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enciclopedia de al-andalus PDF

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ENCICLOPEDIA DE AL-ANDALUS DICCIONARIO DE AUTORES Y OBRAS ANDALUSÍES TOMO I A-Ibn B Dirección JORGE lIROLA DELGADO JOSÉ MIGUEL PUERTA VíLCHEZ t?:~ ! JUT1T1\ IJ[ 1\T1D1\IUCl1\ Fundación EL legíÚJo an'iJaluJí CONSEJERIA DE CULTURA [321] IBN BATTüTA, ABü cABD ALLAH: SAMS AL-DIN AEú cAED ALLAH MUHAMMAD B. cAED ALLAH B. MUHAMMAD B. IBRAHIM B. MUHAMMAD B. IBRAHIM B. YÚSUF AL-LAWATI AL-TANYI (Tánger, 17 de rayab de 703 = 25 febrero 1304-al-Magrib al·aq~a, 770 = 1368- 9 ó 779=1377), conocido por IBN BATTÚTA, célebre viajero magrebí, autor de un libro de viajes en el que se relatan sus múltiples peripecias a lo largo y ancho del mundo conocido en el siglo XIV. Es considerado por ello un "trotamundos del Islam" ryawwala) según la expresión utilizada por A. Miquel. En ese sentido, las palabras finales del granadino Ibn Yuzayy, encargado de dar forma literaria al texto, son bastante elocuentes al respecto: "No se oculta al entendimiento de cualquier racional que este jeque es el mayor viajero de nuestro tiempo. Quien lo considere el viajero de la comunidad musulmana, no andará descaminado. Viajó por la Tierra toda y sólo eligió la capital Fez como residencia y patria, tras haber vagado tanto" (Ri~la, ed. BusLinl, 701ltr. Fanjul y Arbós, 794). Recordemos cómo Ibn Baquta se tenía a sí mismo como el más grande viajero del mundo. En Bursa, Asia Menor, encontró a un jeque egipcio, cAbd Allii.h al-Mi~r1, del que aseguraba que: "ha dado la vuelta al mundo, aunque no ha entrado en China, en la isla de Sarand¡b (Ceilán), en el Magreb, en al· Andalus ni en el Sudán. Yo le he sobrepasado en esto, visitando todas esas regiones" (Rihla, ed. Buscanl, 308/tr. Fanjul y Arbós, 399). Nacido en la ciudad de Tánger, la formación de Ibn Battuta debió de producirse íntegramente en aquella ciudad del Estrecho porque, de lo contrario, hubiese trascendido su estancia en alguna de las madrasas de Fez o de otras ciudades magrebíes. Su biografía está inseparablemente vinculada al viaje que realizó. Ibn Battura sólo comienza a ser un personaje conocido a raíz del inicio de su peregrinación a la ciudad de La Meca, el día 2 de rayab del año 725 (= 13 junio 1325), poco después de cumplir sus 22 años lunares de EA, 1 [321] IBN BA TIúTA, ABú 'ABO ALtAH 604 DAOA,1 edad. A partir de ese momento, los escasos datos au Maghreb médiéval, Túnez, 1997, 148, 265, 270 sobre su trayectoria vital se extraen de lo relatado y 271). Su distribución por el actual territorio por él mismo a lo largo de sus diversos viajes, magrebí fue amplia, siendo particularmente actividad que ocupó en la práctica toda su vida intensa en la región de la Yabala, donde conta hasta la fecha de su muerte, y de alguna biografía mos con el testimonio de los Banü Samayün, contenida en repertorios bio-bibliográficos, como ilustre familia de ulemas tangerinos pertenecientes la dedicada por Ibn al-Ja~ib en su lhata. Los a este grupo tribal. Igualmente, en la ciudad de apuntes autobiográficos, sin ser abundantes, Ceuta encontramos algunos de estos Lawati, caso permiten restituir algunos pasajes oscuros de su del jurisconsulto (musawar) Abü Yacfar al-Lawati, vida, aunque sin entrar nunca en excesivos deta conocido con el apelativo de al-Qabisi, maestro lles sobre aspectos que ahora consideraríamos de del celebérrimo cadí Clyad. Sabemos, en segundo Índole personal. Su vida privada aparece sólo de lugar, que los Banü Battüta debieron de estar manera ocasional y anecdótica en su relato y vinculados de una manera más o menos estrecha nunca como eje argumental. De ahí la parquedad al majzén merinÍ, Y ello no sólo se deriva del a la hora de referirse a sus casamientos en distin hecho del encargo personal que le hace el sultán tas ciudades visitadas, al número de hijos o a Abü Clnan con la intención de compilar encielo otros detalles personales. Entre los que destaca pédicamente saberes de lugares remotos, fuera del suelen estar aquellos que se refieren a su magnani alcance directo de cualquier dinastía de la época midad, como cuando relata la historia de! comer a no ser que se recurriera al viaje en su estado ciante ¡raquí al que compró caballos, camellos y puro, sino asimismo por e! dato que proporciona esclavos en Gazna. Comoquiera que el comercian de uno de sus parientes, e! juez (qa4~ de la ciudad te se marchó a Jurasán, e! tangerino no pudo de Ronda cuando la visitó su primo por lado satisfacer la deuda sino hasta que regresó a la paterno el alfaquí Abü I-Qasim Muhammad b. India. Ibn Bat~üta afirma que merced a ese pago Ya~ya b. BaHü~a. Recordemos que en Túnez, a la por él efectuado e! iraquí vuelta de su sexta peregrinación, recaló en la casa de un pariente, sin especificar el grado, de nom "obtuvo grandes ganancias, convirtiéndose en uno de los bre Abu l-1:Iasan al-Namisi (Riqla, ed. Bustani, más ricos comerciantes. Años más tarde volví a encontrar 656/tr. Fanjul y Arbós, 748). Indudablemente, le en la ciudad de Alepo. después de que los paganos me hubieran saqueado mis pertenencias, pero no recibí nada esto nos permite asegurar cierta conexión de la de él" (Rl~la, ed. Bustanl, 396/tr. Fanjul y Arbós, 489). familia BaHü~a con la administración fesí, a tenor de 10 