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antonino pió PDF

16 Pages·2008·2.63 MB·Spanish
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LVCENTVM, XI-XIII, 1992-94 ANTONINO PIÓ: ESTUDIO BIOGRÁFICO Y BIBLIOGRÁFICO DE UNA ÉPOCA JOSÉ ANTONIO GARZÓN BLANCO En este artículo pretendemos analizar la obra del emperador romano del siglo II, Antonino Pió. No es nuestra intención entrar en un estudio pormenorizado de su vida, pues su biografía ya ha sido relatada por eminentes autores. Queremos reflejar el ambiente de una época, quizás la única del Imperio Romano, en que la gente, en términos generales, era feliz y se sentía feliz, un momento irrepetible y algo muy raro en la Historia de la Humanidad; así al menos lo interpreta el poeta de la época: Elio Arístides, a lo que hay que añadir el hecho de que fuese un período sin guerras, casi anodino, si no fuera por la gran cantidad de monumentos que nos han quedado de ese gobierno. Además de lo indicado, presentamos un amplio estu dio bibliográfico de este período. The second century A.C. has been called with every right «The Golden Age of the Antonines», inde- ed, during this century a unique class emerges in Universal History: That of philosopher emperors or friends of the Philosophers. Their activities during their mandates were always goberned by the principie of philosophical humanism. This is what we are trying to demostrate in this article. T. Aelius Hadrianus Antoninus Pius, comenzó Antonino Pió se le puede aplicar, casi mejor que a nin gobernando en la línea espiritual y política de su gún otro emperador del siglo II d. de J.C., la frase que predecesor, Adriano. El largo reinado de Antonino Pió Tácito escribiese en el año 106 para referirse a este (murió en el año 161 a los setenta años de edad), fue período: Rara Temporum Felicitas, (TACITUS, I, 1; el período más calmado y más «impersonal» de todo S.H.A., Pius, XII, 4) cuando los hombres podían el Imperio. Su gobierno fue considerado por todos expresarse libremente, sin coacción alguna por el como el período supremo de apogeo del Imperio Estado. Por esta razón, se le considera junto con Romano, y el emperador mismo como el monarca Adriano y Marco Aurelio, el mejor representante del ideal. Por esta razón es por lo que el epíteto de Pió ha «Imperio Liberal», que caracterizó el final del siglo I y quedado tradicionalmente vinculado a su nombre. A buena parte del siglo II, desde Nerva a Marco Aurelio. 105 Marco Aurelio expresa su admiración sin reser por hombre maduro, completo, inaccesible a la adu vas por su antecesor en el trono, Antonino Pió, al lación, capaz de estar al frente de asuntos propios y dedicarle el capítulo más largo y detallado de «Mis ajenos. Además el aprecio a quienes filosofan de ver Recuerdos» o «Meditaciones» (M. AURELIUS, I, 16; dad, sin ofender a los más ni dejarse tampoco embau VI, 20). Antonino Pió, casado con Annia Faustina, car por ellos; más todavía, su trato amable y buen hermana única del padre de Marco Aurelio fue, por humor, pero no en exceso. El cuidado moderado del tanto, tío político, padre adoptivo (desde el año 138) y propio cuerpo, no como quien ama la vida ni por suegro (desde el 145) de su sucesor, y antes colabora coquetería»... dor asiduo en el trono imperial. Ningún otro es evoca do en las Meditaciones con tanta extensión ni con un Para F. Millar «Nada muestra mejor el espíritu afecto tan enorme como Antonino Pió: «De mi moderado y 'doméstico' del régimen de Antonino que padre»; la masendumbre y la firmeza serena en las este pasaje de las Meditaciones» (MILLAR, 1979, decisiones profundamente examinadas. El no vana 43). Encontramos un contraste entre Adriano y gloriarse de los honores aparentes; el amor al traba Antonino, que incluso las notas de Marco Aurelio jo y la perseverancia; el estar dispuesto a escuchar a parecen evocar, tal vez, inconscientemente. los que podían hacer una contribución útil a la comu Farquharson (GARCÍA GUAL 1977, 13), lo indica nidad. El distribuir sin vacilaciones a cada uno según con claridad: «Su amor por las formas antiguas, su su mérito. La experiencia para distinguir cuándo es conservadurismo religioso se opone a la variabilidad y necesario un esfuerzo sin desmayos y cuándo hay que el capricho de Adriano, su economía pública y su fru relajarse. El saber poner fin a las relaciones amoro galidad privada a la extravagancia de Adriano, su sen sas con los adolescentes. La sociabilidad y el consen cillez a la pasión de Adriano por las construcciones, tir a los amigos que no asistieran siempre a sus comi los suntuosos banquetes y los jóvenes favoritos. das y que no le acompañaran necesariamente a sus Adriano era, además, envidioso e intolerante hacia sus desplazamientos; antes bien, quienes les habían deja rivales, aún con gente de gran talento, y la fantástica do momentáneamente por alguna necesidad le encon extravagancia de su suntuosa villa de Tívoli pudo traban siempre igual. El examen minucioso de las haber desagradado a Marco Aurelio en contraste con deliberaciones y la tenacidad sin eludir la indaga las anticuadas villas campestres de Antonino Pió. Es ción, satisfecho de las primeras impresiones. El celo evidente la diferencia entre el sencillo y práctico caba por conservar a los amigos, sin mostrar nunca dis llero campesino, y hombre genial desazonado, irrita gusto ni loco apasionamiento. La autosuficiencia en ble a menudo, infeliz y enfermo Adriano». Antonino todo y en la serenidad. La previsión desde lejos y la vivió dedicado por completo al Imperio, dentro de un regulación previa de los detalles más insignificantes círculo familiar sencillo y discreto, aspecto éste en el sin escenas trágicas. La represión de las aclamacio que se diferenció mucho de Adriano, cuyo matrimo nes y toda adulación dirigida a su persona. El velar nio infecundo con Sabina que era hija Matidia, una constantemente por las necesidades del Imperio. La sobrina de Trajano, acabó en