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04. Obras apologéticas PDF

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OBRAS DE TOMOJV BIBLIOTECA O B R AS D E AUTORES CRISTIANOS S AN A G U S T ÍN Declarada de interés nacional EN EDICIÓN BILINGÜE ESTA COLECCIÓN SE PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA T O MO IV DIRECCIÓN DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA O B R AS APOI OGFT1CAS LA COMISIÓN DE DICHA PONTIFICIA UNIVERSIDAD ENCARGADA DE LA De la verdadera religión.—De las costum INMEDIATA RELACIÓN CON LA B. A. C, bres de la Iglesia.—Enquiridión —De la ESTÁ INTEGRADA EN EL ANO 1956 unidad de la Iglesia.—De la fe en lo POR LOS SEÑORES SIGUIENTES : que no se ve.—De la utilidad de creer Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. Fr. FRANCISCO BARBADO VERSIÓN, INTRODUCCIONES Y NOTAS DE LOS PADRES VIEJO, O. P., Obispo de Salamanca y Gran Canciller FR. VICTORINO CAPANAGA, O. R. S. A. de la Pontificia Universidad. FR. TEÓFILO P R I E T O, O. S. A. VICEPRESIDE". limo. Sr. Dr. LORENZO TURRADO, FR. ANDRÉS CENTENO, O. s. A. Rector Magnífico. FR. SANTOS SANTAMARTA, O. s. A. VOCM.ES R. p. Dr. Fr. AGAPITO SOBRADILLO, FR. HERMINIO RODRÍGUEZ, O. s. A. O. F. M. C, Decano de la Facultad de Teología; M. I. Sr. Dr. LAMBERTO DE ECHEVERRÍA, Decano de REIMPRESIÓN la Facultad de Derecho; M. I. Sr. Dr. BERNARDO RIN CÓN, Decano de la Facultad de Filosofía; R. P. Dr. Josa JIMÉNEZ, C. M. F., Decano de la Facultad de Huma nidades Clásicas; R. P. Dr. Fr. ALBERTO COLUN- GA, O. P., Catedrático de Sagrada Escritura; reveren do P. Dr. BERNARDINO LLORCA, S. I., Catedrático de Historia Eclesiástica. SfCkf M. I. Sr. Dr. Luís SALA BALUST, Profesor. LA EDI'l \M CAIOIRA, S A APARTADO 466 BIBLIOTECA DE ALTORES CRISTIANOS MADRID . MCMLVI MADRID . MCMLVI Í N D I CE G E N E R AL MHIL OBM\r DR. ANDRÉS DE LUCAS, Censor. DE LA VERDADERA RELIGIÓN (Versión, introducción y notas del P. VICTORINO CSPÍNAGA) PSglnu INTRODUCCIÓN j CAPÍTULO I —Divergencias religiosas entre los filósofos y el pueblo . .. (x) níFknn POTEM CAPÍTULO II.—Opinión de Sócrates sobie los dioses ... 69 FR. MANUEL A. GUTIÉRREZ, O. S. A., CAPÍTULO III —Cómo la religión cristiana persuadió a los hom Prior Prov. bres verdades de imposible divulgación, cegún Platóti . . 71 CAPÍTULO IV.—Menosprecio de la filosofía materialista 77 CAPÍTULO V.—Dónde y cómo ha de buscarse ia verdadera re ligión 79 CAPÍTULO VI—La verdadera religión está en la fe católica .. 81 CAPÍTULO VII—Hay que abrazar la Iglesia católica 85 CAPÍTULO VIII—Fe y razón. Provecho de las herejías 87 CAPITULO IX —Errores maniqueos sobre los dos principios y las dos almas 89 CAPÍTULO X—Origen de los errores en materia religiosa 91 CAPÍTULO XI —Origen de la vida y de la muerte 93 TMPKIM\1Uk CAPÍTULO XII—Caída y reparación de todo el hombre 95 CAPÍTULO XIII —Diferencia de los ángeles 99 f 'CASIMIRO, CAPÍTULO XIV —El pecado procede del libre albedrío 99 Ob. aux. y Vic. gral. CAPÍTULO XV —Cómo el castigo del pecado es estímulo de arre Madrid, 4 marzo 1948. pentimiento . .. . 101 CAPÍTULO x\ I—Beneficios de la Encarnación del Verbo . 103 CAPÍTULO XVII —Excelencia de la doctrina religiosa de ambos Testamentos . • 107 CAPÍTULO XVIII —Defectibilidad de las criaturas . 109 CAPÍTULO XIX —Son bienes, pero limitados, los que pueden co rromperse . .. . .. . .. ni CAPÍTULO XX —Origen del vicio del alma . 113 CAPÍTULO XXI—Origen de las ilusiones del'alma .. 117 CAPÍTULO XXII —Sólo a los impíos disgusta la administración de las cosas temporales . . • "7 CAPÍTULO XXIII —Toda substancia es buena 121 CAPÍTULO XXIV.—Doble camino para la salvación del hombre ... 123 CAPÍTULO xxv —A qué autoridad de hombre o de libros ha de darse crédito sobie el culto de Dios *23 LA EDITORIAL CATÓLICA, S A.—ALFONSO XI, 4.