«Velad con vigilancia sobre los edifi cios viejos, guardadlos como mejor podáis, contad las piedras como haríais con las joyas de una corona, colocad guardias como a las puertas de una ciudad sitiada». (Ruskin) A mi hija Ana Cristina Los antiguos hornos y tahonas de Betanzos Contribución a su conocimiento De piedra de cantería y alimentados con combustión de leña, los hornos de Betanzos son los más antiguos de España en activo. José Raimundo Núñez-Varela y Lendoiro Cronista Ofi cial de la ciudad de Betanzos de los Caballeros www.cronistadebetanzos.com Todos los hornos que se construyeron en Betanzos durante el Antiguo Régimen, tras el traslado poblacional al Castro de Untia en 1219, se- rían realizados en piedra granítica. Como consecuencia de los cuatro incendios generales padecidos por la urbe, sobre todo en el acaecido en el verano de 1569 (el último tendría lugar el 18 de septiembre de 1616, de me- nores consecuencias que el anterior), los edifi cios destinados a viviendas se verían asolados y las tahonas destruidas, por lo que sería preciso fabricarlas de nuevo. Por lo general mantendrían la ubicación originaria y los mismos dueños, la mayoría pertenecientes a la hidalguía mariñana, linajudas damas y ca- balleros de Betanzos, quienes salvo raras excepciones los aforaban o ponían en arriendo a los horneros. De ahí que todavía se mantenga en la memoria colectiva y hasta en el callejero más tradicional el Callejón del Horno que llaman do Caño, en la antigua Calle del Hospital o de las Monjas; la Plazuela del Horno, que también sería conocida como de los Sombrereros, al principio de la Calle de la Rúa Nueva, y la Rúa do For- no que es la misma Calle Segunda de los Clérigos, donde se encuentra establecido el horno de Santa María, así conocido por su inmediatez con la iglesia parroquial de Santa María del Azogue, al igual que se contempla a lo largo y ancho de la geo- grafía hispana. Durante la Historia Moderna de la ciu- dad de Betanzos se contaron entre diez, nueve, seis en el Catastro de Ensenada1; siete hornos durante la Guerra por la In- dependencia2; ocho en el Trienio Liberal y alrededor de doscientas panaderas. En dicho Catastro puede leerse: «...Panaderias hai enesta Ciudad cinco sitios publicos y Voluntarios en las Calles y plazas en que se bende el Pan de trigo Vesta, la diosa de los panaderos. Gra- y Centeno, sinque estos rrentuen cosa bado del s. XVIII. (Colección del autor). alguna, y por no pagarse nada por ellos (Fº 429 vº)... Panaderas. el numero de Panaderas que consideran enesta Ciudad llegará a ducientas, y el numero de ferrados de trigo que diaria mente comtemplan benefi ciaran para dentro y fuera dela Ciudad seran ducien- tas y el util que en cada uno podian tener sera un real; y quanto a pan de Centeno y Maiz benefi ciaran quarenta ferrados, y el util de cada uno de estos lo consideran a medio rreal, sin que se pueda averiguar el numero diario de cada una, emparticular enatencion aque unas Cuezen diaria mente, otras de dos en dos dias, y otras una bez en la semana... (Fº 435)... Hornos. seis que rrijen y son de Cocer pan uno que husa Martin de Vales su utilidad al año mil y cien rrs., otro que husa fernando de Rilo; otro que husa la viuda de Nicolas do rrigueiro (Catalina Sánchez), otro que ejerce la Viuda de Julian Gomez; otro que husa silvestre de Lago y el otro Joseph de Hespaña... (Fª 436)». 1 Archivo General de Simancas. Catastro de Ensenada, 1ª Remesa. Respuestas Generales. Libro 156. Betanzos, 26 de junio de 1750. 