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Alejandro Da Alejandro Dabat Latrubesse PDF

30 Pages·2004·0.73 MB·Spanish
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GLOBALIZACIÓN, ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO G , LOBALIZACIÓN ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO YNUEVA M * INDUSTRIA ELECTRÓNICA DE EXPORTACIÓN EN ÉXICO AAAAAllllleeeeejjjjjaaaaannnnndddddrrrrrooooo DDDDDaaaaabbbbbaaaaattttt LLLLLaaaaatttttrrrrruuuuubbbbbeeeeesssssssssseeeee********** Fecha de recepción: 27 de noviembre de 2003. Fecha de aceptación: 23 de junio de 2004. Resumen El presente trabajo estudia la conformación y despliegue de la nueva industria electrónica de exportación de México como un aspecto de la conformación de la nueva economía global del conocimiento. Jerarquiza cuestiones como la conformación estructural de la producción mexi- cana en su proceso de arranque en la última década del siglo pasado, las particulares condicio- nes históricas de su vertiginoso despliegue, las particularidades de la inserción de México dentro de la nueva economía mundial y su ulterior declinación relativa, ante la arrolladora conversión de China en un nuevo competidor gigante de la producción electrónica mundial. Palabras clave: globalización, economía del conocimiento, industria electrónica, México, competencia internacional. Abstract This study embraces the formation and unfolding of the new export electronics industry in Mexico, including the great crisis in the U.S. electronics industry in 2001-2002, as an aspect of the structuring of the new global knowledge economy. This gives a priority to such questions as the structural availability of Mexican production in its start-up process in the final decade of the 20th century, the specific historical conditions of its giddy take-off, the characteristics of Mexico’s insertion into the new world economy and its relative decline, faced by the resounding conversion of China into a new gigantic competitor in worldwide electronics production. Key terms: globalization, knowledge economy, electronics industry, Mexico, international competition. * Trabajo realizado con apoyo de PAPIIT (DGAPA-UNAM) y CONACYT. ** Investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM-UNAM). Adscripción tempo- ral al IIEC. Correo electrónico: [email protected] Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 11 ALEJANDRO DABAT LATRUBESSE Résumé Ce travail étudie de la conformation et le déploiement de la nouvelle industrie électronique d’exportation du Mexique jusqu’à la grande crise de l’industrie électronique des Etats Unis en 2001-2002, comme un aspect de la configuration de la nouvelle économie globale de la connaissance. Il hiérarchise des questions telles que la disposition structurelle de la production mexicaine dans son processus de démarrage pendant la dernière décade du siècle dernier, les conditions particulières historiques de son vertigineux déploiement, les caractéristiques de l’insertion du Mexique dans une nouvelle économie mondiale et son ultérieur déclin relatif, face à la retentissante transformation de la Chine en un concurrent géant de la production électronique mondiale. Mots clés: globalisation, économie de la connaissance, industrie électronique, Mexique, concurrence internationale. Resumo O presente trabalho apresenta os fatos ocorridos, desde a formação e desenvolvimento da nova indústria eletrônica de exportação do México até a grande crise da indústria eletrônica dos Estados Unidos em 2001-2002, como um aspecto da configuração da nova economia global do conhecimento. Organiza em ordem hierárquica questões como: a disposição estrutural da produção mexicana no seu processo inicial na última década do século passado; as específicas condições históricas do seu vertiginoso desenvolvimento; as características da inserção do México dentro da nova economia mundial e o seu conseqüente declínio relativo, diante da avassaladora conversão da China em um novo competidor gigante na produção eletrônica mundial. Palavras-chave: globalização, economia do conhecimento, indústria eletrônica, México, competição internacional. Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 12 GLOBALIZACIÓN, ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO Introducción E ntre 1992 y 2000 México se convirtió en el décimo segundo exportador mundial de mercancías y en un componente central de la economía de América del Norte como apéndice manufacturero-exportador de bajos costos laborales. En ese perio- do, completó la transición comenzada en los ochenta, de una economía protegida y basada en exportaciones petroleras, a una abierta y estructurada en torno a la industria manufac- turera de exportación generada por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).1 El elemento fundamental de ese cambio fue la industria electrónica que, junto con la eléctrica y la de componentes electrónicos, encabezó las exportaciones industriales del país con cerca de una tercera parte de las operaciones manufactureras (Secretaría de Eco- nomía, 2002). Como resultado de ello, la posición de México en el mercado mundial de productos electrónicos fue más fuerte que la lograda como exportador de productos ma- nufacturados en general (décimo primer lugar contra décimo segundo). Esto se tradujo en un monto de exportaciones de productos electrónicos similar al de mercancías de Brasil (45 mil millones de dólares en 2000, incluyendo productos primarios y toda clase de bienes manufacturados). La transformación de la economía mexicana fue resultado de un impresionante tras- plante de inversión, tecnología y organización empresarial externas (tanto norteamerica- nas como asiáticas y europeas) a un país como México dotado de una enorme masa de trabajadores subempleados. Este proceso acentuó las enormes desigualdades sociales y regionales del país y aceleró los flujos migratorios de trabajadores hacia Estados Unidos. Pero aparte de estas consecuencias contradictorias, situó a México (por lo menos a un enorme segmento de su economía y sociedad) en un nuevo nivel de eslabonamiento pro- ductivo con la economía informática mundial, que lo convirtió en un importante mojón del mapa económico global y en una inconfundible manifestación polar (como contrapo- sición al MERCOSUR) del nuevo patrón de desarrollo económico de América Latina. 1 Aunque el TLCAN entró en vigor en 1994, sus efectos económicos operaron desde que el recién electo gobierno demócrata de Clinton anunció en 1992 su apoyo al tratado promovido por el gobierno republicano de Bush. Como resultado de ello, la inversión directa en el sector manufacturero me- xicano pasó de 1.1 mil millones de dólares en 1992 a 2.3 en 1993 y 6.0 en 1994, y las exportaciones del sector de 23.7 mil millones a 28.4 y 35.3 millones respectivamente, hasta alcanzar 145 mil millones de dólares antes de la crisis de 2001. En ese contexto, las exportaciones manufactureras de México serán cuatro veces y medio más elevadas que las de Brasil durante esa década. Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 13 ALEJANDRO DABAT LATRUBESSE El objetivo de este trabajo es explicar este cambio a partir del estudio de la industria electrónica en el contexto del nuevo capitalismo mundial, sus principales determinantes tecnoeconómicos, sociales y espaciales, y el desarrollo de la competencia internacional de empresas, países y regiones. Simultáneamente, estudiar aspectos relevantes de la econo- mía del conocimiento y los requerimientos del desarrollo económico y social de los pue- blos, que constituyen el contexto histórico global de las transformaciones de la economía mexicana. En ese sentido, constituye una síntesis de las investigaciones realizadas en el Programa de Investigación Interinstitucional “Cambio mundial e internacionalización desde la perspectiva mexicana”, coordinado por Alejandro Dabat en el CRIM de Cuernavaca y el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM,2 y como aportación al proyecto de investigación binacional IIEC/CRIM (UNAM) y MATISSE (Universidad de París) acerca de eco- nomía del conocimiento y políticas del desarrollo. Por esa razón, y sin demérito de la vasta e importante producción sobre la temática considerada,3 el presente artículo privile- giará las aportaciones de los participantes de los programas mencionados. El SE-I como nuevo sector productivo dominante dentro del nuevo capitalismo informático-global A efecto de ubicar la conformación de la industria electrónica de exportación en México en el contexto de la economía mundial, consideraremos cuatro aspectos esenciales de esta última: su nueva estructura, su sector productivo dominante, su ciclo industrial y los cambios en la estructura del mercado mundial, la competencia y división internacional del trabajo. La nueva estructura económica mundial surgida de la revolución electrónica Para partir de los fundamentos de la economía mundial, constituida en los años ochenta y noventa (o si se quiere de la reestructuración mundial del capitalismo que sigue al colapso del capitalismo fordista-keynesiano luego de la crisis mundial de 1974-1975), conviene establecer que la llamada economía posfordista (o flexible) corresponde a una nueva fase histórica del capitalismo, la cual ha sido denominada de diferentes maneras (capitalismo posfordista, posindustrial, informático, cognoscitivo, entre otras). Conforme a las ideas 2 El proyecto mencionado contó con la participación de investigadores del CRIM (Prudencio Mochi y Estela Suárez Aguilar), de la Facultad de Economía (Miguel Ángel Rivera Ríos y José Vargas Mendoza) de la UAEM (Sergio Ordóñez) y de la UAM-I (Alejandro Toledo Patiño). 