—MADRID 1 La colección de Jas Obras ÜP San Agustín que se publica en la B A C. lle vará en el último volumen un copioso Índice general de nombres y de ideas ÍNDICE OENRRAL- ra fl ÍNDICE GENERAL Páginas Páginas CAPÍTULO XXVI.—Las seis edades del hombre antiguo y del DE LAS COSTUMBRES DE LA IGLESIA nuevo • 127 CAPÍTULO XXVII.—El proceso evolutivo de los dos hombres en CATÓLICA el género humano 125 (Versión, introducción y notas de' P. TEÓFIIO PRIETO) CAPÍTULO XXVILT.—Normas de la pedagogía doctrinal 131 CAPÍTULO XXIX.—Del segundo medio, de la salvación, o sea la INTRODUCCIÓN 237 razón humana ij3 CAPÍTULO XXX.—Las verdades eternas, superiores a nuestra razón , 135 LIBRO I CAPÍTULO XXXI.—Dios es Ja ley suprema de nuestra razón 139 CAPÍTULO XXXII.—Buscando 3a unidad en los vestigios de los BE LAS COSTUMBRES DE LA IGLESIA CATÓLICA cuerpos 143 CAPÍTULO I.—Es necesario poner al descubierto los artificios de CAPÍTULO XXXIII.—Veracidad del testimonio de los sentidos. los maniqueos. Dos artificios que principalmente utilizan Origen del error 145 para seducción de los ignorantes 261 CAPÍTULO XXXIV.—El juicio sobre los fantasmas 147 CAPÍTULO II.—Se apoya primero en la razón que en la autori CAPÍTULO XXXV.—Hay que dedicarse al conocimiento de Dios. 149 dad, por condescendencia con el vicioso método de los ma CAPÍTULO XXXVI.—El Verbo de Dios es la misma Verdad 151 niqueos 263 CAPÍTULO xxxvn.—Origen de la idolatría 153 CAPÍTULO m.—Felicidad del que goza del sumo bien del hom CAPÍTULO xxxvm.—Otro género de idolatría al servicio de las bre. Condiciones de este bien : 1.» Que sea lo mejor que tres concupiscencias 155 existe. 2.a Que no se le pueda despojar a nadie contra su CAPÍTULO XXXEE.—Por la pista de los vicios, a la primera her voluntad 265 mosura . 159 CAPÍTULO IV.—Qué es el hombre 267 CAPÍTULO XL.—De la hermosura sensible y sus deleites y del CAPÍTULO V.—El sumo bien del hombre es el que a la vez lo es castigo de los pecadores 161 del cuerpo y del alma 269 CAPÍTULO XLI.—La hermosura en el castigo del pecado 165 CAPÍTULO VI.—La virtud hace al alma perfecta. El alma ad CAPÍTULO XLII.—El aviso de los placeres carnales 169 quiere la virtud siguiendo a Dios. Seguir a Dios y conse CAPÍTULO XLIII.—La potestad de juzgar que tiene el hombre ... 171 guirlo es la vida feliz 271 CAPÍTULO XLiv.—La imagen de Dios es el Hijo, a cuya seme CAPÍTULO VII.—Es por la autoridad de las Escrituras que hay janza fueron creadas algunas cosas 173 que buscar a Dios. La razón y los principales misterios CAPÍTULO XLV.—Por la escala de los deleites, a Dios. La so de la economía divina en lo que se refiere a nuestra salud. berbia 175 Compendio de la fe 273 CAPÍTULO XLVI.—Invencible es quien ama a Dios de todo co CAPÍTULO VIII.—Dios es el sumo bien, al que debemos diri razón 177 girnos con todas las fuerzas del amor 277 CAPÍTULO XLVII.—Cuan invencibles nos hace el amor al pró CAPÍTULO IX.—Armonía entre el Antiguo y Nuevo Testamento jimo 181 en orden al precepto del amor de Dios j¿ CAPÍTULO XLVIII.—La perfecta justicia 185 3 CAPÍTULO x.—Dios según la enseñanza de la Iglesia. Los dos CAPÍTULO XLIX.—De la curiosidad a la contemplación de la dioses de los maniqueos 8i verdad 187 a CAPÍTULO XI.—Sólo se debe amar a Dios. El es el sumo bien CAPÍTULO L.—Reglas para la interpretación de la divina Es del hombre. Nada más excelente que Dios. Nadie le pierde critura 191 contra su voluntad. Dos condiciones del sumo bien 385 CAI'ÍTULO LI.—El estudio de las divinas letras como medicina CAPÍTULO XII.—Es el amor el que nos une y somete a Dios ... 287 de nuestra curiosidad 193 CAPÍTULO XIII.—Es Jesucristo y su Espíritu quienes nos unen CAPÍTULO LII.—Cómo la curiosidad y otros vicios estimulan a inseparablemente a Dios „ gg la virtud 195 4 CAPÍTULO XIV.—Es el amor quien nos une al sumo bien, que CAI'ÍHJI.O t.m.