separación; además tuvo administración de los recursos públicos y la toleran escandalosas relaciones con un muchacho, Antinoo, cia ante la crítica en cualquiera de estas materias; que murió en extrañas circunstancias en el Nilo; nunca ningún temor supersticioso respecto a los dioses ni antes un emperador «razonable», había hecho el disposición para captar el favor de los hombres ridículo de semejante forma, y las repercusiones de mediante lisonjas o agasajos al pueblo; por el con este hecho se dejaron sentir a lo largo del Imperio trario, sobriedad en todo y firmeza, ausencia total de durante años, fomentadas por el propio Adriano que gustos vulgares y de deseo innovador. El uso de los construyó ciudades y acuñó monedas y medallas dedi bienes que contribuyen a una vida fácil, y que la cadas al malogrado muchacho (BABELON-REI- Fortuna se los había deparado en abundancia, sin NACH, 1925; BELL, 1940, 37-55; BLUM 1914, 37- orgullo y a la vez sin pretextos, de manera que los 70; DIETRICHSON, 1884; HAHLAND, 1954, 54 ss; acogía con naturalidad, cuando los tenía, pero no KÜBLER, 1914; KUHN 1913; MARCONI, 1923, sentía necesidad de ellos cuando le faltaban. 161 ss; MATTINGLY 1931, 315; REINACH, 1904- 1912; RUS, 1945, 175 ss.; RIZZO, 1908, 3 ss; ROYS- El hecho de que nadie hubiese podido tacharle TON, 1983; SETLMAN, 1948; SYMONDS, 1883; de sofista, bufón o pedante; por el contrario, era nido 106 SYMONDS, 1900; VOGT, 1924; WEBER, 1911). situación general internacional e interna. Las guerras (En este sentido, Marco Aurelio quiso dejar al margen sostenidas por Trajano, que eliminó, momentánea a su antecesor, Antonino, de relaciones con «los ado mente, a buena parte de los potenciales enemigos del lescentes», aunque algo de esto también debió haber, Imperio, junto con el atrincheramiento tras los limites a juzgar por las palabras del propio Marco Aurelio efectuado por Adriano, había traído una cierta relatadas más arriba). estabilización en todos los órdenes, que Antonino no Paradójicamente, Antonino tras su ascenso al deseaba en nada modificar. trono mantuvo, por propia voluntad, la mayor parte de No obstante, la diversidad de temperamento y de las decisiones políticas y actos realizados por las vicisitudes, el Imperio de Adriano, Antonino Pió y Adriano; su honestidad personal le impedía cambiar posteriormente Marco Aurelio tienen importantes ras las decisiones de aquel que le había hecho emperador, gos comunes: «ellos son los emperadores filósofos o incluso en contra del parecer del Senado que, suma amigos de los filósofos. Adriano inauguró un nuevo mente exasperado por las violencias que Adriano tipo de monarca, que conscientemente se llama había seguido con muchos de sus componentes, se Augusto y se contrapone a César. Adriano viajó oponía con dureza a que éste recibiese el homenaje mucho y Antonino poco o nada; pero la diversidad postumo de la Apoteosis. Antonino se vio en la nece entre los emperadores queda atenuada por la presencia sidad de amenazar con su dimisión si tal acto no se de la Virtus Filosófica en su ideal de vida. Otra dife producía. «En este caso, dijo en su discurso al Senado, rencia entre Adriano y Antonino Pió es la trabajosa si él era un hombre inicuo y un enemigo público yo actividad edilicia de Adriano (trabajo que se remonta, tampoco seré vuestro emperador. Pues si él era como como han demostrado ciertas excavaciones en decís anularéis sus disposiciones, una de las cuales era Hungría en 1951, al período anterior a su ascensión al mi adopción» (S.H.A., Pius, IX, 10). De este modo, trono, en contra de la mesurada economía de sin menoscabo alguno del poder imperial, Antonino Antonino Pió» (MAZZARINO, 1980, 325). No obs decidió reconciliarse con el Senado, que, por lo tante, en los últimos años, se está viendo que, pese a demás, compartía sus mismos principios conservado la proverbial economía de Antonino, éste continuó y res, lo cual le llevó a realizar una política totalmente terminó la mayor parte de las obras que su antecesor acorde con esta Institución, siendo plenamente corres no había acabado, como indica la Historia Augusta, pondido por la inmensa mayoría de los miembros del «las Provincias prosperaron bajo su gobierno» Senado. Su principal labor para con ellos fue la resti (S.H.A., Pius, VII, 1). Esto se manifestó en la amplia tución del poder que Adriano les había arrebatado al ción y reparación de la red de calzadas en todas las devolverles la administración de los cuatro distritos en regiones del Imperio. En cuanto a la construcción de que Italia había sido dividida, eliminando con ello a edificios públicos éstos fueron importantes, por ejem los cónsules que con el rango de gobernadores res plo, en el norte de África, donde construyó o restauró pondían directamente ante el emperador. Por supues los acueductos, las grandes cisternas que servían para to, ningún miembro del Senado fue condenado a la distribución de agua y termas de Cartago, los lla muerte durante su gobierno. mados «baños de Antonino» o los templos y arco de la ciudad de Sufetula, ambas en la actual Túnez; al El equilibrio mental de Antonino, casi inaudito parecer, el emperador quiso realizar en esta zona una en un emperador romano hasta esos momentos, unido importante labor de repoblamiento, embellecimiento y a buenas dosis de sentido común y honestidad propor ampliación de las ciudades. También en Asia, donde cionaron veintitrés años de buen gobierno al Imperio. en Aspendus, su teatro fue personalmente financiado Muchos creyeron firmemente que estaban viviendo por el emperador, construido por el arquitecto los mejores, e irrepetibles momentos, que nunca más Zenome, los miliarios de la calzada que conduce al volvería a tener Roma y las provincias del Imperio. A teatro informan que la calzada fue igualmente cons cambio, el gobierno romano sufrió un anquilosamien- truida a expensas del emperador. No podemos dejar de to en todas sus instituciones, fue un gobierno gris, mencionar en este sentido el magnífico templo cons sumamente pegado a las tradiciones, sin realce alguno truido en honor a su mujer Faustina en el Foro que mereciese la atención de los historiadores y bió Romano, el templo de Antonino y Faustina, hoy día grafos. Los motivos de esto no deben buscarse tanto conservado al convertirse en iglesia cristiana. Dice la en los rasgos individuales del emperador como en la 107 Historia Augusta que se hicieron empréstitos a nume 321; GRENADE, 1950, 258-277) resaltan la continui rosas ciudades para la realización de obras municipa dad de los vínculos con Hispania de Antonino. En les y sobre sus construcciones en Roma afirma lo efecto, el respeto y afecto del emperador hacia su sue siguiente: «Subsisten todavía las siguientes obras gro M. Annius Verus (P.I.R. 2,1, 118, n.