3 Para el estudio de la nueva industria electrónica mexicana, resultan fundamentales los trabajos de Carrillo, Hualde, Dussel, Palacios, Ruiz, Casalet, Woo, Contreras o Loria que se citan en la bibliografía, sin los cuales hubiera resultado imposible la elaboración de este artículo. Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 14 GLOBALIZACIÓN, ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO que hemos desarrollado en otros trabajos,4 comenzaremos por sintetizar los rasgos básicos del nuevo capitalismo: a) Conformación de una constelación de fuerzas productivas dominantes (“nuevo para- digma tecnoeconómico” de Freeman y Pérez) constituida en torno a un componente tecnológico (confluencia entre tecnologías electrónicas y de comunicaciones) y otro económico-productivo5 estructurado alrededor de un sector productor de bienes tangi- bles e intangibles y de servicios, que denominaremos, para agrupar ambos elementos, electrónico-informático.6 b) Conversión del trabajo intelectual creador de conocimiento en factor central de la pro- ducción social y la creación de valor (Keeny, 1997), y en eslabón principal de la divi- sión social del trabajo y del obrero colectivo (conjunto de la fuerza de trabajo de la sociedad). c) Transformación de los medios de producción electrónico-informáticos (microprocesador, redes de comunicación, conocimiento codificado bajo la forma software y diseño) en base material de un nuevo tipo de capitalismo (Dabat 2002; Ordóñez 2003) a partir de las formas de propiedad (la intelectual) y de sobreganancia de monopolio (renta tecno- lógica) dominantes. d) Establecimiento de un patrón productivo en torno al papel articulador del SE-I en el conjunto de la producción social. Constitución desde esta base de una dinámica econó- mica o ciclo industrial mundial, basados en la lógica de acumulación y crecimiento de los principales componentes del SE-I y su efecto de arrastre sobre los restantes sectores económicos (Dabat y Rivera, 2004). e) Organización del espacio económico y social mundial —la llamada globalización—, a partir de nuevas relaciones tecnoeconómicas, sociopolíticas y culturales trasnacionales 4 Nos referimos al conjunto de trabajos de los miembros del equipo incluidos en la bibliografía y citados puntualmente en diferentes partes del presente estudio. 5 Debe diferenciarse el concepto de revolución tecnológica, referido específicamente al cambio tecnológico radical provocado por la irrupción de nuevas tecnologías (“nuevo paradigma tecnológico” de Dosi) del de revolución productiva o “industrial” en el sentido clásico de Marx, Mantoux o Landes, que está detrás del “nuevo paradigma tecnoeconómico” de Freeman y Pérez. El concepto de revolución industrial o productiva apunta más bien a la transformación radical de la producción y la vida social, como resultado de la utilización generalizada de una constelación de innovaciones radicales o, si se quiere, de un “nuevo sistema tecnológico” (Freeman et al., 1982). 6 No usamos el término común “tecnología de la información” (TI) o “de la información y las comunicaciones” (TIC) para referirnos al SE-I, sino para distinguir entre la base tecnológica del sector (TI/TIC) y el sector productivo propiamente dicho (SE-I). En lo que hace a este último nombre, utilizamos la palabra compuesta electrónico-informático para incluir todas las industrias del ramo, tanto a las electrónicas que no producen bienes informáticos (electrónica de consumo o equipo industrial o bélico) como a las de servicios de información que no son parte de la industria electrónica, como las telecomunicaciones. Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 15 ALEJANDRO DABAT LATRUBESSE (infraestructura informática mundial, cadenas productivas y redes empresariales globales, división global del trabajo, sociedad civil internacional o migración internacional de instalación variable) y de su articulación específica con los estados nacionales, bloques regionales, microrregiones y ciudades (Dabat, 2002). f) Conformación de una geografía económica mundial basada en la división global del trabajo, los patrones de localización de la producción y las relaciones tecnoeconómicas y geopolíticas de fuerza entre los estados nacionales y las grandes regiones globales (Gereffi, 1995; Dicken, 1998). g) Surgimiento de un nuevo tipo de competencia y de empresa capitalista, la competencia global (de compañías, naciones y bloques comerciales) y la empresa flexible tipo de red (Dabat, 