Lilian Yaffe Universidad de Miami, EE.UU. [email protected] Conflicto armado en Colombia: análisis de las causas económicas, sociales e institucionales de la oposición violenta 1 Armed conflict in Colombia: analyzing the economic, social, and institutional causes of violent opposition Conflito armado na Colômbia: análise das causas econômicas, sociais e institucionais da oposição violenta Artículo de revisión recibido el 30/06/11 y aprobado el 03/10/11 1 Este artículo sintetiza los resultados preliminares de la tesis doctoral de la autora, realizada en la Uni- versidad de Miami. CS No. 8, 187 - 208, julio – diciembre 2011. Cali – Colombia ISSN 2011– 0324 Conflicto armado en Colombia: análisis de las causas económicas, sociales e institucionales de la oposición violenta Resumen Este artículo presenta una revisión bibliográfica de las causas del conflicto armado colom- biano. Su objetivo principal es entender por qué ha ocurrido una reducción desigual en los niveles de conflicto violento a través de las regiones del país, en el período 2003-2010. Ana- liza las causas económicas, institucionales y sociales, así como los debates teóricos vigentes. Se concluye que es precisamente la múltiple causalidad del fenómeno colombiano lo que lo hace tan complejo, razón por la cual los estudios encaminados a analizar la variación en el conflicto violento deben incorporar todas las variables causales y perpetuadoras del mismo. Palabras Clave: Conflicto armado, Instituciones, Estado colombiano, Recursos saqueables, Desigualdad Abstract This paper offers a review of the literature dealing with the causes of the Colombian armed conflict. Its key objective is to discuss why the reduction of the levels of the conflict-related violence was unequal in various parts of the country between 2003 and 2010. The author addresses economic, institutional, and social causes as well as embraces the ongoing theo- retical debates on the issue. The paper affirms that it is precisely the diversity of the causes that makes the Colombian conflict such a complex one, and that any related study must address all of the causal variables and perpetuating factors involved. Keywords: Armed conflict, Institutions, Colombian State, Lootable resources, Inequality Resumo O artigo apresenta uma revisão bibliográfica das causas do conflito armado da Colômbia. Seu objetivo principal é compreender por quê ocorre uma redução diferenciada entre as regiões do país quanto à intensidade do conflito violento, no período 2003-2010. Analisam- se tanto as causas econômicas, institucionais e sociais quanto os debates teóricos vigentes, concluindo que a causalidade múltipla do caso colombiano torna-o um fenômeno complexo demais e que, portanto, as pesquisas sobre a variação do conflito violento devem incorporar todas suas variáveis causais e aquelas que contribuem para sua perpetuação. Palavras-chave: Conflito armado, Instituições, Estado colombiano, Recursos exploráveis, Desigualdade CS No. 8, 187 - 208, julio – diciembre 2011. Cali – Colombia ISSN 2011– 0324 Conflicto armado en Colombia: análisis de las causas económicas, sociales e institucionales de la oposición violenta 191 Introducción Desde la década de los sesenta Colombia se halla inmersa en un conflicto arma- do2 que involucra múltiples actores: las guerrillas de izquierda, los paramilitares de derecha, los narcotraficantes, el gobierno, las fuerzas armadas y la sociedad civil.3 Los orígenes de la actual insurgencia se remontan al período conocido como “La Violencia”, una guerra civil que tuvo lugar entre 1946 y 1966; duran- te esta sangrienta etapa el país estuvo radicalmente dividido en su apoyo a los partidos Liberal y Conservador. Desde ese período, Colombia ha sido testigo de la aparición sucesiva de guerrillas, narcotraficantes y grupos paramilitares. Las guerrillas surgieron en la década de los sesenta, siendo las más importantes las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, el Ejército de Liberación Nacional –ELN–, el Movimiento 19 de Abril –M-19–, y el Ejército Popular de Liberación –EPL. El narcotráfico, por su parte, se inició con el cultivo y tráfico de marihuana en la década de los setenta, seguido por el de cocaína en los ochenta. Los grupos paramilitares, a su vez, emergieron a