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Andrea Lucio_TESIS PDF

354 Pages·2017·9.77 MB·Spanish
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El dibujo del rostro y su valor contemporáneo de alteridad Andrea Lucio Aquesta tesi doctoral està subjecta a la llicència Reconeixement- NoComercial 3.0. Espanya de Creative Commons. Esta tesis doctoral está sujeta a la licencia Reconocimiento - NoComercial 3.0. España de Creative Commons. This doctoral thesis is licensed under the Creative Commons Attribution-NonCommercial 3.0. Spain License. EL DIBUJO DEL ROSTRO Y SU VALOR CONTEMPORÁNEO DE ALTERIDAD Universidad de Barcelona. Facultad de Bellas Artes. Doctorado La realidad asediada: posicionamientos creativos. Andrea Lucio. 2016. EL DIBUJO DEL ROSTRO Y SU VALOR CONTEMPORÁNEO DE ALTERIDAD EL DIBUJO DEL ROSTRO Y SU VALOR CONTEMPORÁNEO DE ALTERIDAD Andrea Lucio 2016 Universidad de Barcelona Facultad de Bellas Artes Doctorado EES: ‘La realidad asediada: posicionamientos creativos’ Directores de tesis: Miquel Quilez Bach Cosme Gay Escoda Tutor: Domenec Corbella Llobet 1 EL DIBUJO DEL ROSTRO Y SU VALOR CONTEMPORÁNEO DE ALTERIDAD EL DIBUJO DEL ROSTRO Y SU VALOR CONTEMPORÁNEO DE ALTERIDAD 3 TESIS DOCTORAL 4 ÍNDICE INTRODUCCIÓN 1. Descripción y motivación ………………………………………………………………….. 7 2. Hipótesis y metodología ………………………………………………………………….... 9 PRIMERA PARTE CAPÍTULO I HISTORIA DEL ROSTRO Y LA ALTERIDAD ….……………………………… 13 Referentes históricos del rostro …………………………………………………………… 29 CAPÍTULO II LA PERCEPCIÓN DEL ROSTRO .……………………………………………... 45 1. Registro cognitivo del rostro ……….…………………………………………………… 44 1.1. Las partes del rostro ……………………………………………………………… 49 1.2. Atributos …………………………………………………………………………… 51 1.3. Fenómenos perceptivos del rostro ………………………..………..……........... 58 2. Registro sensible del rostro …………………………………………………………… 63 2.1. El mundo en el espejo, primera experiencia del rostro …………………………… 68 2.2. El rostro, enlace de experiencia física y psíquica ………………………............... 71 CAPÍTULO III EL CONCEPTO DE ALTERIDAD EN EL ROSTRO …………………………... 75 1. Identidad ……..……………………………………………………..……………………… 76 1.1. Recorrido histórico del concepto ……………………………………………… 76 1.2. El problema de la objetivización de la unidad del Ser …………………………. 77 1.3. Crítica a la permanencia …………………………………………………………. 78 1.4. Identificación ……………………………………………………………………… 83 2. Alteridad y apariencia ………………………………………………..…………………… 85 3. Alteridad y Lévinas ………….……………………………………………………………… 89 4. Registro de alteridad en el rostro …………………………………………………………… 96 CAPÍTULO IV REPRESENTACIONES MODERNAS DE ALTERIDAD EN EL ROSTRO 99 1. La fisionomía en el rostro …………………………………………………………… 99 2. La expresión artística y la búsqueda del yo moderno modernidad ……………… 112 ÍNDICE 2.1. La dificultad de un nuevo sentido …………………………………………… 113 3. La irrealidad como profanación moderna ……………………...…………………. 123 3.1. La máscara ……………………………………………………………………… 112 3.2. La caricatura …………………………………………………………………… 126 3.3. El doble …………………………………………………………...…………….. 131 3.3.1. Lo siniestro …………………………………………………………. 134 3.4. Lo femenino y la falta ………………………………………………………..…. 139 3.5. El rostro y la mirada ……………………………………………………….…… 143 CAPÍTULO V CREACIÓN Y APARICIÓN ...………………………………………………....….. 149 1. Vacío y Creación ………………………………………………………………………… 153 2. Técnica y apariencia ……………………………………………………………………. 158 3. Sintaxis visual ………………………………………………………………………….… 165 SEGUNDA PARTE CAPÍTULO VI 171 TRABAJO PROCESUAL ...……………………………………………….…….... 1. La pintura y el dibujo como conocimiento transversal ………………........…… 171 2. Referentes artísticos ………………………………………………………………...... 173 3. Análisis de las etapas procesuales ………………………………………………..… 185 3.1. Primera etapa procesual: rostro y subjetividad ……………………………… 187 3.2. Segunda etapa procesual: el contexto ……………………………………… 217 3.3. Tercera etapa procesual: rostro y gesto ……………………………….……… 231 3.3.1. El dibujo del gesto ………………………………………………………… 231 3.3.2. El proceso pictórico del gesto ………………………………………….... 