que significa que en aquellos momentos la O aquella otra revelación relativa a su paterni- más destacada posesión meriní en al-Andalus, dad de un niño varón de una esposa que dejó en junto con Algeciras, tuviese un cadí de este linaje. la India, a cuyo abuelo materno, natural de Además, en un pasaje de la Riqla se pone de Mequínez en el Magreb, envió cuarenta dinares manifiesto diáfanamente la pertenencia del viajero indios de oro para la manutención de su hijo tangerino a una acreditada familia de cadÍes y desde Siria, donde se encontraba Ibn Battüta 743'). jeques, investidos de un acentuado ascendiente (RiMa, ed. Bustani, 650ltr. Fanjul y Arbós, entre los tangerinos que venía desde antiguo, Todo ello, sin embargo, no es óbice para que como él mismo se encarga de aelarar. Ante la se puedan entresacar algunos datos sobre su propuesta del rey de la India para que eligiera familia y extracción social, por más que tales entre los cargos de secretario, emir, visir o profe apuntes no sean sino secundarios en un contexto sor, Ibn BaHü~a contestó sin dilación: definido por la repetición de las maravillosas peripecias vividas en su periplo continuo. En "Las funciones de visir (al.wizára) o secretario (a/.kitaba) no están hechas para mí; en cuanto a las de cadí (al.qadaj primer lugar, advertimos que en su cadena genea o jeque (maJya¡a). son mis ocupaciones y las de mis lógica se observa la presencia de la nisba tribal antepasados. Por lo que se refiere a la dignidad de emir Lawati, que hace referencia sin duda a la tribu vosotros sabéis que los persas no han adoptado el Islam beréber de los Lawata, llegados al Magreb Extre sino por las espadas de los árabes" (Rihla, ed. Bustan¡, mo (al-Magrib al-aq~a) desde la región de Barqa, 511ltr. Fanjul y Arbós, 602). en la antigua Antabulus tripolitana libia (sobre la De hecho, la confirmación por parte del sultán instalación de esta tribu en la región de Barqa, v. de la India, Mu~ammad Sah (g. 1325-1351), de Amri, L., Pour une sociologie des ruptures. La tribu Ibn Battüta en el ejercicio del cadiazgo en la EA, I DAOA,I 605 [321] lBN BATTÜTA, ABÜ 'ABD ALLAH ciudad de Delhi a lo largo de siete años, viene a poco de la partida en el lugar de Milyana, por lo significar, entre otras cosas, un refrendo por parte que Ibn Battüta hubo de proseguir el camino con de aquel poder hacia una persona cuyos ancestros un grupo de comerciantes tunecinos para reen venían desempeñando tal función desde tiempos contrarse días después en con e! hijo del remotos. El mismo Ibn Battuta no pierde la cadí fallecido y con un jeque. Desde allí reem oportunidad de explicar e! temor que infunde e! prendieron e! trayecto hacia Bujía, donde falleció poder por él ejercido entre la población de las uno de los comerciantes tunecinos. La apropia Islas Maldivas, algo que achaca a su cercanía al ción de la fortuna del finado, unos 3.000 dinares temido sultán de la India. de oro, por parte del emir de Bujía, a la sazón gobernador de la dinastía hafsí en esa ciudad, "La razón principal de mi poderosa influencia sobre esta sirve para ilustrar la consideración que tenía e! gente estrihaba en que conocían a ciencia cierta la posición que yo ocupaba en la corte del sultán de la India, al que, viajero de aquellos que se decían descendientes de a pesar de la distancia, temían en lo más hondo de sus los almohades: corazones" (R ihla , ed, Bustinl, 590/t[, Fanjul y Arbós, 680). "Para mí ésta fue la muestra de las injusticias cometidas por los y secuaces de los almo ha" des" (Rd!la, ed. Bustaní, 16/tr. Fanjul y Arbós, 112). Estos datos sólo sirven para adornar su activi dad principal, e! viaje sin pausa a lo largo de su Al llegar a Constantina, Ibn Battüta cayó vida. Ello condicionaría claramente su personali enfermo, pero decidió continuar la marcha con dad pues, como afirman S. Fanjul y F. Arbós, sus acompañantes hasta la ciudad de Túnez, donde sus compañeros de viaje fueron recibidos "a consecuencia de la necesidad de viajar y de procurarse entusiásticamente por la multitud. El viajero se fondos, vituallas, caballerías, alojamientos, etc, se va desarrollando una personalidad eminentemente pragmática alojó en la madrasa al-Kutubiyyrn, aprovechando y no poco interesada, que incurre en la visible distorsión la ocasión para entrar en contacto con destacados de acontecimientos o de personas mencionadas en función ulemas tunecinos. La partida de la caravana hacia del trato más o menos generoso que depararan al autor" e! I:Iiyáz se produjo a fines de! mes de dJl l-qaCda (S, Fanjul y F. Arbós, "Introducción", A través del Islam, (= principios noviembre 1326), caravana integrada tr, castellana de la Rihla de lbn Ba~~ü~a, Madrid, 1987,31). mayoritariamente por ma~mí.idíes que lo eligieron A continuación, realizaremos un bosquejo cadí, 10 que es un efectivo indicio del ascendiente biográfico sobre Ibn Ba~~u~a en relación con sus demostrado por Ibn Battüta a lo largo de su vida viajes, atendiendo primordialmente a aquellos entre los grupos humanos que fue conociendo. Su aspectos vinculados directamente a su intensa recorrido le llevó a través de Susa, Sfax y Gabes vida. hacia Trípoli. Una vez que salieron de la ciudad Ibn Bat!