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1 Instituto Colombiano de Antropologia e Historia - ICANH PDF

45 Pages·2008·1.13 MB·Spanish
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Instituto Colombiano de Antropologia e Historia - ICANH COMPONENTE ARQUEOLÓGICO Plan de Manejo-Parque Arqueológico de San Agustín, Huila. Por Víctor González Fernández, Ph.D. Grupo de Arqueología ICANH, 2008 INTRODUCCIÓN......................................................................................................................1 1. JUSTIFICACIÓN DEL PLAN DE MANEJO ARQUEOLÓGICO.................................2 2. DESCRIPCIÓN DEL BIEN CULTURAL.........................................................................3 3. FORMULACIÓN DEL PLAN.........................................................................................28 4. PROYECTOS PRIORITARIOS Y ESTIMATIVO DE PRESUPUESTO.....................37 BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................42 INTRODUCCIÓN El Parque Arqueológico de San Agustín, Huila, fue creado mediante la Ley 103 de 1931 por el Congreso de la República de Colombia, mediante la cual se declaraban “de utilidad pública” los bienes arqueológicos de la región del Alto Magdalena (Artículo 1), se apropiaban presupuestos “para emprender excavaciones en las regiones del Alto Magdalena, San Agustín y Pitalito” (Artículo 4), se ordenaba al gobierno “nombrar un arqueólogo de reconocida idoneidad para que efectúe los trabajos a que dé lugar el cumplimiento de la anterior disposición” (Artículo 5) y se facultaba al “Gobierno Nacional para comprar los terrenos arqueológicos de las regiones mencionadas con el objeto de transformarlos en un parque nacional” (Artículo 8). El interés por estudiar y proteger especialmente los sitios arqueológicos del Alto Magdalena está estrechamente vinculado a la publicación en español del libro “Arte Monumental Prehistórico” que reportaba los resultados de las primeras investigaciones arqueológicas en Colombia, adelantadas por el etnólogo Konrad Theodor Preuss en San Agustín, entre 1913 y 1914. Desde 1938, el gobierno nacional, en cumplimiento de la mencionada ley, estableció el Servicio Arqueológico Nacional inicialmente alojado en el Ministerio de Educación y situó la sede principal del parque en el predio de Mesitas, formado por parcelas adquiridas gradualmente desde 1936 de sus antiguos propietarios. El gobierno creó definitivamente el parque mediante Decreto 904 de 1941 con el nombre de “Monumento Nacional del Alto Magdalena y San Agustín”. Para esta época ya se habían adelantado parte de los trabajos arqueológicos ordenados por ley, a cargo del prehistoriador español José Pérez de Barradas y del antropólogo colombiano Gregorio Hernández de Alba, quienes trabajaron al frente del Servicio Arqueológico, organizando investigaciones e implementando la protección de los yacimientos arqueológicos del país. El Servicio Arqueológico sería fusionado en 1941 con el Instituto Etnológico Nacional para formar posteriormente el Instituto Colombiano de Antropología, hoy ICANH--entidad que desde entonces tiene a su cargo el manejo, estudio y protección del patrimonio arqueológico colombiano, incluido el manejo del Parque Arqueológico de San Agustín. En 1995, por iniciativa del ICAN (1993, 1997), el gobierno nacional logró la inclusión del Parque en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO (ref. 744-001, criterio C[iii]). 1 La importancia del parque de San Agustín para la historia de la arqueología en Colombia y su estatus especial entre los sitios arqueológicos de Colombia y del mundo, exige contar con un plan actualizable y flexible que incluya todos los programas adecuados para su protección, investigación y divulgación. El presente documento es el componente arqueológico de dicho plan, para el año 2008 y con vigencia aproximada de unos 3 años. 1. JUSTIFICACIÓN DEL PLAN DE MANEJO ARQUEOLÓGICO En la literatura sobre conservación de bienes del patrimonio cultural, se ha llamado “plan de manejo” a un documento de planeación y de apoyo a la toma de decisiones sobre administración, intervención y divulgación de un bien cultural específico, para un período de tiempo determinado (Feilden y Jokilehto 1995). Esta no es la única acepción del término “plan de manejo”. En la normatividad colombiana, especialmente en el Decreto Reglamentario 833 de 2002, se ha definido como “plan de manejo arqueológico” al “concepto técnico de obligatoria atención, emitido o aprobado por la autoridad competente respecto de específicos contextos arqueológicos, bienes muebles e inmuebles integrantes de dicho patrimonio o zonas de influencia arqueológica, mediante el cual se establecen oficiosamente o a solicitud de sus tenedores, los niveles permitidos de intervención, condiciones de manejo y planes de divulgación.” (Castellanos 2006) Un plan de manejo arqueológico se adopta al declarar una zona como de especial influencia arqueológica (Castellanos 2006:61-2) equivalente al “Área de Protección” de la terminología de la ley 1185 de 2008. Además también se adopta dicho plan cuando se han identificado zonas de influencia arqueológica en zonas de potencial construcción de obras que requieran licencia ambiental (Castellanos 2006:139, González y Barragán 2001 205-7). Desde luego, la declaratoria y la definición de un plan de manejo no son requisito previo necesario para que los bienes arqueológicos cuenten con su protección legal, ya que todos los bienes arqueológicos están declarados en la ley colombiana de una manera general como “Propiedad de la Nación” (Artículo 72 de la Constitución de 1991) y como “Bienes de Interés Cultural” (Artículo 11 de la Ley 397 de 1997-Artículo 7 de la ley 1185 de 2008 ) y aplican inmediatamente entonces sobre ellos las restricciones y protecciones especiales creadas por la ley para los Bienes de Interés Cultural, incluyendo especialmente la prohibición a la intervención sin autorización previa. Se podría entonces argumentar que no es necesario contar con un plan de manejo arqueológico para el parque de San Agustín, ya que cualquier actividad puntual que potencialmente implique intervenciones de patrimonio arqueológico tendría que se evaluada por la autoridad competente quien autorizaría las actividades sólo después de que se proteja el patrimonio arqueológico existente en el lugar. Sin embargo, existen razones administrativas y resulta además muy conveniente para las autoridades contar con un plan general que mejore la eficacia de la toma de decisiones que en el futuro puedan afectar al bien cultural. Existe ya y desde 1995 un Plan de Protección que es el actual plan de manejo para el sitio (ICAN 1993, 1997). Dicho plan surgió del proceso de declaratoria del parque ante UNESCO, cuando se identificaron graves riesgos de deterioro de ciertos bienes arqueológicos del Parque, que resultaron en la organización de un trabajo de campo en y un seminario-taller de expertos sobre conservación, en colaboración entre COLCULTURA y expertos mexicanos (Cedillo et al. 1996; Torres 1996) que fueron financiados por la UNESCO para evaluar el estado de conservación y riesgos sobre el patrimonio del Parque de San Agustín, y con base en los cuales se produjo el documento “Plan de 2 emergencia para la conservación preservación y manejo de los parques arqueológicos a cargo del Instituto Colombiano de Antropología” (ICAN 1997). Dicho plan ha sido ajustado y modificado gradualmente y se ha presentado una versión del mismo anualmente por parte del ICANH a Planeación Nacional, para obtener recursos de la nación para poder adelantar programas y proyectos específicos identificados como prioritarios en el seguimiento del mencionado “plan de emergencia”. Recientemente, ha surgido la iniciativa de organizar un nuevo Plan de Manejo que responda mejor a la situación actual. Por un lado, el ICANH ha logrado enormes avances en la situación particular de conservación y preservación que se consideraban críticas en el Plan de Manejo de 1997, lo que implica que no se requiera más de un simple plan de emergencia. Por ejemplo, algunos problemas de conservación, como el de erosión y ataque de insectos y hongos a las estatuas monolíticas se han frenado y mitigado en gran parte. Por otro lado, existen importantes avances en la investigación arqueológica, en el registro e inventario y la investigación e intervención en conservación y restauración, resultados que vale la pena involucrar más activamente con otros aspectos del manejo del bien cultural. Existen además nuevas dificultades en el manejo y en la protección de los bienes arqueológicos del Parque debido a nuevas presiones y a nuevos intereses, por parte del sector turístico y por parte de otros sectores que buscan beneficios económicos en el aprovechamiento de los recursos del Parque