ALFONSO MARTÍN JIMÉNEZ CURRICULUM VITAE ABREVIADO CON RESÚMENES DE PUBLICACIONES 1 de abril de 2015 DATOS PERSONALES APELLIDOS Y NOMBRE: Martín Jiménez, Alfonso. FACULTAD ACTUAL: Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid. DEPARTAMENTO ACTUAL: Departamento de Literatura Española y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Área de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. CATEGORÍA ACTUAL COMO DOCENTE: Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. DIRECCIÓN: Departamento de Literatura Española y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Valladolid. Plaza del Campus, s/n. 47011 Valladolid (España). DIRECCIÓN DE CORREO ELECTRÓNICO: [email protected] TELÉFONO: 00 34 983 42 30 00, ext. 6796. 1. TÍTULOS ACADÉMICOS — LICENCIADO EN FILOLOGÍA HISPÁNICA. Centro de expedición: Universidad de Valladolid. Fecha de expedición: 28-X-1988. Calificación del examen de grado: Sobresaliente y Premio Extraordinario de Licenciatura. — DOCTOR EN FILOSOFÍA Y LETRAS. Sección de Filología Hispánica. Centro de expedición: Universidad de Valladolid. Fecha de expedición: 25-II-1991. Calificación: Apto Cum Laude por unanimidad. 2. BECAS NACIONALES E INTERNACIONALES Y FORMACIÓN ACADÉMICA Obtención de las siguientes becas nacionales e internacionales en todos los años de formación académica: 1. Curso académico 1986/1987: Beca de Colaboración en el área de Teoría de la Literatura del Departamento de Filología Española (Literatura) de la Universidad de Valladolid, siendo estudiante de cuarto curso de Filología Hispánica. 2. Curso académico 1987/1988: Beca de Colaboración en el área de Teoría de la Literatura del Departamento de Filología Española (Literatura) de la Universidad de Valladolid, siendo estudiante de quinto curso de Filología Hispánica. 1 3. Curso académico 1988/1989: Beca de Doctorado concedida por el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Valladolid para realizar en la Universidad de Valladolid los Cursos de Doctorado “Estudios de Literatura española y de Teoría de la Literatura”. 4. Curso académico 1989/1990: Beca de Postgraduación de nueve meses de duración concedida por el Gobierno portugués, en régimen de intercambio con el Ministerio de Asuntos Exteriores español, para realizar estudios de Teoría de la Literatura en la Universidade do Minho (Braga, Portugal), bajo la dirección del Prof. Vítor Manuel de Aguiar e Silva, Catedrático de Teoría de la Literatura de dicha universidad. 5. Curso académico 1990/1991: Beca de Postgraduación de nueve meses de duración concedida por el Gobierno francés, en régimen de intercambio con el Ministerio de Asuntos Exteriores español, para realizar estudios de Retórica y Literatura en el Collège de France de París (Francia) bajo la dirección del Prof. Marc Fumaroli, Catedrático de Retórica y Sociedad en la Europa de los siglos XVI y XVII de dicha institución. Asistí además a los cursos del Prof. Gérard Genette, Catedrático de l’École de Hautes Études Scientifiques de París y del Prof. Augustin Redondo, Catedrático de Literatura Española del Centre de Recherche sur L'Espagne des XVIe et XVIIe siècles de la Université de la Sorbonne Nouvelle de París. 6. Curso académico 1991/1992: Beca de Reincorporación a España de Doctores y Tecnólogos concedida por la Dirección General de Investigación Científica y Técnica del Ministerio de Educación y Ciencia español, en el marco del Programa General de Formación y Perfeccionamiento de Personal Investigador, para reincorporarme a la Universidad de Valladolid. En el mes de octubre de 1991 renuncié a dicha beca al obtener una plaza de Profesor Titular Interino en la Universidad de La Coruña. 3. PUESTOS DOCENTES DESEMPEÑADOS 1. Profesor Titular interino de Teoría de la Literatura de la Universidad de La Coruña (26-X-1991 / 5-X- 1994). 2. Profesor Titular interino de Teoría de la Literatura de la Universidad de Santiago de Compostela (6-X- 1994 / 30-IX-1995). 3. Profesor Ayudante de Teoría de la Literatura de la Universidad de Valladolid (1-X-1995 / 31-XII- 1996). 4. Profesor Titular interino de Teoría de la Literatura de la Universidad de Valladolid (1-I-1997 / 1-XII- 1997). 5. Profesor Titular de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Valladolid (2- XII-1997 / 25-IV-2011). 6. Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Valladolid (26-IV- 2011 / actualidad). 4. ACTIVIDAD DOCENTE DESEMPEÑADA 3. 1. Docencia impartida — Docencia de las siguientes asignaturas en distintas licenciaturas y grado (Filología Alemana, Filología Clásica, Filología Hispánica, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y Grado en Español: Lengua y Literatura): «Crítica Literaria», «Teoría de la Literatura», «Cuestiones de Teoría de la Literatura», «Métodos de Análisis literario», «Teoría y Crítica literarias», «Historia de Teoría de la Literatura», «Crítica literaria e Introducción a la Lingüística», «Narratología», «Poética de la imaginación», «Principios y métodos de Literatura Comparada», «Técnicas retóricas». — Docencia de Tercer Ciclo (cursos de doctorado, cursos de doctorado de calidad o másteres): «Tiempo y narración», «Retórica y Literatura», «Retórica y Literatura en el Siglo de Oro», «La imitación 2 mutua entre Cervantes y Avellaneda», «Imitación, plagio e intertextualidad en la literatura», «La imaginación simbólica y el análisis comparado de textos literarios». 3. 