° 694) ha sido públicas realizadas bajo su iniciativa: el templo de exaltado por Carcopino y J. Beajeu (CARCOPINO, Adriano en Roma consagrado para honrar a su padre, 1949, 315; BEAUJEU, 1955, 280 ss; S.H.A., Pius, IV, el Grecoestadio restaurado después de haberse incen 1-2), oponiéndose a la teoría de Lacourt-Gayet diado, el anfiteatro reconstruido de nuevo, el sepulcro (LACOURT-GAYET, 1888, 30). J. Carcopino defien de Adriano, el templo de Agripa, el puente Sublicio, el de la realidad histórica en el sentido que las ligaduras Faro restaurado, el puerto de Cayeta, la reforma del familiares debieron existir entre Adriano y M. Annius puerto de Terracina, los baños de Ostia, el acueducto Verus, el cual fue siempre muy estimado por Adriano, de Ancio y los templos de Lanuvio» (HAGEN, 1973, y su origen estaba muy lejos al punto de nacimiento 77; S.H.A., Pius, IV, 10; VI, 7; BARADEZ, 1935, 24- del propio emperador, pues era natural de Ucubi (la 32; BARADEZ, 1949; BERNABOU, 1976; BOIS- actual Espejo, en la provincia de Córdoba) (S.H.A., SIER, 1912; DI VITA, 1964, 65 ss; FREZOULS, Marcus, I, 4; ETTIENE, 1958, 463-464). 1980, 65-93; COMPÁRETE, 1976, 166-183; GOOD- El concepto de Pax Romana debe entenderse, en CHILD, 1948; MATTINGLY, 1984; MERIGHI, 1940; esta época, en el sentido de paz civil interior. Este rei NICHOLS, 1978; PICARD, 1959; REYNOLDS, nado no careció de agitaciones y guerras, aunque, 1978, 111 ss; ROMANELLI, 1959; SALAMA, 1950; éstas son de tamaño menor en comparación a las que SIGMAN, 1976; SYME, 1959, 310 ss; TISSOT, tuvieron sus predecesores, en especial Trajano. Se 1884-1988; WARD, 1952). La misma fuente nos levantaron las tribus de Mauretania, pero se las pudo informa que hubo grandes calamidades públicas rechazar hacia la cordillera del Atlas. En el año 139 se durante su gobierno y que para paliarlas se necesitaron registra en Britannia, una sublevación de los pueblos fuertes inversiones de la Hacienda Imperial. Así, dice Brigantes (pueblo celta, establecido en la zona del que se produjeron grandes incendios, uno acaeció en actual condado de York, en Britannia que ya tuvieron la propia ciudad de Roma y destruyó trescientas cua que ser sometidos por Cerialis entre los años 71 al 74; renta casas dejando sin techo a varios miles de habi estaban emparentados con otros pueblos del mismo tantes. Otros también de gran importancia devastaron nombre situados en el Sureste de Irlanda y Noroeste las ciudades de Narbona y Antioquía, además del Foro de la Península Ibérica). La sublevación fue vencida de Cartago. Los terremotos destruyeron varias ciuda por las legiones establecidas en Britannia: la // des de la isla de Rodas y de la Provincia de Asia, todas Augusta , VI Victrix y la XX Valeria Victrix, teniendo ellas mandadas reconstruir por Antonino. También se como mando de todas ellas al legatus Q. Lollio produjo un hundimiento parcial del Coliseo Romano y Urbico. Este movimiento junto con las periódicas una inundación del Tiber (S.H.A., Pius, IX, 1-3). incursiones de los pictos (pueblos de Caledonia, la actual Escocia), decidió al emperador a construir en el El nuevo soberano, cuyos antepasados procedían año 142 una nueva muralla en Britannia, el Vallum de Nemausus, la actual Nimes, en la Provincia de la Antonini, más al norte que la de su antecesor (el Galia Narbonense, había nacido en una importante Vallum Hadriani); esta muralla, situada en la parte familia burguesa que se había enriquecido con la más estrecha de Escocia (entre el Firt of Forth hasta industria de material de construcción, desde hacía dos Clyde), se entendía que sería sólo una primera línea generaciones pudieron inscribir sus nombres en las defensiva, por lo que carecía de la solidez de la de listas consulares, se habían distinguido en diversas Adriano, en su mayor parte era de tierra, sobre magistraturas senatoriales sin haber jamás tenido el basamento de piedra y fue construida con mucha pre mando del ejército. Llegó al trono con una considera mura). El Vallum Hadriani estaba situado unas seten ble fortuna, aumentada con el matrimonio con ta millas romanas más al sur, y sería el verdadero Faustina (FRAZE, 1960, 271-274; GIACOSA, 1969; parapeto (ASKEW, 1951; AUSTEN-BREZE, 1979, HOWAT, 1928; LAFFRANCHI, 1937, 110-114; 115-126; BIRLEY, 1973; BREEZE-DOBSON, 1972, MATTINGLY, 1943, 147 ss; SLATER, 1967, 3 ss.), la 182-208; BRUCE, 1933; BRUN, 1952; CASEY, cual también procedía de una familia acomodada. J. 1984; COLLINGWOOD, 1925-1926, 193-202; Carcopino y P. Grenade (CARCOPINO, 1949, 262- 108 COLLINGWOOD-MYRES, 1937; DRUMMOD, que Egipto, junto con el Norte de África, y Sicilia, y 1981; DYSON, 1985; FORDE-JOHNSTON, 1978; en menor medida, Hispania, suministraban la totali GOODCHILD, 1941, 1-8; HARRIS-HARRIS, 1965; dad del trigo a Roma. La plebe romana se acostumbró HEITLAND, 1921; HIND, 1977, 229-234; HOLDER, con el paso de los años a vivir gratuitamente de la 1982; HOME, 1948; JONES, 1976; LUTTWAK, annona, esto es, del reparto de víveres, fundamental 1975; MOTHERSOLE, 1922; MOWAT, 1904, 138 ss; mente trigo y aceite a todos los empadronados en RICHMOND, 1947; RICHMOND, 1950, 