Arqueológico-localizado en una región actualmente sumergida en graves problemas económicos y sociales. Es importante aclarar que el presente documento no es el Plan de Manejo Arqueológico, ya que dicho plan será solo el resultado de un proceso de discusión entre los administradores del bien, la comunidad y los expertos de diversas disciplinas involucradas. Más bien, el presente documento debe considerarse como una propuesta desde el punto de vista técnico y arqueológico que busca servir de base y apoyar la discusión y la construcción concertada de un Plan de Manejo para el bien cultural. El documento que finalmente articule el plan debe concebirse como un documento dinámico, sujeto a reorganización, ampliación o modificación que puede ser producida como resultado de procesos de concertación y seguimiento. Es importante que se adelante, antes de que sea aprobado y avalado por la autoridad competente, la socialización del plan entre los actores sociales que se vinculen con la operación del sitio y también que el plan permita incorporar los aportes de dichos actores, incluidos los posibles visitantes (Feilden y Jokilehto 1995:119-21). El plan debe delimitar los programas y proyectos prioritarios pero debe permitir la inclusión de nuevos proyectos que complementen o apoyen al cumplimiento de los objetivos. Debe existir un mecanismo de seguimiento y evaluación que resulten en enmiendas o adiciones que mejoren la aplicabilidad del plan sin desviar sus objetivos. 2. DESCRIPCIÓN DEL BIEN CULTURAL 2.1. Localización El Parque Arqueológico de San Agustín no es un solo predio o yacimiento arqueológico, sino que se trata de la amplia región geográfica del Alto Magdalena en la cual se localizan muchos yacimientos de varias clases. La región del Alto Magdalena está en el Suroccidente de Colombia, a una altura promedio de 1750 m sobre el nivel del mar y con centro en las coordenadas geográficas 1° 55’ Latitud Norte y 76° 12’ Longitud Oeste. En el proceso de establecimiento del Parque Arqueológico, el gobierno nacional ha identificado varias zonas de muy especial importancia arqueológica y ha adquirido gradualmente con esa justificación una serie de predios de los Municipios de San Agustín y de Isnos, en el sur del departamento del Huila, que en su conjunto, conforman el Parque Arqueológico Nacional de San Agustín y cuyos terrenos están destinados a servir de reserva arqueológica. 3 El Parque tiene actualmente tres sedes (Figura 1). La sede principal del parque es el Predio Mesitas, con un área de 78.19 hectáreas localizadas en la Vereda Mesitas, municipio de San Agustín. Está conformado por 14 inmuebles de propiedad de la nación (La Fortuna, Las Mesitas, El Batán lote No 1, El Batán lote No 2, El Paraíso, Miranda, Olimpia, Casa, Las Mesitas o El Batán, Casalote, Lavapatas, Alto de Lavapatas 1, Alto de Lavapatas 2, y La Esmeralda,) administrados por el ICANH según acta de 5 de Julio de 1998, firmada entre COLCULTURA y MINISTERIO DE CULTURA. La sede de administración del Parque está ubicada 2 km al oeste de la cabecera municipal de San Agustín sobre la carretera que conduce al poblado de Pradera, y geográficamente se localiza en las coordenadas 1° 53' 27'' Latitud Norte y 76 17' 53'' Longitud Oeste (datum Observatorio de Bogotá). Una segunda sede del Parque es el predio “Alto de los Idolos” con dos inmuebles (Los Idolos y Parte Alto de los Idolos) ambos en el Municipio de Isnos, Huila, que cubren un área de 17 ha, con centro en las coordenadas 01° 55' 04'' Latitud Norte y 76° 14' 39'' Longitud Oeste (datum Observatorio de Bogotá). Una tercera sede del Parque es el predio “Alto de Las Piedras” en Isnos, Huila, con un área de 10 ha, con centro en las coordenadas 01° 58' 25'' Latitud Norte y 76° 12' 11'' Longitud Oeste (datum Observatorio de Bogotá). Además de las tres sedes principales, el ICANH posee otros dos predios, uno el de “El Tablón o Los Andes” (1°54'06" Latitud Norte y 76°16'38" Longitud Oeste) y otro en “Uyumbe” (1°52' 38" Latitud Norte y 76°15'38" Longitud Oeste) ambos en el municipio de San Agustín. 