2. Evaluación de la docencia impartida: Evaluación de la docencia realizada por la Universidad de Valladolid, en el marco del Programa Docentia de Evaluación de la Actividad Docente del Profesorado (cuyas directrices han sido informadas favorablemente por la ANECA y la Agencia de Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León ACSUCyL), a lo largo de cuatro cursos académicos (los comprendidos entre el 2003/04 y el 2006/07): de los tres resultados posibles («Desfavorable», «Favorable» o «Excelente»), he obtenido el mejor de los posibles: «Excelente». 3. 3. Tramos docentes (quinquenios) obtenidos: 4 (4 de 4: 26-X-1991/25-X-1996; 26-X-1996/25-X- 2001; 26-X-2001/25-X-2006 y 26-X-06/25-X-11). Fecha de solicitud del siguiente tramo: 26 de noviembre de 2016. 5. ACTIVIDAD INVESTIGADORA DESEMPEÑADA 4. 1. Proyectos de investigación subvencionados: — 1991: “En busca de un discurso popular. Las colecciones populares de novela corta (1900 1936)”. — 1994: “Análise do discurso público actual: Elaboración dun corpus”. — 1998: “La evolución de la figura del cómico en el teatro europeo. Aplicación al curriculum de literatura española y universal, y al de lengua castellana y literatura del Bachillerato LOGSE”. — 1998-1999: “Retóricas y Poéticas castellano-leonesas de los siglos XVI al XIX”. — 2007-2010: “Comunicación en la Empresa y en las Instituciones: Análisis del discurso y Retórica”. — 2010-2013: “Comunicación en la Empresa y en las Instituciones: Mecanismos discursivos de gestión del conocimiento y persuasión social”. — 2014-2016: “Retórica constructivista: discursos de la identidad (RECDID)”. 4. 2. Pertenencia a Grupo de Investigación Reconocido (GIR): formo parte del Grupo de Investigación Reconocido por la Universidad de Valladolid (GIR) denominado “Literatura y Teoría Literaria en la España de los Siglos de Oro”. 4. 3. Tramos de investigación (sexenios) obtenidos: 4 (4 de 4: 1989-1994, 1995-2000, 2001-2006 y 2006-2012). Fecha de solicitud del siguiente tramo: diciembre de 2018. 6. DIRECCIÓN DE LA REVISTA CASTILLA. ESTUDIOS DE LITERATURA Desde el mes de junio de 1996 hasta el mes de febrero de 2001 fui Secretario de la revista Castilla. Estudios de Literatura (I.S.S.N.: 1133-3820), boletín impreso del Departamento de Literatura Española y Teoría de la Literatura de la Universidad de Valladolid, encargándome de todas las labores relativas a la publicación de los volúmenes 21 (1996), 22 (1997), 23 (1998), 24 (1999) y 25 (2000) de la misma. Desde el año 2009 formo parte del Equipo Director de la revista digital Castilla. Estudios de Literatura (www.uva.es/castilla), editada por el Departamento de Literatura Española y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Valladolid, y he participado en las tareas encaminadas a transformar la antigua revista impresa en una revista digital publicada en Internet, así como en las gestiones relativas a la publicación digital del número “cero” de presentación (2009), y de los 3 números 1 (2010), 2 (2011), 3 (2012), 4 (2013), 5 (2014) y 6 (2015). La revista ha sido evaluada en la 4ª Convocatoria de evaluación de la calidad editorial y científica de las revistas científicas españolas, realizada en el año 2014 por la FECYT (Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad Español), obteniendo la calificación de EXCELENTE, y está indexada en importantes repositorios y bases de datos nacionales e internacionales. 7. PUBLICACIONES: LIBROS A) Monografías: 1. Tiempo e imaginación en el texto narrativo, Valladolid, Universidad de Valladolid, 1993, 227 pp. (I.S.B.N.: 87-7762-321-X). RESUMEN: En esta obra se revisan las principales aportaciones de los estudios narratológicos sobre el tiempo en la narración, y se analiza la estrecha relación entre la temporalidad y el punto de vista narrativo, mostrando que la elección de un determinado punto de vista determina la ordenación de los acontecimientos expresados. De cara a explicar la significación de la temporalidad en el relato, se tratan de conjugar los planteamientos de la lingüística textual-literaria, de la teoría de los mundos posibles y de la poética de la imaginación, analizando la estructura temporal del relato como soporte material de su componente imaginario. Así, se muestra que cada uno de los regímenes imaginarios establecidos por Gilbert Durand (Régimen Diurno, Nocturno y Cíclico) es proclive a una determinada organización temporal, de forma que el sentido del relato viene determinado en gran parte por la capacidad de sugerencia simbólica de su arquitectura temporal. Estas conclusiones teóricas se sustentan en el análisis de cuatro novelas iberoamericanas: El túnel, de Ernesto Sábato, Pedro Páramo, de Juan Rulfo, A morte e a morte de Quincas Berro D'Agua, de Jorge Amado, y Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez. Así, el estudio de la temporalidad narrativa contempla la doble vertiente teórico y crítico literaria. 