comienzos de los ochenta como una forma de retaliación por parte de los narcotraficantes, ganaderos y algunos militares, quienes formaron grupos de auto-defensa para protegerse de los actos violentos perpetrados por las guerrillas. La proliferación y expansión de estos grupos –diferentes en naturaleza pero todos generadores de conflicto violento– ha sumergido al país en una ola de violencia durante más de cuatro décadas. Sin embargo, la intensidad del conflicto armado en Colombia medido a través de diferentes variables –como el número de acciones bélicas, la tasa de homicidio y los actos de terrorismo– y con datos de diversas fuentes, ha decrecido a partir del año 20034 en muchas regiones del país –ver los gráficos presentados en la sección Anexos. ¿A qué se debe este cambio? ¿Por qué el decrecimiento ha sido desigual a través de las diferentes regiones del país? Estas preguntas, aparentemen- te simples, no tienen una fácil respuesta por la complejidad y multi-causalidad del conflicto armado en Colombia. Un primer acercamiento para tratar de entender la disminución en los niveles de oposición violenta consiste en identificar las causas del conflicto en Colombia. Este artículo presenta una revisión detallada de la literatura que aborda estas causas, enfocándose inicialmente en la literatura 2 A lo largo de este trabajo se utilizan como sinónimos los términos conflicto armado, conflicto violento y conflicto interno. Todos hacen referencia, como lo señalan Restrepo (2006), al conflicto violento entre orga- nizaciones armadas en Colombia. Los términos oposición violenta, confrontación violenta y contestación violenta también se utilizan en el mismo sentido. 3 Se considera a la sociedad civil como un actor que ha influido sobre el conflicto armado. 4 Los cálculos de Durán (2008), Restrepo y Aponte (2009) y Ministerio de Defensa (2010), coinciden al presentar el pico máximo del conflicto armado en el año 2002. A partir del año 2003 se inicia el decrecimiento en la intensidad del conflicto armado. CS No. 8, 187 - 208, julio – diciembre 2011. Cali – Colombia ISSN 2011– 0324 Lilian Yaffe 192 general y concentrándose, luego, en el caso específico del conflicto violento en Colombia. Esta revisión literaria es un instrumento que permite avanzar hacia el estudio de las causas de la oposición violenta en Colombia, con el objetivo posterior de determinar cuál –o cuáles– de ellas sufrieron cambios en la última década y tratar, así, de establecer por qué se redujo el conflicto violento en el país, y por qué estas reducciones presentaron diferencias a nivel regional. Como se verá, no existe un consenso absoluto sobre cuáles son las causas del conflicto armado colombiano. Algunos autores enfatizan en los factores económicos y sociales; otros dan prioridad a elementos de inclusión política; otros identifican aspectos como las carencias o resentimientos, o aspectos geográficos como la naturaleza del territorio y la distancia a los centros de producción. Sin embargo, casi todos los análisis parecen coincidir en la gran importancia de los factores institucionales y de presencia estatal, los cuales se cubren ampliamente en esta revisión. Un acercamiento inicial a revisar las causas del conflicto violento en Colom- bia permite sentar las bases para estudios posteriores que determinen cuáles de estas causas han sufrido modificación en el período 2003-2010, ocasionando los cambios positivos –reducción en los niveles de conflicto violento– que se han presentado. A nivel normativo y de diseño de políticas, el entender las causas de las diferencias en los niveles de oposición violenta puede convertirse en un importante instrumento de planeación estratégica, con el objetivo final de replicar, y mantener, la reducción en los niveles de conflicto violento en las décadas futuras. Revisión general: causas de conflicto violento La literatura ofrece varios enfoques alternativos para explicar los fenómenos de conflicto interno y guerra civil. Quizá el debate más importante se presenta entre quienes sostienen que la violencia es el resultado de factores económicos y aquellos que afirman que los conflictos internos se originan en variables tales como las instituciones, el tipo de régimen, la presencia Estatal y la inclusión –o exclusión– política. Un número importante de investigadores se centra en el papel que desem- peñan las variables económicas en el conflicto interno. Dos teorías compiten para proveer una explicación: una centrada en el resentimiento,5desigualdad e injusticia (Gurr, 1970; Ballentine y Sherman, 2003) y la otra basada en la co- dicia6 (Collier, 2000; Bates, 2008). La primera perspectiva vincula el conflicto 5 Los términos resentimientos o agravios se usan como sinónimos para referirse a estas teorías, traduciendo del inglés grievance. 