2 En nuestra obra La Ocupación de Betanzos y su Tierra por los Franceses en 1809: 163 días de suplicio en la voz del pueblo. Capítulo 11.2. El pan, pág. 260. Excmo. Ayuntamiento de Be- tanzos, 2013. Los regentaban Pedro García, Antonio Carro, Antonio González Barallobre, Miguel Guerra, Simón Ares de Parga, Alonso do Porto y don Antonio López, como marido de su mujer. Representación de horneras y panaderos en antiguos grabados. Recordamos nueve en funcionamiento a mediados del pasado siglo, distri- buidos por la ciudad y extramuros3, aunque algunos no llegarían al presente. La mencionada variación estaba directamente condicionada por los tiempos de guerra, epidemias, hambrunas, escasez de frutos a causa de las malas cosechas por climatología adversa, e incluso por falta de leña, como veremos. Suministros para el Ejército y la Armada Hay que tener en cuenta que en Betanzos se había establecido un dispo- sitivo especial para la fábrica de bizcocho con destino a la Armada Invenci- ble, encontrándose el 19 de julio de 1588 a punto de partir de La Coruña, de la Ría de Betanzos y de las adyacentes a las Mariñas dos Condes (Capital: Betanzos de los Caballeros), una parte substancial de aquella fl ota, En dicha elaboración habrían de intervenir siete maestros bizcocheros hispano-italianos, contratados por el Proveedor General, y que trabajarían independientemente, aunque con el apoyo de los horneros locales4, a fi n de tener a punto: «...El pan que se cuece de propósito, para la provisión y matalotaje de las armadas y de todo género de bajeles. Dijóse asi, cuasi biscocto, cocido dos veces, por la necesidad que tiene de ir enjuto, para que no se corrompa...»5. 3 Véase nuestro trabajo La Visita General de los Ofi cios en Betanzos. Programa Ofi cial de Festejos 2001, Horneros. Apéndice I. 4 En nuestra Historia Documentada de Betanzos de los Caballeros, siglos XV-XVI. Tomo I, capítulo 4.3 Pan para la Armada, pág. 375. Fundación Caixa Galicia, 1984. Estos bizcocheros eran el maestre Pedro Antonio, el maestre Julián, el maestre Grabriel Forilo, el maestre Francisco Ferraro, el maestre Pompeo Nacherino, el maestre Bartolomé y el maestre Domingo de Ynossa. 5 COVARRUBIAS, Sebastián de. Tesoro de la Lengua Castellana o Española, voz bizcocho. Año 1611. Finalizado aquel confl icto bélico e intimidatoria aventura, y a modo de ejemplo, se mantendría la producción de bizcocho por encargo del Sargento Mayor don Bartolomé Muñiz6, con destino en La Coruña, por cuya cuenta las panaderas de Betanzos otorgaban carta de pago, el 26 de octubre de 1615, de novecientos cinco reales y catorce maravedís, importe de los trabajos de manufactura, molienda, harina y horno precisos para su elaboración, por ante el escribano Pedro Fernández Carreira, del número de Betanzos (Vid. Apén- dice I), y liquidación que proporciona una idea cabal sobre su importancia para la economía local. Esta medida se repetiría muy a menudo, en razón a la multitud de desta- camentos que se destinaban a esta ciudad, bien en tránsito o de cuartel, debido a su estratégica situación en el vértice ártabro. En Betanzos, el 18 de noviembre de 1823, don Antonio María Gómez otorgaba una de aquellas es- crituras de obligación y fi anza por ante Benito Manuel García Pérez, escribano de ayuntamiento, por el remate de la Contrata de Suministros a las Tropas Españolas, en la que consta como se había llevado a efecto: «...Que de orn de S.S. el Señor Yntendente General de este Exto. y Rno. por el M.Ytre.Ayuntamiento de esta Ciudad se sacó a postura la Contrata del Suministro de Pan, cevada y Paja a las Tropas Españolas estantes y transeuntes por ella, por el tiempo que resta por correr del presente año y el próximo venidero de mil ochocientos veinte y quatro hasta fi n de Agosto del mismo, con señalamiento del dia y ora para la admision de aquellas, en el qual por Dn Baltasar Rodriguez se le hizo la de dar la Racion de Pan de trigo puro á real, la de Cevada a seis rrs, la de Paja compuesta de me- dia arroba a tres rrs. vajo la espresa condicion y obligacion de que al fi n de cada mes y dentro delos primeros ocho dias del siguiente se le havian de liquidar los recivos delos suministros delas tres especies, y hacer pago en el mismo del importe o importes a que hascendiesen, y la de que no teniendo efecto uno y otro, fuese visto quedar separado enteramente de continuar de modo alguno con dhos suministros...»7. 