2. Mundos del texto y géneros literarios, A Coruña, Universidad de A Coruña, 1993, 176 pp. (I.S.B.N.: 84-88301-68-5). RESUMEN: En este libro se intenta realizar una sistematización de los géneros literarios desde una perspectiva textual. Siendo el texto el elemento central del hecho literario, a cuya estructura debe adecuarse cualquier tipo de manifestación, resulta lógico buscar en el nivel textual la especificidad de los géneros naturales, ya que, sean cuales sean sus particularidades, han de verse realizadas como construcción textual. Por eso creí conveniente elaborar un modelo del texto literario en el que situar las categorías genéricas esenciales, de manera que los géneros históricos, determinados por las convenciones pragmáticas de cada época, pudieran ser entendidos como la realización de alguna de las posibilidades contempladas en el modelo. Partiendo de la idea de que la limitación natural de los géneros viene determinada por la representación artística de la identidad y la alteridad, se toma como punto de referencia la clasificación platónica sobre los modos de enunciación, la cual evidencia la posibilidad de establecer una clasificación limitada y totalizadora de las categorías genéricas, y se propone sustituir las categorías platónicas (habla el poeta, hablan los personajes o habla el poeta y los personajes) por otras más relevantes basadas en un criterio temático-referencial: la representación del mundo del autor textual, la representación del mundo de los personajes y la representación conjunta de los mundos del autor textual y de los personajes. Estas categorías incluyen todas las formas posibles de expresión literaria, organizándose como un sistema natural y limitado que se relaciona con la identidad del propio autor o con la alteridad del mundo exterior. Cada una de las categorías esenciales es susceptible a su vez de ser delimitada posteriormente por otras subcategorías que dependen de ellas, las cuales se incluyen en un modelo textual de los géneros pragmáticamente articulado. De esta manera, es posible articular el mundo del autor textual en torno a los denominados por Käte Hamburger polos sujeto y objeto, que se refieren respectivamente al mundo interior del autor o a su visión del mundo exterior. Así se pueden diferenciar los textos líricos de los ensayístico-argumentativos, en relación con su tendencia a expresar el polo sujeto o el polo objeto del mundo del autor. De igual forma, el sistema de los modos de enunciación permite distinguir, dentro del mundo de los personajes, los textos narrativos (que se sirven del modo de enunciación narrativo) de los dramáticos (que emplean el modo de enunciación imitativo). El modelo textual propuesto permite explicar, además, la naturaleza de los géneros denominados híbridos (como las églogas o los diálogos), al considerar que los personajes de ficción, dotados generalmente de rasgos antropomorfos, poseen la misma capacidad que el autor para elaborar nuevos textos, de manera que los textos insertos creados por los personajes pueden poseer las 4 mismas características que el texto originario. Así, las églogas consisten en la creación de personajes ficcionales que crean un texto inserto en el cual desarrollan el mundo del autor textual en su faceta lírica, y los diálogos en la creación de personajes ficcionales que componen un texto inserto en el que despliegan el mundo del autor inserto en su faceta argumentativa. E incluso la narración homodiegética, que suele ser asociada sin mayores distingos a la heterodiegética, presenta un mecanismo similar: consiste en la creación de un personaje ficcional que se inscribe en el mundo de los personajes del texto originario, el cual crea un nuevo texto inserto en el que despliega fundamentalmente el mundo de los personajes. 3. Retórica y Literatura en el siglo XVI: El Brocense, Valladolid, Universidad de Valladolid, 1997, 187 pp. (I.S.B.N.: 84-7762-735-5). RESUMEN: El objetivo de este libro es mostrar la influencia de la retórica en la literatura del Clasicismo a través de la obra retórica y literaria del humanista extremeño Francisco Sánchez de las Brozas, conocido como el Brocense. Para ello se expone el panorama general de la preceptiva retórica europea en el siglo XVI y se analiza la influencia de las obras del humanista francés Petrus Ramus en el Brocense. Por otra parte, se presta especial atención a las obras retóricas del Brocense, las cuales son propuestas como una recopilación de normas destinadas a la construcción y a la interpretación de los textos retóricos y literarios, así como al uso que el Brocense hace de los preceptos retóricos en su propia producción literaria, mostrando las estrechas relaciones que establece en sus tratados entre las operaciones retóricas constituyentes de discurso (inventio, disposito y elocutio) y la literatura, y analizando por primera vez su poco conocida obra poética, la cual está construida en conformidad con las normas retóricas recogidas en sus tratados. Ello demuestra la enorme influencia de la retórica en la literatura de la época y la validez de la preceptiva retórica para la construcción y la interpretación de las obras retóricas y literarias. 4. El «Quijote» de Cervantes y el «Quijote» de Pasamonte: una imitación recíproca. La «Vida» de Pasamonte y “Avellaneda”, Alcalá de Henares, Centro de Estudios Cervantinos, 2001, 450 pp. (I.S.B.N.: 84-88333-50-1). VISTA DEL ÍNDICE Y PARTE DEL LIBRO EN GOOGLE BOOKS: http://goo.gl/f999T. RESUMEN: en este libro se trata de explicar el origen y el desarrollo de la disputa imitativa que se produjo entre Miguel de Cervantes y Alonso Fernández de Avellaneda, autor del denominado Quijote apócrifo, explicando que este fue en realidad, como propusiera Martín de Riguer y admitiera Daniel Eisenberg, el soldado aragonés Jerónimo de Pasamonte, un antiguo compañero de milicias de Cervantes que, tras participar en la batalla de Lepanto y sufrir un largo cautiverio de dieciocho años entre los turcos, escribió una autobiografía titulada Vida y trabajos de Jerónimo de Pasamonte. En ella, Pasamonte hizo suyo el comportamiento heroico que había tenido Cervantes en la batalla de Lepanto. Tras leer el manuscrito de la autobiografía de Pasamonte, Cervantes lo satirizó en la primera parte del Quijote a través del galeote Ginés de Pasamonte, y, al escribir la Novela del