43-57; Roma, entre los que se encontraba la guardia pretoria- ROSSI, 1966, 240 ss; SALWAY, 1967; SHOTTER, na, a lo que había que añadir generosas entregas de 1980, 1-15; SIMPSON-RICHMOND, 1935, 1-18; dinero en efectivo por parte de los emperadores en STEVENS, 1955, 384-403; STEVENSON, 1949; fechas señaladas; su falta daba lugar a fuertes tumul TODD, 1981; TOYNBEE, 1924, 142-143; TOYN- tos que convertían al emperador de facto en el rehén BEE, 1964; WILSON, 1979, 1 ss), no obstante, la de sus propias tropas y conciudadanos. Esto es lo que muralla de Antonino estaba mejor dispuesta estratégi le sucedió a Antonino, se produjeron movimientos en camente, y en algunos sentidos era mejor que la de su la capital, durante los cuales la multitud casi lapida al antecesor (KEPPIE, 1975-1976, 61-68; ROBERT- propio emperador. La Historia Augusta dice que se SON, 1949, 99-111; ROBERTSON, 1948, 99 ss; vio forzado a organizar distribuciones de pan, vino y ROBERTSON, 1960; STERR, 1965, 35-41; VON aceite costeándolas él mismo y repartiéndolas gratui HAGEN, 1973). El emperador quiso dejar mención de tamente en la Urbe (S.H.A., Pius, VIII, 11; VAN este hecho para la posteridad, al conmemorarlo en ses- BERCHEM, 1939). tertius, acuñados entre los años 140 al 144, donde se Hubo sublevaciones entre el 145 al 152 en muestra a la imagen simbólica de Britannia, sentada Mauritania Tingitana (una zona a la que Antonino Pió sobre una roca, portando lanza y estandarte y repo prestó particular atención, como hemos visto más arri sando su brazo izquierdo sobre un escudo ba), lo que provocó importantes movimientos de tropas (MATTYNGLY-SYDENHAM, 1930, n.° 742). como relata la Historia Augusta (S.H.A., Pius, V, 4); se Esta misma política es aplicada en el limes del produjeron disturbios entre los años 157 al 158, en una Rhin-Danubio. En el año 160 en Germania Superior, Dacia aún mal pacificada, como relata la misma fuen el emperador ordena el desplazamiento del limes te (S.H.A., Pius, IV, 4; C.I.L., III, 1416; DAICOVI- hacia el Este, estableciendo en el enclave de Lorch, un CIU, 1965; FORNI, 1960, 225-232). Lo que dio lugar enlace con el limes de Raetia, construido por a la división tripartita de la Dacia el año 159 en Dacia Domiciano en el año 84. Este muro, al revés que el de Porolisense, Apuliense y Maluense. Por otra parte, Inglaterra, se hizo de piedra, al ordenar el emperador Antonino tuvo la suerte de que la debilidad interna del la retirada de las empalizadas de madera mucho reino de los partos no les permitiese hacer ninguna menos seguras y susceptibles de ser incendiadas. Se guerra de conquista, pese a que estos habían sufrido amplió la defensa con la construcción de torres y cas importantes humillaciones desde la época de Trajano. tillos de guarnición igualmente de piedra. La razón de Todos estos hechos que, por separado, parecían ello estribaba en que el limes germano entrañaba tener poca importancia, eran los primeros síntomas mucho más peligro, al haber mayor cantidad de pue del colapso que se avecinaba con el gobierno de blos acumulados tras ellos, esperando una oportuni Marco Aurelio. Si Trajano había sido un emperador dad para pasar a territorio romano, aunque la razón eminentemente ofensivo (Conquista de la Dacia, principal era que esta muralla era la única, no exis ampliación de las fronteras hasta el río Tigris... etc). tiendo ni en ese momento, ni posteriormente, una Adriano paró las conquistas y se puso a la defensiva segunda línea defensiva en toda la Europa (construcción del Vallum Hadriani, retracción de la Continental, a diferencia de Britannia, donde, como frontera del Tigris al Eufrates... etc.). Este proceso es hemos visto sí exitía (ALTHEIM, 1952, 56 ss). Esta aún más marcado con Antonino Pió que quiso cerrar política de construcciones sólidas, demostró su efica sus fronteras ante la gran ola bárbara que se avecina cia, cuando hacia los años 154-155, se produjo una ba, para ello, se ampliaron los fuertes y empalizadas ofensiva limitada hacia Escocia. en todas partes, y por primera vez hubo mayor canti En una ocasión, una sublevación campesina en dad de tropas auxiliares autóctonas, se deportaron los Egipto estuvo a punto de costarle el trono e incluso la rebeldes a otros lugares, como es el caso de numero vida a Antonino. El peligro para Roma estribaba en sos grupos de britanos, al igual que una importante 109 cantidad de numeri fueron destinados a la defensa de de gran autoridad. Esto ha quedado demostrado por las fronteras. Con Marco Aurelio, ya no cabrían los las embajadas que llegaron hasta él desde la India, movimientos disuasorios; el emperador-filósofo, por Hircania o Bactriana, y por su intervención en la excelencia, tuvo que dedicar la mayor parte del tiem política interna del Bosforo, de Iberia de Cólquida y po de su gobierno a combatir y defender los límites de Armenia. La Historia Augusta lo relata del Imperio, casi al mismo tiempo y en todas partes. Y detalladamente: «El rey Farasmenes vino a Roma a como indica Ernest Hohl (HOHL, 1975; SIRAGO, visitar a Antonino y tuvo más deferencias con él que 1974; MONTENEGRO, 1978) para referirse a la con Adriano. Nombró a Pacoro rey de los Lazos. Una época en que trascurrió el gobierno de Antonino Pió: carta suya fue suficiente para hacer desistir al rey de «El imperio llega bajo su mando a la cumbre de la los partos (Volageses III) de sus ataques a los arme civilización pacífica. Bajo el régimen pacífico del nios y bastó también su autoridad para hacer venir de emperador el conjunto de la cultura helenístico-roma- Oriente al rey Abgaro. Puso término a los litigios de na, dilatada sobre el mar Mediterráneo, aparecía al los reyes. Rechazó por completo las pretensiones del orador griego contemporáneo, Elio Arístides, como rey de los partos que volvía a pedir la silla real que una única ciudad, como un único Estado humano, Trajano le había arrebatado. Volvió a enviar a regido en sabia unidad. Y, sin