6 Archivo del Reino de Galicia. Legajo 24.281-12. Era hijo de Gonzalo Muñiz el viejo, quien tuvo además por hijos al Bachiller Muñiz, a Catalina de Pousada y a Teresa Muñiz, vecinos que fueron de San Martín de Cances, en tierras de Bergantiños. El licenciado Muñiz (fallecido en 1585 aproximadamente), había casado con Constanza Fernández (fallecida en 1603), con la que tuvo a Catalina, Pedro, María Muñiz y a Luisa Fernández. De estos hijos Lucía, María y Pedro pasarían a residir a La Coruña; dicha Lucía fallecería sin descendencia, por lo que la heredarían sus hermanos, y Pedro, en el año 1603, ejercía de Receptor de La Real Audiencia. En cuanto a Catalina Muñiz, casó con Juan Miguel de Vega, pasando a residir a Medina del Campo, en donde el 15 de julio de 1602 le otorgaba poderes su marido, seguidamente establecieron su residencia en la Villa y Corte, quedando viuda en 1603. 7 Archivo Notarial Coruña. Protocolo 2.812, folio 15, del escribano Benito Manuel García Pérez, de Ayuntamiento, Hipotecas y Marina de Betanzos. Panadería del siglo XV. Biblioteca Nacional, París. Para ello, el ayuntamiento había situado edictos en las partes acostumbradas de la población, señalando las diez de la mañana del anterior jueves día seis, y subasta que sería rematada en el sobredicho al «...aprobar las proposiciones que ha echo Dn Antonio Gomez de verifi car el suminisstro de la Racion de Pan a treinta mrs, la de Cebada a cinco rrs y veinte y quatro mrs y la de Paja a tres rrs... [Firmado]. Antonio Maria Gomez, Baltasar Rodriguez. [Rúbricas]. Ante mi. [Firmado]. Benito Manuel García Perez. [Rúbrica]». Ordenanzas e inspecciones Resulta sumamente interesante el sistema de control sobre los ofi cios y sus menestrales aplicado durante el Antiguo Régimen, consistente en Visitas o inspecciones que regularmente efectuaba la Justicia y Regimiento de la ciudad. Por lo general entre los visitadores se encontraban el corregidor, el regidor de mes o comisionado, el fi el ejecutor, el procurador general, dos veedores, y el escribano de ayuntamiento para levantar acta y dar fe. Con esta plantilla tendría lugar la Visita efectuada el 14 de enero de 1644, el 30 de marzo de 16628 y el primero de septiembre de 1672 a los 8 Sobre esta visita y la anterior citadas, véanse los documentos completos con el traslado de las Ordenanzas que sobre el pan fueron sancionadas y aprobadas por el Rey Felipe II, en nuestro trabajo Cuarto centenario de las Ordenanzas de la Ciudad de Betanzos aprobadas por el Rey Felipe II, así como la efectuada a los hornos, publicado en el programa ofi cial de festejos patronales del año 1991, y en separata por el Excmo. Ayuntamiento. nueve hornos en activo9, sin olvidarse de los molinos, tiendas, tabernas etc., por ejemplo. En las Ordenanzas sobre mantenimientos de la ciudad de Betanzos, for- madas por los fi eles ejecutores Martin Vidal Morelle y Pedro Santorum, el 21 de enero de 1573, se disponía que debido al gran número de panaderas sin regular «que tratan en coçer y vender pan de trigo y centeno», con gran per- juicio para la misma y sus vecinos, mandaban que todas ellas tanto casadas, como solteras y viudas se dieran de alta para el ejercicio de esta actividad, con el fi n de recibir instrucciones de dichos señores «sobre la horden que an de tener en el uso y limpieza del dicho ofi cio», con señalamiento de un plazo de seis dias para su comparecencia y de las penas que se impondrían a las contraventoras10. Serían tan frecuentes los casos de incumplimiento de las Ordenanzas, que puede asegurarse que no existe man- dato de Corregidor que no tuviese que intervenir por este asunto. Es el caso de la inspección efectuada por el licenciado don José Jerónimo Delgado y Mentera, el 12 de mayo de 1717, acompañado por don Francisco Caneiro de Arriola, escribano del ayuntamiento, a las pa- naderas que vendían panecillos (bollos de pan blanco «molete» esponjoso) en la Puerta de la Villa, con menor peso del estipulado y con defi ciencias de limpieza y blancura. Por supuesto, les impondría Horno de pan “Panis opus”, multas a benefi cio de los pobres de la del Theatrum Sanitatis. cárcel