Capitán cautivo, inserta en esa misma primera parte, realizó una imitación meliorativa de los episodios militares que el aragonés había descrito en su autobiografía. Como respuesta, Pasamonte imitó a su imitador escribiendo el Quijote apócrifo, que firmó con el nombre falso de Avellaneda, haciéndolo correr en manuscritos. Pero la disputa imitativa no iba a quedar ahí, puesto que Cervantes imitaría de forma satírica y correctiva el manuscrito del Quijote de Avellaneda, aunque sin reconocerlo expresamente, al componer todos los capítulos de la segunda parte de su Quijote, en la que denunciaría el verdadero lugar de origen de su rival, afirmando cuatro veces y de manera inequívoca que era aragonés, y sugeriría su verdadera identidad a través de dos personajes relacionados con el Quijote apócrifo: el disfrazado maese Pedro, el cual dirige un retablo cuya representación es interrumpida violentamente por don Quijote (de igual manera que el don Quijote de Avellaneda había interrumpido otra representación en la obra apócrifa), y que resulta ser finalmente Ginés de Pasamonte, representación literaria de Jerónimo de Pasamonte, y don Jerónimo, personaje que, en el capítulo 59, entrega el libro apócrifo recién publicado al don Quijote cervantino, reconociéndolo como el verdadero. Así, a través de los personajes de don Jerónimo y de Ginés de Pasamonte, Cervantes indicó el nombre de pila y el apellido de su rival, Jerónimo de Pasamonte. 5. Cervantes y Pasamonte. La réplica cervantina al «Quijote» de Avellaneda, Madrid, Biblioteca Nueva, 2005, 274 pp. (I.S.B.N.: 84-9742-338-0). RESUMEN: Este estudio pretende sintetizar de manera asequible a cualquier lector la disputa literaria que se produjo entre Miguel de Cervantes y Avellaneda, autor del Quijote apócrifo: Jerónimo de Pasamonte, un soldado aragonés que participó junto a Cervantes en la batalla de Lepanto, publicó una autobiografía (Vida y trabajos de Jerónimo de Pasamonte) en la que se apropió del comportamiento heroico de Cervantes 5 en Lepanto. Tras leer el manuscrito de la Vida y trabajos de Pasamonte, Cervantes lo satirizó en la primera parte del Quijote a través del galeote Ginés de Pasamonte, y realizó además una imitación meliorativa de su autobiografía al componer la Novela del capitán cautivo, también inserta en la primera parte del Quijote. Como respuesta a quien le había agraviado e imitado, Pasamonte escribió el Quijote apócrifo, firmándolo con el nombre falso de Alonso Fernández de Avellaneda, y lo hizo correr en manuscritos. Cervantes leyó el manuscrito de Avellaneda y realizó continuas alusiones conjuntas a dicho manuscrito y al de la Vida y trabajos de Pasamonte, dando así a entender que pertenecían al mismo autor, en varias de sus obras escritas entre 1611 y 1613, como el entremés de La guardia cuidadosa, las novelas ejemplares El licenciado Vidriera y El coloquio de los perros, y el Viaje del Parnaso, lo que demuestra que Cervantes conoció el manuscrito del Quijote apócrifo antes de comenzar a escribir la verdadera segunda parte de su Quijote. Pero fue en esta última obra en la que dio una respuesta más contundente a Avellaneda, ya que Cervantes, desde el primer capítulo hasta el último de la segunda parte de su Quijote, imitó de forma satírica y correctiva la obra de Avellaneda (y el libro apócrifo cuando fue publicado), indicó que este era aragonés y sugirió su verdadera identidad a través de dos personajes relacionados con el Quijote apócrifo: el disfrazado maese Pedro (que dirige un retablo que es interrumpido violentamente por don Quijote, como el don Quijote de Avellaneda había interrumpido violentamente una representación en la obra apócrifa, y resulta ser finalmente Ginés de Pasamonte, representación literaria de Jerónimo de Pasamonte) y don Jerónimo (que entrega el libro apócrifo al don Quijote cervantino reconociéndolo como el verdadero). A través de don Jerónimo y de Ginés de Pasamonte, Cervantes dejó indicados el nombre de pila y el apellido de su rival, Jerónimo de Pasamonte. 6. «Guzmanes» y «Quijotes»: dos casos similares de continuaciones apócrifas, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2010, 162 pp. (colección “Literatura. Fastiginia”, nº 3, I.S.B.N.: 978-84-8448-553-7). RESUMEN: En este libro se analiza la disputa literaria entre Mateo Alemán y Mateo Luján de Sayavedra y su influencia en la que Cervantes mantuvo con Avellaneda. En 1599 se publicó la Primera parte de Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán; en 1602 apareció una continuación apócrifa de la misma firmada por “Mateo Luján de Sayavedra, natural vecino de Sevilla”, y, en 1604, Alemán publicó la segunda parte del Guzmán de Alfarache, en cuyos preliminares hizo ver que su rival había fingido su identidad y su lugar de origen, y en cuyo cuerpo novelístico denunció quién era en realidad: el valenciano Juan Martí. Además, Alemán imitó la obra de su rival al componer la suya. Poco después se produjo un caso muy similar: en 1605, Cervantes publicó la primera parte del Quijote; apareció luego el Quijote apócrifo, firmado por “Alonso Fernández de Avellaneda, natural de la villa de Tordesillas”; y, al componer la segunda parte de su Quijote (1615), Cervantes se inspiró claramente en Alemán, ya que no solo imitó la obra apócrifa de su rival, sino que denunció en sus preliminares que éste había fingido su nombre y su patria, y, para sugerir su verdadera identidad, empleó en su cuerpo novelístico recursos muy similares a los que había usado Alemán. De cara a revelar la verdadera identidad de Mateo