Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin Aprendiz De Shaman Tlamatinitzin 1 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin 2 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin Para Gustavo y Salvador, que compartieron conmigo su tiempo y magia. 3 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin La constante conciencia de la inevitabilidad de la muerte es el único medio para adquirir la urgencia para redefinir al hombre. Gurdjieff 4 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin 5 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin Prólogo: En mi infancia tuve los primeros encuentros con el chamanismo en México. En todo lo largo y ancho del país, sobre todo lejos de las urbes y ciudades, enclavados en las montañas, encuentra uno verdaderos chamanes, chamanes que son gente común, trabajan, alimentan a su familia, curan, son portadores de un saber ancestral único, que transmiten sin ningún secretismo ni cobro de por medio. En cambio en las ciudades, vemos chamanes urbanos, que cobran onerosas sumas de dinero por un curso de relajación que plagiaron de algún libro de chamanismo y encima se arman de extrañas parodias de importancia personal para disfrazar su arcano conocimiento y así mantener la parodia teatral y seguir cobrando por ello. Es muy raro, por no decir imposible, encontrar un verdadero chaman en las ciudades, y sobre todo un verdadero chaman urbano desinteresado de cobrar sus conocimientos. Muchos buscadores jamás se dan cuenta que el verdadero chamanismo indígena está allí donde siempre ha estado, y que si uno quiere aprender, simplemente tiene que viajar a las etnias indígenas donde existen aún hoy día verdaderos chamanes, y quedarse lo que sea necesario para aprender. No existen cursos intensivos de siete días, ni aunque cuesten cientos de dólares, el proceso chamánico dura toda la vida, y según se dice, aún más allá de la misma. Mi interés por lo chamánico empezó desde niño cuando yo tenía apenas 8 años, mis tías tomaron un extraño interés por lo esotérico y se compraron una pequeña tabla que yo en aquel entonces no comprendí mucho de la misma, solo decían que se llamaba tabla ouija, solían jugar ya entrada la noche con la ouija en la casa de mi padre y a escondidas claro, cuando jugaban, le 6 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin formulaban todo tipo de preguntas, usualmente se entretenían hasta altas horas de la madrugada, en una de esas noches sin embargo, alguien tocó la puerta del patio varias veces y mis tías se asustaron tanto al abrir la puerta y no ver a nadie, que dejaron para siempre de jugar a la tabla ouija, luego una serie de fenómenos tipo poltergeist que se desataron en la casa, vino a poner el asunto patas arriba. Años después a ese incidente, yo tenía 13 años en ese entonces; mi padre conoció a Don Brigido, un curandero, era maestro de primaria pero en sus ratos libres solía hacer curaciones con velas, y oraciones, mi padre siempre fue incrédulo con todo lo referente a los asuntos esotéricos, pero respetaba las creencias de los demás, incluso llegó a recibir algunas de las limpias espirituales que Don Brigido realizaba. Mi interés por el esoterismo surgió a raíz de una revista que compre casualmente un día que prácticamente no tenía nada que hacer ya pasados algunos años después de lo ocurrido con la ouija de mis tías en la casa y que para entonces yo me interesaba desmedidamente por todos los asuntos que tuvieran que ver con la brujería y el chamanismo en general, nunca supe él porque me atraía todo aquello como un imán. Me inscribí en cursos por correspondencia de varias órdenes esotéricas, viaje a recibir mis iniciaciones simbólicas en Amorc, Golden Dawn, B.O.T.A y algunas otras más, pero no sucedía la gran cosa, yo estaba acostumbrado a su sistema de enseñanza, me llegaban mis lecciones cada semana o de manera mensual, mi estudio en si era realizar los ejercicios contenidos en las lecciones durante la semana, pero no llegaba algún resultado práctico que digamos, a solas me empecé a cuestionar si las modernas escuelas no eran solo alguna forma de sicología humanista diseñada con tintes esotéricos para fines lucrativos, si bien su sistema era interesante, en diez años podía uno apenas atisbar algo útil de las dosificadas lecciones. 7 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin En cambio en el camino chamánico el problema es totalmente a la inversa, el aprendiz tiene que tener el tiempo necesario y dedicarse de lleno a lo que se le presenta, si uno no está dispuesto a entregarse de lleno al camino mágico del chamanismo, el camino mismo te saca y te hace a un lado. No hay mejor maestro que la experiencia misma a través de la práctica constante. Había leído ya un par de libros de un escritor sudamericano que tomo contacto con un brujo yaqui y le enseño una forma especial de percibir por medios cognitivos propios de los chamanes, yo buscaba algo similar, algún chaman que me enseñara a ver y a realizar los portentos que algunos escritores señalaban en sus libros al narrar las experiencias que eran capaces los chamanes de cualquier latitud del