y de la población, al tiempo de advertirles que su incumplimiento sería rigurosamente castigado, y documento inédito al igual que los restantes que presentamos (Vid. Apéndice VI). La entrada de los ingleses en Betanzos, el día 9 de enero de 1809, habría de incidir en la buena marcha de la Provisión de Víveres y su furor se habría de cebar en los frutos almacenados y otros utensilios, sería así como en: 9 Véase nuestro trabajo La Visita General de los Ofi cios en Betanzos publicado en el Programa Ofi cial de Festejos del año 2001, y en separata por el ayuntamiento. Los regentaban los siguientes panaderos: Blas Crespo y su mujer Ana Vázquez; Bastián Souto y Catalina Martínez, su mujer; Catalina Vázquez, en el horno de la Concepción; Dominga Gómez; el de Biçioso y Ana Prego Freire, su mujer; el de Antonio García y de María Fernández, su mujer; el de Domingo Vázquez y Antonia López, su mujer; el de Pedro Varela y de Inés do Regueiro, su mujer, y por último el de Juan de Bamonde y de Lorenza Vázquez, su mujer. 10 En nuestra Historia Documentada de Betanzos de los Caballeros, siglos XV-XVI. Tomo II, Apéndice XLI, pág. 252. Fundación Caixagalicia 1984. «...la noche del dia nueve llegan de tropel las tropas inglesas asegu- randonos el prósimo arrivo de los Franceses. Crece la confusión, y el desorden llega al colmo. Tiran las puertas de los Ornos donde se cocía el Pan de Munición, y lo toman libre- mente dichas tropas...»11. Que sería lo más liviano de sus fe- chorías, y no se imaginen lo acontecido durante los ciento sesenta y tres días de ocupación francesa, que dejarían al pueblo vilipendiado y sin nada que llevarse a la boca, ni siquiera una ración Horno de pan del Theatrum Sanitatis. de pan de hogaza. Las crisis afectarían de manera especial a los hornos y a su clientela par- ticularmente. De no tener para comer ni pan, que se traduce en padecer hambre. En plena Guerra por la Independencia y una vez retirado el Ejército Francés de la ciudad de Betanzos, los horneros se las vieron y desearon para sostener su negocio según exponían, el 5 de agosto de 1810, a la hora de otorgar poderes a procuradores para defenderse de las trabas municipales impuestas a su profesión, y en concreto por la pretensión de suprimir la retri- bución en especie, que percibían de quienes acudían a cocer a sus hornos, en favor de una compensación en metálico: «...Parecieron presentes Pedro Garcia, Antonio Carro, Antonio Gonzs Barallobre, Migul Guerra, Simon Ares de Parga, Alonso do Porto y Dn Antonio Lopez como marido de su mugr. todos vecinos de esta ciudad; y Dixeron: allarse manipulando actualmente cada uno su respectibo Orno delos que hay enesta Ciudad y sus Arrvales para cozer el Pan de que se surten los vecinos de ella por cuio trabajo y otros gastos de Leña, composicio- nes de dhos Ornos, paga y manutencion de Criados, con otras varias y diferentes Cargas que sobresi tienen a cada paso; Siempre an cobrado y cobran desde tiempo inmemorial a esta parte dos Bollos de masa a cada uno de los que ban a cozer a proporción de la Cantidad que lleban a los citados Ornos esto en quanto al Centeno y Maiz, y por lo que ace al trigo a nuebe quartos cada dos ferrados, de Mollete o Panecillos, En cuia antiquisima costumbre se alla este Pueblo, sin que por ello hubiese nunca reclamado cosa algª sobre esta paga, antes al contrario la hicieron y hacen de su propio gusto y voluntad, por dar por su propia mano la mª 11 De nuestra obra La Ocupación de Betanzos y su Tierra por los franceses: 163 días de suplicio en la voz del pueblo, pág. 166. Excmo. Ayuntamiento de Betanzos, 2013. Copatrocinada por Gadis. masa pues algunos mas lo quieren hacer en este Xenero por el costumbre y no en dinero. Sin embargo de lo qual por el Procurador Sindico General y Diputados de abastos de esta Ciudad se acudio al Muy Ilte Aynto de ella solicitando la extincion de la paga de dhos Bollos por la cocedura del Pan de Centeno y Maiz, y que en su lugar perciban los otorgantes siete quartos por cada ferrado de