6 El término codicia se utiliza para referirse a esta teorías, traduciendo del inglés greed. CS No. 8, 187 - 208, julio – diciembre 2011. Cali – Colombia Conflicto armado en Colombia: análisis de las causas económicas, sociales e institucionales de la oposición violenta 193 interno con las desigualdades socioeconómicas, la exclusión de ciertas regiones, la discriminación de ciertos sectores de la población, etc. En consecuencia enfatiza en la importancia de los resentimientos e injusticias sociales y económicas como causas de conflictos violentos. Dentro de estas teorías centradas en el resenti- miento, una de las más importantes es la noción de “privación relativa”, la cual encuentra sus orígenes en el trabajo de Gurr (1970), quien la define como la discrepancia entre lo que las personas piensan que merecen, y lo que realmente alcanzan. Su hipótesis plantea que “el potencial para la violencia colectiva varía sustancialmente con la intensidad y el alcance de la privación relativa entre los miembros de una colectividad” (Gurr, 1970: 24). La segunda perspectiva, basada en la codicia, realza el papel de los incentivos financieros para fomentar la rebelión. Esta literatura hace énfasis en los efectos de las rentas públicas y los recursos naturales, argumentando que éstos juegan un papel fundamental en desencadenar y sostener la violencia política. Bates (2008) y Collier y Hoeffler (1998, 2004), han encontrado que las evidencias favorecen los argumentos basados en la codicia sobre aquellos basados en la injusticia y la desigualdad. En su planteamiento las raíces de los conflictos armados no se encuentran en los resentimientos y desigualdades socioeconómicas, como se creía, sino en los intereses económicos de algunos grupos en conflicto. Adicio- nalmente, en las sociedades prevalentemente pobres se pueden reclutar fuerzas armadas irregulares a bajos costos; en consecuencia, los actores sociales desafían la autoridad estatal con el fin de apropiarse de los recursos “saqueables”. Blatt- man y Miguel (2010) coinciden con este argumento planteando que –aunque comúnmente se sostiene que el resentimiento y la desigualdad son las principales causas de conflictos internos– esta relación de causalidad directa entre pobreza y conflicto debe ser reconsiderada. En realidad, los conflictos internos tienen consecuencias devastadoras sobre la calidad de vida y la salud, lo cual debilita el argumento de causalidad directa y de sentido único entre pobreza y conflicto social. De manera similar, Hardy (1979) y Weede (1981) desafían la conexión entre desigualdad y violencia, argumentando que esta relación desaparece cuando se controla el nivel de desarrollo económico. El debate entre las teorías que asocian las causas del conflicto con factores de resentimiento y aquellas que lo asocian con factores de codicia adquiere una dimensión adicional con estudios como los de Ballentine y Nitzchke (2003), y Ballentine y Sherman (2003). En su análisis de diversos casos de conflictos armados en países en desarrollo –entre ellos Colombia–, concluyen que, aunque la pugna por el acceso a recursos económicos puede ser un elemento perpetuador de los conflictos armados, no es la causa principal de su surgimiento. Estos au- ISSN 2011– 0324 Lilian Yaffe 194 tores coinciden en afirmar que el origen de los conflictos violentos se encuentra en los resentimientos generados por la mala administración de los recursos, por la desigual repartición de las riquezas derivadas de estos recursos, y por las polí- ticas gubernamentales que impiden que muchos sectores se beneficien de estas riquezas. Esta perspectiva no sólo desvirtúa los hallazgos de Collier y Hoeffler (2004), sino que incorpora un elemento importante al análisis: la necesidad de