2.2. Administración La utilización actual del terreno de todos estos predios es el de reserva arqueológica y exhibición de bienes arqueológicos. La vegetación en ellos es de rastrojos y arbustos, con sectores abiertos cubiertos por pastos alrededor de los caminos utilizados por los visitantes. Los predios tienen delimitación señalada por cercas de alambre y cuentan con vigilancia prestada por empresa privada contratada por el estado a través del ICANH, administrador directo del sitio. No hay actividades económicas agrícolas actualmente autorizadas para ser adelantadas en los terrenos del Parque Arqueológico. Actividades autorizadas en algunas áreas se limitan a las relacionadas con la visita turística y a las intervenciones con fines científicos. La administración y manejo directo de los predios es responsabilidad inmediata del Administrador del Parque. Hay un administrador en la sede principal y otro en la sede del Alto de los Ídolos. La posición de administrador de una unidad desconcentrada de la entidad depende de la Subdirección Administrativa y Financiera del ICANH, con sede en Bogotá y a su vez de la Dirección General del Instituto. Las decisiones directas sobre actividades que eventualmente puedan afectar el patrimonio arqueológico dentro de los predios del ICANH recae entonces en el Subdirector Administrativo y Financiero del ICANH, pero existe un Comité de Parques de la entidad que asesora a la dirección de la entidad y en el que se aprueban planes y proyectos a desarrollarse en los parques arqueológicos. Como sitios arqueológicos, los ubicados dentro de los predios del Parque Arqueológico de San Agustín son bienes inmuebles pertenecientes al Patrimonio Arqueológico de la Nación (Ley 397 de 1997, Articulo 72 y 63 de la Constitución política de 1991, Decreto 833 de 2002), y por extensión son también de la categoría de Bien de Interés Cultural, con lo que su manejo debe regirse por el régimen 4 especial creado en la Ley de Cultura Ley 397 de 1997 mencionada y modificado por la Ley 1185 de 2008. Esto implica que su intervención, entendida como todo acto que cause alguna modificación, está prohibida como regla general, excepto en los casos en donde se justifica la intervención con fines científicos y exista una autorización formal dentro del trámite que para tales autorizaciones existe en el Grupo de Arqueología del ICANH (ver Castellanos 2006). Se desprende de esto que toda decisión por parte de la administración de adelantar actividades de cualquier índole que puedan afectar ALTO DE LAS PIEDRAS Isnos ALTO DE LOS IDOLOS TABLÓN MESITAS San Agustín Río Magdalena UYUMBE N Km 0 5 Figura 1. Mapa del Alto Magdalena mostrando los cinco Predios del Parque Arqueológico de San Agustín, y los límites de una región de influencia del Parque, de unos 300 km2. Publicado en línea en la página http://parquesanagustin.googlepages.com/mapa1.htm patrimonio arqueológico requerirá de la previa evaluación y autorización dentro del trámite existente bajo responsabilidad del grupo de Arqueología del ICANH. Podemos entonces resumir que los predios que el ICANH posee en San Agustín e Isnos tienen un claro estatus legal como Bienes Arqueológicos Inmuebles, de propiedad de la Nación, que están declarados como Bien de Interés Cultural del carácter Nacional y que además están declarados en su conjunto como Bien del Patrimonio Mundial en la lista de la UNESCO. Su manejo está entonces regulado por la Ley de Cultura (397 de 1997, adicionada y modificada por la Ley 1185 de 2008) y reglamentado en las normas del Decreto 833 de 2002. Su administración recae directamente del ICANH, por un lado como administradora y tenedora del predio y por otro lado como la autoridad nacional para el manejo del patrimonio arqueológico. 5 Toda ejecución de tareas de intervención del sitio requiere su inclusión en los Planes Anuales de Inversión del ICANH, y en los Planes de Manejo de los Parques Arqueológicos Nacionales, además requieren adelantar también el trámite de autorización para intervención de bienes arqueológicos ante el Grupo de arqueología del ICANH. 2.3. Información medioambiental La localización geográfica y la altitud de la región en donde se localizan los predios del Parque Arqueológico de San Agustín resultan en pocos cambios en el patrón de insolación a lo largo del año y en poca modificación de la temperatura, que se mantiene constante alrededor de los 18º C. La región es caracterizada por una alta pluviosidad y baja evapotranspiración lo que implica una alta humedad relativa durante todo el año. El régimen de lluvias es bimodal, con picos de más de 140 mm mensuales en Julio y Noviembre (González 2007:18). La conformación geológica de esta región cercana al nacimiento del río Magdalena y encerrada entre el