estas Semillas y quatro por cada uno del de trigo, Cuia pretension se estimo asi y se les leio en este dia, En este estado no pueden menos de exponer que esta Providencia les es mui perjudicial, tanto por las razones expuestas y cargas que sobre si tienen dhos Ornos, quanto porque las Leñas nunca tienen precio fi xo, ademas de las Rentas y Pensiones a que estan sujetos, sin que este nuebo arreglo y precios que se señalan les llegue a cubrir todos los gastos que ocasionan los Ornos, Y a fi n de... lograr la suspension de dha Providencia pues de lo Contrario se beran precisados abandonar dhos Ornos, conocen que dan y otorgan todo su poder cumplido...de todo lo qual y conocimiento de los otorgantes doy feé. [Firmado]. Antonio Gonzalez, Simon Ares de Parga, Miguel Guerra, Antonio Lopez, como testigo y a ruego Julian Villaverde. [Rúbricas]. Ante mi. [Firmado]. Feliciano Vicente Faraldo. [Rúbrica]»12. Hemos seleccionado el documento antecedente, a pesar de su densidad, por tratarse de un magnífi co relato sobre la costumbre mantenida por la población a la hora de acudir a los hornos, la retribución por la cocción de pan de cada tipo de gramíneas, y el esfuerzo para procurarse este básico elemento de la alimentación humana. Esta presión mediática ejercida desde el ayuntamiento por medio del Procurador Síndico General y por los diputados de abastos, les movería a agruparse para promover un convenio colectivo en defensa del sector, de manera que el siguiente 11 de septiembre, por ante el escribano José Vic- torio Peña, elevaban a escritura pública el resultado de sus deliberaciones y acuerdos en la manera siguiente: «...e dijeron que mediante cada uno de los susodichos pose un Horno, en el que todos cocen pan los dias que no son de fi esta para el comun de este Pueblo; y mirando por una parte a que este no consume ni le hes posible hacerlo, el que pueden y deben cocer diariamente, y por otra el perjuicio que se les esta siguiendo de calentar sus Hornos, y no concu- rrir a ellos la masa sufi ciente... y otros justos motibos que les asisten, han tratado... de que ninguno de ellos ha de cocer en sus Hornos, mas que tan solamente los Lunes, Miercoles, Biernes, y Sabados de cada semana, dejando de hacerlo Martes y Juebes... a menos que acaezca ser el dia siguiente de ellos... festibos... u acaso primero de mes en que se hace la 12 Archivo Notarial Coruña. Protocolo 3.440, folio 22, del escribano Feliciano Vicente Faraldo del número de Betanzos. feria en esta Ciudad, que sucediendo lo podian hacer todos los otorgantes; como tambien habiendo muchas tropas en el Pueblo u otro causal de este tenor, pero aun en esta caso...ha de preceder consentimiento reciproco de todos a cuio fi n se pasaran sus correspondientes abisos, y no de Otra manera alguna... y para que ninguno tenga el atrebimto de Contrabenir este Contrato, Cociendo alguno delos dos dias qe. lleban prohibido, pan en sus Hornos, sinlos causales que quedan esplicados, se ynponen desde este momento a qualquiera que le suceda, veinte Ducados en pena y Castigo de ellos, los quales se ynbertiran en Comistible para los presos dela Carcel u para necesidades del Estado, a disposicion del Caballero Corre- gidor de esta Ciudad...de todo lo qual y conocimiento de los Otorgantes y testigos Yo el Essno. Doy fee... [Firmado]. Antonio Gonzalez, Simon (Ares) de Parga, Antonio Lopez. [Rúbricas]. Ante mi. [Firmado]. Josef Victorio Peña. [Rúbrica]»13. Nos dice el licenciado Verin14, en su Historia inédita de Betanzos, suscrita el 3 de junio de 1812, al referirse a los «Bastimentos de Betanzos» que: «...De aqui sale fruto para la Coruña Ferrol, Puente de Eume, Ares Mu- gardos, Redes etc. Sale tambien pan cocido, tanto de trigo en panecillos, como en mollete; pan de zenteno en tortas grandes de aferrado, y de a medio; harina de trigo, de zenteno, frutas del tiempo, etc. cada semana dos barcos trincados sin contar lo qe. va por tierra...». Por lo visto, ya se había recuperado buena parte del mercado interrumpido por la ocupa- ción francesa, pudiendo exportarse exceden- tes con la reanudación del tráfi co marítimo con los restantes puertos del Golfo Ártabro. Entre otros tipos de pan citaba Verin las enor- mes tortas de centeno, nada menos que de un ferrado, y que Covarrubias defi ne como «El pan tendido que no se levanta en alto, y es a modo del pan cenceño de los judíos, el cual se dijo a torquendo, porque se hace en forma redonda...», al igual que al referirse al mollete dice ser «el pan blando», y los panecillos «de sal», de forma ovalada y esponjosos. Panadero del libro de las profesio- nes, por Jost Amman (1568). 