üta realizó tres viajes a Oriente. El libia, una disputa entre el tangerino y su suegro, primero significó e! principio de lo que ha sido llevó a su separación de la mujer que conoció en definido como una "firme voluntad de moverse, Túnez, la hija de un síndico gremial, con la que trasladarse infinitamente y sin asiento". Se inició, contrajo matrimonio en sfax. Inmediatamente, se como hemos visto, e! día 2 de rayab de 725 14 casó con la hija de un ?iilib (estudiante) de Fez. junio 1325), terminando a fin de! mes de sa'ban La caravana llegó a la ciudad de Alejandría, de 750 (=noviembre 1349), por lo que se trata de donde se detuvo en sus prodigiosas maravillas su periplo al Oriente (Masriq) más prolongado en antiguas y en los ulemas que la habitaban. Su el tiempo. La motivación que impulsó a Ibn completo recorrido por Egipto es uno de los Banüta a realizar este viaje, como buen musul testimonios más vívidos del país del Nilo en el mán, es acudir a los Santos Lugares a realizar la siglo XIV. En El Cairo, cuando proporciona el peregrinación. El tangerino se encarga de aclarar nombre de! sultán gobernante, Muhammad al que e! viaje lo hace "solo, sin compañero con Na~ir b. Qalawun, e! viajero universal no pudo cuya amistad solazarme ni caravana a la que evitar comparar las magníficas construcciones adherirme" y bajo e! reinado de! sultán merinÍ realizadas por el egipcio con las que el sultán Abu Sa'id. Su recorrido por e! Magreb apenas si merinÍ mandaría más tarde levantar en Fez, es objeto de su atención. Desde Tremecén decidió aflorando cierto aire chovinista en su exordio. En acompañar a dos enviados de! rey de Ifriqiya en busca del puerto que comunicaba con e! Hiyaz, su camino hacia Túnez, uno de ellos fallecido al cAYQab, se encaminó hacia e! Alto Egipto. Sin EA, l [321] IBN BATTOTA, ABO 'ABD ALLAH 606 DAOA,I embargo, al alcanzar esta ciudad, pudo comprobar escuelas jurídicas en los Países del Mediterráneo", que el viaje por mar hasta Yidda era imposible en D. A. Agius y 1. R. Netton (eds.), Across the debido a que Hadrabi, sultán de los Buyat, hacía Mediterranean Frontiers. Trade, Politics and Reli la guerra a al-Na~ir, sultán de Egipto, al que gion, 650-1450. Selected Proceedings 01 the Interna hundió sus embarcaciones. Por ello, tuvo que tional Medieval Congress, University 01 Leeds (10-13 desandar lo andado, regresando a El Cairo. Era July 1995, 8-11 July 1996), Brepols, 1997, 347-64; mediados de sa'bdn de 726 (= mediados julio Bousquet, G. H., "Ibn Battuta et les institutions 1326). musulmanes", SI, XXIV (1966),81-106). Por fin, En la frontera entre Egipto y Siria, Qatiya, llegó a Damasco el 9 de ramarldn de 726 (= 2 Ibn Battuta describe una aduana prácticamente agosto 1326), ciudad que describe con absoluto infranqueable para aquél que no contase con un lujo de detalles. Confiesa que la acogida recibida salvoconducto, expedido en Egipto. La razón para fue magnífica y nombra cientos de personajes que tanto control la explica el viajero en función de proporcionan una de las corografías más comple la protección de los productos locales de ambos tas de Damasco a lo largo de Edad Media. En países y por precaución ante los espías iraquíes. sawwdl de 726 (= 1 septiembre 1326) abandonó la Todos los trámites fueron resueltos con suma ciudad en una caravana que partía hacia el I:Iiyaz, facilidad, pues el emir encargado de la aduana donde primero visitó Medina, la ciudad del acogió a la comitiva de Ibn Battu~a y proporcio Profeta, y sus lugares revestidos de sacralidad. nó a todos sus miembros el permiso. Posteriormente, se dirigió a La Meca, donde hizo El paso por Gaza y Hebrón hasta llegar a lo propio, narrando con precisión no sólo los Jerusalén es una sucesión de descripciones de santuarios, sino también la vida de una ciudad, lugares sacros. Precisamente, en Jerusalén entra cuyos habitantes poseen celebridad por su genero en contacto con distinguidos personajes, a los que sidad. el tangerino se unió "fraternalmente al tiempo El día 20 de d.a l-~iyya de 726 (= 17 noviembre que me investía con las tiras del sufismo", lo que 1326) dejó La Meca, acompañando una caravana viene a coincidir con el testimonio de Abu 1- iraquí que patrocinaba el sultán Abu SaCid en la Barakat al-Balafiqi sobre su cercanía a esas prácti que iban no sólo gentes del país de los dos ríos, cas. sino también jurasaníes, persas y otros iranios, "Sus peregrinaciones [de Ibn Battuta] eran del tipo de las una muchedumbre difícil de imaginar. La expedi que realizan los sufíes, de los cuales tenía el aspecto ción, bien provista de mercancías y víveres, se externo y la vocación" (Ibn al-J a~¡b, I~iira, I1I, 273). dirigió desde el I:Iiyaz hasta Iraq, a través de la Después de visitar Tiro ($ar), habitada mayori- región de NaY¿. En la ciudad de Nayaf, Ibn tariamente por rafi~íes, se dirigió en dirección a Battuta abandonó la caravana que siguió hacia Beirut con la intención de visitar la tumba de Bagdad, dirigiéndose hacia Basora, vía Wasit. Tras Abu YaCqub Yusuf, "sobre cuya personalidad su estancia en Basora, atraviesa la región de Satt pretenden que fuera uno de los reyes del Magreb" al-cArab, que denomina Jaliy (golfo o canal). En (Ri~la, ed. Bustani, 63/tr. castellana Fanjul y esta región de marismas en la que se enclava Arbós, 157), el califa almohade de ese nombre, Basora, la comparación del fenómeno de las leyenda de la que nuestro viajero se hace