—Diversos fines de los sabios e ignorantes 197 es la Trinidad 391 CAI'ÍUJI.O I.IV.—Relación entre los castigos y culpas de los con CAPÍTULO xv.—Definición cristiana de las cuatro virtudes car denados , 199 dinales 293 CM'IHIIA LV—Epílogo y exhortación a la religión verdadera ... 201 CAPÍTULO XVI.—Armonía del Antiguo y del Nuevo Testamento. 295 NOIIIH complementarias aio CAPÍTULO XVII.—Apostrofes que dirige a los maniqueos para Apímlioe 337 que reconozcan su error y se conviertan gg Bibliografía ^2 2 ÍNDICE GENERAt, IX VIII ÍNDICE GENERAL Páginas Piginas CAPÍTULO VIII.—El mal no es una substancia, sino un desorden CAPÍTULO XVIII.—Sólo en la Iglesia católica se halla la perfec contrario a la substancia • 371 ción de la verdad en la armonía de ambos Testamentos ... 303 CAPÍTULO rx.—Inconsistencia de las fábulas de los maniqueos CAPÍIULO XIX.—Descripción de la templanza según las san acerca de los bienes y de los males 377 tas Escrituras 305 CAPÍTULO x.—Los tres sellos de moralidad falsamente imagi CAPÍTULO XX.—Sólo Dios debe ser amado ; y lo que no es El, nados por los maniqueos 381 es decir, todo lo sensible, se debe despreciar 307 CAPÍTULO XI.—El sello de la boca en los maniqueos es nn con CAPÍTULO XXI.—Las sagradas letras condenan la gloria hu mana y la curiosidad 309 junto de blasfemias contra Dios 383 CAPÍTULO XXII.—El amor de Dios produce la fortaleza 311 CAPÍTULO XII.—Los maniqueos no hallan salida o subterfugio CAPÍTULO XXIII.—Consejos y ejemplos de fortaleza sacados de algnno • 389 las santas Escrituras 313 CAPÍTULO XIII.—Para emitir un juicio acerca de la abstinencia CAPÍTULO XXIV.—De la justicia y de la prudencia 317 maniquea hay que tener en cuenta no tanto lo que se hace CAPÍTULO XXV.—De los deberes de estas cuatro virtudes en lo cuanto la intención con que se hace 391 que se refiere al amor de Dios, cuyo premio es la vida CAPÍTULO XIV.—Tres causas hacen laudable la abstinencia de eterna y el conocimiento de la verdad 319 ciertos manjares 395 CAPÍTULO XXVI.—El amor de sí mismo y del prójimo 321 CAPÍTULO XV.—Por qué prohiben los maniqueos comer carne. 401 CAPÍTULO XXVII.—Del amor del prójimo en cuanto al cuerpo. 323 CAPÍTULO XVI.—Revelación de los más monstruosos misterios CAPÍTULO XXVIII.—Del amor del prójimo en cuanto al alma ... 327 maniqueos 405 CAPÍTULO XXIX.—La autoridad de las santas Escrituras 331 CAPÍTULO XVII.—Cuál es el sello de las manos en la secta ma CAPÍTULO XXX.—Sublime apostrofe a la Iglesia, maestra de niquea 421 toda sabiduría. Doctrina de la Iglesia católica 333 CAPÍTULO XVIII.—El sello del seno. Infames misterios de los CAPÍTULO XXXI.—Oposición entre la continencia de los mani- maniqueos 433 queos y la vida de los anacoretas y cenobitas 339 CAPÍTULO XIX.—Los crímenes de los maniqueos 437 CAPÍTULO XXXII.—Elogio de los clérigos 343 CAPÍTULO XX.—Los crímenes de los maniqueos descubiertos CAPÍTULO xxxin.—Otras comunidades de religiosos y de reli también en Roma 443 giosas que viven en las ciudades. Ayunos de tres días 345 Notas complementarias 448 CAPÍTULO XXXIV.—Las costumbres de los malos cristianos no Bibliografía 451 6on razón para censurar a la Iglesia. Los adoradores de las pinturas y de los sepulcros 34g E N Q U I R I D I ON CAPÍTULO XXXV.—El Apóstol concede a los cristianos el dere cho al matrimonio y a los bienes de la tierra 353 (Versión, introducción y notas del P. ANDRÉS CENTENO) INTRODUCCIÓN 455 LIBRO II CAPÍTULO I.—Desea para Lorenzo el don de la verdadera sa DE LAS COSTUMBRES DE LOS MANIQUEOS biduría 463 CAPÍTULO II.—La sabiduría del hombre es la piedad 463 CAPÍTULO I.—El sumo bien es por esencia el ser en sumo grado. 359 CAPÍTULO III.—Dios debe ser adorado por la fe, por la esperan CAPÍTULO II.