Description:—Jaque mate —dijo Archibald. Mientras decía esto, retiraba la mano que había utilizado para colocar la pieza definitiva en el lugar de sentencia. Luego, miró con expresión impávida a Alan Young Cooper, el cual, a su vez, fruncido el ceño, contemplaba la disposición de las piezas en el tablero de ajedrez. Pese a su buen temple de clásico inglés impenetrable e inmutable, a Alan Young Cooper se le notaba que estaba bastante mosqueado. Al menos, lo notaba Archibald, que, aprovechando que Alan no le miraba, se permitió una sonrisita. Pero una sonrisita de afecto tan grandioso que habría enternecido a un pedrusco. —De modo que jaque mate… —masculló Alan. —Si, señor. Con su permiso, señor.