eco. marismas con las que se producen en su tierra En las siguientes etapas, Trípoli, Alepo, Antio natal, en la desembocadura del río Bu Regreg, quía, las montañas de Líbano o Baalbek, Ibn entre Rabat y Salé, salta a la vista. Hace una Battu~a relata con cierto pormenor los hermosos comparación similar entre el Bu Regreg y el monumentos que contempló y los sabios con los Cuerno de Oro de Constantinopla, llegando que entró en contacto, así como todo un anecdo incluso a establecer similitudes entre Galata y tario sobre lo que podríamos llamar "curiosidades Ribd~ al-Fat~ (Ri~la, ed. Bustini, 350/tr. Fanjul y etnológicas" que pudo analizar, en lo que se Arbós, 442). convierte en una constante del relato de su El siguiente trayecto le lleva a la ciudad de periplo (v. Chelhod, J., "Ibn Battuta, ethnolo cAbbadan. Allí conoció a un misterioso devoto gue", ROMM/RMMM, 25 (1978), 5-24. Sobre la que le dijo: "Haga Dios que se cumplan tus valoración de las instituciones musulmanas en Ibn deseos en esta vida y en la otra", a lo que Ibn Battuta, v. Arcas Campoy, M., "Ibn Ba~~u~a y las Baquta contestó con una autorreflexión que es un EA, 1 DAOA,I 607 [321) IBN BA TTOTA, ABO 'ABD ALLAH auténtico manifiesto de su deseo por viajar ince a Mosul y a Diyarbakir (Diyár Bakr) a través de santemente a lo largo y ancho del mundo: Samarra y Takrit. Regresó después a Bagdad para iniciar la marcha hacia La Meca, siendo el emir "Ya he cumplido, gracias a Dios, mi deseo en este mundo, de la caravana Bahlawan Muhammad al-Hawih, al que era recorrer la tierra. Y en esto he conseguido -según creo- lo que nadie ha hecho hasta ahora. Queda la otra que rbn BaHu~a conocía con anterioridad. Al salir vida, mas espero mucho de la misericordia y la tolerancia de Cufa, el viajero cayó enfermo, siendo atendido de Dios para lograr el deseo de entrar en el Paraíso" con exquisitez por Bahlawan. (Rihla, ed. Bustini, 190; tr. castellana Fanjul y Arbós, La llegada a La Meca supone el segundo viaje 281). de peregrinación de Ibn BaHü~a. Transcurría el Si damos crédito a estas palabras, elaboradas año 727 (= 1327). Cuando finaliza la peregrina por Ibn Yuzayy, observamos que el interés origi ción (~ayy), el tangerino permaneció en la ciudad nal de Ibn Battüta no era acudir en exclusividad santa durante ese año, entregado por completo a a los Santos Lugares como peregrino, sino que la devoción. En La Meca residiría durante los deja bien claro que su pretensión inicial era años siguientes de 728 (= 1328) Y 729 1329), recorrer el mundo como nadie lo había hecho realizando sus respectivas peregrinaciones y hasta entonces. Esta declaración de intenciones es dedicado en plenitud a ejercicios de piedad. En importante en tanto que demuestra claramente 728 (= 1328) se reencontró con paisanos suyos que las miras del tangerino desde su juventud venidos de la misma ciudad de Tánger, Qa~r al pasaban por ser el más importante viajero de Mayaz y Alcazarquivir, casi todos ellos juristas. todos los tiempos. En el 730 1329-30) una disputa envuelta en A continuación, Sams al-Din se mostró contra episodios de extrema violencia entre 'U~ayfa, rio a no volver, de ser posible, por un camino emir de La Meca, y Aydumür, emir de la Guardia que hubiese seguido con anterioridad. Esta expli del sultán mameluco de Egipto y Siria Muham cación viene a colación de su intención de dirígir mad b. Qalawün al-Nasir (g. 1293-1294 Y 1299 se a Bagdad. Un habitante de Basora le propuso -1341) impulsó a nuestro viajero a salir de La tomar otra dirección, atravesando la tierra de Meca. Se encaminó hacia el Yemen a través de Lür, del Iraq de los Persas (c!ráq al-'Ayam) y del Yidda, desde donde se embarcó hacia Sawakín en Iraq de los Árabes ('lráq al-'Arab). Tomó este la orilla egipcia para retornar a la Península camino y fue a parar a Tustar. Arábiga. Recorrió las ciudades yemeníes, entre El recorrido por el Iraq de los Persas tiene en ellas SanCa' y Adén. Desde este puerto se embarcó Isfahan una de sus etapas más significativas. En camino de Zayla', al norte de Somalia, adonde esta ciudad conoció a varios personajes ilustres, llegó tras cuatro días de viaje. Su incursión por la entre los que sobresale Qu~b al-Din f::Iusayn, costa oriental africana le llevó a Mogadiscio, quien le invistió con su fciqiyya (gorro de lana). Mombasa y Quiloa, relatando numerosas curiosi Ocurría este acontecimiento el 14 de yumcida II dades de tan remotas tierras. En su retorno al de 727 mayo 1327). Posteriormente se dirigió Yemen, a la ciudad de Zafar, expresa uno de esos a Shiraz y a Cufa para llegar a la "capital del análisis comparativos tan peculiares en los que Islam", según su expresión, Bagdad. Sucedía casi siempre hace el parangón entre su tierra natal durante rayab de 727 (=junio 1327). La descrip y otras regiones. Las similitudes que observó le ción de una ciudad en decadencia como era la llevaron a afirmar que Bagdad del siglo XIV contrasta con el vivo relato del esplendor del reinado del sultán Abü Sa'id «todos estos parecidos refuerzan el dicho de que los Bahadur Jan en Iraq, en una de cuyas caravanas $ínhaya y otras cabilas del Magreb proceden de los salió de Bagdad, en medio de un gran fasto. Con Himyar yemeníes" (Rihla, ed. Bustanl, 261/tr. Fanjul y Arbós, 353). ellos viajó 10 días para acompañar después a un emir