Luján de Sayavedra, Alemán introdujo en la segunda parte de su Guzmán un personaje disfrazado que guardaba una clara relación con la obra apócrifa, ya que decía ser sevillano y llamarse Sayavedra, y cuya verdadera identidad y lugar de origen terminaba finalmente por relevarse: Sayavedra confesaba ser valenciano y tener un “hermano mayor”, llamado Mateo Luján, de manera que la suma de los nombres de los dos personajes, Mateo Luján y Sayavedra, remitía claramente al nombre y apellidos del autor del Guzmán apócrifo: Mateo Luján [de] Sayavedra. Si Sayavedra figuraba en representación del pícaro de la novela apócrifa, el personaje llamado Mateo Luján encarnaba directamente a su autor. Y Sayavedra hacía ver que su hermano mayor se llamaba en realidad Juan Martí. Así, Alemán expresaba su convencimiento de que Mateo Luján de Sayavedra era el valenciano Juan Martí. En la segunda parte de su Quijote, Cervantes indicó el lugar de origen de Avellaneda, afirmando cuatro veces que era aragonés. Y para revelar su identidad, empleó dos recursos similares a los de Alemán. En primer lugar, y como había hecho Alemán, introdujo un personaje disfrazado relacionado con la obra apócrifa: maese Pedro, que dirigía un retablo cuya representación era interrumpida violentamente por don Quijote, de igual manera que el don Quijote de Avellaneda había interrumpido violentamente otra representación. Y al final del episodio (como ocurría en la obra de Alemán), se revelaba quién era ese personaje disfrazado relacionado con la obra apócrifa: Ginés de Pasamonte, representación literaria del aragonés Jerónimo de Pasamonte. En segundo lugar, Cervantes incluyó en el capítulo 59 de su obra otro personaje, llamado don Jerónimo, que también presentaba una estrecha relación con Avellaneda, ya que entregaba el libro apócrifo recién publicado a don Quijote. Así, y al igual que había hecho Alemán al aunar los nombres de Mateo Luján y de Sayavedra para completar el nombre fingido de su rival, Cervantes se valía de los nombres de don Jerónimo y de Ginés de Pasamonte para sugerir el nombre y el apellido verdaderos de Avellaneda, Jerónimo de Pasamonte. El hecho de que Cervantes se sirviera de recursos similares a los de Alemán para revelar quién era su rival viene a ratificar que su intención era sugerir la verdadera identidad de Avellaneda. Y aunque no podemos 6 demostrar que Alemán y Cervantes estuvieran en lo cierto, sí podemos estar seguros de que el primero identificaba a Mateo Luján de Sayavedra con el valenciano Juan Martí, y de que el segundo creía que Alonso Fernández de Avellaneda era el aragonés Jerónimo de Pasamonte, lo que resulta suficiente para explicar el sentido y la finalidad de sus obras y la manera en que las compusieron. 7. Las dos segundas partes del «Quijote», Valladolid, Repositorio Documental de la Universidad de Valladolid (UVaDOC), 2014, 455 pp. (I.S.B.N.: 978-84-617-2805-3), <http://uvadoc.uva.es/handle/10324/7092>, <http://goo.gl/TAS6gC>. TEXTO COMPLETO: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/7092. RESUMEN: Este libro se divide en dos partes. En la primera de ellas, titulada “Cervantes, Lope de Vega, Mateo Alemán y Avellaneda”, se expone sucintamente el desarrollo del enfrentamiento literario de Cervantes con Lope de Vega y Jerónimo de Pasamonte (a quien Cervantes identificaba con Avellaneda), mostrando que Cervantes imitó y satirizó a Lope de Vega y a Pasamonte en la primera parte del Quijote. Asimismo, se explica la influencia de Mateo Alemán en el Quijote cervantino, cuya primera parte circuló en forma manuscrita antes de su publicación. Y en la segunda parte de este libro, titulada “Las dos segundas partes del Quijote”, se amplía considerablemente el análisis de las relaciones de intertextualidad realizado anteriormente entre el Quijote de Avellaneda y la segunda parte del Quijote cervantino, mostrando que Cervantes no rehízo, como se ha supuesto erróneamente, los 58 primeros capítulos de su obra tras conocer la publicación en 1614 del libro de Avellaneda, sino que tuvo delante el manuscrito del Quijote apócrifo desde que comenzó a escribir la segunda parte de su Quijote, y que se sirvió de él (o del propio libro cuando fue publicado) para componer todos y cada uno de los episodios de su segunda parte, realizando una imitación encubierta del mismo y remedando insistentemente sus expresiones. Además, Cervantes realizó frecuentes alusiones a la Vida y trabajos de Jerónimo de Pasamonte y mostró su convencimiento de que Pasamonte era Avellaneda. 8. Literatura y ficción. La ruptura de la lógica ficcional, Bern – Berlin – Bruxelles – Frankfurt am Main – New York – Oxford – Wien, Peter Lang, 2015, 322 pp., colección “Perspectivas hispánicas”, tomo 37 (I.S.B.N.: 978-3-0343-1658-3 pb, I.S.B.N.: 978-3-0351-0813-2 eBook). [Información en http://www.peterlang.com/download/datasheet/86221/datasheet_431658.pdf]. RESUMEN: En este trabajo se propone un modelo del texto literario que incluye las categorías genéricas esenciales, a las que hemos denominado mundo del autor y mundo de los personajes. Dicho modelo permitirá establecer una clasificación de los géneros literarios capaz de integrar todas las manifestaciones literarias existentes o imaginables, y pretende ser de utilidad para mostrar que existen géneros literarios ficcionales y géneros literarios no ficcionales. Contrariamente a lo que sostienen algunas tendencias teórico literarias en la actualidad, las cuales consideran que la ficción es un elemento indispensable de todas las formas literarias, y que sin