diferenciar entre aquellos factores que originan los conflictos internos y aquellos que contribuyen a perpetuarlos. Desde este punto de vista, el resentimiento y la desigualdad serían factores desencadenantes de los conflictos violentos, mientras que la codicia por el acceso a los recursos naturales y financieros contribuyen a perpetuarlos. En otras palabras, el acceso a recursos económicos lucrativos es un factor más importante para la continuación de los conflictos armados que para su aparición. Como se verá más adelante con los planteamientos de Sánchez y Chacón (2006), Pizarro (2004) y Restrepo (2006), esta teoría parece confirmarse para el caso Colombiano, en el cual, en primera instancia, el conflicto aparece originado por resentimientos y agravios y, luego, es perpetuado por la pugna por los recursos saqueables7 y el acceso a las finanzas públicas. Otras teorías se enfocan en factores políticos e institucionales para explicar la aparición y evolución de los conflictos civiles. De nuevo aparecen dos enfoques compitiendo: el primero argumenta que la oposición violenta es el resultado de falta de presencia estatal e insuficiente provisión de bienes públicos. El segundo enfoque plantea que la inclusión política –incluyendo número de partidos, competencia electoral, acceso efectivo a las instituciones, etc.– es el elemento central que desencadena la oposición violenta. Goldstone, Gurr, Marshall y Vargas, (2004) han encontrado que –aunque los factores económicos afectan la estabilidad política– el impacto de tener las “instituciones adecuadas” sobre el riesgo de crisis políticas violentas es generalmente cinco a diez veces mayor que el impacto de los niveles de pobreza sobre la violencia. Adicionalmente, sus análisis demuestran que el tipo de régimen político es, de manera contundente, el factor dominante que dispara revoluciones, guerras étnicas y derrocamiento de regímenes democráticos. Sus hallazgos presentan el estrecho vínculo existente entre las configuraciones político-institucionales a nivel nacional –o tipo de régimen–, y la probabilidad de ocurrencia de inestabilidad política y conflicto violento. Estos estudios demuestran que tanto los regímenes democráticos fuertes como los regímenes autocráticos fuertes son menos susceptibles a la ocurrencia de oposición violenta que las democracias o autocracias débiles. 7 En el caso colombiano, especialmente el cultivo de narcóticos como hoja de coca y amapola. CS No. 8, 187 - 208, julio – diciembre 2011. Cali – Colombia Conflicto armado en Colombia: análisis de las causas económicas, sociales e institucionales de la oposición violenta 195 De manera similar, Fearon y Laitin (2003) argumentan que las medidas de capacidad y fortaleza institucional son robustos pronosticadores de guerra civil. Concluyen que el conflicto violento es engendrado por gobiernos centrales débiles y por condiciones sociales que favorecen la insurgencia. Su argumento central es que los gobiernos que son financiera, organizacional y políticamente débiles hacen que la insurgencia resulte más atractiva y factible, a causa de la corrupción y de la ineptitud de las prácticas contrainsurgentes. En muchos ca- sos, estas ineficaces prácticas contrainsurgentes incluyen retaliaciones brutales e indiscriminadas contra la población civil, lo cual contribuye a que ésta termine adhiriéndose a los grupos insurgentes perpetuando así los conflictos violentos. Desde este punto de vista su análisis da prelación a los factores institucionales y de presencia estatal sobre los factores de pobreza y desigualdad. En un enfoque que también incorpora elementos institucionales, Kalyvas (2007) plantea que existen tres factores fundamentales para la irrupción de guerras civiles: antagonismo étnico, presencia de recursos naturales y debilidad estatal. Cada uno de estos elementos incrementa el riesgo de guerra civil, especialmente en países pobres. Sin embargo la debilidad estatal –manifestada a través de gobier- nos débiles, corruptos y con poca presencia institucional–, además de causar los conflictos también contribuye a perpetuarlos. Finalmente, Bates (2008) concluye que la guerra civil no es sólo conducida por factores económicos –relativos a los recursos saqueables y a las finanzas públicas–, sino también