El Amor se Declara Culpable Pablo Cassi 2 “Si los amantes del vino y del amor se van al infierno, cuán vacío debe estar el Paraíso” (Omar Khayyam) 3 Conflicto Sentimental Este día de lluvia París no fue amable contigo. Podríamos viajar a Sudamérica, a una flor que nos espera con su perfume. Tu no sabes vivir sola. Bajo mi almohada está tu nombre y este oficio de amarnos en un orden correlativo, capaz de torcer cualquier conflicto. Convivo con tu nostalgia con tus ojos que restriegan el alma conoces el recuerdo que construyó esta historia, una palabra en la primera página del diccionario. Algún día habrá tiempo suficiente para querernos, las caricias se atreverán más allá de los primeros gestos y el amor se declarará culpable. 4 País Vasco La estación de San Sebastián se despoja de sus dos últimos pasajeros, rostros que reflejan la tenue luz en un andén el latido de un reloj que echa marcha atrás el minutero. La noche cae como el vestido que llevas puesto, las manos vuelven a transitar por su cuerpo con la existencia irrefutable que su mirada viene de otro tiempo. A una hora cualquiera de este verano es posible que la lluvia tropiece en una esquina del cielo y deje en un café de Irún la silueta de un beso. La nada silenciosa se adueña del país Vasco, una habitación en el tercer piso del hotel Jauregui instaura el aniversario de una despedida. Un aeropuerto que no sabe de geografía convive con la nostalgia del último vuelo. 5 Todo Momento tiene su Misterio (No siempre el aire que respiramos será suficiente) Reescribo en mi confuso inventario un poema que se quiebra en tus labios. Tu mirada me seduce de impaciencia. la guerra la perdí en tu cintura. Antes de ti quizás no había nada, antes de ti la vida fue un ensayo. No sé en qué coordenadas hoy te sitúas, bajo cuales estrellas te contemplo. Necesito volver a respirarte tras ese encuentro en Hondarribia, traducir la fragancia de tu alma y quedarme a la orilla de tu nombre. Déjame llevarte hasta la que no fuiste y no serás sin mí, fusionarte en dos tiempos con un intenso deseo. Toda historia tiene su misterio. 6 Tu Sonrisa Cada noche tu mirada es un anhelo diferente te desnudas a conciencia con mis besos, tejes en mi cuerpo un traje de deseos. Estos versos son todo cuanto tengo a la hora de soñar contigo, mi pequeña historia que se instala en tu oído, el recuerdo que viaja hacia el pasado, la memoria que se equilibra en tu mirada. Tradúceme al secreto lenguaje al rito unánime donde se ajustan los labios y las palabras cumplen lo que prometen. Atravieso nuevamente este mismo pueblo, recojo la tristeza de tus ojos quebrados el vuelo indiferente de mi sombra que se estrella contra el muro. Tú, eres bella como la mujer que el poeta conoce en el ejercicio de sus primeros versos. 7 Prófugo de Ti No imagino mis próximos días sin tu existencia. La luna ingresa por una hendija, la única señal de la noche que tuvimos. Descifro cada palabra en tus labios, la sombra que calla tu secreto el antifaz que esconde la tristeza. La muerte pasea por una calle, con su presagio de rumores prófugo desaparezco en una copa vacía lejana la vida se compadece de mi, y nada fue como dice el insomnio. Me pregunto si aún me esperas cuando despierte de este sueño. 8 Diccionario Bilingüe Si fuera sólo encontrarse y después seguir el viaje nada quedaría en el confuso inventario ni el olvido que asciende por el revés de la caída. Llueve en tu mirada, las buganvilias se avecinan como un jardín al cristal de tu ventana. Una canción cruza El Caribe, con la curiosidad de la noche el silencio viene a despedirnos con el temor que aquel día regrese. Todo vuelve a su sitio y por más que insista la distancia las horas transitan por la misma orilla por una calle que ha perdido la memoria. Algún día volveré a fecundar tu indecisión con la tranquila seguridad que esta historia me pertenece 9 donde el verano estuvo sentado oculto entre tus faldas y nadie dejó de mirarte con maliciosa codicia en cada calle de ese pueblo. 10 Déjame Enfurecer tus Deseos Sus labios susurran mi nombre tras el cristal la desnudo con la misma intensidad de aquellos amores que surgen espontáneos. ¿Qué primavera te gradúo de ilusión, qué árbol te cobija en un bosque impensado?. Déjame arrinconarte en un pasillo de esta antigua casa y simultáneamente embriagarnos de este instante, enfurecer de pasión nuestros deseos con la química de un beso. Sé que me recordarás en la orilla del próximo otoño en la ocasional tristeza que deshoja una sílaba en el difuso aroma de una alameda al amanecer. No será fácil que te olvide, tu sensualidad horada la quietud de mis días.
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