a la ciudad de Tabriz. El sultán Abü Sa'¡d Desde esta región, se trasladaría hacia Omán, conocía los deseos de Ibn BaHüta de hacer la Ormuz, Lar, Siraf y Bahrein, regresando a La peregrinación al Hiyaz, por lo que ordenó que se Meca por Qu~ayf, f::Iayar y al-Yamama. Esto le diera otra montura con litera y viático para el ocurría en 732 (= 1332). Este es el quinto peregri viaje. Regresó a Bagdad para recoger estos pertre naje del viajero. chos pero, como quedaban más de dos meses para Después de cinco viajes de peregrinación y de la fecha de salida de la expedición, decidió viajar recorrer de Oeste a Este buena parte del mundo EA,I [321J IBN ABÜ 'ABD ALLÁH 608 DADA, I islámico (Dar al-Islam), Ibn Battüta emprendió su do sucesivamente los distintos territorios ocupa viaje más largo, e! que le llevaría a Chína. Una dos entonces por la Horda de Oro, Juwarizm, vez finalizada la peregrinación, se dirigió a Yidda, Bujara, Samarcanda, Tirmig, Jurasán para pasar a donde pretendía embarcarse para Yemen y la Transoxiana y Afganistán. En este episodio India, sin conseguirlo. Allí permaneció unos finalizó la PRIMERA PARTE de la Ri~la de Ibn cuarenta días, con la suerte de que no se embarcó Battüta, división que no sabemos si fue estableci en una expedición que al poco de partir naufragó. da por el propio Ibn Bagüta o por Ibn Yuzayy. Por ello se encaminó hacia Egipto, llegando al La SEGUNDA PARTE se inicia con la llegada a puerto de CAygab. Recorrió las ciudades de! Alto la región de Sind en muqarram de 734 (= 12 sep Egipto hasta alcanzar El Cairo, partiendo luego tiembre-11 octubre 1333). La descripción de la para Siria a través de Bilbays, en compañía de! India que sigue a continuación en la Riqla es una Hayy cAbd Allah b. Abi Bakr b. al-Far~an al- de las más completas corografías de la India quien lo siguió durante años, justo hasta medieval, de sus usos sociales, de la corte y de su el regreso de la India, pues murió en Goa (Sanda protocolo, de sus campos, ciudades y productos. bitr). Esta relación ocupa una buena porción de la parte Después alcanzó Latakia, donde se embarcaría segunda de la Riqla. en un gran velero genovés con destino a Turquía, Al poco de su llegada, e! sultán Abü l-Muyahid e! antiguo "país de los Griegos" (Bilad al-Rúm), Muhammad Sah b. Tugluq (g. 1325-1351) supo de para recorrer un buen número de ciudades de la presencia del viajero en sus dominios, porque Asia Menor (v. e! recorrido de Ibn Banü~a por era costumbre en este reino que e! gobernante Asia Menor y sur de Rusia en Gibb, H. A. R., tuviera todos los detalles sobre el que se dignara "Notes sur les voyages d'Ibn Ba\rüra en Asie a visitarlo. Después de dar la orden favorable a la Mineure et en Russie", EODMLP, I, 125-33). A estancia de! magrebí en e! reino de Delhi, un continuación, e! tangerino se embarcó en $anüb poco más tarde el sultán recibió a Ibn Battüta. camino de la península de Crimea, donde viajó Esta presencia en la corte es tan insólita para el por Azov (A zaq) , entre otras urbes, para, más occidental, que se ve en la obligación de jurar que tarde, dirigirse a Bulgar, capital de los búlgaros todo cuanto contempló era la más pura verdad: de! Valga, si bien las incongruencias cronológicas "Sé que algunas de estas cosas no caben en el raciocinio sobre este viaje han llevado a considerar este humano y que se tendrán imposibles conforme a lo episodio como apócrifo (v. Janicsek, S., "Ibn acostumbrado, pero de acontecimientos que yo Battuta's Journey to Bulghar: is it a Fabrica mismo he cuya veracidad conozco y en los tíon?", ¡RAS, (1929),791-800; Dubler, C. Abü que he participado no puedo sino decir la lJamid el Granadino y su relación de viaje por verdad" (Ri~la, ed. Bustanf, 442/tr. Fanjul y Arbós, 531). tierras euroasiáticas, Madrid, 1953, 230). De En testimonio de la consideración del sultán a hecho, aunque describe algunos aspectos de la nuestro personaje, le ofreció un cargo que habían "Tierra de las Tinieblas" (Ar4 al-:{,ulma), e! extre desempeñado sus ancestros, e! de cadí de los mo septentrional de la Rusia oriental, llega a malikíes en la ciudad de De!hi, magistratura que afirmar que desistió de entrar en ella "por lo ejerció hasta el año 742 1341), en total más de penoso que es encontrar víveres allí y por e! siete años. No es e! único episodio relatado escaso provecho que sacaría" (Riqla, ed. Bustani, por el viajero sobre la generosidad hacia su perso 338/tr. Fanjul y Arbós, 429). na demostrada por e! sultán: por ejemplo, cuando El sultán Muhammad Üzbak jan, que profesa muere la hija de Sams al-Di n un mes y medio ba una sincera admiración por Ibn Bartü~a, lo después de su llegada a Delhi, e! sultán se deshizo envió a Constantinopla en compañía de una de en variadas atenciones hacia e! magrebí. Sin sus mujeres, de nombre Bayalün, hija de! rey de embargo, al final de su estancia en la India, Ibn la Gran Constantinopla, Takfúr (Andronicos III el Joven, que reinó entre 1328 y 1341). Allí llegó Banü~a renunció a servir en la administración del sultán retirándose junto al asceta Kamal al-Din desde Astracán (lJayy Tarjan), partiendo el 10 de sawwal de 734 (= 14 junio 1334). CA bd Allah al-Gari durante cinco meses. Poco tiempo después, en ese mismo año 742 Más tarde regresó a Astracán y desde allí se dirigió a Sara, residencia