embargo, el brillo Rhoemetalce al reino del Bosforo, después de haberse exterior no debe engañarnos y ocultarnos el vacío enterado del pleito que mediaba entre él y Eupator. espiritual de la época, que era ya incapaz de recogerse Paró en el Este las correrías de los Alanos. Envió tro para obra alguna creadora. El sentimiento de que el pas al Ponto para auxiliar a los habitantes de Imperio había llegado a su edad senil estaba amplia Olbiópolis contra los tauroescitas y venció a estos mente difundido; pero sintiéndose el mundo cansado imponiéndoles la obligación de entregar rehenes a los y viejo hubo de entregarse y a la quietud sucedió olbiopolitas. Nadie tuvo, ciertamente tanta autoridad pronto el retroceso. El gobierno de Antonino Pió sobre las naciones extranjeras» (S.H.A., Pius IX, 6- representa la calma antes de la tempestad, que ya se 10; WILLIANS, 1967, 470 ss). desencadena con los emperadores siguientes. Italia, la Es evidente, que el fortalecimiento del poder cuna del imperio, hallábase innegablemente en imperial se tradujo en una ampliación y expansión del decadencia económica. La industria y el comercio comercio romano, que hasta el siglo II sólo se cir hubieron de retroceder en la misma medida en que las cunscribió al ámbito del Mare Nostrum. Una vez que provincias iban haciéndose económicamente indepen Antonino era conocido y respetado, tanto política dientes. La gran propiedad, los proverbiales latifun como comercialmente, en la India y Bactriana, nada le dios, que se encontraban en manos de los senadores impedía intensificar sus relaciones comerciales con el imperiales y otras personas ricas, aumentaban sin Extremo Oriente. Una serie de acontecimientos favo cesar y se tragaban a las fincas pequeñas. Los libres rables tuvieron lugar en el año 165, muy poco después labradores de antaño se convirtieron en arrendatarios. de la muerte de Antonino, Armenia acababa de ser Síntoma grave de la decadencia popular en Italia fue reconquistada, Mesopotamia, tras la derrota de los el descenso de la población, que Nerva y sus partos, se convirtió en un territorio romano más. En sucesores intentaron contener mediante disposiciones ese mismo año partió una embajada hacia China. En el político-sociales, estableciendo en las llamadas año 166, un año después, apareció en la corte del alimentaciones fundaciones en favor de familias de emperador chino Huan-Ti, una serie de mercaderes muchos hijos». griegos o sirios que se decían embajadores del empe rador An-Tun Marco Aurelio Antonino) y realizaron A diferencia de su antecesor Adriano el más ilus conversaciones para establecer un comercio directo tre e infatigable viajero que tuvo el mundo romano, entre los países del Imperio Romano y la China; se Antonino Pió se desplazó poco o nada, apenas si están sabe que el emperador Huan celebró en el Palacio constatados unas visitas a sus fincas agrícolas en la Imperial ceremonias taoistas y budistas por la salud región italiana de la Campania, y sin embargo, ningún del emperador Marco Aurelio y por las buenas rela otro emperador antes que él tuvo más renombre e ciones de los dos alejados imperios (MAZZARINO, importancia en todo el mundo conocido y 1980, 335); igualmente hay que mencionar que en especialmente en Oriente, los hechos así lo demues recientes excavaciones en el Delta del río Mekong, en tran sabemos, por ejemplo, que el emperador gozaba 110 la localidad de Oc-Eo, en Vietnam, han aparecido 1959, 282 ss; MOSCY, 1962, 516-517; MOSCY, aurei de Antonino Pió (ALTHEI.M, 1964, 109). Este 1974; MOSCY, 1976, 286-288; POLASCHEK, 1937, comercio de todas formas, se realizaba desde siglos 971-1048; STEVENSON, 1939; SYME, 1965, 342 ss; antes a través de las rutas caravaneras que atravesa THOMAS, 1964 WAGNER, 1951-1952,26 ss; WIES- ban, al norte y al sur, las amplias mesetas, llanuras y NER, 1963); en la misma medida, Roma tuvo que desiertos del Asia Central, hasta llegar a la región de abandonar posiciones avanzadas en el Eufrates Palmira y los puertos y costas de Asia Menor, Inferior y el Golfo Pérsico, por lo que la navegación Palestina y Siria, trayendo, además de las especies, el costera con la India se vio abocada a serios peligros, y producto oriental más querido en Occidente: la seda. con el tiempo disminuyó hasta hacerse inexistente; lo A través de estos productos, se establecieron unas mismo le sucedió al comercio con China que, forzosa relaciones hasta entonces nunca vistas entre Roma mente, tenía que pasar por el de la India (MAZZARI- (posteriormente, Bizancio) y la India, Ceilán, el NO, 1980, 335). Sudeste Asiático y las regiones occidentales y del sur El África negra y desconocida se convirtió en de China. El comercio marítimo entre Occidente y la otro objeto primordial en la política de Antonino Pió; India, que tradicionalmente se realizaba por vía marí la reconstrucción de ciudades como Cartago, o la tima, en navegación de cabotaje, a través de las costas construcción de calzadas a través de las regiones casi de la India, Persia, Mesopotamia, Arabia y el Mar inexploradas de la cordillera del Atlas por la Legio III Rojo, para, al final, desembarcar a través del mar Augusta en el año 145, como así lo demuestran los Rojo, en los actuales puertos de Eliat (Israel), Aqaba miliarios, (VON HAGEN, 1973, 51) atestiguan esta (Jordania) o Suez (Egipto). Esta ruta marítima «de las afirmación. Los motivos no eran solamente de explo especies», resultaba, en ocasiones, demasiado larga y ración sino también eminentemente comerciales: del expuesta a las tormentas o ataques de los piratas del interior del Continente se exportaban animales para Mar Rojo o del Océano Indico; por lo que, a partir de los circos de todo el Imperio y especialmente de la llegada a China de los embajadores romanos, una Roma, piedras preciosas, oro, marfil, esclavos... etc. empresa mercantil privada romana, la de los Maes Incluso el Norte de Europa recibió la visita de las Titianos, envió exploradores