—Qué es el mal. El mal, dicen con mucha razón za y por la caridad 465 los maniqueos, es lo que es contrario a la naturaleza; CAPÍTULO IV.—Soluciones de Agustín a las preguntas formu pero esta definición destruye su herejía 361 ladas por Lorenzo 465 CAPÍTULO ni.—La definición del mal como algo nocivo es CAPÍTULO V.—Respuesta a la tercera y cuarta pregunta 467 también destructiva de la secta maniquea 363 CAPÍTULO VI.—Materia que comprenderá este manual 469' CAPÍTULO IV.—Diferencia entre el bien por esencia y el bien CAPÍTULO VII.—El Símbolo y la Oración dominical incluyen la por participación 365 fe, esperanza y caridad 469 CAPÍTULO v.—La definición del mal como una corrupción es CAPÍTULO VIII.—Explicación general de la fe, esperanza y cari destructiva de la secta maniquea 367 dad y de su mutua conexión ;., 471 CAPÍTULO VI.—Qué es la corrupción y qué es lo que puede estar CAPÍTULO IX.—Lo que se debe creer según el orden del Sím sujeto a ella _ 367 bolo. Es innecesaria la curiosa investigación de los fenó CAPÍTULO vn.—La bondad divina no permite la corrupción de menos naturales. Bástele al cristiano creer que todas las alguna cosa hasta el no ser. Diferencia entre el crear y el cosas han sido creadas por la bondad infinita de la l"ri- ordenar 369 dad y, que son buenas 47-5 ÍNDICE GENERAN XI X ÍNDICE GENERAL Páginas Páginas CAPÍTULO X.—Del origen del mal, contra los maniqueos 475 CAPÍTULO XXXVI.—La gracia se hace más estimable al ser ele CAPÍTULO XI.—Por qué Dios permite el mal. El mal no es otra vado Cristo hombre a Ja dignidad.de Hijo de Dios sin nin cosa que privación del bien 475 gún mérito suyo 517 CAPÍTULO XII.—Todas las criaturas son buenas, pero no suma CAPÍTULO XXXVII.—El nacimiento de Cristo, por ser obra del mente buenas, y, por tanto, corruptibles 477 Espíritu Santo, pone de manifiesto la gracia 519 CAPÍTULO xnr.—Ningún mal existiría sin el bien 479 CAPÍTULO XXXVIII.—Cristo nació del Espíritu Santo no como CAPÍTULO XIV.—El bien y el mal, aunque son cosas contrarias, padre, pero sí de María como madre 521 pueden existir al mismo tiempo en una misma cosa. El mal CAPÍTULO XXXIX.—No todo lo que nace de alguno se ha de procede del bien 481 llamar hijo suyo 523 CAPÍTULO XV.—Explicación del texto de San Mateo 483 CAPÍTULO XL.—El modo de nacer Cristo del Espíritu Santo da CAPÍTULO XVI.—Si constituye la felicidad el conocer las causas a conocer la gracia de la unión hipostática 523 naturales 483 CAPÍTULO XLI.—Cristo, libre de todo pecado, fué hecho pecado. 525 CAPÍTULO XVII.—¿Qué es el error? No todo error es perjudi CAPÍTULO XLII -El bautismo es dado para que muramos y re cial. Feliz error de San Agustín en una encrucijada 485 nazcamos 527 CAPÍTULO XVIII.—Toda mentira es pecado, pero unas mas CAPÍTLTLO XLIII.—Todos mueren al pecado en el bautismo, tanto graves que otras. No miente quien por ignorancia dice algo los párvulos como los adultos 527 falso, sino más bien el que dice algo verdadero que cree CAPÍTULO XLIV.—Figura por la cual se toma un número por ser falso 487 otro 537 CAPÍTULO XIX.—Unos errores son más perjudiciales que otros, CAPÍTULO XLV.—En el primer pecado del hombre hay muchas pero siempre son un mal 491 especies de pecado 529 CAPÍTULO XX.—No todo error es pecado. Refutación de los aca CAPÍTULO XLVI.—Es probable que los hijos no estén sujetos démicos 493 sólo a los pecados de los primeros padres ai1 CAPÍTULO XXI.—El error no siempre es pecado, pero es siem CAPÍTULO XLVII.—No se ha de fijar temerariamente hasta qué pre un mal 495 generación se propagan los pecados de los padres en los CAPÍTULO XXII.—Toda mentira es pecado 497 hijos 533 CAPÍTULO XXIII.—Las cosas buenas son efecto de la bondad de CAPÍTULO XLVIII.—El pecado original no es borrado sino por Dios; las malas, de la deficiencia de la voluntad del hom Cristo 533 bre o del ángel 499 CAPÍTULO XLIX.