ficción no puede haber literatura, se intenta probar que existen tipos de literatura no ficcional, y que incluso un mismo género, como la lírica, puede adoptar formas ficcionales o no ficcionales. Por ello, la clasificación de los géneros se complementa con una teoría sobre la ficcionalidad, de cara a unificar las teorías sobre los géneros y la ficción. En este sentido, se propone una distinción entre el hecho de fingir, relacionado con el desarrollo del mundo del autor, y el de crear ficciones, atinente al despliegue del mundo de los personajes, capaz de explicar las distintas posibilidades de creación literaria, las cuales incluyen los casos de “fingimiento literario”. Por último, se trata de explicar los casos que presentan una ruptura de la lógica ficcional (o metalepsis), los cuales se producen cuando entran en contacto elementos que, desde un punto de vista lógico, deberían ser independientes (por ejemplo, cuando el autor entra en contacto de forma imposible con sus personajes ficcionales, o cuando los personajes de ficción se dirigen a los lectores), para lo cual se desarrolla una teoría de los mundos imposibles que complementa la teoría de los mundos posibles. A este respecto, el modelo del texto literario propuesto resulta de utilidad para distinguir y definir los distintos tipos de ruptura de la lógica ficcional en las diversas manifestaciones literarias y artísticas. B) Ediciones: 1. Miguel de Cervantes, Poemas de «La Galatea», edición y prólogo de Alfonso Martín Jiménez, Colección «El Parnasillo», Simancas Ediciones, Dueñas (Palencia), 2002, 2 vols., 158 pp. (vol. I) y 161 pp. (vol. II). I.S.B.N.: obra completa: 84-85232-92-5; I.S.B.N.: tomo I: 84-85232-93-3; I.S.B.N.: tomo II: 84-85232-94-1. 7 2. Miguel de Cervantes, Poesía (Poesías sueltas. «Novelas ejemplares». «Comedias y entremeses». «Quijote». «Persiles»), edición y prólogo de Alfonso Martín Jiménez, Colección «El Parnasillo», Simancas Ediciones, Dueñas (Palencia), 2002, 2 vols., 111 pp. (vol. I) y 108 pp. (vol. II). I.S.B.N.: obra completa: 84-85232-80-1; I.S.B.N.: tomo I: 84-85232-89-5; I.S.B.N.: tomo II: 84-85232-90-9. 3. Jerónimo de Pasamonte, Vida y trabajos, edición de José Ángel Sánchez Ibáñez y Alfonso Martín Jiménez, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2015, 299 pp., I.S.B.N.: 978-84-606- 6482-6, http://www.cervantesvirtual.com/obra/vida-y-trabajos/, http://uvadoc.uva.es/handle/10324/9829. TEXTO COMPLETO: http://www.cervantesvirtual.com/obra/vida-y-trabajos/. RESUMEN: Aunque existen varias ediciones previas de la Vida y trabajos de Jerónimo de Pasamonte, aún no se había realizado una edición crítica y anotada de la misma. Todas esas versiones de la obra se basaban en la edición realizada en 1922 por Raymond Foulché-Delbosc, quien trató de reproducir el manuscrito original. Sin embargo, la encomiable labor de Foulché- Delbosc no se vio libre de errores, que han pasado a las ediciones posteriores. La que ahora presentamos se basa en el original manuscrito de la obra, corrige los errores de Foulché-Delsbosc, y ha contemplado todas las propuestas de lectura de las ediciones existentes. En los fragmentos en los que el manuscrito resulta ilegible, se ha tenido en cuenta la edición de Foulché-Delbosc, que tuvo acceso al manuscrito cuando este se encontraba en mejor estado. La edición va precedida de una introducción, en la que se incluye un amplio estudio preliminar de Alfonso Martín Jiménez. En ese estudio se trata de evidenciar la influencia que la Vida y trabajos de Jerónimo de Pasamonte tuvo en la composición de las dos partes del Quijote de Cervantes. En la introducción se incluyen, además, los criterios de edición: este apartado explica hasta qué punto y en qué sentido se ha tratado de mantener la fidelidad al texto base –el original manuscrito–, si bien enmendando lecturas erróneas, por una parte, y, por otra, modernizando tanto la grafía como algunos otros usos textuales del original, de forma similar a como suele hacerse cuando se edita el Quijote de Avellaneda o las obras cervantinas. La edición lleva dos tipos de notas interpretativas al pie, que se han procurado aligerar todo lo posible: las primeras, de las que se ha encargado básicamente José Ángel Sánchez Ibáñez, están destinadas a explicar los términos dudosos o de difícil comprensión en la actualidad, y las segundas, que han sido realizadas fundamentalmente por Alfonso Martín Jiménez, tratan de evidenciar las relaciones entre la Vida y trabajos de Jerónimo de Pasamonte, el Quijote de Avellaneda y varias obras de Cervantes (entre las que destacan las dos partes de su Quijote). Se incluye al final un aparato crítico basado en el manuscrito y en la primera versión de Foulché-Delbosc, en el que se indican los errores de esta versión o las lecturas que hizo Foulché- Delbosc de los fragmentos que ahora resultan ilegibles en el manuscrito. Asimismo, se proponen soluciones para los casos más dudosos, teniendo en cuenta el original manuscrito y las ediciones precedentes de la autobiografía de Jerónimo de Pasamonte. 