para establecer un comer legiones y de los exploradores romanos, la cio regular entre Roma y la India por tierra, basándo construcción del Vallum Antonini en las proximidades se en las antiguas rutas caravaneras (ALTHEIM, 1964, de Escocia y las incursiones de conocimiento en la 109, nota 6). La India mantenía en estos años una acti misteriosa Hibernia (Irlanda) así lo demuestran. vidad comercial no conocida hasta entonces: en la ¿Todos estos avances en el conocimiento de década de los años 40 del siglo II diversos reinos del pueblos y lugares se debió sólo a la prosperidad y el subcontinente indio enviaron embajadas a China por prestigio de los emperadores romanos del siglo II? vía terrestre y, especialmente, marítima; gracias a su Evidentemente, no. Los conocimientos técnicos y especial relación tanto con Roma como con China los geográficos fueron a la par que las exploraciones. El hindúes resultaron particularmente beneficiados en su mismo año de la muerte de Antonino Pió, el 160, condición de intermediarios. Roma se vio en la obli fallece en Canope, el astrónomo, matemático y geó gación de instalar en Asia empresas textiles, principal grafo griego Claudio Ptolomeo, que habría nacido mente en Egipto y Asia, para elaborar y trasformar en unos setenta años antes. Ptolomeo escribió una productos confeccionados la seda que le llegaba de Geografía, que describe en ocho libros más de ocho China a través de la India. Desgraciadamente, la peste mil poblaciones del mundo conocido en Europa, declarada en Seleúcida, la invasión de los marcoma- África y Asia, además de la longitud y latitud de su nos en el invierno de los años 166 al 167, mandados emplazamiento; estas coordenadas fueron hechas de por el rey Balomario, obligó a Marco Aurelio a des forma muy precisa gracias a los conocimientos plazar importantes contingentes de tropas hacia el matemáticos de Ptolomeo, conocimientos que Danubio Medio para proteger el siempre peligroso también utilizó como base de su gran tratado de astro limes de Raetia y Panonnia (BARADEZ, 1965, 75- nomía conocido como Almagesto; en él se sitúa con 82; DRINKWATER, 1984; GEROV, 1961, 107 ss; precisión, como indica Santos Mazzarino, una «Isla HATT, 1959; JULLIAN, 1913-1926; MIHAILOV, de la Plata» que parece corresponder, nada menos, que 1961, 42 ss; MOMMSEN, 1968 (reimp.); MOSCY, a Sumatra (MAZZARINO, 1980, 335). 111 Pero no solamente Claudio Ptolomeo es el fruto visión. Como enfiesta, el mundo civilizado depone las de esta época. Antonino buscó el apoyo de las clases armas que fueron su antigua carga y se entrega a las cultas de todas las provincias desarrollando para ello galas y a toda clase de alegres pensamientos, con en los grandes núcleos urbanos de todo el Imperio una posibilidad de realizarlos. Las demás rivalidades han enseñanza superior subvencionada por el Estado para desaparecido de las ciudades y únicamente les queda aumentar la cultura de las clases adineradas provin esta pugna ¿cómo podría mostrarse cada una más ciales, a quienes otorgó la ciudadanía romana sin bella y atractiva?... Jamás dejan de afluir de parte mayores problemas. Así, el emperador mandó un vuestra beneficios para las ciudades y es imposible edicto a la Asamblea de la provincia de Asia prome determinar cuáles han sido las más favorecidas, por tiendo inmunidad de ahora en adelante, a los oradores que vuestra benevolencia con todas es la misma. y otros maestros públicos. Nerva puso en marcha y Relumbran de esplendor y encanto las ciudades, y la Trajano desarrolló un plan para educar a los huérfanos tierra entera ha quedado embellecida como un jar italianos por medio de fondos procedentes de las hipo dín... Por ello, es justo compadecerse únicamente de tecas agrarias, para las que el Estado anticipaba los aquellos que están fuera de vuestra hegemonía, si es capitales a bajo interés, ayudando al mismo tiempo a que en realidad alguno hay, porque se pierden tales los agricultores y a los huérfanos; difícilmente se bendiciones. Asimismo sois vosotros quienes mejor podría encontrar un mejor ejempio del Estado social habéis demostrado el general aserto de que la Tierra desarrollado por los emperadores de la dinastía de los es la madre de todos y la patria común. Ahora, cier Antoninos. Posteriormente, y tras la muerte de la espo tamente, le es posible a griegos y no griegos el viajar sa de Antonino, Faustina, este plan se hizo extensivo a donde les plazca, con o sin sus bienes, fácilmente, las niñas, (Puellae Faustiniae) dedicado al recuerdo de como si de patria a patria se pasara. Ni las puertas de la emperatriz. (S.H.A., Pius, VI, 7; VIII, 1). Cilicia ni el paso a Egipto entre arenas a través del Quizás agradeciendo la inmunidad prometida, país de los árabes, ni las tribus inhospitalarias de los Elio Aristides, filósofo de Hadriani, ciudad situada al bárbaros causan temor, pues para estar seguro basta noroeste de Asia Menor, escribe su Alabanza a Roma ser ciudadano romano, o mejor dicho ser uno de los bajo el gobierno de Antonino Pió en el año 143 d. de que están unidos a vuestra hegemonía. Homero dijo: J.C. Aristides es un apologista de la dinastía de los «La Tierra es común a todos», y habéis hecho que Antoninos en general y de Antonino Pió en particular: resultara cierto su acierto. Habéis medido y registra su Elogio de Roma es una de las mejores fuentes de do el campo en todo el mundo civilizado; habéis ten conocimientos del siglo II (BALSDON, 1979, 179). dido sobre los ríos puentes de todas clases, trazado Elio Aristides suponía, en frase de J.V.P.D. Balsdon: calzadas a través de las montañas, y colmado los «La mayor expresión literaria de lo que la 'Edad Oro' lugares yermos de lugares donde repostar; habéis podía significar para el mundo de Adriano y de los acostumbrado a todas la regiones a llevar una vida Antoninos» (BALSDON, 1979, 179; BLEICKEN, organizada y ordenada» (ARISTIDES, 94-96). 