—El bautismo de Juan no causaba la regenera CAPÍTULO XXIV.—Las causas secundarias de los males son la ción. Por qué Cristo quiso ser bautizado por Juan 535 ignorancia y la concupiscencia 499 CAPÍTULO L.—Cristo borró no sólo el pecado original, sino tam CAPÍTULO XXV.—Penas impuestas al pecado 501 bién todos los personales 537 CAPÍTULO XXVI.—La pena del pecado de Adán se transmite a CAPÍTULO M.—Nadie se libra de la condenación de Adán si no toda su descendencia. Contra los pelagianos 501 renaciere en Cristo , 537 CAPÍTULO XXVII.—Estado áA hombre después del pecado d« CAPÍTULO LII.—El bautismo es imagen de la muerte y resurrec Adán. Su reparación es obra de la exclusiva misericordia ción de Cristo, tanto en los párvulos como en los adultos. 537 de Dios S03 CAPÍTULO LIII.—La cruz, la sepultura, la resurrección de Cris CAPÍTULO XXVIII.—Arrojados al abismo los ángeles desertores, to, son imágenes de la vida cristiana 541 i°s demás son confirmados en la bienaventuranza 505 CAPÍTULO LIV.—El juicio final se refiere a las cosas que han de CAPÍTULO XXIX.—Los hombres redimidos pasan a ocupar el realizarse al fin del mundo 541 lugar de los ángeles rebeldes 505 CAPÍTULO LV.—De dos modos puede entenderse el juzgar a los CAPÍTULO XXX.—La reparación del hombre no es debida a sus vivos y a los muertos 543 méritos o al libre albedrío, sino a la gracia 507 CAPÍTULO LVI.—Rectamente se habla, en cuanto ai orden, en el CAPITULO XXXI.—La fe y las buenas obras son don de Dios ... ¡509 Símbolo del Espíritu Santo y de la Iglesia. La Iglesia ce CAPÍTULO XXXII.—La buena voluntad proviene de Dios 509 leste ayuda a la terrena, 543 CAPÍTULO XXXIII.—Todos los ¡hombres, que nacieron hijos de CAPÍTULO LVII.—Estabilidad 3e la Iglesia celeste 547 ira, necesitan del mediador Cristo. En qué consiste la ira CAPÍTULO LVIII.— Categorías de los ángeles. Es incierto que las de Dios > 513 estrellas sean ángeles 547 CAPÍTULO XXXIV.—Cristo, mediador por la inefable encarnación CAPÍTULO LIX.—Difícilmente pueden explicarse de qué natura del Verbo, nacido de María. Contra los apolinaristas 515 leza eran los cuerpos de los angele' bajo los cuales «e apa CAPÍTITIO xxxv —Cristo es a la vez Dios y hombre. Contra el recieron a los hombre? ! ^g error de Leporio, que después aceptaron los nestorianos ... 515 ÍNDICE GENERAÜ XII ÍNDICE GENERAL Pdgtmii Páginas CAPÍTULO LXXXIII.—El pecado contra el Espíritu Santo 583 CAPÍTULO IX.—ES más útil distinguir las artes de Satanás, que CAPÍTULO LXXXIV.—De la resurrección de la carne S»¿ se transfigura como ángel de luz 540 CAPÍTULO LXXXV.—¿Resucitarán los fetos abortivos? 585 CAPÍTULO LXI.—La Iglesia entre los ángeles y entre los hora CAPÍTULO LXXXVI.—Tiempo en que empieza a vivir el feto en bres. Cristo no murió por los ángeles. Cómo afecta a los el seno materno 585 ángeles la redención de los hombres 551 CAPÍTULO LXXXVII.—De qué modo resucitarán los fetos mons CAPÍTULO LXII.—Cómo son restauradas y pacificadas todas las truosos 587 cosas en Cristo 553 CAPÍTULO LXXXVIII.—Restitución de la carne de cualquier modo CAPÍTULO LXIII.—De qué modo la paz del reino celeste sobre que hubiere perecido 587 puja a todo entendimiento 553 CAPÍTULO LXXXIX.—Las cosas superfTuas cómo volverán al cuerpo 589 CAPÍTULO LXIV.—La remisión de los pecados está expresada en CAPÍTULO xc—En cuanto a la estatura y figura del cuerpo, el Símbolo. Los santos pueden vivir sin crimen, pero no nada habrá que sea indecoroso :. 589 sin pecado 555 CAPÍTULO XCT.—Los cuerpos de los buenos resucitarán en cuan CAPÍTULO LXV.—Cualquier crimen puede ser perdonado en la to a la substancia de la carne, pero sin ningún defecto ... 5Q1 Iglesia por medio de la penitencia. Fuera de la Iglesia no hay remisión de pecados 557 CAPÍTULO XCII.—Estado en que resncitaran los cuerpos de los condenados 593 CAPÍTULO LXVI.