239 3.4.1. El acto de hablar y el personaje, acercamiento al rostro a través de imágenes virtuales. ………………………………………… 243 251 3.4.2. El silencio y la historia, acercamiento al rostro a través de la experiencia. 4. El rostro propio …………………………………………………………………….…… 278 CONCLUSIONES ……………………….………………………………….… 323 BIBLIOGRAFÍA …………………………..…………………………………... 343 ÍNDICE TEMÁTICO ……...………………………………………………….. 351 EL DIBUJO DEL ROSTRO Y SU VALOR CONTEMPORÁNEO DE ALTERIDAD Introducción 1. Descripción y motivación La investigación que leerán a continuación tiene raices en un problema que ha acompañado in- consciente, y ahora, conscientemente toda mi formación como pintora: la dificultad de construir sentido, y porque no, motivar o acercar al espectador hacia un espacio de pregunta a través del arte. Podría intentar resumirlo como ¿cuales son esos otros valores de la obra pictórica más allá del estético? ¿y qué pasa con ellos en una época especular, donde prima el valor visual como hoy en día? Los motivos de la dificultad de la construcción de sentido son múltiples, además de los factores culturales y sociales, se encuentran los subjetivos y los particulares a cada práctica artística: la propia práctica pictórica quizás se inscriba a ciertos tiempos que no parecen ser los que velozmente corren ahora, el ojo habituado al consumo de imágenes exige más movimiento y una construcción de contenido a través de collage continuo de su mente, ‘constelaciones’. Y cierto es también que hay tiempos a los que nunca volveremos, así pues aquí no pretendo negar las características y límites que nos someten a una época, ni encontrar una solución, más bien, dar cuenta de tales fronteras y establecer un espiritu mediante el cual abordarlas a partir de un ejercicio concreto como es el dibujo de un rostro. La base teórica de este trabajo es, por un lado, el ejercicio propio de la obra como intento de desplegar un análisis que sustenta una tesis sobre la fenomenología de la representación del rostro, una tentativa pues, de describir el sentido del rostro a través de la práctica de mi trabajo personal. En la descripción de este sentido identificaré algunos discursos vinculados a la imagen del rostro, de los cuales inevitablemente mi práctica me acercará o alejará. En tanto que el trabajo incluye también el desarrollo procesual como complemento del marco teórico, espero poder transmitir con cierta fluidez una materia que, como lo reconocen otros tra- bajos doctorales de la práctica del dibujo y la pintura, conlleva la dificultad de hablar de la obra propia. Reconozco entonces que en la pintura como en muchas artes hay aspectos difícilmente penetrables por la palabra pero que creo no desmerecen el intento de ser traducibles, asumien- do que existe una imposibilidad pero que también ese marco del conocimiento, el de la ‘no-pa- labra’, lo ‘imaginario’, tiene un lugar muy destacado en el pensamiento, aunque se minimice su importancia en el sistema de conocimiento imperante. La pregunta de ¿Qué quiere decir hoy en día pintar? ¿Por qué pintar? Me llevó a observar cuales eran los eventos que permitían generar un conocimiento práctico en mi pintura y me di cuenta que el que más se repetía era la representación del ‘otro’. ¿Qué quiere decir pintar un rostro hoy en día? ¿Para qué pintarlo? El rostro es un evento sobre el cual depositar la mirada, como podría ser un paisaje, una ex- cusa, que sin embargo es constitutiva de la iconografía, de la comunicación y la sensibilidad humana, en el caso particular de este trabajo, es además el vínculo de relación con parte de la obra de un autor que antes desconocía, como Emmanuel Lévinas, y otros teóricos que reflexio- nan sobre la fuerza infinita del rostro del otro. Este es sin duda uno de los motivos que ayudan a 7 INTRODUCCIÓN que este trabajo tenga una fuerte influencia filosófica pero la razón de la influencia de la filosofía como teoría para entender el arte es anterior. La lectura de la