macizo colombiano y las cordilleras oriental y central es de origen primordialmente volcánico y sus estructuras rocosas están cubiertas por profundos sedimentos de cenizas volcánicas cuya erosión por parte de la lluvia y los cursos de agua resulta en un paisaje de accidentado relieve (Neira 1996). El relieve resulta a su vez en una variedad de climas, que dependen de la altura sobre el nivel del mar y también implican una asociada alta diversidad natural de fauna y flora. Los suelos volcánicos de la región tienen limitaciones de productividad por el exceso de agua y por el pobre drenaje en ciertas áreas, pero las superficies ligeramente inclinadas de la región resultan por la riqueza de los sedimentos en suelos agrícolas fértiles con obvias ventajas para la agricultura (Neira 1996). Las condiciones ambientales de la región son en general muy apropiadas para el asentamiento humano, por lo que no sorprende su ocupación sedentaria temprana evidenciada desde aproximadamente 1000 a.C. y el aumento constante de la población regional en toda la secuencia prehispánica (Drennan et al. 2000). El clima, así como la ausencia de problemas graves de erosión y de heladas hacen de la zona entre 1200 y 2000 m del Alto Magdalena un ambiente especialmente propicio para cultivos sin necesidad de sistemas de riego o con requerimientos mínimos de desagües. Esas condiciones explican seguramente por qué en dicha franja altitudinal se concentra la mayoría de sitios arqueológicos de la región (Drennan et al. 2000), sitios que reflejan una economía que giraba en torno al cultivo del maíz, el fríjol, la papa, y a un rango amplio de otras plantas domesticadas. A pesar de que el Alto Magdalena es una región de difícil topografía, fue en el pasado una zona de contacto entre regiones, pues está cerca de un paso natural de la cordillera oriental y a accesos naturales de la cordillera central, comunicando con relativa facilidad la región amazónica con el norte del Nariño, el Valle del Cauca y las partes más bajas del valle del Magdalena. La alta fertilidad natural de los suelos y el clima medio explican también que la economía del Municipio de San Agustín gravite en la actualidad hacia la agricultura, con el cultivo del café como sector de mayor importancia, seguido por el cultivo de caña, plátano, yuca, papa y frijol. 2.4. Aspectos culturales y socioeconómicos actuales 2.4.1. San Agustín 6 El predio de Mesitas y los predios de Uyumbe y El Tablón están localizado en zona rural del municipio de San Agustín y su manejo debe tener en cuenta aspectos sociales particulares a la región y a este sector del municipio. Desafortunadamente, la región tiene índices de desarrollo por debajo del promedio nacional y del promedio departamental y además es victima también de la presencia de grupos armados ilegales, lo que resulta en un alto desplazamiento. Según el DANE (www.dane.gov.co) en el 2005 el Municipio de San Agustín con 1,310 km2 de extensión contaba con una población de 27.280 habitantes, 9.473 de los cuales (35%) vivían en la cabecera municipal. Del total municipal, 18.416 (67.5%) están por debajo de la línea de pobreza y 528 están registrados como desplazados por la violencia. Esto contrasta incluso con los promedios departamentales, ya que de los 748.251 habitantes de 14 municipios del Huila, 287.755 (38.46%) están por debajo de la línea de pobreza. Se estima que la población actual es de unas 30,000 personas (DANE). Las poblaciones que actualmente habitan la región del Alto Magdalena pueden ser caracterizadas como campesinos de raíces culturales indígenas. Sin embargo, una conciencia de identificación como indígenas sólo ha sucedido recientemente y en algunos casos puntuales, como lo es el establecimiento de resguardos indígenas Yanacona (Zambrano 1993). La gran mayoría de la población rural campesina se estableció gradualmente durante el siglo XX sobre áreas que permanecían casi despobladas desde el período de la Conquista española y cuya colonización responde al desplazamiento por violencia y presión sobre recursos de poblaciones indígenas y campesinas de regiones vecinas y especialmente del norte de Nariño y del Cauca. La actividad principal económica de la mayoría de la población de San Agustín es la agricultura. A pesar de la fertilidad natural del suelo, los índices de pobreza implican un patrón de tenencia de la tierra muy desfavorable para el campesino y el