Universität zu Köln Romanisches Seminar WS 2009/2010 Seminar: El Mediterráneo en la poesía del Modernismo y del ´27 Dozent: Prof. Dr. Wentzlaff-Eggebert Studentin: Sara Wojcik Andalucía en el Romancero Gitano de Federico García Lorca Sara Wojcik Lützowstraße 39a 50674 Köln E-mail: [email protected] Angestrebter Studienabschluss: LA Sek. II/I Fächer: Deutsch, Spanisch Í NDICE Introducción 1. Federico García Lorca 4 1.1. La infancia del poeta 4 1.2. La formación poética de García Lorca 5 1.3. La identidad andaluza 6 2. El Romancero Gitano (1924-1927) 7 2.1. La pena 9 2.2 Los gitanos como personajes 11 3. Andalucía en el Romancero Gitano 12 3.1. Andalucía en los «Tres romances históricos» 12 3.2. Andalucía en los romances de los tres arcángeles 14 3.3. Los elementos geográficos y naturales 17 4. Resumen y conclusiones 18 Bibliografía 20 2 Introducción „La literatura de España necesita de vez en cuando expresarse de un modo más intenso y más puro. Y entonces se produce en el siglo XIV un Juan Ruiz; en el XVII, un Lope de Vega; en el XX, un Lorca. Surgió porque sí, porque tenía que ser, tenía que cumplirse la ley de nuestro destino: España se había expresado una vez más.”1 Con esas palabras celebra Dámaso Alonso al gran poeta andaluz, conocido y famoso en todo el mundo por su obra. De parecida manera le juzgan los intelectuales de aquel tiempo y de hoy. Pero sobre todo, le siente su pueblo, el pueblo andaluz. Se puede decir que él era la voz de Andalucía, lo incorporó en sus obras tanto en los poemas como también en sus piezas teatrales. Federico García Lorca es un hijo de su patria, un granadino verdadero y un español con toda la influencia andaluza. Sus raíces se sienten en toda la obra que escribió, con todos los elementos andaluces como por ejemplo la pasión y emoción, el amor a su tierra, la tradición y cultura, la historia y la literatura. Cuando se habla de elementos y/o características andaluzas en este trabajo no se debe pensar en una generalizacíon del pueblo andaluz sino en lo que significaba para Lorca ser y vivir andaluz. Para él como poeta eso significaba ser consiente de lo que era Andalucía – anteriormente y en el tiempo en que vivía él, es decir, el pasado, la historia y la herencia cultural que incluye la literatura andaluza y los grandes poetas que eran fruto de aquella provincia. Andalucía! Cuando uno escucha esa palabra solamente se puede hacer una imagen sencilla de este sitio tan mágico y profundo, tan rico en cultura y tradición con tanta diversidad. Son olores, colores e imágenes que embrujan a quien que ha tenido la suerte de visitarla y conocerla. Andalucía, la provincia en el sur de España, frontera de Europa, que tiene la Sierra Nevada y se comparte el mar mediterráneo con Asia y África. Sufrió ciertas luchas y guerras pero no ha perdido nada de su espléndida luz como lo hubiera dicho el gran Rubén Darío. Andalucía en el Romancero Gitano de García Lorca es el objeto principal de ese trabajo. Una breve biografía del poeta y la influencia andaluza serán un comienzo introductivo para entender a Lorca y su motivación a componer los romances. En el segundo capítulo se introduce la obra del Romancero Gitano explicando la importancia de los términos de los gitanos y la pena que usa Lorca como elementos andaluces. En el capítulo 3, que es el principal de este trabajo, se presentarán las diferentes características andaluces 1 Dámaso Alonso, Poetas españoles contemporáneos, Madrid 1952, p. 274- 275. 3 cuales se comprobarán con los numerosos ejemplos en los poemas. Elementos de la historia, de la naturaleza como alusiones culturales y religiosas forman parte de aquel capítulo. Este trabajo trata de Andalucía como protagonista principal en el Romancero Gitano, usando caracteres como los gitanos, los arcángeles, el paisaje, etc. para presentarla. Quizás fue exactamente eso lo que quería García Lorca con sus poemas, ser la voz de su querida Andalucía. 