1966-1967, 225 ss; BOULANGER, 1922, 26 ss; BOULANGER, 1923; MESK, 1909, 5 ss; OLIVER, Para Elio Aristides, el Imperio estaba protegido 1953;PAVAN, 1962,81 ss). por el «anillo de acero», las legiones, que se extendían por todos los limites, europeos, asiáticos y «Ahora todas las ciudades griegas prosperan africanos, los soldados eran reclutados en las bajo vuestra hegemonía y los monumentos que se ciudades del Imperio, dando lugar a ejércitos autóno dedican en ellas y todos sus ornatos y comodidades mos de los propios países, por lo que tenían una son bellos suburbios en vuestro honor. La costa y el mayor motivación a la hora de la defensa, el mundo interior se han llenado de ciudades algunas de nueva romano vivía en paz, sus ciudades se desarrollaban fundación, otras engrandecidas por vosotros... por la magnanimidad de Antonino y sus predeceso Preocupándonos grandemente de los griegos, como si res, las comunicaciones se desarrollaron hasta un fueran vuestros padres adoptivos, constantemente les punto nunca alcanzado antes, la red de calzadas tendéis la mano, y cuando están postrados los levan atravesaba en todas direcciones el Imperio, y gracias táis. Dejáis en libertad y autonomía a quienes de ellos a ello, el comercio florecía. El emperador asumía y fueron antaño los más nobles y poderosos, y guiáis al juzgaba todos los problemas del Imperio en persona. resto moderadamente con mucha consideración y pre Quizás, lo más importante que sucedió en todo su 112 gobierno era que la ciudadanía romana se dio con una el crecimiento de la Iglesia Cristiana y su lucha contra abundancia no conocida hasta entonces, no sólo las las sectas gnósticas, las cuales crecían con gran impul clases pudientes y cultas la recibieron, sino también so. En cuanto al Cristianismo, Antonino Pió estuvo comerciantes y burgueses en general de todos los rin inclinado a la bondad de temperamento y a mostrar cones del Imperio, creando un importantísimo núcleo indulgencia; pero tal indulgencia estaría limitada por de «ciudadanos» que acababan identificándose con la el principio: dum ne quid contra disciplina» (MAT- ideología y la política imperial. Tal era lo que preten TINGLY, 1940, CI). Antonino, en contra de lo que día Arístides, que así hablaba de Roma: realizó Adriano, prefirió proteger a los dioses romanos frente a un helenismo idealizado y «De todos los rincones de la Tierra y de los trasnochado, igualmente hizo frente a la marea de mares afluyen a vosotros los productos de todas las divinidades orientales que extendían su culto por estaciones y de todos los países, los de los ríos y de los Italia y todo el Imperio rechazando la influencia de las lagos, y todo cuanto pueda crear la industria de los religiones orientales y que tanta importancia adquiri griegos y de los bárbaros. ¿Se desea contemplar todos rían desde finales del siglo II. estos productos? Es menester recorrer la tierra entera En otro orden de cosas, «los elementos o habitar en Roma. Aquí se halla siempre en ideológicos del Principado, una de las bases del poder abundancia todo cuanto la naturaleza y la industria imperial, iban unidas a unas directrices políticas con producen en todos los pueblos. A cada estación del cretas; línea de 'movimiento' con Trajano, 'estabiliza año, sobre todo en otoño, tantos navios de transporte ción' con Adriano e 'inmovilismo' con Antonino Pió» vienen a atracar a los muelles del Tiber, que Roma es, (PFLAUM, 1966,143 ss). Este «inmovilismo», es con en cierta manera, el mercado universal del mundo. mucho, una de sus características más destacadas, Los frutos de la India y de la Arabia Feliz son tan Antonino rehusó de forma continuada a las presiones numerosos entre vosotros, que se puede pensar que de sus generales a toda conquista que ampliase aún todos los árboles de aquellos países se han quedado más el Imperio, prefirió fortificarse en el interior del sin frutos. Si los hindúes o los árabes necesitan Imperio y esperar desde allí los avatares del destino. productos de su suelo, a Roma tendrán que venir a Su máxima era la de Escipión el Africano «que prefe buscarlos. Los tejidos de Babilonia, las joyas de la ría conservar un ciudadano que matar mil enemigos» barbarie más lejana, llegan a Roma en mayor canti (DIO CASSIO, LXX). dad y con mayor facilidad que si se tratara de trans La propia Historia Augusta hace referencia a la portar a Atenas un producto de Naxos o de Citnos. política sumamente conservadora del gobierno de Vuestro dominio agrícola comprende Sicilia, Egipto y Antonino Pió: «no destituyó a ninguno de los que todas las tierras cultivadas de África. Es un continuo Adriano había puesto en cargos públicos y fue tal su ir y venir de navios a vuestros muelles. Aquí en el constancia que mantuvo a los buenos gobernadores en punto de reunión de todo cuanto el comercio, la nave sus provincias siete y hasta nueve años. Tampoco des gación, la agricultura, las minas, la industria de todos tituyó a ningún magistrado que no hubiese dado lugar los tiempos y de todos los pueblos pueden producir; a ello. Aunque el prefecto Gavio Máximo, después de de todo cuanto la naturaleza, en fin, puede criar. Lo llevar veinte años al mando de los pretorianos tuvo que no se encuentra en vuestro país, no existe, no que ser destituido por un escándalo surgido al difun puede existir, en ninguna parte» (ARÍSTIDES, 94-95). dirse el rumor de que había conseguido el puesto gra cias a una concubina del emperador» (S.H.A., Pius, V, «Era evidente que el régimen pacífico del em 3; VIII, 7-9). Potenció la institución del Consilium perador, el conjunto de la Cultura Helenístico- Principis creada por su antecesor, institución a la que Romana, extendida por todo el mar Mediterráneo, él mismo pertenecía junto con los juriconsultos aparecía a Elio Arístides como una única ciudad, Vindio Vero, Salvio Valente, Volusio Meciano, Ulpio como un único Estado humano, regido en sabia uni Marcelo y Iavoleno (S.H.A., Pius, XII, 1). La misma dad. La época de Antonino, es