minifundio, las condiciones deficientes de transporte y comunicación y la falta de infraestructura básica hacen que exista en ciertas zonas, especialmente cerca de la cabecera municipal, conflictos entre los campesinos y otros sectores de la sociedad por el acceso a tierra cultivable. El municipio cuenta con tres colegios: Colegio Nacional Laureano Gómez, El Colegio Cooperativo Sagrado Corazón de Jesús y Colegio Municipal de Bachillerato Nocturno. Existen 70 escuelas, 66 de las cuales están en la zona rural. Existe un centro de aprendizaje de educación técnica del SENA que mitiga en parte la carencia de infraestructura educativa formal adecuada. San Agustín tiene un Hospital local, el Arcenio Repizo, con sede en la cabecera municipal con apoyo en la zona rural de algunos puestos de salud y 10 funcionarias promotoras de salud en las veredas sin puesto de salud. Existe una red de telefonía administrada por TELECOM, con una una planta automática localizada en la cabecera municipal y cubrimiento limitado a unas 300 líneas. Existen varias antenas de telefonía celular que permiten comunicación en la zona rural. Existe una antena repetidora de señal de televisión. Llegan a San Agustín diarios de Bogotá y de Neiva, la capital del departamento del Huila. Cuenta el municipio con una emisora de A.M., “Atalaya Agustíniana”, propiedad de la parroquia de San Agustín y con cubrimiento regional. El Parque Arqueológico de San Agustín se considera como un recurso cultural del municipio y es un centro de divulgación de la riqueza arqueológica del mismo. Cuenta el municipio también con una 7 Casa de la Cultura, en donde se organizan eventos culturales con cierta periodicidad. Existen numerosos grupos artísticos, incluyendo música, teatro, danzas y marionetas. La actividad cultural local está muy influenciada por las tradiciones del Norte del Nariño, debido a la importancia de esta región como fuente de la población inmigrante, especialmente la que hoy ocupa las zonas rurales. La importancia de la cultura y música andina se refleja en la popularidad de las Chirimías o grupos de música andina que funcionan en las localidades de El Rosario, Quinchana, El Jabón y Los Guájaros. El sector del turismo es de gran importancia económica y cultural para el municipio, debido principalmente al atractivo del Parque Arqueológico y de otros sitios con valores culturales y naturales localizados en terrenos privados pero abiertos al público. Además de los sitios arqueológicos, existen atractivos naturales como el Estrecho, un lugar en el que el río Magdalena pasa por una reducida garganta en el lecho rocoso de solo 2.25 m de ancho. El municipio cuenta con infraestructura hotelera suficiente para albergar a los visitantes, incluso en las épocas de mayor afluencia de visitantes, como son Semana Santa y las vacaciones escolares de diciembre. En los últimos 10 años hubo una recaída fuerte del turismo contabilizado en el Parque Arqueológico, y un reciente repunte. De cerca de 60,000 visitantes al año en 1996, la cifra cayó a unos 12,000 visitantes en el año 2000, para subir gradualmente hasta llegar a los 60,000 visitantes en el año 2007. La infraestructura turística cuenta también con restaurante, servicios de telecomunicaciones nacionales e internacionales, servicio de internet, servicio de transporte intermunicipal. El aeropuerto comercial activo más cercano está en Neiva, a cinco horas de camino por carretera. El visitante cuenta con servicios de guías locales organizados en agrupaciones independientes que ofrecen sus servicios para visitar sitios de interés, incluso con servicio de alquiler de caballos para los sitios mas alejados. En el Parque Arqueológico, el visitante encuentra un Museo con una exposición sobre la cultura arqueológica de San Agustín y los resultados de las investigaciones. También existe un circuito turístico para visitar otros sitios de interés arqueológico, ecológico y cultural que se puede realizar a pie o en caballo, entre ellos La Chaquira, El Estrecho, saldo de Bordones, El salto del Mortiño, La Pelota, El Purural, y El Tablón. El recorrido de la mayoría de los sitios de interés turístico se puede realizar en unos tres días. Existe desde 2004 un proyecto de desarrollo turístico liderado por la Universidad Externado de Colombia que con financiación estatal busca mejorar la capacidad local para atender al turista y aprovechar mejor los ingresos sin causar