1. Federico García Lorca 1.1. La infancia del poeta “Mi padre, agricultor, hombre rico, emprendedor, buen caballista. Mi madre, de fina familia. Mi famila hizo crac en el siglo pasado. Ahora, resurge otra vez (...) Mi padre se casó viudo con mi madre. Mi infancia es la obsesión de unos cubiertos de plata y de unos retratos de aquella otra «que pudo ser mi madre», Matilde de Palacios. Min infancia es aprender letras y música con mi madre, ser un niño rico en el pueblo, un mandón.”2 Con esa evocación de sus padres y de su familia, a los que siempre se sentirá muy ligado, comienza el poeta a responder a una encuesta de Giménez Caballero para la Gaceta Literaria ya en 1928, poco después de la publicación del Romancero Gitano. Don Federico García Rodríguez era propietario en los términos de Fuente Vaqueros, y más tarde también en Asquerosa, luego rebautizado como Valderrubio -aunque Lorca lo había confirmado como Vega de Zujaira- en el secano. Hoy en día, muchos granadinos le llaman un poeta ecológico por que viene del corazón de la Vega de Granada. El 5 de junio de 1898 nació Federico, el primero de los hijos. A causa de una grave enfermedad infantil Federico sufrió una torpeza para andar; en ciertas ocasiones Lorca se refiere a esa falta de agilidad y la atribuye sus principios de narrador y recitador: “al no poder seguir a los demás niños, se los atrae contándoles historias.”3 Se puede decir que esa infancia profundamente rural protegerá el fondo campesino de su poesía. Para evitar la abundante bibliografía que se ha ido urdiendo alrededor de Lorca, prefiero dejar la palabra al poeta. “En la tierra encuentro una profunda sugestión de pobreza (...) No la pobreza sórdida y hambrienta, sino la pobreza bienaventurada, simple, humilde, como el plan moreno.”4 Concluyendo se puede decir que la ubicación meridonial de Granada, la infancia en la Vega y la herencia cultural de sus padres como también el folklore y una geografía agreste quedaron impresas en toda su obra poética, donde los romances y la épica se funden de manera perceptible. 2 Miguel García-Posada, Obras de F. G. L., Madrid 1980, p. 492-493. 3 Federico García Lorca, La casa de Bernarda Alba, Madrid 2003, p. 13. 4 Miguel García-Posada, p. 638. 4 1.2. La formación poética de García Lorca Al principio se debería aclarar que la obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la famosa Generación del 27 y de toda la literatura española. Lorca se interesó mucho por la historia, los poetas antiguos de la literatura clásica pero también por la literatura contemporánea. Su poesía es un reflejo de un sentimiento trágico de la vida y a causa de su gran conocimiento a través de la lectura, su poesía está vinculada a muchos autores distintos, tradiciones y corrientes literarias. En sus obras conviven la tradición culta y la tradición popular. Lorca también era un excelente pianista, tocaba la guitarra, intentaba componer, es decir, que amaba la música. Más tarde cambió la música por el arte de la literatura y entre 1917-1920 escribió febrilmente prosa, teatro y poesía. El poeta no era un buen estudiante pero todas sus actividades en su tiempo fuera de la universidad tenían más éxito y fama. Un grupo granadino y él formaban «el Rinconcillo», se juntaban regularmente y se hablaba de literatura, música, arte, sentimientos, filosofía, religión o también política. Eran los años de la guerra europea y todas las preocupaciones dejan su huella en las obras de Lorca, tanto las juveniles como también las recientemente editadas. Más tarde Lorca se mudó a la Residencia de Madrid y allí empezó la amistad con Luis Buñuel, Salvador Dalí y con muchos más. En Madrid se forjó lo que se conoce como Generación del 27. En justamente este año un grupo de poetas jóvenes se reuñió en Sevilla a causa del homenaje al poeta barroco Luis de Góngora. El significado importante de ese encuentro era la recuperación de las tradiciones como la vuelta a la estrofa . Volver al pasado en el sentido de leerlo con los ojos de la vanguardia significaba que la poesía fuera un dialogo con algo permanente (un dialogo con el pasado), en total, una síntesis de la tradición y la originalidad. Se puede concluir todo lo dicho en una consideración y decir que para llegar a una realidad general, hace falta conocer anécdotas, anéctodas del pasado, de tiempos antiguos. Para Lorca y su obra poética eso significaba que se buscaban valores del pasado que se podían realizar en el presente. Así es cómo se forma el enorme volumen de su obra y los elementos que le confluyen: “Tierra y juventud, en cuanto a la inspiración; influencias de otros poemas, en cuanto a la técnica.”5 5 Jaroslaw M. Flys, El lenguaje poético de Federico García Lorca, Madrid 1955, p. 27. 