—La remisión de los pecados tiene por fin pre CAPÍTULO XCIII.—¿Qué condenados sufrirán el castigo más be venir el juicio futuro 557 nigno? 593 CAPÍTULO LXVII.—Refutación de aquellos que creían que todos CAPÍTULO XCIV.—En la vida eterna, los santos conocerán más los fieles, por más impíamente que hubieran vivido, se cumplidamente los bienes que les proporcionó la gracia ... 595 habían de salvar a través del fuego 559 CAPÍTULO XCV.—Entonces serán revelados los ocultos juicios CAPÍTULO LXVIII.—Interpretación del texto del Apóstol «de los de Dios en la predestinación de los hombres. Voluntad que se han de salvar a través del fuego». El fuego puri- eficacísima de Dios 595 ficador de esta vida ; 5«i CAPÍTULO LXIX.—El fuego purificador después de esta vida ... 563 CAPÍTULO XCVI.—Dios obra bien aun permitiendo que se obre mal 597 CAPÍTULO LXX.—Los crímenes no se perdonan por las limosnas CAPÍTULO XCVII.—¿Puede la voluntad del hombre ser nn obs si no se cambia de vida ••• 5 5 táculo para la voluntad de Dios cuando quiere salvar? 597 CAPÍTULO LXXI.—Los pecados leves se pueden expiar por la CAPÍTULO XCVIII.—Dios, aunque puede convertir a los que qui Oración dominical ", siere, sin embargo, no obra injustamente convirtiendo a CAPÍTULO LXXII.—Muchas son las clases de limosnas 5 7 unos y a otros no 599 CAPÍTULO LXXIII.-E1 más importante género de limosna es CAPÍTULO XCIX.—ASÍ como Dios por infinita bondad se compa perdonar a los enemigos _ '"'"ñ'""™,» dece, así también con ninguna injusticia endurece. Origen CAPÍTULO LXXIV.-DÍOS no perdona los pecados a aquellos que ^ de la rebelión contra Dios 601 CAPÍTULO C.—Nada sucede fuera de la voluntad de Dios, aun cuando vaya contra su voluntad 605 los infieles si no se enmiendan I" V"~'mm^ad«erse CAPÍTULO CI.—La buena voluntad de Dios siempre 6e cumple CAPÍTULO LXXVT.-La limosna más excelente^ es compadeceré por las buenas voluntades de los hombres igualmente que el pecador de su alma y viv.r rectamente ™~ • por las malas , 605 CAPÍTULO Lxxvn.-Para que aprovechen las limosnas es P ^ ^ CAPÍTULO CII.—La voluntad de Dios es siempre invicta y nunca ciso abandonar la iniquidad •• •""•""Z ¿umano iáo mala, ya se compadezca, ya endurezca 607 CAPÍTULO Lxxvm.-Hay ciertos pecados que a juicio ^ CAPÍTULO CIII.—Discútese el pasaje de San Pablo (1 Tim. a, 4) CAPTTULO ™.^cadoVque" pa^Vn" le ves'' s^n aveces gra- ^ «Dios quiere que todos los hombres sean salvos» 609 CAPÍTULO CIV.—Voluntad de Dios sobre Adán al preverle pe cador 611 CAptlZ^xx^^ados- horados' ^ ^ ™ ^ ZZ 579 CAPÍTULO cv.—La voluntad del hombre, respecto al bien y al recen leves '"""'" n(in . la ignoran- mal, es libre de distinto modo en el primero y en el último CAPÍTULO LXXXl.-Dos son las causas del P ^do " ^* f eg estado 613 tía y la flaqueza, las cuales nadie puede vence ^ CAPÍTULO CVI.—La gracia de Dios es necesaria tanto en el pri avudado del cielo •• r'niñ* S83 mero como en el segundo estado 6^3 CAPITULO LXXXll.-La penitencia es don de Dio, ÍNDICE GENERAL' xv XIV ÍNDICE GENERAL Páginas Páginas CAPÍTULO V.—La sagrada Escritura ha sido de tal modo orde CAPÍTULO CVII.—La vida eterna es salario y, sin embargo, es nada por el Espíritu Santo, que parezcan en ella unas cosas gracia. Cumplimiento de la voluntad de Dios en el hombre claras y obscuras otras. No se debe aducir en la disputa' pecador 615 lo que puede favorecer a ambas partes 663 CAPÍTULO CVIII.—Nuestra salud viene de Dios, de tal modo que CAPÍTULO VI.—Demuestra la Iglesia católica por la Escritura, ni aun por Cristo seríamos libertados si no fuera Dios 617 y primeramente por la Ley 669 CAPÍTULO CIX.—Mansión de las almas antes de la resurrección. 617 CAPÍTULO vil.—Demostración de la verdadera Iglesia por los CAPÍTULO ex.