grandes deterioros. Los resultados de este proyecto son visibles en nuevas ofertas “ecoturísticas” y en la capacitación de algunos grupos del sector turístico. El ICANH, el Ministerio de Cultura y otras entidades han colaborado con dicho proyecto, especialmente en la organización de un Primer Congreso Internacional Sobre Turismo Arqueológico, realizado en San Agustín en 2005, en el cual se contó con expertos internacionales para discutir varios de los aspectos más relevantes de la relación entre sitios arqueológicos y turismo sostenible. La artesanía es una importante fuente de ingresos que está fomentada por el turismo. Las clases de artesanía más comercializadas son tallas de piedra y las vasijas cerámicas que reproducen las figuras típicas de la cultura material prehispánica. También hay cierta producción de cestería que aprovecha la variedad de fibras naturales de la región. La venta de artesanías se concentra especialmente en la cabecera municipal y en los alrededores de las sedes del Parque Arqueológico. 2.4.2. Isnos 8 Los predios de Alto de Los Idolos y Alto de las Piedras se localizan en el municipio de Isnos. Ubicado directamente al norte y nororiente de San Agustín, es este un municipio con características socioeconómicas muy similares. Cubre un area de 697 km2 y según el DANE, el municipio de Isnos pasó de una población de 17,699 en 1993 a 24,257 habitantes estimados para 2007, 6,500 de los cuales (27%) vive en la cabecera municipal. Tiene, como San Agustín, alto porcentaje de población por debajo de la línea de pobreza y altos niveles de desplazamiento a causa de la violencia. La actividad económica del 80% de la población es en actividades agropecuarias (DANE). Esta actividad está afectada, como en San Agustín, por el minifundio (52% de la tierra esta dividida en predios de menos de 3 ha) la falta de infraestructura básica y el mal estado de las vías, además de la presencia de conflictos relacionados con los cultivos ilícitos. Isnos cuenta con 68 escuelas en la zona rural. Cuenta con un centro de salud y una clinica (Clínica La Candelaria). La red de teléfonos de TELECOM tiene un cubrimiento muy pobre, con solo 13 líneas en la zona rural. La telefonía móvil ha llenado recientemente este vacío. El sector turístico es importante, pero de mucho menor impacto que en San Agustín, probablemente por la dificultad de acceso y la relativamente pobre oferta de variedad en la oferta de actividades y servicios para el visitante. Los sitios arqueológicos, especialmente los de los predios del Parque Arqueológico constituyen el principal atractivo turístico y son un recurso cultural y motivo de orgullo para los habitantes. El Salto de Bordones y algunas zonas del Parque Nacional Natural Puracé constituyen atractivos naturales de importancia. 2.5. Información Arqueológica 2.5.1. Generalidades de arqueología del Alto Magdalena Existen en la región muy densos depósitos arqueológicos prehispánicos que datan en su mayor parte de un periodo entre los años 1000 antes de Cristo y 1530 después de Cristo aproximadamente, y que corresponden básicamente a sitios residenciales y sus cementerios asociados. Los depósitos arqueológicos se encuentran en los estratos superficiales y generalmente hasta un metro de profundidad, con promedio de 40 cm para la capa que contiene restos arqueológicos (González 1998). Las primeras exploraciones arqueológicas adelantadas en la región, dirigidas por Konrad Preuss en 1913 y 1914 (Preuss 1974), revelaron al mundo intelectual de la época la existencia de una importante “civilización” que había dejado numerosos ejemplos de “arte monumental”. Para los años 30, el efecto de las publicaciones de Preuss era evidente en el afán por la élite colombiana por proteger (especialmente evitando su salida del país) los bienes arqueológicos. Además de las famosas estatuas, Preuss describió concentraciones de artefactos, pero su relación con los asentamientos humanos no se enfatizó hasta mucho después. Debido a la gran importancia de los sitios arqueológicos de la región, el Ministerio de Educación financió investigaciones principalmente en San Agustín. El español José Pérez de Barradas (1943), en compañía del colombiano Gregorio Hernández de Alba reportaron numerosos sitios monumentales y excavaciones de algunos yacimientos. También describieron algunas de las formas cerámicas, contribuyendo al estudio de la cerámica iniciado por Preuss. 