quinientos en Aragón– para poder ir profundizando de manera paulatina en el conocimiento de la arquitectura desarrollada en otros ámbitos peninsulares, en Italia y en Francia durante todo el siglo XVI. También se ha prestado una atención especial a las fuentes, tanto a la tratadística artística clá- sica y del Renacimiento como a los textos en los que quedaron recogidas las direc- trices que habría de adoptar la arquitectura religiosa: los cánones y decretos conci- liares de Trento, las disposiciones de los sínodos diocesanos o los postulados recogidos en obras como las Instructiones de San Carlos Borromeo. El trabajo de archivo se ha desarrollado en distintas instituciones zaragozanas, aragonesas, de otras comunidades e incluso en otras de ámbito nacional atendien- do a distintos aspectos. Así, la aproximación al fenómeno del encargo artístico y el seguimiento de la materialización de los proyectos arquitectónicos en el contexto del arzobispado de Zaragoza en tiempos de Hernando de Aragón nos han exigido, en primer lugar, analizar la personalidad del prelado y de sus colaboradores más inmediatos –todos ellos cistercienses– a partir del estudio de los textos que nos dejaron. Así, se han analizado los manuscritos del arzobispo conservados en el Archivo Capitular de La Seo de Zaragoza y en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia de Madrid, las memorias de fray Lope Marco –que ya tuvimos ocasión de publicar hace unos años– o la documentación de la Orden de San Bernardo en Aragón depositada tan- to en el Archivo Histórico Nacional de Madrid como en el Archivo General de Navarra. También se ha revisado el Registro de Actos Comunes del Archivo Diocesano de Zaragoza entre 1539 y 1575 y contrastado las referencias exhumadas con las noti- cias recogidas en las Visitas Pastorales, con lo que se ha podido obtener una visión bastante ajustada del proceso de ejecución de la mayor parte de las empresas arquitectónicas estudiadas de manera monográfica. Para aproximarnos a los contextos en los que los maestros desarrollaron su acti- vidad constructiva ha sido necesario consultar los tomos del Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Zaragoza comprendidos entre 1530 y 1545 y realizar catas en protocolos de años anteriores y posteriores para completar los estudios de algu- nas de las obras analizadas. También ha sido preciso revisar los volúmenes del siglo XVI de la Sección de Protocolos Notariales del Archivo Histórico Provincial de Teruel correspondientes tanto a la capital bajoaragonesa como a las de las diferen- tes poblaciones en las que Pierres Vedel ejerció su actividad profesional, como Mora de Rubielos o Santa Eulalia del Campo. Con motivo de otros estudios parale- los, como el consagrado a la figura del maestro guipuzcoano Miguel de Altué, tam- [ 8] PREÁMBULO bién se han realizado catas en la Sección de Protocolos Notariales del Archivo Histórico Provincial de Huesca que han arrojado datos de incuestionable valor para completar la visión de la arquitectura desarrollada en el Alto Aragón a lo largo del Quinientos. El trazado de los perfiles biográficos y profesionales de los maestros estudiados nos ha exigido acudir a otras fuentes documentales. Sus discursos vitales se han podido perfilar gracias a las referencias recogidas en distintos archivos parroquia- les zaragozanos, turolenses y de otros puntos de la geografía nacional, mientras que la definición de sus respectivas actividades profesionales nos ha obligado a consultar otros fondos. Así, por ejemplo, para valorar la actuación de Charles de Mendibe en el contexto de la ampliación de la catedral cesaraugustana se ha revi- sado la sección de fábrica del Archivo Capitular de La Seo desde 1490 hasta 1560; para comprender el papel desempeñado por Miteza al frente de la obra de Aula Dei hemos necesitado estudiar la documentación conservada en el archivo de la cartuja zaragozana, y para determinar en qué consistió la participación de Vedel en las distintas obras que se le venían adjudicando se han tenido que revisar, entre otros, los archivos municipales de Mora de Rubielos, Rubielos de Mora, Santa Eulalia del Campo, Teruel y Albarracín, así como los capitulares y diocesanos de estas dos ciudades. De manera simultánea se ha llevado a cabo el trabajo de campo, el estudio directo de las fábricas, la realización de reportajes fotográficos de todas ellas y el levantamiento de sus planimetrías en los casos en los que ha sido preciso. Los resultados obtenidos en la investigación se han presentado de acuerdo a un esquema organizado en seis capítulos. El primero constituye esa visión general de la arquitectura aragonesa del Quinientos de la que carecíamos al comenzar nuestra labor. Inmediatamente después, nuestro discurso se ha centrado en el análisis del segundo de los tres periodos en los que la hemos sistematizado, que coincide con el segundo tercio del siglo y los años en los que Hernando de Aragón ostenta la mitra arzobispal zaragozana (1539-1575), y en el que, como ya se ha señalado, coe- xisten diferentes propuestas arquitectónicas de carácter renovador. La singularidad de todas ellas nos ha inclinado a estudiarlas en profundidad en el segundo apartado, y a dedicar el tercero y el cuarto al análisis de aquellas dos de carácter verdaderamente arquitectónico que, desde nuestro punto de vista, constitu- yen las aportaciones más originales de lo aragonés al panorama general de la arqui- tectura hispánica del siglo XVI: la revolución de la arquitectura de tradición local, cuyo estudio se ha abordado a partir del análisis de la labor desarrollada por los maestros del prelado Charles de Mendibe y Martín de Miteza, y la propuesta de renovación construida tanto sobre la praxis constructiva como sobre el empleo de la tratadística arquitectónica clásica y renacentista, ejemplificada a la perfección por la figura y la obra de Pierres Vedel, un personaje que, por otra parte, nos ha permiti- do introducir el estudio de alguna de las obras de ingeniería civil más importantes del Quinientos hispano. Tras presentar sus respectivos perfiles biográficos y profesionales, se han analiza- do de manera monográfica todas sus obras documentadas, incorporándose al final la bibliografía utilizada en su elaboración y el pertinente apéndice documental. [ 9]
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