8. PUBLICACIONES: CAPÍTULOS DE LIBROS 1. “La retórica clásica al servicio de la predicación: Los seis libros de la retórica eclesiástica de Fray Luis de Granada”, en I. Paraíso (coord.), Retóricas y poéticas españolas (siglos XVI-XIX). L. de Granada, Rengifo, Artiga, Hermosilla, R. de Miguel, Milá y Fontanals, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2000, pp. 11-46 (I.S.B.N.: 84-8448-075-5). TEXTO COMPLETO: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/4150. RESUMEN: En este trabajo se analiza la Retórica eclesiástica de Fray Luis de Granada, obra que tuvo en su época una gran influencia nacional e internacional, mostrando que está construida en conformidad con los parámetros retóricos tradicionales, y que apenas presta atención a las corrientes renovadoras que se produjeron a lo largo del siglo XVI en Europa y en España. La influencia de las ideas ramistas se refleja en la desatención a la operación retórica de la memoria y en la mayor importancia que se otorga a la elocutio y a la pronuntiatio o actio sobre la inventio y la dispositio, pero Fray Luis no elimina estas operaciones, como 8 proponían los autores ramistas, del ámbito de la retórica, y dedica a ellas tres de los seis libros de su obra, por lo que la influencia ramista en él resulta apenas perfectible o muy moderada. Fray Luis de Granada no presta atención a la corriente hermogeniana, tan influyente en otros tratados españoles del momento, y prescinde de invertir los valores tradicionales sobre la sonoridad (como hicieron otros autores de su época, convirtiendo las repeticiones de sonidos, que tan odiosas resultaban a los clásicos, en nuevos recursos literarios de carácter positivo); por el contrario, pensando en el carácter oral de la predicación, pretende evitar todo aquello que dificulte la pronunciación del orador. Tampoco presta atención a los intentos de algunos de sus contemporáneos por dotar de numerus o ritmo artificial a la lengua castellana, ni otorga demasiada importancia a la compositio, que juzga de escasa utilidad para la predicación. Por todo ello, Fray Luis de Granada se inscribe en la línea de los autores que siguen con fidelidad la corriente ortodoxa tradicional, ignorando sistemáticamente cualquier aportación de carácter novedoso. La mayor originalidad de la obra de Fray Luis reside en el uso que hace de los preceptos retóricos de la corriente ortodoxa tradicional para adecuarlos a la predicación cristiana, desechando aquello que no le resulta de utilidad y desarrollando minuciosamente los aspectos más aprovechables en el púlpito, y especialmente los recursos destinados a provocar la afectividad y el deleite y los relacionados con las operaciones retóricas de la pronuntiatio y de la actio. 2. “El uso de los recursos de la inventio retórica en el Quijote”, en Helena Beristáin y Gerardo Ramírez (comps.), La dimensión retórica del texto literario, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2003, pp. 181-193 (I.S.B.N.: 970-32-0642-5). TEXTO COMPLETO: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/3115. RESUMEN: El propósito de este trabajo es demostrar que Cervantes se sirvió de las normas de la inventio retórica para construir numerosos pasajes del Quijote. Los historiadores de la literatura no han prestado suficiente atención a la influencia de la retórica en las obras literarias anteriores al Romanticismo. Sin embargo, la simple recuperación de los preceptos muestra claramente su influencia en la literatura del Clasicismo. Para ello, se analiza el apartado de la inventio en las principales retóricas del siglo XVI, alguna de las cuales podría haber conocido Cervantes, mostrando que el hallazgo de las ideas característico de esa operación retórica se relacionaba con las costumbres del propio orador, con las pruebas racionales del texto o con el movimiento de las pasiones en los receptores. Las pruebas ocupan la parte central del discurso, y las costumbres y las pasiones se distribuyen al principio y al final del mismo. Aunque Cervantes recurre frecuentemente a las costumbres y a la moción de sentimientos, el trabajo se centra en el uso que hace Cervantes de las pruebas racionales del texto, que pueden ser sin artificio o artificiales. Las pruebas sin artificio se extraen de la propia realidad de las cosas, como las leyes, los contratos, los testigos, los juramentos o los testimonios. Éstos últimos pueden ser divinos, si son tomados de los textos bíblicos, o humanos, cuando son citas atribuibles a autoridades reconocidas. Las pruebas artificiales dependen de la invención del propio orador, y pueden extraerse de los llamados lugares comunes, elementos de carácter general tomados de la gramática, de la dialéctica y de la metafísica. En el trabajo se muestra que Cervantes hizo uso en el Quijote tanto de las pruebas sin artificio como de las pruebas artificiales, y no sólo en los abundantes discursos retóricos que pronuncian sus personajes, sino también en las frecuentes conversaciones que mantienen. 3. “Ramus et l’Université espagnole”, en VV. AA., Ramus et l’Université, Cahier V. L. Saulnier nº 21, París, Éditions Rue d’Ulm de l’ENS (École Normale Supérieure), 2004, pp. 131-153 (I.S.B.N.: 2- 7288-0312-9; I.S.S.N.: 0760-4513). TEXTO COMPLETO: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/4560. RESUMEN: Este trabajo, inscrito en el ámbito de las relaciones entre la Retórica y la Literatura del Clasicismo, forma parte de un libro elaborado por varios investigadores europeos, destinado a examinar la relación del humanista francés Petrus Ramus (Pierre de la Ramée) con la Universidad. Mi objetivo consistió en analizar la influencia de Ramus en las Universidades españoles durante los siglos XVI y XVII. La metodología empleada consistió en rastrear la influencia de Ramus en las retóricas escritas por los profesores de tres importantes universidades españolas de la época: la Universidad de Valencia, la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad de Salamanca. Además, se explica la actuación de los jesuitas españoles