5 1.3. La identidad andaluza La obra de García Lorca no sería la misma si el poeta hubiera nacido en otra región de España. Es de gran importancia para entender y sentir lo que escribió Lorca porque “Andalucía es algo distinto del resto de España.”6 Ningún otro poeta andaluz o no andaluz llega como él a los “íntimos estratos epirituales de su pueblo”.7 El exotismo de sus imágenes y motivos, los elementos míticos y mágicos son fruto del ser y vivir andaluz. Lorca, en su totalidad, como hombre y poeta, es parte integrante de su pueblo andaluz y como ya mencionado ese mismo pueblo –Andalucía, España- ha encontrado su voz en García Lorca. Y exactamente por este motivo, sería tan importante y conveniente estudiar a Lorca en relación con su pueblo para comprobar lo que su obra debe de hecho a las formas tradicionales y qué analogías existen entre el poeta y su pueblo. Frente a otros poetas andaluces como los hermanos Álvarez Quintero o a un Manuel Machado, Lorca se distingue por haber dado expresión particularmente pura y absoluta a las estructuras más hondamente arraigadas del andaluz. Uno puede preguntarse qué influencia tiene esa diversidad sobre el habitante de Andalucía , especialmente en lo que puede importar a entender a Lorca. Ortega y Gasset intenta explicar la adhesión del andaluz a su tierra: “ El andaluz tiene un sentido vegetal de la existencia y vive con preferencia en su piel. El bien y el mal tienen, ante todo, un valor cutáneo: bueno es lo suave, malo lo que roza ásperamente.”8 Jaroslaw Flys habla de dos características principales del habitante bético. Por un lado constata que el andaluz es un hombre esencialmente contemplativo y que su emoción se basa en la “experiencia sensitiva, ante todo visual.”9 Eso explicaría también el uso de crear imágenes en la obra de Lorca, especialmente en sus primeras obras. Por otro lado, según Flys, el hombre andaluz deja atrás una parte de su ser cuando sale du sus limites geográficos y Flys lo llama “su andalucismo.”10 Vive con anhelo y intenta recrear las imágenes de su tierra, como también lo ha hecho Lorca cuando estaba fuera de Andalucía. La poesía andaluza está basada sobre lo visual, eterno juego de colores y luces y del misticismo. Flys considera la poesía lorquiana como contemplativa de carácter visual y metafórica. No se debería olvidar cuando se lee la obra de Lorca que “el alma que allí canta, 6 Ibid., p. 20. 7 Christoph Eich, Federico García Lorca, poeta de la intensidad, Madrid 1958, p. 6. 8 José Ortega y Gasset, Teoría de Andalucía y otros ensayos, Madrid 1942, p. 78. 9 Jaroslaw M. Flys, p. 21. 10 Ibid., p. 22. 6 que allí en el misterio de la creación poética se cela y a la par se descubre, no es el alma del poeta: es el alma de su Andalucía, es el alma de su España.”11 Este capítulo lo quiero terminar con una pregunta que al mismo tiempo ya es la respuesta. Sería posible que otro poeta fuera capaz de hablar de los olivos, de la luna o del mar como lo hizo Lorca, si no hubiera nacido en “the inspirated land”12 que es Andalucía? 2. El Romancero Gitano Al principio hay que destacar lo que siempre fue importante para Lorca mismo de esta obra. El Romancero Gitano, que fue publicado en 1928 (aunque escrito entre 1924-1927), trata del gitanismo y Andalucía como protagonista. Es un libro en que el poeta ha acertado por el tono del romance y por tratarse de un tema de su tierra. Pero lo que Lorca siempre dijo es que este tema era uno de los muchísimos que tiene el poeta: pero no fundamental en su obra, ni mucho menos persistente. Es importante conocer la opinión de Lorca para que no se piense que su único tema fue el gitanismo. Sin dudas el Romancero Gitano es su libro con más éxito y más conocido. Los poemas son anécdotas de temática romántica. Lorca usa los motivos andaluces como los gitanos, la naturaleza o alusiones religiosas y mezcla los diferentes estilos de la literatura. Los romances lorquianos son ejemplos para la convivencia de elementos tradiconales o cultos y populares, es decir, que Lorca adopta formas métricas y recursos de la poesía popular que se puede interpretar como una síntesis del mundo viejo y el mundo nuevo. Son temas de amor y muerte que están teñidas de un sentimiento