2000), base de una división interindustrial e interempresarial del trabajo (Ordóñez, 2002a), de una red de alianzas interempresariales y de una nueva relación entre empresa capitalista, Estado y universidad. h) Entre las políticas de desarrollo características de la nueva época, utilización de las diferentes formas del aprendizaje tecnológico (empresarial, laboral, de industrias y países, de ciudades y regiones, organizacional en sentido amplio)7 como instrumento de apropiación social (local, regional o nacional) del conocimiento a favor del desarro- llo económico y cambio social. El sector electrónico-informático (SE-I) Aunque las computadoras aparecen a fines de la Segunda Guerra Mundial (industria inte- grada de la supercomputadora vinculada a requerimientos burocrático-militares), la cons- titución del SE-I8 como complejo productivo dominante es un fenómeno de los años ochenta surgido del desarrollo de la computadora personal y de las industrias independientes del hardware, software, armado final o servicios (Lester, 1998) bajo el “patrón wintel” de estándares técnicos por industria y sector, y no de empresas (Borrus, 1996). Este proceso culmina en los noventa con la convergencia de la computadora y las telecomunicaciones a partir del módem, la utilización masiva del microprocesador, el desarrollo de Internet, la interconexión de los diferentes sistemas electrónicos de procesamiento de información y comunicación (texto, datos, imagen, sonido) y la estrecha relación entre los sistemas electrónico-informáticos y científico-educativos que inaugura la era de la economía y la sociedad del conocimiento. 7 Propuesta original de escuelas neoshumpeterianas y evolucionista a nivel de la empresa (Rivera, 1999), posteriormente extendida por diversos tipos de autores a otros planos de la realidad económica- social . Véase en Basave y otros (2002), los planteamientos de Gereffi, Vázquez Barquero o Mertens sobre aprendizaje en el nivel de industria y país, ciudad y región o aprendizaje interactivo y abierto. 8 La denominación “sector electrónico-informático” (SE-I) utilizada en el presente trabajo para de- signar al llamado sector de tecnologías de la información (o IT en inglés), véase Dabat y Rivera (2004). Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 16 GLOBALIZACIÓN, ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO A partir de allí, el SE-I se convierte en base material del nuevo capitalismo informático y base tecnoeconómica de la globalización (Dabat, 2002). En sí mismo, es un vasto com- plejo integrado por diversos subsectores de bienes y servicios como semiconductores (dis- tintos tipos de circuitos integrados y componentes electrónicos básicos),9 software,10 equi- po de procesamiento de datos (computadoras y equipo de oficina), servicios y equipo de telecomunicaciones, equipo electrónico de consumo, industrial, bélico, médico, servicios de computación y comunicaciones. En conjunto es un complejo productivo de bienes tangibles (semiconductores, computadoras, equipo de comunicaciones, industrial y cientí- fico), intangibles (software, diseños) y servicios básicos (telecomunicaciones) y de apoyo, en el que si los nuevos bienes tangibles y servicios constituyen la mayor parte del valor comercial del sector, los intangibles cumplen un papel rector. A ello se agrega la nueva relación del SE-I con el sector científico-educativo o con el de medios de comunicación, que determina una nueva economía industrial (en el sentido tradicional de sustitución de trabajo vivo por medios de producción inanimados) basada en factores subjetivos como la cultura del trabajador y la comunicación interpersonal. La cuantificación del valor de la producción mundial del sector encuentra grandes dificultades prácticas y contables, no sólo en el nivel del software, sino especialmente del comercio exterior.11 Se trata de un problema generado por el retraso de sistemas de con- tabilización y registro con respecto al vertiginoso desarrollo del sector, la diversidad de los sistemas clasificatorios internacionales (SIC, SITC, SH, NAICS, entre otros), la limitada 9 La industria de semiconductores provee los componentes activos de hardware presentes en los dis- positivos electrónicos que explican la caída exponencial de precios que abrió paso a la informática de masas. Aunque no todos los semiconductores tienen las mismas características económicas (el mi- croprocesador requiere diseño más intensivo que el chip estandarizado de memoria), la industria del semiconductor es intensa en capital, con grandes economías de escala y largos procesos de planeación, construcción y ocupación de la planta productiva. De allí su carácter extremadamente cíclico, de crecimiento explosivo y grandes crisis de sobreproducción, como las que ocurrieron en 1985– 1988, 1992 y 1995–1997 y 2001, que fue la base, está última, de la actual crisis económica mundial. 