9 Luis Duque Gomez inició sus investigaciones en San Agustín en la década de 1940, y retoma los estudios de Preuss, Hernández de Alba y Pérez de Barrada, con especial atención a la reconstrucción de los monumentos funerarios. Esta etapa de investigaciones se resume en la publicación de "Exploraciones Arqueológicas en San Agustín" (Duque 1966). Años después, Duque adelanta otra serie de estudios bajo el auspicio de la Fundación de Investigaciones Arqueológicas del Banco de la República (Duque y Cubillos 1981:9-11), estudiando con más intensidad algunos de los sitios reportados previamente por él y otros autores. En estos estudios, los arqueólogos Duque y Cubillos excavaron numerosas tumbas pero también cortes estratigráficos que permitieron recuperar información sobre algunas plantas de vivienda. Asimismo, organizaron una cronología basada en fechas de carbono y una combinación de patrones funerarios y decoraciones cerámicas. El período más antiguo lo denominaron Mesitas Inferior o Formativo y lo caracterizaron por las tumbas de pozo con cámara lateral, sin estatuaria ni montículos, pero con talla de sarcófagos de madera, y con material cerámico de formas complejas y finas paredes, con fechas del 1000 a.C. al 200 d.C. aproximadamente). El período de las tumbas monumentales y las estatuas lo llamaron Mesitas Medio o Clásico Regional, notaron que en este periodo se desarrolló mucho la metalurgia orfebre, lo que sugería una especie de florecimiento o clímax cultural, a pesar de que la cerámica asociada a estos sitios era relativamente burda. Notaron que las formas cerámicas presentaban continuidad desde el periodo previo, lo que sugería continuidad histórica. Finalmente el periodo Mesitas Superior o Reciente (800 d.C. en adelante) lo definieron por la cerámica con decoración grabada y estampada y por cambios en los patrones funerarios. A este periodo pertenecía la “aldea” de La Estación, en la cual encontraron las huellas de una casa o estructura techada de relativamente grandes proporciones (9 m de diámetro), lo que interpretaron como una “casa ceremonial” datada aproximadamente en 900 d.C. Además de los vestigios de varias residencias de planta circular y caminos de tierra sepultados asociados, los arqueólogos también encontraron evidencias de una ocupación durante los periodos previos. Excavaron numerosas tumbas con lajas de piedra descritas como pertenecientes al período Clásico Regional por estar asociadas a material cerámico típico de este período y a una estatua de 60 X 17 cm en la Tumba 2 (Duque y Cubillos 1981:69). Entre 1966 y 1993 se desarrollaron en la región numerosas excavaciones, dedicadas principalmente al perfeccionamiento de las secuencias cerámicas, la obtención de fechas de radiocarbono y la descripción de patrones funerarios (Duque y Cubillos 1981, 1983, 1985, 1988; Reichel 1973; Llanos 1985, 1988; Llanos y Durán 1985; Salamanca 1985). En 1993, como una extensión del proyecto Valle de la Plata, iniciado en 1983 (Drennan 1985, 1987, 1991), se iniciaron reconocimientos regionales con excavaciones o recolecciones mínimo cada 100 m en San Agustín e Isnos para identificar todos los sitios arqueológicos en un área de 300km2 (Drennan et. al 2000) dentro de un proyecto a largo plazo llamado PARAM (Programa de Arqueología Regional en el Alto Magdalena—una colaboración entre investigadores de el ICANH, la Universidad de Los Andes, La Universidad Nacional y la Universidad de Pittburgh). En el contexto regional, Los sitios de Mesitas, Alto de Los Idolos y Alto de las Piedras hacen parte, en todos los periodos estudiados, de comunidades centrales que eran probablemente las sedes políticas de unidades cacicales cuyo foco espacial eran los centros ceremoniales y funerarios (Drennan 1995; González 1998, 2006). Estas comunidades centrales se han identificado en los estudios regionales como áreas de relativa alta densidad de ocupación, con concentraciones de viviendas separadas varios kilómetros de otras unidades similares por áreas de densidad más baja, pero de condiciones medioambientales similares. Asociados a estas concentraciones demográficas se encuentran para el período Clásico Regional, los centros funerarios con montículos funerarios y estatuaria monolítica monumental (Drennan y Quattrin 1995) que han hecho famosa a la región. Los trabajos del Proyecto Valle de la 10

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