trágico. La obra está llena de oposiciones como por ejemplo vida y muerte, deseo y realidad o los gitanos y la Guardia Civil. En este libro de Lorca “culmina la fase propiamente andaluza de su obra poética.”13 El libro lo integran 18 romances, de los que los tres últimos, llamados “romances históricos”, están completamente fuera del mundo gitano pero no fuera del mundo andaluz. El Romancero Gitano consta de dos cumbres de graduación trágica, separadas por “un valle coloreado de artificioso descanso.”14 El libro obedece a un plan preciso: Los siete primeros romances marcan jalones de dramas personales, individuales y forman un primer grupo. En los primeros 11 Dámaso Alonso, p. 279. 12 Paul Binding, Lorca, the gay imagination, London 1985, p. 27. 13 Angel del Río, Vida y obras de Federico García Lorca, Zaragoza 1952, p. 79. 14 Antonio Lara Pozuelo, El adjetivo en la lírica de Federico García Lorca, Barcelona 1973, p. 69. 7 dos irrumpen las fuerzas cósmicas: la luna y el viento. La luna baja del cielo para llevarse al niño gitano («Romance de la luna, luna») y el viento persigue a Preciosa, quien se escapa de él («Preciosa y el aire»). Siguen dos romances cuyo tema central es la muerte violenta. En «Reyerta» es la muerte de dos jinetes gitanos y en el famoso «Romance sonámbulo» es la jóven gitana que esperaba hasta la muerte a su amante en las barandas de su casa por la noche. Después vienen tres romances cuyos personajes son femeninos, siendo el “elemento sexual el motivo unificador”.15 «La monja gitana» que tiene unos deseos fuera de las normas de la clausura. En «la casada infiel» es una gitana casada que tiene una aventura amorosa y en el «Romance de la pena negra” es la gitana Soledad Montoya que siente la pena por “buscar lo que busco”.16 Siguen los tres romances arcangélicos como especie de paréntesis sosegador cuales representan “la contemplación lorquiana de los patrones de las tres grandes ciudades andaluzas”17: la melancólica Granada («San Miguel»), la exuberante en formas cual es Córdoba («San Rafael») y la sensual de la maternidad jubilosa que es Sevilla («San Gabriel»). Los cinco últimos romances, en cuenta atrás desde el primero de los «Tres romances históricos», presentan la angustia de la tragedia gitana. Este es el segundo grupo y en ello son los hombres que dominan. Es el gitano Antoñito el Camborio, primero detenido por la Guardia Civil en «Prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla» y más tarde asesinado por envidia en «Muerte de Antoñito el Camborio». Sigue con el «Muerto del amor» en que trata de un amante enfermo y traicionado. En el «Romance del emplazado» es el convocado para morir. Su muerte está anunciada en la frase: “Porque dentro de dos meses yacerás amortajado.”18 El Romancero Gitano cierra con la gran masacre que realiza la Guardia Civil en la ciudad de los gitanos en plena celebración de la Navidad (»Romance de la Guardia Civil española«). Los últimos poemas de la obra son los «Tres romances históricos». En aquellos romances es la “Andalucía gitana”19 que retrocede en el tiempo, y así aparece la “Andalucía romana”20 de la persecución de los cristianos («Martirio de Santa Olalla»). En el romance de la «Burla de Don Pedro a caballo» es el misterioso Don Pedro él que es víctima de amor y en el último romance de 15 Miguel García-Posada, Federico García Lorca, Madrid 1970. p. 103. 16 Federico García Lorca, Romancero Gitano, Buenos Aires 1943, p. 43. 17 Antonio Lara Pozuelo, p. 69. 18 Federico García Lorca, p. 70. 19 Miguel García-Posada, p. 104. 20 Ibid., p.104. 8 «Thamar y Amnón» Lorca se refiere a la “Andalucía judaica”21 en que estalla la brutal pasión incestuosa. Lorca es el representante de la cultura andaluza con la mayor expresividad y Horst Rogmann lo confirma con las siguientes frases: “Lorca schafft eine Mythologie, deren Ursprung die Lektüre antiker Tragödien und Mythen sowie ein intuitives Erfassen der mythischen Welt der andalusischen Volkskunst bilden.”22 Con el Romancero Gitano Lorca recreó una poesía de mitos griegos y orientales para iluminar el sentido de la profunda existencia del ser humano. 