10 La industria del software conjuga los niveles más altos de intensidad en diseño y trabajo calificado del SE-I, con los niveles más bajos de intensidad en capital fijo, que es un factor que limita el cre- cimiento sectorial de la productividad del trabajo y de la reducción costos de producción al mismo ritmo del hardware. Otra de sus características es que sus estos últimos son muchísimo más altos que los de reproducción, porque los programas pueden copiarse con facilidad sin necesidad de comprarlos. Finalmente, es una industria distorsionada por el monopolio de una empresa (Microsoft) sobre el sistema operativo (Windows) que mueve la mayor parte de las computadoras del mundo. 11 Las dificultades para cuantificar las ventas de software son el caso extremo por las siguientes razones: los programas estandarizados o “empaquetados” se venden a los grandes usuarios por medios electrónicos y a los pequeños consumidores como software “embebido” incorporado al equipo final pagado como parte del precio del equipo. El llamado software a la medida adaptado por empresas desarrolladoras, es difícil de distinguir de otros servicios de computación. Ante la impotencia de las oficinas estadísticas para contabilizar las operaciones del sector, esta tarea queda en manos de grandes empresas como Internacional Date Corporation (IDC) o Gartner Group, que recogen la información directamente de las empresas productoras. Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 17 ALEJANDRO DABAT LATRUBESSE Cuadro 1 Valor de bienes y servicios del SE-I comercializados en el mundo (2000) (Miles de millones de dólares y porcentajes) Componentes del SE-I Valores Porcentajes 1. Bienes electrónicos tangibles (hardware) a 1 200 38.7 1.1 Computación y equipo de oficina 380 12.3 1.2 Semiconductores y otros componentes 370 11.9 1.3 Equipo de comunicaciones 250 8.0 1.4 Instrumental electrónico diverso b 100 3.2 1.5 Electrónica de consumo 90 2.9 2. Software c 250 8.0 3. Servicios d 1 700 54.8 3.1 Servicio de Telecomunicaciones 900 29.0 3.2 Otros servicios 800 25.8 Totales 3 100 100.0 Fuentes y notas: a Actualización a 2000 de datos originales de RER para 1999 (OCDE, 2002, Annex, Table 1.1) mediante la proyección de las tasas de crecimiento medias; b Subsector integrado por los códigos 872, 873, 674 y 774 de ISTC-CUCI o 3345 y 3391 de NAICS no considerado en el Cuadro 2; c Estimación basada en IDC, 2002 para software empaquetado, adicionando monto estimado del no empaquetado. d Estimación basada en IDC, 2002, ajustada para 2000. Cuadro 2 Exportaciones mundiales de productos electrónicos Subsectoresa 1980 1985 1990 1995 2000 Electrónica de producciónb 56.4 97.3 252.3 486.2 787.1 Semiconductores 14.2 22.5 65.3 163.5 262.4 Computadoras y equipo de oficina 21.7 46.9 231.4 118.8 172.4 Componentes y accesorios de cómputo 83.7 137.3 Equipo de telecomunicaciores 17.8 24.1 60.5 108.3 200.8 Equipo médico 2.7 3.9 9.6 12.0 14.3 Electrónica de consumoc 17.2 23.2 48.0 57.2 66.6 Exportaciones electrónicas totales 73.6 120.5 300.3 543.5 853.7 Notas: a No se incluye equipo industrial o bélico por no ser categorías específicas de la CUCI. b Grupo 752,759,764,774 y 776 de la CUCI. c Grupo 761,762 y 763 de la CUCI. Fuente: ONU, Yearbook of International Trade, varios años. cobertura de algunas de las fuentes informativas utilizadas —estadística de la ONU o la OCDE— o las diferencias de entre las cifras que ofrecen. Con esas salvedades, puede intentarse una aproximación plausible a la composición de la producción mundial de bienes (hardware y software) y servicios del SE-I, a partir del cotejo y actualización de diferentes fuentes (Cuadro 1). Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 18 GLOBALIZACIÓN, ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO En el caso del mercado mundial, el despliegue del SE-I se concentra en la industria elec- trónica, con un predominio inicial de la computadora y un vigoroso crecimiento ulterior de los semiconductores y el equipo telefónico, cuyo avance coincidirá con el rezago cada vez mayor de la electrónica de consumo (véase Cuadro 2, que no considera el software por las dificultades de registro señaladas en nota 10). A partir de su papel articulador de la producción social, el SE-I se relaciona con prácti- camente todos los sectores productivos mediante diversos eslabonamientos. Hacia adelan- te, se eslabona en el nivel de procesos productivos (equipo e instrumental utilizado en la producción directa o en actividades de investigación y desarrollo) y productos (compo- nentes electrónicos en