de! sultán Üzbak Jan. (= 1341-2), Ibn Bagü~a dejó la India al frente de Con posterioridad, saldría para la India atravesan- una embajada real de la corte de De!hi que tenía EA, I DAOA,I 609 [321] IBN BATTÜTA, ABÜ cABD ALLAH como destino China. Habrían de partir desde el sacban de 749 noviembre 1348). Permaneció en puerto de Calicut, para lo que tuvo que atravesar la ciudad hasta la época de peregrinación, que la costa malabar, pero por distintos avatares, cumplió por sexta vez. A continuación, a través entre ellos su participación en la campaña militar de Medina, se dirigió a Palestina y a Egipto, en de la toma de Goa (Sanddbur), e! tangerino se cuyo puerto de Alejandría embarcó hacia Túnez encaminó hacia el archipiélago de las Maldivas en ~afar de 750 (= abril-mayo 1349). Alcanzó (Qibat al·Maha0. En estas islas permaneció año y Cerdeña a bordo de un navío catalán, pasó a medio en el ejercicio de! cargo de cadí bajo las Argelia, para entrar en e! Magreb por la ciudad órdenes de la sultana J adiya, hija de! sultán Yalal de Taza, donde supo de la muerte de su madre a al-Din CUmar. De las numerosas anécdotas vividas causa de la peste negra. Llegó a Fez a fines de por e! viajero en su estancia en las islas recuerda sacban de 750 (= principios noviembre 1349). e! tangerino con especial insistencia a sus mujeres Después 25 años de periplo incesante, Ibn llegando a afirmar al respecto: Banü~a regresó a su país de origen, donde sus hazañas ya eran conocidas por e! sultán meriní "Yo tuve en estas islas cuatro mujeres, aparte de las Abü 'Inan, que lo recibió. Por supuesto, e! tange esclavas, y a todas les hacía la ronda diaria, pasando luego la noche con la que correspondía por turno; y esto, rino, por mano de Ibn Yuzayy, aprovechó para durante el año y medio que estuve allí" (Rihla, ed. Bustani, deshacerse en elogios hacia el Magreb y e! gobier 573/tr. Fanjul y Arbós, 663). no de los merinÍes. El deterioro de las relaciones que mantenía Ibn Ibn Bagüp pasó poco tiempo en el Magreb. Tras visitar la tumba de su madre en Tánger, se Baqüta como cadí con algunos sectores de! poder trasladó a al-Andalus. El viaje a al-Andalus ocupa político de las islas y su deseo de alcanzar China, las páginas 665 a 672 de la ed. de Bustanl, 757-65 su propósito inicial desde que salió de la India, de la tr. española de Fanjul y Arbós y vol. IV, motivaron su salida. El viaje por mar a través de Ceilán, Bengala (Bilad Banyala) y Sumatra para 353-74 de la ed. y tr. francesa de Defrémery y Sanguinetti. llegar por fin al puerto chino de Zaytün, actual Sobre el viaje al sultanato nazarí de Granada, abordado mente denominado Cantón o Quanzhou. Desde desde distintas perspectivas: v. Lévi-Proven<;al, E., "Le voyage allí penetró en el interior de! país chino, para d'Ibn Battüta dans le Royaume de Grenade (1350)", MOW alcanzar más tarde "la capital del Qan, es decir, M/EIUP, 206-33; Seco de Lucena, L., "Topónimos granadinos su emperador, cuyo reino comprende los países de origen árabe", AA, X (1945), 455·7; Seco de Lucena, L., de China y Ji~a", la ciudad de Pekín, que el "De toponimia granadina. Sobre el viaje de Ibn Battü~a al reino de Granada", AA, XVI (1965), 49-85; Martínez Enamo viajero denomina Jan Bali'q o Janiqü. Aunque rado, V., "Granadinos en la RiJ!la de Ibn Ba¡rü¡a. Apuntes aporta interesantes datos sobre China, no alcan biográficos", AA·M, 2 (1994), 203·21; Mazzoli·Guíntard, C., zan en ningún caso la profundidad y rigor de los "Le Royaume de Grenade au milieu du XIV' siecle: quelques a relativos a la India. Entre las noticias de interés données sur les formes de peuplement travers le voyage que proporciona destacan, por un lado, el hecho d'Ibn Bmáta", Voyages et voyageurs au Moyen Age, XX/Ve Congres de la Société des Hútoriens Médiévalistes de l'Ensetgna. de que los chinos no manejen monedas de oro y mmt Supérieur (Limoges·Aubazine, 1995), París, 1996, 145.6). plata, sino billetes, "trozos de pape!, grandes Una vez de regreso al Magreb, viajó a Malí. La como una mano y marcados con e! sello de! rey" elección de estos dos viajes como broche final de (Rihla, ed. Bustani, 6291tr. Fanjul y Arbós, 722) la actividad viajera del trotamundos Ibn Battü~a y, por otro, e! asombro que provoca en Ibn se ha puesto en relación con distintas misiones de Ba~tüta la predisposición hacia las artes de los espionaje ordenadas por el sultán Abü CInan en e! chinos, particularmente al retrato, experiencia que interior de sus Estados vecinos (Fanjul, S. y él vivió en su misma persona: Arbós, F., "Introducción", A través del Islam, Madrid, 1987, 84-5). "No entré en ninguna de sus ciudades sin que a la vuelta encontrara mi retrato y los de mis compañeros grabados Una vez en territorio andalusí, adonde llegó en las paredes y en papeles expuestos por los mercados" embarcado en una nave de Arcila que tomó en (Rihla, ed. Bustáni, 630ltr. Fanjul y Arbós, 723). Ceuta, conoció la noticia del fallecimiento por El agravamiento de la disensión política en causa de la peste negra del "tirano de los cristia China provocó la salida del magrebí de China. nos, Alfonso XI (Adfunus)", en e! cerco de la Partió para Sumatra, atravesó el Yemen, Persia, ciudad de Gibraltar. Precisamente, ésta fue la Iraq, Siria y Egipto, para alcanzar La Meca en primera ciudad andalusí en la que recaló. Allí EA,I [321] IBN BATTúTA, ABú 'ABD ALLAH 610 DAOA,I visitó las fortificaciones que erigiera el sultán nario poeta Abú Ya'far AJ;¡mad b. Ri9wan b. 