contra la propagación del ramismo, y se valora la influencia de Ramus en las obras retóricas españolas del siglo XVII. 9 4. “Los géneros literarios y la teoría de la ficción: el mundo del autor y el mundo de los personajes”, en Largo mundo alumiado. Estudos em homenagem a Vítor Aguiar e Silva, organização de Carlos Mendes de Sousa e Rita Patrício, Braga, Universidade do Minho, 2004, 2 vols., vol. I, pp. 61-80 (I.S.B.N.: 972-8063-25-5). TEXTO COMPLETO: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/3203. RESUMEN: Este trabajo pretende ofrecer una explicación conjunta de la teoría de la ficcionalidad y de los géneros literarios, valorando los distintos tipos de ficcionalidad en relación con las clases de géneros literarios. Para ello, se recogen y valoran las aportaciones realizadas de forma aislada por la teoría de la ficción y por la teoría de los géneros literarios para establecer una relación entre las mismas. Partiendo de la propuesta de un modelo textual de los géneros literarios realizada en un trabajo anterior (Mundos del texto y géneros literarios, de 1993), se simplifica dicho modelo en algunos aspectos y se completa en otros, proponiendo un modelo del texto literario émico o general que incluye las categorías del mundo del autor y del mundo de los personajes, así como la posibilidad de representar de manera conjunta ambas categorías, en cuyos distintos apartados pueden incluirse la totalidad de los géneros literarios existentes o imaginables. Las categorías del modelo propuesto, además, permiten establecer con claridad las diferencias entre los textos literarios que pueden ser considerados ficcionales en sentido estricto y los que no pueden explicarse con criterios basados en la ficcionalidad. En el trabajo se valoran y discuten las teorías sobre el carácter ficcional atribuido por algunas corrientes teórico- literarias a todos los tipos de enunciadores intratextuales, analizando si todos los enunciadores y todos los géneros literarios pueden considerarse ficcionales y si es posible y deseable identificar la literatura con la ficción, llegando a la conclusión de que existen géneros literarios ficcionales y géneros literarios no ficcionales, por lo que no se puede identificar la ficción con la literatura. 5. “La persecución inquisitorial del ramismo en la España de la segunda mitad del siglo XVI”, en VV. AA., Autour de Ramus II. Le combat, études réunies et présentées para Kees Meerhoff et Jean-Claude Moisan avec la collaboration de Michel Magnien, París, Honoré Champion, 2005, pp. 451-476 (I.S.B.N.: 2-7453-1137-9). TEXTO COMPLETO: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/4561. RESUMEN: Este trabajo, inscrito en el ámbito de la Retórica y la Literatura del Clasicismo, forma parte de un libro dedicado a valorar las disputas sobre las ideas de Petrus Ramus en la Europa del siglo XVI, y está dedicado a analizar la persecución inquisitorial del ramismo en España. Se centra en el análisis de los documentos históricos sobre los procesos inquisitoriales contra los partidarios españoles de Ramus, como Fray Luis de León o El Brocense, y en el rastreo de la influencia de Ramus en las retóricas españolas de la segunda mitad del siglo XVI, antes y después de la realización de la investigación inquisitorial realizada contra el ramismo en 1568. Todo ello permite mostrar que los autores españoles no llegaron a conocer ninguna obra de Ramus posterior a 1568, y que, a pesar de las presiones de la Inquisición, la influencia de Ramus persistió en España a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI. 6. “De cómo Cervantes indicó que Avellaneda era el aragonés Jerónimo de Pasamonte (Quijote, II, LIX)”, en José Manuel Oca Lozano (ed.), La razón de la sinrazón que a la razón se hace. Lecturas actuales del «Quijote», Segovia, Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, 2005, vol. II, pp. 405-412 (I.S.B.N.: 978-84-933837-6-3). TEXTO COMPLETO: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/4562. RESUMEN: En este trabajo se analizan los recursos que empleó Cervantes en el capítulo LIX de la segunda parte del Quijote para sugerir la identidad de Avellaneda y para darle una respuesta literaria que no le pasara desapercibida. En otros capítulos anteriores de esta misma obra, Cervantes había incluido un personaje disfrazado, maese Pedro, indudablemente relacionado con el manuscrito del Quijote apócrifo, ya que dirigía una representación que era interrumpida violentamente por don Quijote, de igual forma que el don Quijote avellanedesco había interrumpido violentamente otra representación en la obra apócrifa; y al final del episodio, Cervantes revelaba quién era el personaje disfrazado relacionado con Avellaneda: Ginés de Pasamonte, representación literaria de Jerónimo de Pasamonte. Y en el capítulo LIX, Cervantes sugiere el verdadero nombre de pila del autor de la obra apócrifa. Para ello, introduce un personaje llamado don Jerónimo, el cual entrega el libro apócrifo recién publicado a don Quijote, reconociéndolo como el verdadero. Así, Cervantes hace que este personaje, que constituye una nueva representación literaria de Avellaneda, reconozca la autenticidad del verdadero don Quijote, y que dicho personaje lamente las características que Avellaneda había otorgado a don Quijote y a Sancho. Y a través de los dos personajes relacionados con Avellaneda, don Jerónimo y Ginés de Pasamonte, Cervantes dejó constancia del nombre y del apellido de Avellaneda, Jerónimo de Pasamonte. 10
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