2.1. La pena Para entender a Lorca y su obra hay que saber qué significa la pena en sus poemas, la pena andaluza que lleva el pueblo andaluz adentro. La pena andaluza es la figura central del Romancero Gitano y está representada por los gitanos, los personajes principales en la Andalucía lorquiana. Leyendo los romances uno nota que todo suena a melodía, a tristeza antigua, a llanto. Lorca lo llama “las almas de pena”23 como el espíritu romántico netamente granadino y que demuestra el drama interior de los personajes. Casi todas las figuras en la obra incorporan una gran tristeza. Lara Pozuela habla de un mundo de la maldición y del espanto24. Las emociones más arraigadas del alma andaluza son entre otras el presentimiento, la soledad pero sobre todo esa gran pena que se eleva hasta la “atmósfera misteriosa de muerte”25, motivo central de casi todo el libro. Esa pena está sugerida por ejemplo por la sangre y el crimen. Los protagonistas del Romancero Gitano son Andalucía, representada por Granada, y la pena de los gitanos. Pero de dónde viene esta pena? Candelas Newton escribe de esta pena que es la expresión escondida de lo andaluz, lo que está fuera de todo lo turístico, de lo superficial o de lo folklórico. Newton la llama “a visceral premonition of unredeemable death”26. En la obra de Lorca la pena se incorpara en el amor frustrado, en el deseo no alcanzable y al final en la muerte. El amor nunca tiene un buen fin, solo lleva a la desesperación o a la muerte. La pena andaluza es un ansia sin solución, lo que afectaba a Lorca mismo y lo trasladó a los personajes en los romances. Todos de ellos sufren por un amor infeliz o un deseo no alcanzable. 21 Ibid., p.104. 22 Horst Rogmann, García Lorca, Darmstadt 1981. p. 20. 23 Federico García Lorca, Impresiones y paisaje, en OC, Madrid 1954, p. 1473. 24 Antonio Lara Pozuela, p. 69. 25 Angel del Río, p. 84. 26 Candelas Newton, Understanding F.G.L., Columbia 1995, p. 6. 9 Un buen ejemplo da la gitana en el «Romance sonámbulo» que está eperando a su amante y se muere de tanto anhelo y pena como menciona su padre: “Cuántas veces te esperó! Cuántas veces te esperaba!”27 Son palabras que incorporan la gran ilusión del personaje y a la misma vez la gran desilusión porque cuando llega su novio, la gitana ya está muerta. O también se muestra la pena en «La casada infiel» en la que el muchacho sufre un dolor por la gitana que está casada con otro. Pero uno puede constatar lo más significado de aquella pena en el «Romance de la pena negra» donde Soledad Montoya (cuyo nombre ya explica su tristeza) está buscando “mi alegría y mi persona”28. La frase “por el monte baja Soledad Montoya”29 ya presenta una situación trágica. En este romance destaca “todo el dolor irredimible de un pueblo, todo el dolor irredimible de la humanidad, aunque expresado con los acentos de un duelo personal e íntimo.”30 O como Lorca mismo lo explica: “Es un ansia sin objeto, es un amor agudo a nada, con una seguridad de que la muerte (preocupación perenne de Andalucía) está respirando detrás de la puerta.”31 Me pareció importante acercarme al tema de la pena porque hay que entenderlo para comprender a esa gran tragedia que vive cada uno de los personajes en el Romancero Gitano. Hay muchas maneras y deja mucho espacio al lector para pensar de donde viene esa pena y que significa. Será la alucinante historia de Andalucía, las diferentes culturas que convivían en ella y que deja a los andaluces pensar en tiempos antiguos, tiempos mejores? O es el calor mediterráneo que hace sufrir a los andaluces en los veranos de la ciudad? O puede ser la pena cristiana, la pregunta por la culpa de una Andalucía religiosa y católica? O son las guerras y luchas en el pasado que dejaron tanta sangre en la tierra andaluza? La pena andaluza es un gran tema para Lorca y siempre presente en su obra. 2.2. Los gitanos como personajes Lorca usa a los gitanos como representantes para el andaluz cotidiano, es decir, para el pueblo andaluz porque para él ellos son los únicos y últimos que llevan lo verdadero adentro, el alma profunda de Andalucía. El poeta no ha formado simplemente personajes sino verdaderos arquetipos. Influido por su interés por el 27 Federico García Lorca, p. 28. 28 Ibid., p. 43. 29 Ibid., p. 43. 30 Rafael Cansinos Assens, La copla andaluza, Madrid 1976, p. 29. 31 Federico García Lorca, Romancero Gitano, en OC III, Madrid 1986, p. 344. 10
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