—Hasta qué punto y a quiénes aprovechan el sa Profetas 673 crificio del altar y las limosnas que se hacen por los di CAPÍTULO VIII.—Testimonios de los Salmos 683 funtos 619 CAPÍTULO IX.—Cómo han tratado los donatistas de eludir estas CAPÍTULO CXI—Después del juicio existirán dos ciudades, la Escrituras 687 una en eterna bienaventuranza, la otra en eterna miseria. 621 CAPÍTULO X.—La Jerusalén principio de la Iglesia no es la CAPÍTULO CXII.—El castigo de los condenados ha de ser eterno. 621 Jerusalén (celestial e) invisible, sino la (material y) visible. 693 CAPÍTULO CXIII.—La muerte de los impíos, del mismo modo CAPÍTULO XI.—Testimonios de los Hechos de los Apóstoles ... 695 que la vida de los santos, será eterna 623 CAPÍTULO XII.—[Anatema contra los que no reconocen a la CAPÍTULO CXIV.—Después de haber expuesto la fe, trata de la ' Iglesia que demuestran los sagrados libros] 709 esperanza ; en la Oración dominical se contienen las cosas CAPÍTULO XIII.—[Se refutan los principales argumentos que en que se han de esperar 625 su favor alegan los donatistas] 711 CAPÍTULO cps:v.—Siete son las peticiones de la Oración domini CAPÍTULO XIV.—En la Iglesia (verdadera) existen malos mez cal, según San Mateo 625 clados con los buenos 717 CAPÍTULO CXVI.—En San Lucas sólo se contienen cinco peti CAPÍTULO XV.—Refuta otros argumentos de los donatistas 723 ciones ; es concordado con San Mateo 627 CAPÍTULO XVI.—Continúa la refutación de otros delirios de los CAPÍTULO CXVII.—La caridad debe hallarse al lado de la fe y donatistas 72? la esperanza 629 CAPÍTULO XVII.—[Realmente carecen del más leve fundamento CAPÍTULO CXVIII.—Los cuatro estados o edades del hombre son : en que apoyarse] 733 antes de la ley, en la ley, en la gracia y en la paz perfecta. 629 CAPÍTULO XVIII.—[Practican ellos lo que vituperan en los ca CAPÍTULO CXIX.—-¡La regeneración borra todos los pecados en tólicos] 737 cualquiera edad. La servidumbre de la ley es desconocida CAPÍTULO XIX.—[No acudan a los prodigios o al testimonio de para muchos 631 los hombres para convencernos de sus doctrinas, sino al tes CAPÍTULO CXX.—Los bautizados que mueren antes del uso de timonio de Dios, esto es, a los sagrados libros] 745 la razón no perecen 633 CAPÍTULO XX.—[No tienen motivo alguno para quejarse de las CAPÍTULO CXXI.—La caridad es el fin de todos los preceptos. 633 medidas adoptadas contra ellos] 755 CAPÍTULO CXXII.—Conclusión del libro 635 CAPÍTULO XXI.—[Cómo les recibirá la Iglesia en sn seno si Notas complementarias 636 corrigen su aberración] 761 CAPÍTULO XXU.—[Prosigue la misma materia] 767 DE LA UNIDAD DE LA IGLESIA DE LA FE EN LO QUE NO SE VE (Versión, introducción y notas del P. SANIOS SANTAMARÍA) (Versión e introducción del P. HERMINIO RODRÍGUEZ) L\ 1KODUCCIÓN 791 INTRODUCCIÓN 643 CAPÍTULO I.—En la vida social también se creen muchas cosas CAPÍTULO I.—Ocasión y motivo del libro 649 sin ser vistas. La buena voluntad del amigo, no se ve, pero CAPÍTULO II.—ta cuestión debatida entre católicos y donatistas se cree en ella. Sin alguna fe, ni siquiera podemos tener cer es ésta : dónde está la Iglesia ; de dónde viene el nombre teza del afecto del amigo probado 795 de católico 651 CAPÍTULO II Si de la sociedad humana desaparece la fe, ven CAPÍTULO III.—{Escuchemos lo que dice el Señor y demos de drá una confusión espantosa 799 mano a nuestras mutuas acusaciones] 657 CAPÍTULO III.—Motivos para creer. Cumplimiento de las pro CAPÍTULO IV.—Se encuentran fuera de la Iglesia los que no es fecías relativas a la Iglesia 801 tán conformes con el testimonio de Cristo sobre la cabeza, que es El mismo, o sobre su cuerpo, que es la Iglesia 661 XVI ÍNDICE GENERAL Páginas DE LA VERDADERA RELIGIÓN CAPÍTULO IV.—Lo que ahora vemos cumplido, debe movernos a creer lo que no vimos 807 CAPÍTULO V.