por factores políticos e institucionales. En una revisión reciente, Bates (2008) reafirma la importancia de las explicaciones basadas en codicia –por la presencia de recursos naturales “saqueables”–, argumentando además que los mejores pronosticadores del co- lapso estatal no son sólo económicos sino también políticos. La naturaleza de los regímenes políticos tiene una relación más fuerte que el bienestar económico con la inestabilidad política subsecuente. Por lo tanto, la flecha de causalidad se origina a partir de las condiciones políticas y las finanzas públicas, y no a través del mercado o de las finanzas privadas. Bates plantea que: […] al medir los ingresos privados por un lado, y la posibilidad de colapso estatal por el otro, se encuentra que una reducción en los primeros se correlaciona con un incremento en el segundo. Pero la ruta de causalidad entre el declive económico y el derrumbe político corre, según sugiere la evidencia, a través de las finanzas públicas y no a través de las economías privadas (Bates, 2008: 5). El caso colombiano Al pasar de la literatura general a la particular sobre el caso colombiano, encontra- mos el mismo debate entre aquellos que dan prelación a las variables económicas y aquellos que atribuyen las causas de la oposición violenta a variables políticas ISSN 2011– 0324 Lilian Yaffe 196 e institucionales. Existen, igualmente, teorías centradas en elementos culturales y particularmente en el rol de la sociedad civil. Con relación a las teorías eco- nómicas, se encuentra el mismo debate entre los argumentos que enfatizan en resentimientos y desigualdad, y aquellos que se centran en codicia. Estos último son reforzados por estudios sobre recursos “saqueables” tales como café, metales preciosos, petróleo y coca. Causas económicas: resentimientos y desigualdad vs. codicia Algunos estudios iniciales se han centrado en las llamadas “causas objetivas” para explicar el conflicto armado. Según esta aproximación las desigualdades socioeconómicas, la exclusión y discriminación de algunos sectores, y la in- justicia, generan resentimientos o carencias –en inglés grievances–, las cuales serían las principales causas de la inconformidad y el conflicto en el país. Sin embargo, estudios recientes parecen demostrar que esta hipótesis no encuentra sustento en Colombia. Según Gómez (2001), existe una correlación –pero no una relación de causalidad directa– entre desigualdad y conflicto violento, ya que otros países tienen una distribución de ingresos similar a la colombiana y no tienen insurgencia armada. En su opinión, cabría más bien formular la hipótesis opuesta para el caso colombiano: la violencia es la causa de la desigualdad. En términos de encontrar explicaciones para el conflicto armado en Colombia, Gó- mez formula explicaciones más plausibles centradas en la codicia, y en factores políticos e institucionales. Con respecto a la hipótesis que vincula la codicia por recursos “saqueables” con el conflicto armado, Sánchez (1998) ha demostrado que las áreas ricas en recursos primarios exportables se han convertido en puntos focales de confron- tación, dada la importancia de controlar estas lucrativas zonas. Dube y Vargas (2006) estudian los efectos de los choques de precios externos sobre la violencia civil, en más de mil municipios de Colombia. Sus hallazgos demuestran que un aumento en el precio internacional del café –el producto colombiano intensivo en mano de obra más importante para exportación– reduce significativamente la violencia en las regiones productoras de café. En contraste, un incremento en el precio internacional del petróleo –un importante producto de exportación in- tensivo en capital–, incrementa la violencia en regiones con oleoductos y reservas petroleras. De manera similar, los incrementos en el precio internacional de la cocaína incrementan la violencia en las zonas productoras de coca. Las diferencias parecen explicarse a través de la distribución de rentas: a medida que el precio de los recursos “saquables” aumenta, el efecto sobre la violencia se transmite, como un patrón, sobre la distribución de rentas. Por lo tanto para la producción de CS No. 8, 187 - 208, julio – diciembre 2011. Cali – Colombia
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