toda clase de bienes duraderos, equipos y estructuras), en el nivel de administración y comercialización de las actividades (control de inventarios, comercio electrónico, entre otros). El vínculo entre computación e investigación científica, por ejemplo, es fundamental para las industrias como la biogenética12 o el diseño industrial. Hacia atrás, el SE-I se eslabona con sectores afines, como el eléctrico,13 que lo provee de energía y componentes específicos, la industria óptica, que también le aporta componen- tes esenciales, y el sector científico-educativo que lo alimenta de conocimientos y con quien forma la base de la nueva economía global del conocimiento (Romer, 1990; Stiglitz, 1999). El nuevo ciclo industrial El ciclo industrial sigue operando en las condiciones actuales de economía informática y globalización, tanto en el sentido de ciclo histórico de coyuntura (o de negocios) como en el de ciclo “Kondratieff” de larga duración (Dabat, 1993). Lo que cambia es la estructura histórica (económica, institucional, espacial) y el “patrón industrial” que lo motoriza.14 Con el pasaje del capitalismo fordista-keynesiano al informático, el SE-I se convierte en el núcleo dinámico que rige la acumulación de capital y la inflexión del ciclo, lo que permite 12 La biogenética, el otro gran cuerpo de la ciencia y la producción actual que está transformando al mundo junto con la informática, ha sido posible gracias a la utilización en gran escala de técnicas computarizadas, sin las cuales no hubiera sido posible descifrar el genoma humano. 13 La industria electrónica guarda una estrechísima relación con la industria eléctrica, no sólo por razones de afinidad tecnológica, sino por la relación dinámica que los une, la llamada “convergencia infoeléctrica” (Forbes, 05-31-99). Como el equipo electrónico opera con base en energía eléctrica, y el núcleo central de la industria eléctrica manufactura los medios de generación, conexión y dis- tribución de energía eléctrica, ambos sectores tienden a desplegarse conjuntamente, y crecer a rit- mos muy similares. 14 Se utiliza el concepto de “patrón industrial” en el sentido de Fanjzylber (1983), que supone la existencia de sectores industriales líderes que articulan y presiden el desenvolvimiento del conjunto de la economía. Conforme a ello, el cambio de patrón industrial modifica la composición del núcleo dinámico del ciclo industrial, lo que implica actualmente la sustitución del núcleo automotriz- metalmecánico-petrolero, propio del fordismo, por el SE-I. Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 19 ALEJANDRO DABAT LATRUBESSE hablar de un nuevo ciclo industrial (Mandel, 1997; Dabat, 2002) basado en su efecto multiplicador sobre el conjunto de la economía mundial. El nuevo carácter del ciclo también se expresa en la composición y dinámica del comercio mundial. Las exportaciones mundiales de productos electrónicos (computadoras, semiconductores, equipo de comunicaciones, electrónica de consumo) junto con otras relacionadas (como las de equipo eléctrico) dominan las exportaciones mundiales de mer- cancías, creciendo a tasas mucho más rápidas que las de los demás productos. En los años noventa alcanzaron tasas anuales de crecimiento de 11%, que casi duplican 6% de incre- mento del conjunto de las exportaciones mundiales (Gráfica 1), y se sitúan muy por encima de los sectores automotriz, químico o siderúrgico (característicos todos ellos del complejo fordista) que ocuparon los primeros lugares hacia 1980, como puede verse, con participación similar. El liderazgo de las industrias del SE-I sería aún más evidente si pudieran considerarse los niveles reales del comercio internacional del software en sus diferentes modalidades de pago por royalties, trasferencias intrafirma u operaciones vinculadas a los denominados computer processing o recuperación de información. Si así se hiciera, las exportaciones mundiales del sector excederían considerablemente las cifras consignadas en la gráfica, y podríamos hablar de cerca de un billón de dólares en 2000. El despliegue del nuevo ciclo industrial tendrá grandes consecuencias para la configu- ración espacial de la economía mundial. Operará a favor de Estados Unidos por su liderazgo tecnológico y empresarial en los sectores estratégicos (procesadores, software o Internet), Exportaciones metálicas básicas Exportaciones químicas Exportaciones automotrices Exportaciones electrónicas Exportaciones eléctricas Gráfica 1. Exportaciones mundiales de productos manufactureros escogidos 1980-2000 (miles de millones de dólares). Fuente: ONU, Statics Trade Yearbook, varios años e INTRACEN. Vol. 35, núm. 137, abril-junio 2004 20

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