—La visión del presente es motivo de la fe en el Versión, introducción y notas del pasado y en el porvenir 811 CAPÍTULO VI.—Los libros de los judíos prueban nuestra fe. Por P. VICTORINO CAPANAGA qué no ha sido exterminada la secta de los judíos 813 CAPÍTULO VII.—Maravillosa conversión del mundo a la fe de Cristo S15 CAPÍTULO vm.—Exhortación a permanecer constantes en la fe. 817 DE LA UTILIDAD DE CREER (Versión e introducción de un padre acustino) INTRODUCCIÓN 821 CAPÍTULO I.—Razón de este libro a Honorato 829 CAPÍTULO n.—Los maniqueos atacan el Antiguo Testamento cuando los que les escuchan son ignorantes 833 CAPÍTULO ni.—Cuatro puntos de vista según los cuales se pue de considerar el Antiguo Testamento 83,5 CAPÍTULO IV.—Triple error en que pueden caer los lectores ... 8^5 CAPÍTULO V.—Tres clases diferentes de escritos 847 CAPÍTULO VI.—No son admisibles las interpretaciones que de las Escrituras dan sus enemigos 851 CAPÍTULO VII.—Se debe buscar la verdadera religión 855 CAPÍTULO VIII.—El camino hacia la religión católica seguido por Agustín 863 CAPÍTULO IX.—La Iglesia católica exige a los que vienen a ella fe ; los herejes prometen razón 865 CAPÍTULO X.—No constituye deshonra ninguna el creer en la religión 869 CAPÍTULO xí.—Los que creen están libres de la temeridad de los que opinan 873 CAPÍTULO XII.—La fe es, las más de las veecs, necesaria para la vida social 877 CAPÍTULO XIII.—El necio no puede buscar al sabio si no cree que pueda existir 881 CAPÍTULO XIV.—La negación de toda creencia implica la ne gación de la religión misma 883 CAPÍTULO XV.—La Sabiduría de Dios encarnada es el mejor ca mino para hallar la religión • 889 CAPÍTULO XVI.—La autoridad instituida por Dios, que nos im pele a creer, está robustecida por los milagros y por la mul titud de los que la atacan 891 CAPÍTULO XVII.—La utilidad de inculcar a los pueblos las bue nas costumbres por medio de la autoridad 895 CAPÍTULO xvur.—Exhortación final . 897 I N T R O D U C C I ÓN i OCASIÓN DEL LIBRO Después de su regreso al África y antes de la ordenación sacerdotal (391), probablemente en el año 390, escribió San Agustín el libro De vera religione, para atraer al catolicis mo a uno de sus mejores amigos: el pudiente Romaniano, conocido ya de los familiarizados con las obras del Santo, publicadas por la B. A. C. Romaniano había sido seducido por el prestigio del joven profesor de Tagaste a la secta ma- niquea; mas, al convertirse éste a la fe católica, uno de sas primeros afanes de neófito fué recuperar para la verdad al alma noble de su antiguo bienhechor y compatriota. Desde el retiro de Casiciaco le había prometido enviar más adelan te algún tratado sobre la verdadera religión1. En carta escrita en el año 390 le anunciaba ya el pronto envió de la obra: "Tengo escrito algo sobre la religión ca tólica..., que quiero enviarte antes de mi llegada" 2. Y ter minaba con esta bella exhortación: "Dejando, pues, el cui dado de las cosas seculares, busquemos los bienes estafes y ciertos; levantemos el vuelo sobre las riquezas de la tie rra. Pues .aun en la abundancia de la miel, con razón tiene alas la abejita, porque aprisiona y mata a la que se adhiere a ella: Nam et in mellis copia non frustra pennas habet apicula: necat enim haerentem" 3. Más tarde, hacia el año 395, en carta esprita a Paulino de Ñola y remitida con Romaniano, que marchaba a Italia por motivo de sus negocios, le decía: "Portador de édta a 1 Contra académicos, II, 3 : Cum tibí aliquam ínter nos dispu- tatlonem de religione misero, vel cum ptaesens tecum multa con- íulero. » Epist. 15, 1. H-, 33, 8i 2 ' IWd.

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Prior Prov. TMPKIM\1Uk CAPÍTULO VI—La verdadera religión está en la fe católica .. 81 .. ES más útil distinguir las artes de Satanás, que.
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