13 Ibidem. Protocolo 3.410, folio 145. Publicado en parte en nuestra obra cit. La Ocupación de Betanzos y su tierra por los Franceses en 1809. Apartado 11.2, El Pan, pág. 261. 14 VERÍN Y GONZÁLEZ DE HEVIA, Manuel Antonio de. «Historia dela fundacion dela Ciudad de Betanzos antigua y Moderna...». manuscrito inédito, copia obrante en el archivo particular del autor, página 22, nota 1. Pocos años después, durante el Trienio Liberal, tendría lugar un ruidoso confl icto que pondría en jaque a las autoridades por su repercusión social y económica. A principios del mes de enero de 1820, don José María Romay Teijeiro15, tomaba posesión como Procurador Síndico General del ayunta- miento de Betanzos, una de las primeras medidas que adoptaría sería la de trasladar a las panaderas que vendían el pan en la Calle de la Plaza para La Pescadería de Payo Fermoso, y en concreto para el tinglado de la venta de pescado allí existente, en el que se comerciaba desde el traslado de la población en el año 1219. Las panaderas y los horneros que veían como peligraba su negocio, se movilizarían a todos los niveles y elevarían una instancia el 11 de enero de 1820 ante la Justicia y Regimiento, en la que exponían la ruina que para ellos suponía la mencionada decisión, al tiempo de suplicar que se les permitiera retornar a la Calle de la Plaza (actual Calle del Castro) donde venían be- nefi ciando el pan desde tiempo inmemorial, y en la que contaban con los soportales de todos sus edifi cios impares para protegerse de las inclemencias (ya se habían retirado los existentes en la acera contraria). Exponían además, que se ponía en peligro la viabilidad de sus ofi cios, viéndose avocados a ce- rrar parte de los hornos y abandonar sus puestos de pan, habida cuenta que era lugar a desmano y desconocido por los transeúntes que solían adquirirlo, como lo efectuaban gentes del Reino de Castilla, ciudades de La Coruña, Santiago, Mondoñedo, Tuy, Orense y otras villas de la Provincia y fuera de ella, atraídos por la calidad del pan de Betanzos, por su blancura y sustancia, textura esponjosa y atrayente aspecto (Vid. Apéndice VIII), características mantenidas hasta el presente y que gozamos con la particularidad y exce- lencias debidos al pan artesanal. Por lo visto el tinglado de la Pescadería no era sufi ciente para albergar a las panaderas de la población, y no les ofrecía el espacio necesario para resguardarse en caso de mal tiempo y lluvias, por lo que una buena parte de ellas se dispusieron a ocupar los Soportales de sobre la Fuente de Unta, cercanos al Campo de la Feria y de la Puerta de la Villa. Esta alternativa no contaría con el beneplácito de algún que otro vecino, como sería el caso de don Pedro de Mella y Barbeito, quien habitaba con sus hermanas doña Mariana y doña Manuela la casa que hace « frente al Campo de la Feria de esta Ciudad, y da la vuelta con un soportal vajando la Calle al Fuente de Unta», quien a su vez se dirigía al ayuntamiento para exponer: «...que con motibo dela mutacion que de ellas se hizo en principios del Corrie del sitio en que antes estaban para la venta publica del Pan se aca- ban de colocar... frente y devajo los suportales dela Casa del esponente 15 En nuestro trabajo Los Becerra y los Romay de Betanzos, programa ofi cial de festejos 2005, personaje 14, publicado en separata por el Excmo. Ayuntamiento.
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