filosofía me acompaña para seguir pensando y no dar por clausurado un tema, entendiendo que las preguntas me ayudan ha evitar el escenario de conclusiones cerradas que podrían acabar en adoctrinamiento. Se trata, pues, como diría Maurice Blanchot, de alimentar el deseo que insta la pregunta; deseo que también es necesario para la creación de cualquier obra plástica. Hoy en día, quizás sea menos frecuente que un trabajo artístico se sustente sobre reflexiones filosóficas pero la estética sigue siendo uno de los principales motivos de la reflexión filosófica: ya sea porque el pensamiento débil navega entre imágenes; por la cantidad de imágenes que hoy en día construyen el pensamiento contemporáneo; porque un evento de crisis sea siempre imagen y luego interpretación. O quizás, porque las imágenes sean sobre todo recuerdo y pér- dida: estas forman el sentido contemporáneo y por tanto la continua sensación de límite, o bien, sea que les dotemos de una central importancia porque somos concientes de lo perecedero. Deba por tanto aclarar, si no ha sido evidente ya, que hay una consciente elección hermenéu- tica, en la que sean filósóficos, psicoanalíticos o de una ‘ciencia sin nombre’, los textos que influyen este trabajo. Textos que se acercan al lenguaje intentando nombrar los espacios no delimitados, periféricos a la razón, en palabras de Vattimo (1996): La filosofía, como modo de reflexionar, de «volver sobre» estas condiciones tras- cendentales —pero históricamente mutables, como el lenguaje y la cultura— de la experiencia, no es una ciencia: no «demuestra» enunciados, no resuelve proble- mas para pasar, acumulativamente, a la solución de otros; es, más bien, un ejerci- cio de mortalidad, y por tanto también, en cierta medida, discurso «edificante » o «estético», en cuanto no concluye, sino que intensifica y enriquece, complica con referencias que ensanchan y «desfondan», nuestra experiencia de las cosas. No podemos, pues, decir: la verdad (en el sentido filosófico, originario) es esto o esto. A la pregunta respondemos por el contrario con un largo discurso, y entendemos que el término alude a esta compleja situación, a nuestro ser-arrojados (como dice Heidegger) en un horizonte de comprensión del mundo que está escrito en nuestro lenguaje y en nuestra tra-dición cultural, sin que por esto se puedan individualizar estructuras estables, dadas de una vez por todas. (p.18-19) Las lecturas de filosofía han acompañado mi práctica artística quizás porque en el espacio de la teoría autores como Nietzsche, Foucault o Benjamin han intentado entender la crisis de la re- presentación y otros como Barthes, Badiou, Agamben o Rancière ciertos aspectos de la imagen dentro de la sociedad moderna para poder preguntarse sobre las características de la obra de arte. Los recursos filosóficos que aquí se utilizan acompañan los descubrimientos que han conduci- do la investigación, sus influencias y dudas sobre los discursos ya establecidos. Pero a pesar de este ‘riesgo’, he seguido adelante por cuanto creo que “la investigación no tendría sentido si no fuera porque permite un extravío del sujeto”1 que he decidido tomar. En ese sentido, investigar es investigarse, investigar las matrices que hacen posible que uno piense lo que piensa. Y dice Barthes: “El éxito de una investigación no depende de su ‘resultado’, noción falaz, sino de la naturaleza reflexiva de su enunciación”. Ahora, pisando ya sobre mis primeros pasos, puedo encontrar que muchas cosas ya han sido dichas de otra forma, desde luego Lévinas pero también Vattimo respira la intencionalidad que desearía darle a este trabajo cuando habla de ‘pensamiento débil’. La novedad de este trabajo 1 Tal como decía Michel Foucault en el segundo volumen de la Historia de la sexualidad 8

Description:
Elagabalus, ca. 221 AD, Capitoline. Museums. Photo: Carole Raddato/ Flyckr. como era el caso del teatro o de la política en el caso de los empera-.
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