un período en el que fuente, antes indicada, nos dice que «las provincias todo tuvo cabida, desde el fervor religioso, pasando prosperaron bajo su gobierno» (S.H.A., Pius, VII, 1), por la superstición que aparece en las páginas de cosa que hemos de creer si tenemos en cuenta el gran Apuleyo, hasta la devoción de Arístides y, sobre todo, número de obras públicas que se realizaron y que 113 hemos relatado más arriba; no obstante, carecieron de los miembros del orden ecuestre; eran ellos los las visitas e inspecciones que realizó su vitalista ante representantes del Estado tanto en Italia como en las cesor. La misma Historia Augusta informa que evitó provincias, también acaparaban buena parte de los los viajes, pues decía, con razón, que los viajes del puestos del Senado. Antonino Pió representaba, por el emperador acompañado de su séquito e impedimenta contrario, al tipo del aristócrata rural con sus fincas en resultaban muy gravosos para los magistrados y ciu Campania; a este orden social pertenecían, todavía, una dadanos de las provincias, quedando muchos de ellos buena cantidad de individuos que habían adquirido sus virtualmente arruinados después de una visita impe fincas en los dos últimos siglos, y que habían ido rial (MATTINGLY—SUTHERLAND, 1926, 590- ampliando gracias a compras, préstamos, donativa, 592). Ello no le impedía estar siempre al corriente de hipotecas, o simplemente, por despoblamiento del las rentas públicas y de la contabilidad de las diversas campo que ya empezaba a notarse de forma alarmante regiones del Imperio (S.H.A. Pius, VII, 8). Estas en la segunda mitad del siglo II, hasta el punto que, actuaciones dejan claro que las diversas regiones del durante el gobierno de Marco Aurelio, llegase a hablar Imperio mantenían una profunda crisis financiera que se de los Agri Deserti. Un buen ejemplo del aristócrata se remonta al esfuerzo que tuvieron que hacer para enriquecido era el cortesano Herodes Ático que obtuvo sufragar las costosas campañas de Trajano, los viajes en parecidas fuentes sus fabulosas fortuna. R Grainder, de Adriano, y la continua annona a la ciudad de lo ha descrito como «un millonario del mundo antiguo» Roma. Antonino, en la medida de lo que pudo, suavi (MAZZARINO, 1980, 135; S.H.A., Pius, IV, 9). zó este estado de cosas: «devolvió el Aurum Otro problema de gran importancia durante el Coronarium entregado por Italia, y la mitad de lo que gobierno de Antonino fue el de la sucesión al trono. habían aportado las provincias» (S.H.A., Pius, IV, 10). Santos Mazzarino, lo plantea de la siguiente manera: «En todo el Imperio rebajó los tributos, y hacía rendir «Adriano adoptó primero a Elio Vero, y tras la muer cuentas de ellos a los procuradores» (S.H.A., Pius, VI, te por tuberculosis de éste último, a Antonino que 1-2). «Llegó a hacer préstamos de su fortuna personal tenía el nombre de Pió por su pietas hacia Adriano y al interés más bajo de la época, el cuatro por ciento por la presión que ejerció sobre el Senado para conse (S.H.A., Pius, II, 8). Ya Adriano había proclamado a guir la apoteosis de Adriano. Antonino tenía de su través de la propaganda imperial numismática la abo matrimonio con Faustina la Mayor dos hijos varones lición de los impuestos atrasados que no se habían y dos hijas, pero los dos hijos varones, y la mayor de podido recoger (cosa que Adriano había conmemora las hijas murieron; por lo cual él mismo también do en sestertii con la inscripción: Reliqva Vetera HS. quedó obligado a adoptar a su sucesor, y lo hizo en las Novies Mili Abolita S. C. En dicha moneda se muestra personas de Marco Aurelio Antonino, esposo de la al lictor prendiendo fuego a un montón de papiros de única hija que le quedaba a Antonino, Faustina la deudas, ante él varios ciudadanos dan vítores y acla Menor y Lucio Vero (hijo de aquel Elio Vero que man a Adriano (GAGE,1933 165). Además el sistema Adriano habia adoptado antes de hacer lo mismo con de los congiaria o liberalitates estaba plenamente Antonino tras la muerte de aquel). En este sentido, se establecido en el siglo II, por lo cual no pudo dejar los desarrolla el problema de tipo ideológico de si la repartos de bienes y dinero en ocasiones especiales. adopción constituye el mejor medio para configurar «Distribuyó un congiarium al pueblo y añadió un en sentido tradicional el ideal monárquico del Estado segundo donativo a los soldados». «Hizo famosísimas Romano; no sólo la sucesión de Antonino Pió era con las nupcias de su hija Faustina al desposarse con cebida en el plano de la adoptio del optimus, sino que Marco Antonio hasta el punto de contribuir con un la adopción de dos optimi, se configuraba de manera donativo a los soldados» (S.H.A., Pius, VII, 11). Todo diárquica con una mayor garantía de constitucionali- ello no fue óbice para que a su muerte se hubiera acu dad en relación al ideal típico del Senado Romano» mulado en las cajas del Estado la enorme cifra de seis (MAZZARINO, 1980, 327-328). cientos setenta y cinco millones de denarii, la misma El mismo autor señala que esta monarquía dual, cifra que había dejado Tiberio. era mucho más apta para gobernar un imperio de tanta Por otra parte, las viejas familias del período extensión, y que de alguna manera recordaba al siste republicano estaban en completo declive, cuando no ma de los dos cónsules de la época republicana, lo que habían desaparecido completamente, desde que daba mayores garantías de constitucionalidad, y por Adriano había puesto la administración en manos de tanto, se adaptaba más al sentir del Senado romano. 114

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T. Aelius Hadrianus Antoninus Pius, comenzó gobernando en la línea espiritual y política de su predecesor, Adriano. El largo reinado de Antonino Pió. (murió en el año 161 a los setenta años de edad), fue el período más calmado y más «impersonal» de todo el Imperio. Su gobierno fue consi
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