orbe; pero en los ocho años que estuve dentro de las Fraternidades nombradas, sólo parecía más un adoctrinamiento que una verdadera enseñanza mágica, la magia estaba muerta en dichas organizaciones que veían siempre el dinero por encima de enseñar algo real, la mejor prueba es que si uno dejaba de pagar sus cuotas, las “lecciones” se suspendían de inmediato. Yo estaba de acuerdo que uno tiene que pagar por el conocimiento, de hecho así es, pero el pago no siempre es económico, y si lo es, nunca es exagerado. En mi proceso mágico conocí a Javier, un Venerable Maestro de la masonería, grado 33, por increíble que parezca, a pesar de todo su conocimiento, un día llego a la logia donde Javier sesionaba uno de los tantos santeros que abundan con presuntas iniciaciones. Inició a toda la logia, claro, era palero mayombe también, y motivo mayor para cobrar según Javier, setecientos dólares por iniciado (le llaman su derecho a cobrar), encima, les cobro más dinero por algunos trabajos hechiceriles que nunca resultaron, el colmo del asunto fue que vinieron otros santeros y dijeron que el individuo que los inicio no tenía tantos derechos y sólo podía iniciar a cinco personas. 8 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin Javier se reía de aquello, aunque dijo que en su momento no era tan gracioso, hasta me presumió sarcásticamente que el santero le dio un papel con su titulo de rayado en palo monte. Yo no creía aún en la ingenuidad de la gente, muchos sinceros buscadores, siguen sin entender que la magia no tiene que ver absolutamente nada con el dinero, “maestro esotérico” que cobra por enseñar, a pesar de tener condescendencia y el beneplácito de sus espíritus, es simplemente un vividor de los tantos que abundan. Yo mismo pagué un curso por aprender reiki, y pague en algunas ocasiones por cursillos esotéricos, así que si bien no me sentía tan estafado, si sentía que todo mundo cobraba por algo y se me hacía imposible encontrar alguien desinteresado en realmente enseñar sin cobrar, no por el dinero, eso era lo de menos, sino que siempre que había dinero de por medio, había una teatralidad innecesaria y dosificaban la información para seguir manteniendo al hilo al estudiante y seguirle cobrando durante años, a pies juntillas creía que las cuotas eran parte necesaria del desarrollo mágico ya que no veía por ningún lado en la ciudad algún “maestro” desapegado del dinero, y que no requiriera cobrar por enseñar, y no es tanto el dinero, sino que lo que se enseña, fuese real y a un nivel aceptable en la magia. Narrar lo que le acontece a uno en los dominios de la brujería suena extraviado, no hay con que comparar el mundo fenomenológico de la brujería con el mundo de todos los días, hay demasiadas cosas que simplemente no se pueden escribir porque la sintaxis de la brujería es diferente a la sintaxis del mundo de todos los días, y porque el chaman simplemente tiene otro sistema cognitivo para percibir el mundo; el chaman, es testigo del poder que rige el cosmos, el aprendiz es un bebé que ni siquiera puede hacer gran cosa respecto al mundo nuevo que empieza a atestiguar. 9 Aprendiz de Shaman Tlamatinitzin Cuando conocí al Chaman Gustavo, toda mi perspectiva de la magia cambio por completo. Este libro no tiene fechas debido a que la cronología no es una cronología de relatos que sucedieron un día luego otro, Gustavo era un chaman del momento, nunca preparaba nada de antemano, solía instruirme de diversas cosas tan diferentes unas de otras, que yo enloquecía por la vastedad de la enseñanza, mis apuntes estaban revueltos así que darles coherencia por escrito es algo difícil, no obstante la parte práctica vivencial, es fácil de verse y hacer un escrito algo coherente y cronológico. Gustavo tenía otros aprendices que solo los trate en un principio, salvo uno de ellos a los demás les perdí la pista y Gustavo no les tomo demasiada importancia, para él era natural que la gente empezara muy interesada en algo y después simplemente abandonara. Un apunte importante es que, Gustavo conocía un extenso vocabulario náhuatl para nombrar detalladamente su conocimiento, no sé si lo aprendió leyendo, personalmente jamás le vi estar leyendo ningún libro, todo su tiempo lo dedicaba a sanar gente y a instruir, aunque tenía un trabajo privado como maestro de preparatoria, yo he adaptado dicho vocabulario en algo más entendible, dado que para Gustavo incluso las palabras tenían significado y un rico contexto esotérico en el cual toda la compleja simbología chamánica se dejaba ver, el vocabulario usado lo omito por razones simples a términos más conocidos y comprensibles para el lector, una de ellas es que los charlatanes de la new age, podrían usar el vocabulario náhuatl para impartir cursos y hacer presuntas ceremonias y estafar con ello, el otro motivo es que la enseñanza chamánica es bastante extensa y realmente sin una explicación detallada de parte de un chaman competente, no tiene caso usar la terminología chamánica práctica en un libro de relatos mágicos. Omito el nombre de Gustavo y su domicilio por la razón que 10
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