'Abd al meriní Abü l-J::1asan 'Al!, completadas por su 'A,?lm a!.Yus!aml [ ... ]" (Rihla, ed. Bustanl, 671/tr. Fanjul sucesor Abü 'lnan Faris. Le acompañó en su y Arbós, 764). visita de esta plaza el cadí 'Isa al-Barbari. En la Abü I-Barakat al-BalafiqI, por medio de lbn al ciudad de! Estrecho conoció asimismo a Abü J a~¡b, confirma esa reunión y el lugar de ce!ebra Zakariyya' Yaha b. Siray al-Rundi. ción de la misma, así como la narración de sus La siguiente etapa en el trayecto andalusÍ del periplos efectuada por el tangerino, tangerino le llevó a Ronda, gobernada por aquel "lb n BaHüta no poseía más que un bagaje muy limitado de entonces por el caíd y jeque meriní Abü l-Rabi' conocimientos científicos. Salió de su tierra hacía Oriente Sulayman b. Dawüd al-'Askari. Por su parte, e! el jueves 2 de rayab (-14 junio 1325). Pasó sucesivamente cadiazgo lo ejercía un primo suyo por lado pater por Egipto, Siria, Iraq, Persia, India, Sind, China, Indochi no, de nombre Abü l-Qasim Mu~ammad b. na y Yemen. En 726 (-1326) cumplió el precepto canóni· Ya~ya b. Baqüta. En esta ciudad se alojó en la ca de la Peregrinación. Se encontró con un considerable número de soberanos y de jeques. Residió en La 1-feca casa del jurisconsulto, cadí y literato Abü 1- algún tiempo, y a continuación se instaló junto al monarca f:Iayyay Yüsuf b. Müsa al-Mumisaqri, conociendo de la India, que le colmó de atenciones, confiándole un a otros personajes, como Abü Ishaq lbrahim cargo de cadí, haciéndole importantes regalos. Sus peregri Sandaruj y cAbd Allah al-Saffar. naciones eran del de las que realizan los sufíes, de los Desde Ronda, ciudad en la que permaneció cuales tenía el aspecto externo y la vocación. Regresó al Magreb y efectuó un viaje a al·Andalus, donde contaba 10 cinco días, partió hacia Marbella, donde encontró que ocurría en Oriente y lo provechosas que le habían una tropa de jinetes que se dirigían en la misma sido sus relaciones con aquellas gentes, pero se le conside· dirección que la que llevaba, hacia Málaga y, raba como un mentiroso. Me lo encontré en Granada. aunque tuvo intención de ponerse en marcha con Nos habló de las regiones orientales y otras tierras por él recorridas; nos refirió que había entrado en la gran iglesia ellos, desistió, renuncia que posiblemente le salvó de Constantinopla y que ese templo tenía la extensión de de la captura por parte de uno de los tantos una amplia ciudad, todo entero cubierto por techumbre; grupos de piratas cristianos que frecuentaban la según él, en esa había doce mil obispos" (Ibn al costa mediterránea peninsular. El alcaide de la Jatib, Ihafa, III, rábita de Fuengirola (Suhayl) procuró su aloja Pero termina afirmando que se le tiene por miento seguro en esta fortaleza. mentiroso, consideración que también era com A la mañana siguiente, el alcaide acompañó al partida por el mismo Ibn al-JatIb quien, a pesar magrebí hasta Málaga, ciudad en la que se puso de que nunca vio al viajero, se atrevió a declarar: en contacto con e! juez y predicador Abü cAbd "Sus informaciones son aún más extrañas y más alejadas de Allah al-Tanyal1 y con Abü cAbd Allah al-Sahil¡ la verdad que esta recién citada [sobre Constantinopla]" al-Mucammam. Vélez y Alhama fueron las etapas intermedias antes de llegar a la capital granadina. y todo ello pese a la distinguida opinión que Allí conoció a una pléyade de hombres notables: el magrebí tenía de Abü l-Barakat, al que no duda e! cadí de la comunidad Abü I-Qasim Muhammad en calificar de "asombro de su época, único en sus b. Ahmad b. Muhammad al-J::1asani al-Sibü, al días", De igual manera, en la obra Durar de Ibn alfaquí y jatib Abü cAbd Allah Mu~ammad b. f:Iayar se recoge otro testimonio de al-Balafíq! lbrahim al-Bayyan!, al jatib y almocrí Abü Sa'id contrario a la veracidad de la Ri~la y de su autor. Frente a esa acusación, el testimonio de Ibn Faray b. Qasim, conocido por Ibn Lubb, y al Marzüq, compilado asimismo por Ibn J::1ayar, fue cadí de la comunidad, Abü I-Barakat al-Balafiq!, claro, absolviendo a lbn Battüta de la imputación coincidiendo con él en el huerto del alfaquí Abü de fraude (Ibn J::1ayar, Durar, 1, 100 (nO 3804). I-Qasim Mu~ammad, hijo del alfaquí y secretario No es de extrañar, por todo ello, que el presti Abü 'Abd Allah b. cA~im, donde, según e! testi gioso lbn Jaldün terciara, rompiendo una lanza monio de Ibn Ba~~üta, permanecieron dos días y en favor del tangerino, después de hacerse eco de! una noche. Añade Ibn Yuzayy: descrédito que tenían sus extraordinarios relatos "Yo me hallaba con ellos en ese jardín y el jeque Abú en la corte meríní: 'Abd AlIah [Ibn BaHú~al nos hizo disfrutar con el relato de sus viajes y tomé nota cuidadosamente de los nombres "Bajo el reinado del sultán meriní Abú 'rnan, un miembro de las ilustres gentes que conociera. Sacamos provecho del grupo de los jeques de Tánger, llamado Ibn Bat¡üta, enorme de sus palabras. Con nosotros había un grupo de reaparece en el Magreb. Una veintena de años antes se personalidades de Granada, como el inspirado y extraordi· había ido a Oriente, donde había recorrido rraq, Yemen EA,I DAOA,I 611 [321] IBN BA TTÜTA, ABÜ 'ABD ALLAH --------------------------------- y la India< En el curso de sus viajes visitó Delhi, capital de Takadma y Gao. En esta amplia área contempló la India, y fue presentado a Muhammad Sah, sultán de ese e! caudaloso Níger, que confundía con el Nilo, y reino. Este príncipe 10 acogió generosamente y le confió la fauna que en sus riberas se criaba. La vuelta al el cargo de gran cadí malikí. De regreso al Magreb, Ibn Magreb, llamado a instancias del sultán Abü Banu~a fue recibido por el sultán Abu 'Inan y, poniéndose a contarle las maravillas que había visto en sus recorridos 'lnan, se efectuó por un penoso camino a través por los diversos reinos del mundo, hablaba particularmen de la meseta del Hoggar hasta Siyilmasa. De la te del reino de la India y refería acerca de su sultán ciudad de Takkada partió el 11 de sacban de 754 anécdotas que llenaban de sorpresa a todo el auditorio [ ... ] (= 12 septiembre 1353), llegando a Siyilmasa a Los cortesanos meriníes comentaban entre sí sobre esos mediados de d.ú J.qaCda de 754 diciembre 1353). extraños relatos y se decían en voz baja que el viajero sólo contaba puras mentiras. Un día de aquellos me encontré Desde allí, se trasladó a donde se acogió a la con Faris b. Wirdar, el célebre visir, y hablando de todas protección del sultán. esas historias, le dí a entender que yo compartía la opinión En presumible pago por los servicios prestados pública acerca de su autor. A esa observación, el visir al majzén meriní, e! sultán le concedió e! cadiazgo replicó: "Guárdate de considerar como falsas las anécdotas de una provincia marroquí, según Ibn l:layar, extraordinarias que se cuentan respecto de otros países; no debes jamás desmentir un hecho por la sola razón de que quien a su vez sigue a Ibn Marzüq. El granadino a ti no te consta [ ... ]" (Ibn Jaldun, Muqaddima, II, 565- Ibn al-Jatib, que por entonces abrigaba la inten 6/tr. Trabulse, 364-5). ción de instalarse en algún lugar de! Magreb, Ibn Battüta termina de relatar su estancia en la añade datos al respecto, pues en una carta dirigida ciudad de Granada, haciendo mención, además de a Ibn Bagüp con e! ánimo de adquirir unas tierras para poner en cultivo en la región de a una comunidad de faquires persas, a los dos Tamasna se refiere al tangerino en calidad de cadí miembros de la familia de los Banü Ma~rüq que conoció: e! jeque de jeques, sufí y alfaquí Abü de la zona ([bn al-Ja~¡b, Nufáda, II, 137-8). Al cAl¡ cUmar, hijo del jeque Abü cAbd Allah Mu parecer, fue en esta ciudad donde le llegaría la muerte en 777 (1375-6) según Ibn Marzüq, o en ~ammad b. al-Ma~rüq, con quien estuvo en su zagüía conocida como Rábita del Águila (Rábifat 770 (= 1368-9) ó 779 (= 1377), según otras fuentes. al-CUqáb), y su sobrino e! alfaquí Abü I-l:lasan Una tradición popular afirma que la tumba del CAli b. Ahmad b. al-Mahrüq, a quien visitó en su ce!éberrimo viajero se encuentra en la madina de zagüía de al-Liyam, en lo más alto del arrabal de Tánger, su ciudad natal. Un destartalado morabi NaYd. to en el camino hacia la Qa~ba sería e! lugar De vuelta a Gibraltar por Alhama, Vélez, donde descansaría eternamente Ibn Battüta. No Málaga, Caín, Ronda y Benarrabá (qaryat Bani obstante, A. Guennoun (MémoTÍal de~' h~mmes Ribáh), en la Serranía de Ronda, lugar en el que illustres du Maroc. Ibn Battouta, Rabat, 19963, 35- fue acogido por Abü l-Hasan CAI¡ b. Sulayman al 6) niega tal posibilidad por una triple razón: Rabahi, regresó al Magreb en el mismo barco de porque no falleció, como es sabido, en la ciudad comerciantes de Arcila que 10 transportó a al de Tánger; porque otra tradición popular adjudica Andalus. a un tal Ahmad b. 'Abd Allah la advocación de El último de los viajes de Ibn Battüta fue al esta zagüía; finalmente, porque la ocupación "país de los negros", Malí. Pasando por Ceuta, portuguesa e inglesa de Tánger a lo largo de dos Arcila, Salé y Marraquech, Salé (de nuevo), Me siglos después de fallecido el viajero invalida dicha quínez y alcanzó Siyilmasa, donde realizó los posibilidad. preparativos para e! viaje. Partió hacia el Sur con una caravana conducida por un integrante de la OBRA: tribu de los MassUfa a principios de mu~arram de • 1. Tu~fat al-nU'~?ar fi gara'ib al-am~ár wa-Cayá'ib 753 18 febrero 1352). Tras 25 días de viaje, al-asJar (Tesoro de curiosos sobre cosas peregrinas llegaron a las minas de sal de Tagaza, lugar en el de las ciudades y las maravillas de los viajes), que descansó unos 10 días, para proseguir e! aunque generalmente es conocida como Rihlat camino en dirección a !walatan y, más tarde, Malí Ibn Baffúta (Relato de viajes de Ibn Battü~a) .. (Mall~, sede de! sultán (Mansa) Sulayman. A Esta obra ha sido objeto de múltiples ediciones. La prime ra, con traducción francesa, la realizaron C. DEFREMERY y juicio del magrebÍ, este gobernante actuaba con B< R. SANGUINETTI, Voyages d'lbn BattOlítah, ed. y tr., 4 suma tacañería. A la minuciosa descripción de! vols., París, 1854; reed., París, 1969 con im. de V. 110nteil. reino de Malí sigue la del viaje hacia Tombuctú, Otras ediciones árabes son las debidas a K. BUSTA]\.T1, ed. de EA, I

Description:
b. Ahmad b. Muhammad al-J::1asani al-Sibü, al alfaquí y jatib Abü cAbd Allah Mu~ammad b. lbrahim al-Bayyan!, al jatib y almocrí Abü Sa'id. Faray b.
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